5.817 - ARRECIA, EN LA MAÑANA...
Arrecia, en la mañana,
el viento de nordeste,
las ramas parpadean,
las flores se estremecen.
Por eso, en los jardines,
las rosas y claveles,
se mueven en la danza
y el baile de las nueve.
Comienza un nuevo día
y el sol reparte suerte,
inicia su paseo
por playas y por nieves.
Arenas y montañas
también calor requieren,
en medio del silencio
que dejan los cipreses.
Y en esto que tú piensas
lo sientes hoy con fiebre,
neblina de las venas
con sangre indiferente.
Poeta de la vida,
no temas a la muerte,
tras ella está la vida
y el beso que mereces.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/04/24
5.816 - LEVANTA LA MIRADA...
Levanta la mirada
y observa el nuevo día,
el cielo azul celeste
te abraza y acaricia.
Comienza la jornada,
y dan paso las prisas,
los nervios y codazos
de aquel que la encamina.
No importa, caminante,
tú sigue con la brisa,
el viento que, invisible,
te guíe por la vida.
Avanza, bajo el cielo,
y escucha las noticias,
que dictan, sin palabras,
sus nubes blanquecinas.
Son cantos y poemas,
sin letras y sin rimas,
cual néctar delicioso
en lindas margaritas.
Levanta la mirada
y escancia poesía,
la vida es un instante
que pronto se termina.
Perdamos ese miedo
a verla y a vivirla,
soñemos como niños
con cosas muy sencillas.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/04/24
5.815 - QUIERO LA FLOR...
Quiero la flor
que asoma en la mañana
entre tus labios.
Dan "buenos días"
sus pétalos alegres
y cariñosos.
Tienen encanto
los labios infantiles
que tú me ofreces.
Quiero ese beso,
y flor que me presentas,
con gran pasión.
Podré tener
tu mano entre mi mano
en el paseo.
Y sentiré
la sangre y los latidos
que ella transmite.
Quiero la paz
y el brillo de tus ojos
en mis pupilas.
Para dormir
un sueño muy profundo
entre tus brazos.
Quiero acabar,
soñando y a tu lado,
este poema.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/04/24
5.814 - UNA GOTA DE AGUA...
Una gota de agua
resbaló de tus ojos,
y bajó por tu cara
en la tarde de otoño.
Yo la vi en un instante
y acudí, presuroso,
con mi labio a la gota
que mandaba tu rostro.
Y sentí, con ternura
ese néctar ansioso
que buscaba la tierra
y perderse en el polvo.
Y mis labios temblaron
y temblé con tu gozo,
mariposa preciosa,
en el beso sin fondo.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/04/24
5.813 - NO SÉ POR QUÉ RAZÓN...
No sé por qué razón
miraba el horizonte,
la playa, solitaria,
las barcas con sus foques,
y luego, en lejanía,
sonido de tambores,
dejando con sus ecos
el paso de los hombres.
No sé, por qué razón,
recuerdo algunos motes,
de amigos de la escuela
y jóvenes sin nombres,
unidos en destinos
de vidas en desorden,
pidiendo las migajas
que daban a los pobres.
No sé por qué razón
hay pájaros y bosques,
y lirios en los ríos
con ranas que se esconden,
y niños que caminan
por sendas y por bordes
de riscos y cantiles
que angustian corazones.
No sé por qué razón
tus besos y pasiones,
se acercan a mis labios
buscando que los tome,
los bese y nos besemos
uniendo corazones,
sintiendo mil latidos
de niños ya mayores.
No sé por qué razón
miramos los relojes,
si hay uno que llevamos
en nuestros corazones.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/04/24
5.812 - COMPARTIMOS LOS BESOS...
Compartimos los besos
y también unas lágrimas,
de manera sincera
y entregando las almas.
Fuimos niños precoces
que vivían su infancia,
entre libros y rimas
en un mundo de magia.
Despertamos, soñando,
con el bosque y las hadas,
que leímos en cuentos.
y novelas baratas.
Y gozamos de tardes
y también de mañanas,
en mil días felices
de preciosas jornadas.
Pero el tiempo, inflexible,
nos rompió tanta calma,
separando los sueños
de la vida diaria.
Y se fue la sonrisa
de los labios de plata,
y quedaron los ojos
sosteniendo legañas.
Compartimos momentos,
me recuerdan tus cartas,
y también los poemas
que yo guardo en el alma.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/04/24
5.811 - CARECEN DE SENTIDO...
Carecen de sentido
las guerras y batallas,
libradas por los hombres
en nombre de una causa.
No existen las razones
del pueblo que desangra,
la paz de las familias
por una eterna fama.
Se vive, deseando,
tener todas las gracias,
los bienes y riquezas
que envidian las pestañas.
Por eso no escuchamos
las voces de las almas,
los llantos y suspiros
de niños en su infancia.
Tampoco comprendemos
de envidias y patrañas,
sembradas por las gentes
con mentes alocadas.
Nacemos deseando
y ansiamos la esperanza,
de amarnos mutuamente
sin guerras tan odiadas.
Pero esto no es posible
y el odio, con sus garras,
desgarra corazones
y cambia amor por nada.
¡Maldigo a tanta guerra
que rompe paz y calma,
y busco la utopía
del alma atormentada!
(Los sueños son bonitos
y surgen de la nada,
las guerras tienen odios
y sangre en sus entrañas)
Rafael Sánchez Ortega ©
15/04/24