HAY QUE...
Hay que caminar y levantarse,
abrir los ojos, nuevamente,
y sentir las caricias del alba.
Hay que contestar a la vida
que nos llama en la ventana,
al corazón que late presuroso,
a la sangre que bombea el corazón,
a la risa congelada entre los labios,
al amor que nos grita que adelante.
Hay que volver a caminar
recogiendo los cristales rotos,
devolver a las nubes hacia el cielo
y evitar el cigarro que nos quema
entre los dedos.
Hay que gritar y llorar, correr si acaso,
para evitar mirar atrás,
porque la vida está llamando
y debemos vivirla intensamente.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/11/18
HOY VI LAS ROSAS...
Hoy vi las rosas, temblando, en los rosales
y vi, también, volando mariposas;
luego escuché cantar a las cigarras
y hasta sentí la brisa del nordeste
con sus besos.
¡Qué gran placer, con forma de poema!
¡Cuánta ilusión llenando los sentidos!
Hoy vi la vida de un modo diferente
y vi, también, tu rostro y tu silueta,
luego noté que estabas a mi lado,
y hasta sentí tus labios en los míos
con tus besos.
¡Qué sensación tan llena de ternura!
¡Cuánta pasión llegando hasta las venas!
...Hoy comprendí que todo es diferente
y que la vida, es su poema...
Rafael Sánchez Ortega ©
12/11/18
ENTRE LA NIEBLA Y LA BRUMA...
Entre la niebla y la bruma
despertaba la alborada
y con ella los latidos
de los hombres y las almas,
pero, entre tanto, los niños
continuaban en las camas
con los cuentos y el silencio
que les dejaban las hadas,
así sus ojos menudos
con ternura descansaban
alejados del presente
las envidias y batallas,
y esa inocencia precoz
con dulzura se quedaba
en las pupilas divinas
de los niños y su magia...
Entonces abrió los ojos
un poeta en la mañana,
para escuchar el susurro
de la luna que se marcha,
"aquí te dejo las rosas
y el estanque lleno de agua,
para que busques la imagen
que amaneció con el alba",
eso le dijo la luna
al poeta con nostalgia
y se perdió por el cielo
con su carita de plata,
y estremecido el poeta
quiso escribir sin tardanza,
y soñar, como los niños,
para encontrar a su amada...
"...Entre las piedras del suelo
hay algunas que me hablan
y me dicen que tus pasos
están cerca en la distancia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/11/18
ERES...
Eres vida que amanece y que palpita,
desde el alba hasta el ocaso,
ya que estás en todas partes.
Eres parte de la vida y mis sentidos
que te ofreces dulcemente para darme
todo aquello que destilas cada día.
Eres polvo en la distancia,
sangre ardiente del presente,
y una rosa de esperanza
cuando pienso en el futuro.
Pero eres mucho más que todo esto
ya que vas en el silencio de mis pasos,
en la sombra que me sigue lentamente
y en la luz de la mirada que te busca
en la distancia.
¡Eres verso de un poema inacabado!
Rafael Sánchez Ortega ©
11/11/18
ESTÁN ARDIENDO MIS OJOS...
Están ardiendo mis ojos
por los celos y la envidia,
ya que al tenerte tan lejos
se me borra la sonrisa,
puede que sean las dudas
por saber donde caminas
o de entender que compartes
una parte de tu vida,
y lo haces, sin pensarlo,
de una manera instintiva,
logrando así, que el vacío,
te de siempre compañía,
pero me encuentro temblando
en la maraña bendita
de comprender los motivos
de tu anhelada partida...
Están ardiendo mis ojos
por el llanto y pesadillas
que va creando la mente
en mi cabeza maldita,
y se mojan las pestañas
con la lluvia que destilan
ese agua de unas nubes
que rebasan las pupilas
y es la pena y la nostalgia,
es el alma que así grita,
sin saber si estás despierta
o embriagada por la risa,
y si estás en otros brazos
recibiendo sus caricias,
mientras aquí, yo perezco,
entre las llamas y brisas...
"...Están ardiendo mis ojos
al entender que la dicha,
está muy lejos, contigo,
y ya es, batalla perdida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/11/18
AMANECIÓ EL DÍA GRIS...
Amaneció el día, gris y triste,
quizás como anunciando el otoño
que estaba a la vuelta de la esquina.
Salí a pasear y a caminar un poquito.
Caían unas gotas de lluvia, que se agradecían,
mientras resbalaban del cielo
para besar las mejillas.
Hoy no vi mariposas ni pude saludarlas,
aunque había otras, que eran las hojas de los árboles,
que volaban y caían a mis pies
con ese tono dorado y ocre del otoño.
