4.186 - DEJA QUE MIRE...
Deja que mire
el fondo de tus ojos
por un instante.
Quiero encontrar
los versos que allí guardas
en las pupilas.
Para embriagarme,
saciarme con sus letras
y tu ternura.
De esa manera
sabré lo que tú piensas
y lo que sientes.
Y soñaremos
un mundo diferente
para nosotros.
En él iremos
a sitios muy diversos
para encontrarnos.
Y para amarnos,
robándole a la vida
su poesía.
En esa esencia
haremos mil proyectos
para vivirlos.
Días y noches
de un tiempo irrepetible
con nuestro amor.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/03/20
4.185 - PUERTAS CERRADAS...
Puertas cerradas,
pupilas en silencio.
Llega la noche.
Mucha quietud,
no cantan las cigarras,
tampoco el mar.
Se oye el suspiro
que mandan las estrellas
desde los cielos.
Y tú las oyes.
Me miras y preguntas:
¿qué es lo que dicen?
Cierro tus labios.
Lo intento con mis besos.
Luego te abrazo.
Y nos amamos
de un modo imperceptible
y así soñamos.
Sueños de fresa.
Buscando por la Vera
esos manjares.
Sueños de yodo,
robados a las olas
y a las resacas.
Sueños y versos
que surgen de dos almas
un día más.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/03/20
4.184 - BENDITA AQUELLA TARDE...
Bendita aquella tarde
del día en que te vi,
llegaste, mariposa
con vuelo muy sutil,
posaste en una rosa
buscando tu botín,
y el beso de sus labios
que quiso recibir,
los pétalos golosos
se abrieron porque sí,
y fueron un reclamo
de flores y jardín,
el sol te saludaba
con rayos, muy gentil,
y tú le sonreías
con cara de infeliz...
Bendigo aquel momento
que un día yo viví,
leyendo tus poemas
de un modo muy febril,
los versos cautivaban,
dejaban frenesí,
al alma soñolienta
de un niño en su confín,
vivía en una nube
mil sueños de marfil,
ajeno a que muy cerca,
un sueño le era afín,
¡el sueño de los sueños,
un sueño sin matiz,
el sueño que su alma
buscaba con trajín...
"...Bendigo aquel instante,
(guardado cual rubí),
que pude ver tus sueños
y en ellos, verte a ti..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/03/20
4.183 - ACUÉRDATE DE MÍ...
(Inspirado en un poema de Ana.)
Acuérdate de mí, en tu noche,
cuando callen las cigarras
y la sangre serene
los latidos de tu pecho.
Búscame en tu almohada
y en el dedo invisible
que llega y acaricia tu cara.
Estaré unido a tus sueños
en una transfusión de sonrisas
y de versos.
Acuérdate de mí, en tu noche,
cuando los suspiros te embriaguen
y aceleren los sentidos
el tic-tac de las pasiones.
Deja que te diga lo que siento,
que te hable en un susurro,
que te cante, como hacían los gorriones,
y recite los poemas,
que nacieron bajo un roble.
Acuérdate de mí, en tu noche,
hasta que llegue la alborada
y nos deje la tibiez de sus caricias.
Porque el día llegará con otros sueños,
y nuevas realidades,
dando paso al rocío de la noche
y al sudor de nuestras almas,
embriagadas, y contentas,
por el día que comienza.
Acuérdate de mí, en tu noche
y siente el litoral, con la resaca,
de la playa que susurra,
de la estrella que te mira
y del niño que te llama por tu nombre.
Acuérdate de mí, y no me olvides.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/03/20
4.182 - LAS MARIPOSAS...
Las mariposas
hoy sienten tu llamada
y te acarician.
Es en silencio.
Sus alas y colores
hacen soñar.
En ese sueño
te acercan a mis sueños
de terciopelo.
Pero de nuevo
te llaman por tu nombre
y tú sonríes.
¿Cómo lo saben?...
...Silencio, no lo dicen,
son muy celosas.
Tú lo adivinas.
Suspiras un instante.
Cierras los ojos.
En una rosa
se juntan unas letras
que tú conoces.
