4.559 - TE VAS...
Te vas. ¡Adiós!
Un año ya vencido
en nuestras vidas.
Año fatal
por miedos y temores...
¡Dichoso virus!
Callo tu nombre,
lo guardo en el silencio
y en el olvido.
Pero no puedo
mandarte a los infiernos
pues sigues vivo.
Y mientras tanto
el mundo y las personas
se desesperan.
Hay confusión,
los hombres se equivocan
nos mal gobiernan.
Colas de hambre,
con caras que se ocultan
día tras día.
El año marcha,
el veinte del dos mil,
hoy queda atrás.
El veintiuno
comenzará mañana.
¿Qué traerá?
Rafael Sánchez Ortega ©
31/12/20
Se marcha el año y se cierra un ciclo o pesadillas, si esto se puede llamar así, aunque la verdad, la "pesadilla" continúa, porque sigue en presente, por desgracia. Las vacunas famosas parece que son más un efecto "propaganda" y que llegan con cuentagotas, sin saber si su efecto será todo el que esperamos y deseamos o abrirán nuevos frentes y miedos a la humanidad en que vivimos.
4.558 - EL MAR MIRABAS...
El mar mirabas,
igual que las gaviotas,
desde la costa.
Te conocí
andando, en el paseo,
en una tarde.
Fue tu mirada,
buscando en la distancia,
quien me intrigó.
Pensé mil cosas
de barcos y partidas
para otras tierras.
Me equivoqué
por culpa de los sueños
tan infantiles.
Pero en verdad
estabas escuchando
a las resacas.
Eso me dijo
tu voz en otra tarde,
ya en confianza.
Buscabas versos,
retales de las olas
con las sirenas.
Y así, el poema
llegó, con mis latidos
hasta tu alma.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/12/20
Es la clásica estampa de la persona que hemos visto, tantas veces, en la costa, en la barra, en la playa, mirando al mar atentamente y a ese horizonte que va desgranando sus historias para depositarlas en la arena de la playa con las olas... De esta imagen se puede escribir largo y tendido, ¿te atreves?
4.557 - SIGUES CONMIGO...
Sigues conmigo
a pesar de tu marcha
para otras tierras.
Quedaste cerca
unidas nuestras almas
con los recuerdos.
Porque aquel tiempo,
vivido intensamente
sigue latente.
Se paró el sol,
las nubes no lloraron
y te abrazaron.
Entre la bruma
quedaron las canciones
y las resacas.
Salitre y muera
de playas y de algas
hoy renovadas.
Y mientras tanto
le digo a las gaviotas
cómo es tu nombre.
Le deletreo,
te veo entre sus letras.
Cierro los ojos.
Entonces, oigo
tu voz, inconfundible,
que me responde.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/12/20
Todos tenemos el recuerdo de una persona en su voz, en su figura, en los recuerdos y por eso llenamos el alma de tantos detalles que, un día, con el paso del tiempo, y al rebuscar en ese baúl, solemos encontrarnos, y rescatar, toda aquella ternura que, allí habíamos guardado, y que para nada estaba olvidada y sigue latiendo en nuestros corazones.
4.556 - CORAZÓN ROTO...
Corazón roto
precisa de remiendos
urgentemente.
Cierta sonrisa
escapa de tus labios
al leer esto.
Puede que pienses,
"mejor será un trasplante
de solución".
Bromas aparte,
se quiere el corazón
bien ajustado.
Con sus latidos
acordes al momento
y a cada instante.
Llevando sangre
de nuevo renovada
a todo el cuerpo.
Y para el alma
el néctar tan sagrado
de la ternura.
De ahí, el anuncio,
pidiendo con urgencia
la solución.
Y es que la sangre,
y el ritmo de la vida,
son importantes.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/12/20
Cuántas veces hemos hablado y oído eso de "corazón roto", seguro que hasta nosotros nos hemos visto con un cuadro parecido y hemos sido los protagonistas de algún drama con esas palabras. Por desgracia cada persona es un mundo y un drama. Se puede escribir de todos y cada uno su historia y su novela y seguro de que en cada "vida" hay materia suficiente para hacer un excelente relato.
4.555 - EL VIENTO CLAMA...
El viento clama,
llegando del oeste
y de la mar.