Pasé entre ellas y las fui sonriendo
mientras pensaba en ti,
en tu nombre,
en el mar cercano y lejano
y hasta pensé en Salamanca.
Recuerdo que un día el mar abrió sus olas
y me dejó caminar por entre ellas
en una playa preciosa e interminable.
Entré y caminé, con mis sueños y fantasía,
por aquel mundo mágico de las hadas.
En él vi a los peces que, como en una enorme pecera,
me saludaban al pasar;
luego me detuve un rato con las sirenas
que tropezaba en el camino
y me contaban leyendas y relatos
de viejos marinos,
de viajes y de amores en las dunas
de la playa.
Fue un rato muy agradable
y pensé en dos niños, en su infancia,
caminando juntos y sorteando los pozos
que el mar había dejado entre la arena,
y aspirando el salitre y el yodo del mar,
que les llegaba con su aroma.
Cuando regresé y volví a casa
abrí los ojos nuevamente.
La playa había desaparecido
y las olas solamente eran recuerdo.
Miré a ver si entre la lluvia que caía
veía alguna mariposa
pero solo el viento, invisible,
daba muestras de estar cerca, con su abrazo,
y sus caricias
para emular a la lluvia con sus besos.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/11/18
YA VA LLEGANDO LA NOCHE...
Ya va llegando la noche
y las sombras con sus velos,
los pajarillos se marchan
quedando todo en silencio;
se va pasando noviembre
y el otoño soñoliento
nos regala sus colores
que son variados y eternos,
¡qué ternura se percibe,
y recibimos del viento,
qué cantidad de caricias
con sinónimos de besos...!
y es que el otoño y la noche
son dos mundos paralelos
en la mente del poeta
y en las letras de sus versos...
Tanta magia derramada,
recogida con esmero,
por la frente del artista
y que plasma con sus dedos,
por eso en estos instantes
de nostalgias y recuerdos,
hay que acudir a la esencia
de lo escrito en otros tiempos,
y volver a los poetas,
a los versos tan diversos,
a estaciones y personas
que susurran sus deseos,
y lo hacen sin cuartillas
en el libro de los cielos,
junto a las hadas del bosque,
como decían los cuentos...
"...Ya va llegando la noche
y con ella me estremezco,
cuando pienso que este otoño
es preludio de mi invierno..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/11/18
OTRO DÍA...
Otro día me dije que ya estaba bien,
que si había un culpable ese era yo,
por mi manera de ser.
Porque ¡claro que me gustaría saber de ti
y de la vida,
es más, me gustarían tantas cosas...!
Pero me conformo con cerrar los ojos y pensar,
sentirlas así, en silencio.
Sería bonito compartirlas, pero tengo miedo.
Inmenso miedo a poder hacer daño con ello
y por eso lo dejo todo en los silencios,
en los suspiros,
en los susurros del viento que recojo,
y en los poemas.
Sé que es muy bonito amar, pero ¿cómo y a quién?
Yo siempre he creído en el amor.
De suyo es la "eterna búsqueda"
de toda persona romántica
que nunca se puede alcanzar y realizar.
Quizás es como esa quimera que ves,
que tienes en la mente, que sueñas,
que persigues incansablemente
y que se te escapa una y otra vez de las manos
sin que puedas hacer nada por retenerla...
Un día, se abrieron mis ojos, nuevamente,
y el alma volvió a latir y a vivir.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/11/18
ME SENTÍA...
Me sentía renacer entre la bruma
aunque, a veces,
parecía que la luz se disipaba
y veía la ternura de la vida.
Me sentía encadenado, entre el pasado y el presente,
y sufría, soportando,
esa carga tan pesada.
Me sentía agarrotado, por el peso del recuerdo,
por las garras que robaban mis latidos,
y lograban que mis pasos se pararan.
Me sentía, en otros ratos,
como el niño que despierta,
como el hombre que camina por el parque,
como el joven que musita unas palabras
mientras busca en el futuro, tan cercano,
la respuesta y la verdad a sus problemas.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/11/18
UN DÍA...
Un día desperté, en medio de la bruma,
y me sentí desnudo y solitario;
quise levantarme, dar dos pasos,
buscar en el espejo tu figura.
Un día pronuncié tu nombre varias veces
y al repetir el mismo, entre mis labios,
le encontré distante y alejado.
Un día comprendí que ya no estabas
al observar el lecho, que vacío,
decía tantas cosas con su silencio.
Un día salió el sol por la mañana
y sus rayos, tibios,
se posaron en mi cara con ternura.