Son iniciales
bordadas por la mano
de las estrellas.
Aquella noche
la luna vigilaba
nuestro tatuaje.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/03/20
4.181 - POR LA TORMENTA...
Por la tormenta
temblaban los cristales en la noche
y parecía que gemía el cielo
en un lamento prolongado
de agonía.
Te vi temblar
sumida en el silencio
y me acerqué hasta tí
tratando de calmarte.
Tú me miraste
de un modo apresurado,
como buscando en mí
la paz que te faltaba.
Te di mis manos,
mi abrazo y mis palabras
y así empezó la luz de aquel poema.
Luego, sus versos,
trazaron mil destellos
y nos rendimos ante su magia.
Fuimos con ellos
a tierras muy lejanas,
por mares y desiertos,
por valles y por playas
hasta encontrar la paz
y el equilibrio
que tanto precisaban nuestras almas.
Allí nacieron
muchísimos poemas
que fueron la semilla
de tantos besos.
Besos del aire
robados a la brisa
y al nordeste.
Besos del mar
regados con salitre
y algunas olas.
Besos del cielo
mandados por la luna
y las estrellas.
Besos del bosque
con voces y suspiros
de sus ramas.
Besos del río
con bellas sinfonías
de sus meandros.
Besos del agua
corriendo por las fuentes
y por las plazas.
Besos y besos
llegaron desbocados
formando versos y mil poemas.
Y en ellos tú
durmiendo entre mis brazos
indiferente y ajena a todo.
...Habíamos dejado atrás
los miedos y tormentas
de nuestras almas.
...Sin darnos cuenta
los dedos se pararon,
dejaron el bolígrafo,
durmieron los poemas,
y se buscaron...
Rafael Sánchez Ortega ©
01/03/20
4.180 - ENTRE SUSPIROS...
Entre suspiros
nacieron unos versos
muy especiales.
Querían vida,
latidos y sonrisas
del corazón.
Y me entregaron
el néctar agridulce
desde tus labios.
Yo los bebí,
perdiendo los sentidos
y la razón.
Sentí aquel fuego
nublarme todo el cuerpo
por el regalo.
Néctar sublime,
migajas de la tierra
cual tentación.
Pero en el fondo
buscaba tus palabras
y tu silencio.
Quería darte
un beso y "buenas noches",
y estar contigo.
Así, sin prisas,
podría acompañarte
mientras soñabas.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/03/20
4.179 - UN ABRAZO MANDA EL SOL...
Un abrazo manda el sol
con un beso de tus labios,
y el saludo singular
que nos deja con sus rayos,
esto pienso en la mañana
y que soy afortunado,
cuando el mundo corre y sigue
sin pensar en otros pasos,
en los niños, por ejemplo,
de otras tierras y descalzos,
y de aquellos que, con hambre,
quieren pan entre sus labios,
y les falta la alegría
en los ojos y en las manos,
que reclaman de nosotros
las migajas que negamos...
Un abrazo deja el sol
y me embriaga su contacto,
ya que llega con tu aroma
y el perfume del verano,
ese aroma tan sensible
que es sencillo y delicado,
y se posa en las personas
y en los niños tan delgados,
esos niños que bien sabes
que precisan de los magos,
y de niños de otras tierras
con los sueños tan callados,
y es que el hambre, no conoce
las fronteras de que hablamos
y desnutre las conciencias
muy ajenas del hermano...
"...Un abrazo, desde el sol,
nos avisa de este cuadro,
y nos dice que ayudemos
a los niños tan hermanos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/02/20
4.178 - QUISE RASGAR EL SILENCIO...
Quise rasgar el silencio
y las legañas de tus ojos
como un ruiseñor enamorado.
Y es que quería que mi voz te llegara
y encantara,
que formara parte en tus oídos
de unas olas de vals que te envolvieran
y te llevaran a ese baile, en el lago,
de mis sueños.
Corrí los visillos del otoño
y pasé de puntillas
por la sala gris del invierno.
Busqué la primavera lejana
con mis ojos temblorosos
y la coloqué a tu lado,
bajo el manto de los sueños.
