UNA PUERTA SE CIERRA...


Una puerta se cierra
y otra puerta se abre,
mientras pasa la vida
y también las edades.

Es el día tras día,
la mañana y la tarde,
con las horas que corren
y que mueren y nacen.

Las semanas transcurren
y los meses se parten,
hay binomios de cifras
y silencios tenaces.

Mas también las ventanas
ya reclaman su traje,
la cortina coqueta
y el cordón de su talle.

Unos ojos vigilan,
sin cesar, a la calle,
y otros ojos, dormidos,
no vigilan a nadie.

Pero, al fin, nada importa,
ya que son mil detalles,
que desgrana la vida
y nos deja saudades.

Sensación de suspiros
y de lágrimas graves,
con los labios temblando
y buscando a la Madre.

Ha cruzado la reja
un susurro muy suave,
y los ojos divinos
han devuelto la Salve.

"...Una puerta se cierra
sin candado y sin llaves
y otra puerta te invita
a cruzar sus umbrales..."

Rafael Sánchez Ortega ©
09/04/17

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