Un día miré al cielo y vi a mi alma
que me hablaba
y decía que adelante.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/11/18
LLEGÓ EL OTOÑO...
Llegó él otoño, y me encontró desnudo
y en silencio, abandonado en una soledad
llamada vida.
Llegaron y volvieron los días cortos y grises,
los amaneceres tardíos,
las tardes cortas y presurosas,
con sus telarañas y brumas.
Llegó el frío del tiempo
para juntarse a ese otro frío del alma,
que tú dejaste, entre tinieblas,
cubierto con una máscara de carnaval.
Llegó aquel momento en que me vi solitario
ante el espejo, y me incliné ante sus cristales,
esparcidos y rotos, por el suelo…
Llegó la soledad y el silencio, con tu ausencia,
y traté de consolarme con los recuerdos.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/11/18
ENTENDÍ TU MENSAJE EN EL SILENCIO...
Entendí tu mensaje en el silencio
y marché, con el mismo, hacia la nada,
quería refugiarme en las tinieblas
y ser un Peter Pan con telarañas,
quería ser la rosa de los vientos
que un día sorprendió la marejada,
cubiertas sus espinas por las olas
dejando entre las aguas su nostalgia,
quería emborracharme en el salitre
y ser el cisne gris de la mañana,
que marcha en un estanque abandonado
en pos de la silueta de las hadas,
es fácil que renazcan del silencio
los gritos inaudibles de fantasmas,
aquellos que surgieron en las noches
por medio de cadenas y campanas...
Entendí que quisieras liberarte
y marchar por el mundo con tus alas,
a beber en las fuentes misteriosas
que ofrecían mil sueños y esperanzas,
pero yo me quedé con una duda
y pensaba en un tiempo y las palabras,
cuando tú me ofrecías tu cariño
y, también, me decías que "me amabas",
pudo ser una frase irreflexiva
para hacer de mi vida una metáfora,
un oasis de paz, un espejismo
y lograr embriagar, así, tu alma,
pero atrás me quedé con el silencio,
compañero de guerras y batallas,
él bien sabe de heridas y lamentos
y de sangre, tinieblas y de lágrimas...
"...Entendí que los hombres nacen libres
y que tú, en el fondo, eso buscabas,
a pesar de sumirme en el silencio
y negar lo que un día proclamaras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/11/18
SE AMONTONAN...
Se amontonan las esquirlas
y las arrugas del tiempo,
mientras trotan los caballos
por polvorientos senderos,
y sus huellas se diluyen
y se estremecen los truenos,
y muchas nubes llorosas
cubren con agua los cielos,
pero aquí abajo, en la tierra,
hay ese olor de los muertos,
con las campiñas perdidas
y con sangre por los suelos,
hoy el sudor se ha perdido
y no existe ya el esfuerzo,
por alcanzar esa rosa
de la batalla y su premio...
Se ha perdido la esperanza
por la tenaza del miedo,
y se mira, sin palabras,
en la noche, y al silencio,
esperando que nos diga
una frase de consuelo,
para romper el suspense
que atenaza tantos nervios,
y se busca día y noche,
y se mira el universo,
se suplica y se mendiga
esa respuesta y deseo,
"que los hombres sean libres
para vivir el momento,
para sentir que la vida
es como el soplo de un beso..."
"...Se amontona la nostalgia,
y los puñales y el hielo,
mientras las lágrimas surgen
y se congelan los sueños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/11/18
DE ANTES...
De antes contaba los días y semanas
que, iban pasando y, transcurrían
desde que me quedé absorto
escuchando el silencio de tus pasos.
De antes miraba al cielo durante el día
y también le miraba en la tarde,
y en la noche, esperando el paso de las estrellas
que nunca llegaban.
De antes suspiraba al sentir tu presencia,
caminando por la alameda y, bajando
con paso firme, para llegar a mi lado.
De antes rezaba por llegar a la hora concertada
a nuestra cita y resarcirme besando tus labios
y robando tu sonrisa.
…Pero hoy, simplemente me enjuago una lágrima.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/11/18
CON CANDOR...
Con candor he acudido a tu cuaderno
para ver este folio diferente
que me atrae y me impulsa hacia el averno.
El otoño se muestra prepotente
y me invita hacia él con mil caricias
y esa luz, especial, tan convincente,
Es posible soñar con avaricias,
de ese pecho del hombre que suspira,
confundiendo poemas y estulticias.
Porque no es de recibo la mentira,
ni mentir al espejo el infeliz,
cuando escancia los versos de tu lira.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/11/18
BUSCO...
Busco la fecha y veo que no sigues a mi lado,
que te fuiste y que partiste
aquel día que recuerdo.