Afuera llovía
y las gotas, con su llanto,
dejaban una dulce melodía
que trepaba, como una yedra infantil,
hasta tu alma.
Yo te miraba y te hablaba, en el silencio,
te contaba relatos y cuentos
que había leído,
y otros que me inventaba,
mientras buscaba tu sonrisa.
Pero tú, adormecida en mis murmullos,
simplemente descansabas.
Yo imaginaba que estabas
sintiendo mis palabras,
que ellas eran, como una brisa templada
que buscaba la caricia que llenaba tu alma,
la llama parpadeante
que cerraba tus pupilas,
y quizás, también,
la sonrisa de la luna
al posarse en tus labios.
Pero recuerdo que lanzaste un suspiro
y que luego pude rescatar
unas palabras que susurraste
al silencio de la noche.
Entonces la voz que te hablaba
y te contaba aquellas cosas
se quebró en la garganta
y sencillamente te miré,
besé tu frente
y recogí aquel instante
en mis recuerdos,
para llevarlos conmigo,
hasta mis sueños.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/02/20
4.177 - DESDE EL SILENCIO...
Desde el silencio,
callado de la noche
sentí una voz.
Me estremecí
oyendo tus palabras
tan delicadas.
Era esa voz
precisa y temblorosa
que me enviabas.
Querías ser
la brisa de mis labios
y la gaviota.
También el mar,
el viento y la galerna
de un corazón.
Tembló mi alma,
temblaron mis sentidos
y te besé.
Besé tus labios,
despacio, en el vacío,
y en el silencio.
Y me besaste,
sin prisas y sin pausas,
en ese instante.
Todo era un sueño,
en versos de un poeta
y su locura.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/02/20
4.176 - ME QUEDÉ MUY SOLO...
Me quedé muy solo
en la tarde aquella,
y llegó el silencio
y también la ausencia,
y lloró la luna
al saberse fuera
y vagar sin rumbo
por la ardiente tierra,
mientras yo quedaba
con la cruel galerna
y el puñal clavado
entre las tinieblas,
que llegó a mi alma
de la mano tierna,
porque hasta el silencio
quería su presa.
Me quedé en la tarde
junto a las estrellas
que ya aparecían
como unas luciérnagas,
y ellas me calmaron
de tanta tragedia
y trajeron risas
y llevaron penas,
renovando un ciclo
de paz y de guerra
entre la batalla
de amar a la fuerza,
el amor sublime
de alguna princesa,
nacida, a la imagen
de la Cenicienta...
Me encontré en la tarde
con aquel poema
donde tú me diste
de nuevo la fuerza,
para ser un hombre,
y sentir, de veras,
el amor sincero
del niño que fuera,
porque tú supiste
encontrar la tecla,
y el arpa sin nombre
que el sonido crea,
¡bella sinfonía
de labios y venas,
de besos robados
con la miel y el néctar...
"Te encontré una tarde
y seguí tus huellas,
luego, nuestras manos,
unieron sus letras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/02/20
4.175 - RESPIRA FUERTE...
Respira fuerte,
ya pasa por tu lado
la mariposa.
Ella te entiende,
precisa que la miren.
Es juguetona.
Tú la reclamas
ansías su presencia
y colorido.
Es en su vuelo,
de forma caprichosa,
donde tú sueñas.
Porque sus alas
te llevan por un mundo
muy diferente.
Recorres tierras,
campiñas y montañas
y algunos mares.
Llegas a aldeas
de piedras centenarias
y allí te duermes.
Es en sus alas,
de amor y fantasías,
donde descansas.
Cierra los ojos,
no temas a los sueños,
"son una nana"
Rafael Sánchez Ortega ©
27/02/20
4.174 - SE PASÓ EL TIEMPO...
Se pasó el tiempo
y no me di ni cuenta.
Estabas tú.
Pintabas cerca.
Centrabas mis sentidos
y te miraba.
Así, tus dedos,
trazaban un poema
con los pinceles.
¡Qué bella imagen,
quedaba en el cuaderno
con tu mensaje!