Es un quejido,
cruel y lastimero,
¡desgarrador!
Gotas de lluvia,
de forma inesperada,
bajan al suelo.
El viento silba,
con voces inaudibles,
su melodía.
La lluvia besa
los labios tan mojados
por la pasión.
Pero a lo lejos
se escuchan las campanas
pidiendo auxilio.
Es por el fuego,
el viento es el causante
y arden tejados.
Algunas almas
se queman con las brasas
de tanta envidia.
El fuego sigue,
se mezcla con la lluvia
¡Hay temporal!
Rafael Sánchez Ortega ©
27/12/20
El viento y la lluvia son dos elementos esenciales y que cuando llegan con virulencia son capaces de formar el temporal de pasión y fuego que la naturaleza deja caer, sobre los hombres, de una manera alocada, como si fuera el galope desenfrenado de un caballo pura sangre.
4.554 - BUSCA LA LUNA...
Busca la luna
que asoma por el cielo
y te saluda.
Dile que luego
irás a saludarla
cuando esté sola.
Será en un rato,
allá por medianoche,
desde la playa.
Y así, los dos,
podréis intercambiar
vuestros saludos.
La luna al niño,
y el niño a las estrellas,
poco después.
Y esta es la magia
que ofrecen los deseos
que da la luna.
¡Luna lunera,
con tu cara de plata
no me los niegues!
Será un susurro.
un beso de las almas,
¡mi luna y yo!
Luego, en silencio,
iremos de paseo,
hasta Belén.
Rafael Sánchez Ortega ©
26/12/20
En algún momento y más en estas fechas de Navidad se busca aquel mundo mágico y lleno de fantasía en que pudimos soñar, de una manera inocente, y, donde la realidad de los mayores era una utopía que solo aquellos momentos y todo el embrujo que tenían era parte y esencia de la vida. Vida inmortal, por otra parte, y que se nos entregaba a cada uno en aquella inocencia infantil, como un gran tesoro.
4.553 - DAME UNA COSA...
Dame una cosa,
no importa lo que sea,
¡será un regalo!
Lo guardaré,
en un lugar secreto,
con tu sonrisa.
Dentro de un tiempo,
cuando pase el verano,
lo miraré.
Y mientras tanto,
seremos dos amigos
que se entretienen.
Algunos ratos
iremos a la playa
para bañarnos.
Le robaremos
al sol algunos rayos
para tostarnos.
Y hasta las olas
serán nuestras amigas
para dormirnos.
Luego, al regreso,
tendremos la merienda
y romería.
Ratos de risas,
de bailes ancestrales
y de tiovivos.
Pero tu "cosa",
(recuerdos y regalo),
siguen conmigo.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/12/20
Todos recibimos algún regalo o detalle, alguna vez en la vida, que guardamos y escondemos celosamente. Luego, con el paso del tiempo, llegamos a olvidarlo hasta que un día, mucho tiempo después, nos damos cuenta sorprendidos de el hallazgo de esa "cosa" trivial y carente de valor económico pero llena de sentimientos por sus recuerdos y valor emotivo. Encontrarla nos hace sentir y estremecernos, ¿verdad?
4.552 - QUIZÁS EL TIEMPO...
Sin darme cuenta
recorro los jardines
siempre soñados.
Crecen las flores
en medio de poemas
y de sonrisas.
Hay como magia
que escapa de las rosas
a las pupilas.
¿Serán las fechas?
(me digo y me pregunto)
de Navidad.
Quizás el tiempo
de frío, es el culpable,
con los recuerdos.
O la pereza
y el sueño de mi cuerpo
que está cansado.
Pero las flores
que nacen en invierno
no son un sueño.
Son pensamientos,
caricias y susurros
con vida propia.
Tienen encanto,
y ofrecen en sus pétalos
cientos de besos.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/12/20
¡Qué de jardines vienen a la memoria con estas fechas...! Días y momentos inolvidables con esas flores tan diversas y llenas de colorido que alegraron las pupilas del alma.
4.551 - SE VAN LOS DÍAS...
Se van los días,
oscuros, del invierno,
uno tras otro.
Como un rosario
archivo sus recuerdos
mientras suspiro.