Busco el aroma de tu piel y de tu cuerpo
que creaba tantas sensaciones en el mío.
Busco tu mirada y también ese fondo transparente,
y cristalino, de tus pupilas,
para intentar leer en ellas unos versos olvidados.
Busco la poesía de tus labios, entre los míos,
para rescatar tantos besos compartidos y conseguir,
otra vez, el embrujo de la vida.
Busco la paz de tu palabra, de tu vida y compañía,
y me despierto solo y en silencio.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/11/18
LA VIDA...
La vida es como un soplo y un instante
un destello de luz en una apnea,
un espacio de tiempo fascinante
y, a la vez, el rumor de una marea.
Y esta vida, que digo, es importante,
es mi vida buscando la odisea
con el paso, cansado, del gigante
que, en otoño, camina hacia la aldea.
Y la vida termina como empieza,
y se pasa, volando, en un suspiro,
con el rumbo, sin norte, del corsario.
Yo quisiera vivir con la certeza
de sentir que se plasma en un papiro
estos versos, sin vida, del sudario.
Rafael Sánchez Ortega ©
31/10/18
MARCHARÉ DE NUEVO...
Marcharé de nuevo
a buscar la calma,
a sentir el frío
de la fuerte helada,
y tendré el recado
que la tierra manda,
ese escalofrío
que mi pecho clama,
y estaré despierto,
quizás en la playa
o puede que cerca,
durmiendo en la cama,
pero no me importa
oír sin palabras,
la voz del destino
que llega y se marcha,
la voz de los sueños
cubiertos de algas
y aquellas guitarras
un tanto calladas...
Bogaré, sin prisas,
en la vieja barca,
hundiendo los remos
en las verdes aguas,
y si acaso dudo
buscaré el mañana
la nube sombría
y quizás dorada,
buscaré, te digo,
a la luna casta
que sale en el cielo
a cantar sus nanas
y si acaso veo
una rosa blanca,
burlaré su espino
para así robarla,
y será mi premio,
mi pequeña maga,
para ti la rosa,
lunita de plata...
"...Marcharé sin rumbo
a buscar el alba,
a sentir tus besos
mi canija amada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/10/18
QUE NO SE VAYAN LOS CUENTOS...
(A Carmen Silza)
Que no se vayan los cuentos,
ni se olviden las palabras,
que dejaban los mayores,
por la noche y en la cama,
que regresen esos tiempos
tan bonitos de la infancia
con la voz de los ancestros
que dejaban tanta calma,
y con ellas nos venían
los relatos de las hadas,
la canción del Nibelungo
y los barcos con piratas,
y es que el cuento, del recuerdo,
ni se olvida ni se pasa
porque siempre está presente
a pesar de las distancias...
Que no se pierdan los sueños
entre cuentos de alboradas,
ni con recuerdos marchitos
de infinitas telarañas,
y es que los cuentos aquellos
eran sueños que llegaban,
en relatos inspirados
por las voces tan amadas,
eran mi padre y mi madre,
y era la sangre y la lava
de un volcán enfurecido
que me envolvía en su magia,
y ese cuento subyugante
era la música sacra,
de la voz que me dormía
y que conmigo soñaba...
"...Que no se vayan, ni pierdan,
esas palabras lejanas,
con la esencia de los cuentos
y los sueños que albergaban..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/10/18
ME HABLÓ TU PUERTA AL PASAR...
Me habló tu puerta al pasar
y me dijo que no estabas,
que marchabas por el mundo
a disfrutar la jornada,
y yo, con pena, seguí,
con la mochila en la espalda,
sudoroso y muy cansado,
caminando hacia la nada,
y mis brillantes pupilas
desgranaron unas lágrimas,
unas gotas del rocío
y de lluvia con legañas,
y no las quise quitar,
las dejé que me bajaran,
que besaran mis mejillas
temblorosas y muy pálidas...
Me habló una rosa al pasar
y me pidió que esperara,
que no marchara sin ella
porque la brisa se apaga,
y yo, sin prisa, tomé
a la rosa que así hablaba
y me clavé con su espino
sin darme cuenta de nada,
la sangre brotó con fuerza
por la vena desgarrada
y yo no pude seguir
pues la visión se borraba,
entonces besé los pétalos
de la rosa tan sagrada
y la dejé que se fuera
con la brisa hasta tu cara...
"...Me habló la luna en el cielo,
me preguntó qué pasaba,
y yo la dije que un niño
recuperaba su infancia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/10/18
DESCANSA CORAZÓN...