Versos de amor
con rayas plateadas
de gran ternura.
Ojos brillantes
buscando ver la vida
que les rodea.
Y al, lado tú,
mi linda mariposa,
también mirabas.
Tu colorido
llevaba a nuestro artista
inspiración.
Y aquellos besos,
que había yo dejado,
junto a tus alas.
Rafael Sánchez Ortega ©
26/02/20
4.173 - PINTABAS...
Pintabas un paisaje en el cuaderno
y estabas al abrigo de las olas,
el mar se destacaba en lontananza
dejando su resaca entre las rocas.
Susurros delicados de tu mente
llevando hasta el pincel a las gaviotas,
volando y paseando por la playa
ajenas a la arena y a su alfombra,
las olas te ofrecían colorido,
incluso hasta el perfume de las rosas,
mezclabas tu paleta con salitres
y el yodo de las algas de la zona,
pintabas, y lo hacías en silencio,
el cuadro de la luz y de las sombras
aquel que recogían tus pupilas
de forma tan sutil y tan curiosa...
Pintabas y pensabas, simplemente,
plasmando tu visión, como pintora,
la vida que tenías a tu alcance
y un mundo, en la distancia, con sus cosas.
Tratabas de llevar hasta el cuaderno
los rostros tan queridos de personas
que son la quintaesencia de la vida
y el alma de la misma a cada hora,
querías expresar esos detalles,
volcando en los pinceles esas notas,
pequeñas carantoñas de tu pecho
tratando de asomarse silenciosas,
amabas la pintura y la escritura
y hacías un poema de esta obra,
la imagen de la vida y de la playa,
quedaba, entre sus trazos, temblorosa...
"...Pintabas en la tarde de febrero
a un barco navegando sin derrota,
sumida en pensamientos de los mares,
y siendo el capitán, tu mariposa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/02/20
4.172 - TE MIRO Y ME SONRÍO...
Te miro y me sonrío,
pequeña mariposa,
ya sé que estás muy lejos,
y algunas veces lloras,
lo dicen tus palabras
que son como las rosas
y versos que tu alma
me envía a todas horas,
¡qué imagen tan bonita
me llega con las olas,
un pez y una sirena
buscando mi persona!,
y al fondo, tú soñando,
con unas caracolas,
contando los minutos
que pasan gota a gota...
Dibujas con tus dedos
quizás una paloma,
un perro y un caballo
y el vuelo de una mosca...
Sonríe no te aguantes,
ya sabes que es de broma,
pues quiero tu sonrisa
y el néctar en tu boca,
y ansío que suspires
que sueñes a deshoras,
que sientas que la vida
se vive y se deshoja,
igual que nuestros sueños
que buscan a las copas
de robles y de hayedos
don manos temblorosas...
"...Te miro y me sonrío,
yo soy muy poca cosa,
te ofrezco mi sonrisa
con lágrima traidora..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/02/20
4.171 - LA LLUVIA QUE VIENE...
La lluvia que viene
me deja recuerdos,
de días muy grises
y duros momentos,
la infancia lejana
se muestra a lo lejos,
y aquella familia
con niños creciendo,
dos ojos vivaces
soñaban despiertos,
miraban la vida
y el mundo con ellos,
la mar y el trabajo,
el pan y el sustento,
las manos curtidas
de aquel hombre inmenso,
mi padre, el marino,
un ángel del cielo,
perdido en la tierra
buscando alimentos,
y dentro, en la casa,
nacían los miedos,
las dudas y el hambre,
surgían de nuevo,
¡qué ingrata patraña
del pobre y sincero,
marino de barca,
que rema sin remos!,
él teme a los mares,
cual buen marinero,
respeta galernas,
ciclones y vientos,
pero algo le obliga,
ganancia y dinero,
el pan de su casa
pescando algo fresco,
si obtiene estas piezas
sabrá lo que es bueno,
tendrá las sonrisas
prohibidas y el beso...
Rafael Sánchez Ortega ©
25/02/20
4.170 - LA LLUVIA GRIS...
