EN UN DÍA...



En un día, sin prisas, te buscaba,
juventud y divina primavera,
sin saber que en un mástil la bandera
con el viento, sus flecos azuzaba.

Una lluvia muy suave me mojaba
y regaba, también, la sementera,
que sufría el estío tan serena
como yo con la edad que me pesaba.

Pero un tierno clavel tan primoroso
me llevó, con los sueños, a tu lado,
corazón del otoño tan hermoso.

Y te vi en el pecho deseado,
con la flor y el latido tembloroso,
superando, con creces, lo soñado.

Despierta el nuevo día,
una alondra ha pasado con su vuelo
y este instante de paz, yo lo congelo.

Rafael Sánchez Ortega ©
17/07/17

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