Descansa corazón
no escuches las palabras,
el viento está furioso
y el mar con marejada,
reprime los suspiros
que emite la garganta
y busca por el pecho
las notas de tu arpa,
¡qué bella sinfonía
que parte de las almas
siguiendo la batuta
de mano tan sagrada!,
la vida es un susurro,
un soplo en la distancia,
vivimos un momento
tras esperanzas vanas...
Descansa trovador
el verso te reclama,
ya sale el sol de nuevo
y se levanta el alba,
la luz alienta el día,
los pajarillos cantan,
la noche y el rocío
dejaron gotas de agua,
disfruta de esa alfombra,
escucha las cigarras,
si cierras bien los ojos
encontrarás la infancia,
está en ese jardín
con vida que reclama,
tu bendita inocencia
y el poema que trazas...
"...Descansa corazón
y sueña con las hadas,
las llevas en tu pecho
y también en el alma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/10/18
¡AY NIÑA...!
(A Alba Dos, inspirado en sus letras)
¡Ay niña si tú supieras
lo que se oculta en mi frente,
los pensamientos furtivos
que multiplican sus veces,
ya que no es una ni dos
pues son de ahora y de siempre
este sentirte tan dentro,
este esperarte sin verte,
para llegar al invierno
y hasta buscarte en la nieve,
y no me digas que no,
pequeña niña impaciente,
ya que te quiero conmigo
así, serena y sin fiebre,
para enseñarte la vida
y conseguir sus placeres...
¡Ay niña, si tú supieras
de mi vida y sus reveses,
por querer ver a la luna
en los libros que leyere!,
y es que la letra se esconde
por rincones y entre eses, `
para evitar las miradas
que las lean y secuestren,
y es que tú estás en los libros
y en los versos, como redes,
para atrapar a los ojos
de lectores imprudentes,
porque los míos te buscan,
te persiguen siempre fieles
para escanciar la ternura
de tus mejillas ardientes...
"...¡Ay niña, si tú pudieras
ver en mí lo que no tienes,
yo sería muy dichoso
regalándote el presente!..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/10/18
ME GUSTA LA LUNA...
Me gusta la luna
que sale de noche,
también esa otra
que habla sin voces,
la luna de plata,
pequeña y sin nombre
que atiende por luna
sin otras razones;
los niños la buscan,
y ofrecen sus flores,
los hombres la llaman
de forma muy noble,
y entonces la luna,
dormida en el monte,
se alza en el cielo
a hacer sus labores...
Yo quiero la luna
decía el Quijote,
buscando en la Mancha
molinos y amores,
y aquella lunita
pequeña y tan pobre
temblaba de miedo
temiendo el desorden,
la lucha del niño,
el hambre de golpe,
las guerras y el frío
por tantos rincones,
y en medio de todo
se escuchan tambores
que llaman a filas
por cosa de honores...
"...Yo quiero la luna,
decía un buen hombre,
la luna de plata
y al niño que esconde..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/10/18
UN LIBRO TE ESPERA...
Un libro te espera,
lo tengo en las manos,
en él mis poemas
están acostados,
y quieren, sin prisa,
tus ojos tan claros,
las tiernas pupilas
de cuentos dorados,
y, luego, en la tarde
serán el descanso
de gentes y calles,
que buscan tus pasos,
ya sé que tu quieres
que vaya a tu lado,
te bese la frente
y roce tus labios...
Un libro te espera
de rezos de antaño,
y aquel de poemas
del "cole" lejano,
con cuántos recuerdos
te están esperando,
también con veleros,
traineras y bardos
y todo el conjunto
parece un resguardo
surgido del mundo
del mar tan salado,
con cierto salitre
que llega despacio,
queriendo ser libre
y rama del árbol...
"...Un libro te espera,
quizás olvidado,
en él un poeta
dejó tu regalo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/10/18
MIRABA TU VUELO...
Miraba tu vuelo
pequeña gaviota,
las alas tan grises
ya van revoltosas,
y abajo, en la playa,
estaba la costa,
con altos peñascos
y riscos de alfombra,
y en ella, tu nido
te espera cual forma
con paja y con ramas
cubiertas de sombra,
y llegas altiva,
casada a tu fonda,
tu nido de plata,
gaviota mimosa...
Miraba los mares
y en ellos las olas
del agua tan verde
y azules por zonas,
y fue en ese instante
que vi las alfombras
debajo del cielo
mostrando sus formas,
y vi muchos sueños
sin orden de tropas,
viniendo a mi lado
de forma ladrona,
y así me llegaron
claveles y rosas,
y eternas caricias
y besos sin bocas...
"...Miraba la luna
gallarda y hermosa,
al hombre y marino
remando en su boga..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/10/18
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