La lluvia gris
y el cielo tan plomizo
vienen a mí.
Vuelve el invierno
y vuelven los recuerdos
de aquella infancia.
Días muy tristes
de vientos y galernas
mirando al mar.
¿Y qué le digo,
si busco a la figura
tan familiar?
Mi padre vuelve,
regresa del silencio,
todo mojado.
La bajamar,
el barro y las marismas
y alguna almeja.
Rostro curtido,
con lágrimas que surgen
de vez en cuando.
Veo su boina,
su ropa para el agua
y hasta el caldero.
En él venían
las horas y el trabajo
con el sudor.
Éste es mi padre,
no puedo remediarlo,
aún te recuerdo.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/02/20
4.169 - ¡QUÉ BONITA ES LA VIDA...!
¡Qué bonita es la vida
y se marcha tan pronto!,
como la hoja de un libro
que pasamos nosotros,
y vivimos con prisas
sin pensar en quien somos,
procurando alejarnos
de las fauces del lobo,
y es que el tiempo discurre
para cuerdos y locos,
para ricos y pobres
y nos lleva al otoño,
y es ahí donde oímos
ese grito furioso
de la vida sedienta
que nos pide un arroyo...
¡Qué bonita es la vida
a pesar del antojo,
de volar con sus alas
y llevarnos a lomos!,
porque somos humanos,
reticentes y cojos,
y dudamos de ofertas
con perfil generoso,
sin embargo la vida
es el néctar y el sorbo,
de la miel y los sueños
de los niños de oro,
esos niños del alma
que enloquecen el fondo
de una infancia y la vida
que palpita en sus ojos...
"...¡Qué bonita es la vida
que se va poco a poco,
y nosotros con ella
a dormir en el polvo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/02/20
4.168 - ERA DE NOCHE...
Era de noche.
Buscabas por el mar
una sonrisa.
Con tu farol
veías a las olas
llegar a ti.
Lindas sonrisas,
llegando hasta tus pies
para besarlos.
Eran mis versos,
estrofas de un poema,
deshilvanado.
Llevaban rosas
y sueños de la tarde
que recogí.
En esas letras,
con versos elegidos,
puse tu nombre.
Tú suspiraste!...
¡Qué cuadro tan hermoso
para pintar...!
¡El mar las olas,
la arena y las resacas,
contigo al fondo!
Y es que el amor
no sabe de fronteras
ni de distancias.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/02/20
4.167 - TE HE VUELTO A VER...
Te he vuelto a ver
mariposa amarilla,
tan revoltosa.
Volabas sola
cruzando los caminos
a cualquier parte.
Te saludaron
mis labios y pupilas
muy satisfechos.
Tras el saludo
seguimos. Tú en tu vuelo
yo en mi camino.
Yo te llevé
conmigo en la retina
y en el recuerdo.
Aunque también
volaba entre tus alas
desde mis sueños.
Esos segundos,
mirando tu figura,
fuy muy feliz.
Pensé en los ojos
que lejos te esperaban
con un suspiro.
Y acompañé,
tu vuelo con mis besos
y una sonrisa.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/02/20
4.166 - TUS SUEÑOS...
Tus sueños, yo quisiera,
seguirlos muy despacio,
meterlos en mis sueños
de risas y de llantos,
entonces, por la noche,
haríamos un trato,
juntar a nuestros sueños,
que fueran de la mano,
así descubrirían
las sendas y barrancos,
las calles silenciosas
con huellas y con pasos,
también compartirían
suspiros escapados
de pechos juveniles
que están en algún banco...
Tus sueños, como digo,
los quiero muy cercanos,
precisan de otros sueños
mis sueños hoy dorados,
ansío que contemplen
al niño con el gato,
jugando en el garaje
de un modo un tanto raro,
también los llevaría
de noche por los campos
a ver a las estrellas
cuidando a los ganados,
y luego tomaría
tus sueños bajo el brazo,
robando una mirada,
(la mía en este acto)...
"...Tus sueños son mis sueños
y es algo que me guardo,
lo sabe tu sonrisa
y el beso de mis labios..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/02/20
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