Las tardes grises
anuncian a la lluvia
de sobremesa.
Llega el cansancio,
el sueño reprimido
y los bostezos.
Quizás el sueño
repare y equilibre
la situación.
Dulce descanso
en brazos de Morfeo
y alguna nube.
Pero el invierno
encoge y estremece
los sentimientos.
Es su tristeza,
la oscuridad y lluvia,
da distinción.
Tras los cristales
sucede lo que escribo
y me estremezco.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/12/20
"Se van los días oscuros del invierno, uno tras otro, y yo me voy, también, con ellos..."
4.550 - A VECES, PARECE...
A veces parece como si el hombre
"necesitara" estar enfermo para encontrar
el equilibrio de su vida.
¡Valiente contrasentido!, te dirás,
pero es cierto, y suele ocurrir.
Hay veces que se necesitaría gritar, correr,
andar, respirar el aire puro
y sentir el frío en el cuerpo.
Otras veces quisieras mojarte con la lluvia,
sentir sus gotas en la cara y en tus manos,
creer que es el cielo quien te llama
y te besa impuramente,
hasta notar el cosquilleo de la sangre
al correr por las venas,
en ese galope figurado
de la persona que busca el amor
ansiosamente.
Pero también te gustaría gritar: "te amo"
y mirar a la cara a la persona amada,
quisieras abrazar ese cuerpo
y sentirle estremecer,
en respuesta a tus caricias,
quisieras amar y sentir el amor ;
fundirte en una comunión humana,
y en un suspiro,
como si buscaras y necesitaras la luz del sol,
el aire, la brisa
y el susurro de la luna
y las estrellas en la noche...
Es posible que todo esto, tan sencillo,
necesite el alma enferma
y el espíritu del hombre,
tan cansado,
para recobrar la salud
y la alegría por la vida.
¡Es posible...!
Rafael Sánchez Ortega ©
23/12/20
4.549 - CRISTALES SUCIOS...
Cristales sucios
que nada trasparentan
ni dejan ver.
Almas opacas
que guardan, misteriosas,
tantos secretos.
Son el desván,
perdido y olvidado,
de los recuerdos.
Algunas veces
quisieras rescatarlos,
volver a ellos.
Pero, sin duda,
un sueño, y el silencio
hoy les envuelve.
Quizás descansan
los años y los guiños
de alguna infancia.
Quizás dormitan
susurros y suspiros
de enamorados.
Quizás sonrían,
al ver como sonríes,
ante el espejo.
Pero ¡cuidado!
no rompas los cristales
de los recuerdos.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/12/20
Los famosos cristales en esos espejos del alma que todos llevamos y que algunas veces arrinconamos en viejos desvanes
4.548 - MIRA A LOS OJOS...
Mira a los ojos
del niño que te busca
desde el pasado.
Deja, en silencio,
momentos y recuerdos
que le reclamas.
Él sigue vivo,
renace en tu presente,
sin darte cuenta.
Mira al espejo
el verso en tus pupilas
que tanto ansías.
Quizás no sepas
lo mucho que allí guardas
desde hace tiempo.
Es un desván
con arpas y poemas
abandonados.
Pero tus ojos
precisan esas notas
para tu alma.
Vuelan las hojas
doradas del otoño
y tú con ellas.
Porque, en el fondo,
un tierno corazón,
sigue latiendo.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/12/20
4.547 - NO VOY A DAR A LAS BRUJAS...
No voy a dar a las brujas
el espacio que pretende,
un profesor muy chiflado
y con sonrisa latente...
Y es que me niego y no quiero
ser el bardo de las siete
y el plumífero precoz
que emborrona los papeles.
Las brujas son algo serio
y que estremecen las sienes,
para bajar por el pecho
y terminar en el vientre,
allí se libran batallas
y los vientos se revuelven
hasta acabar en galernas
que van a dar al retrete...
(Y aquí yo pido perdón,
por ordinario y silvestre,
al detallar los caminos
del brujerío latente...)
Y es que quisiera dejar
a las brujas y a su leche
y que vivieran la vida
y que sintieran la muerte,
así sabrían, de veras,
lo que se gana y se pierde
con el trabajo del día
bajo el sudor y la fiebre,
porque las brujas del cuento
salen de manos y mentes,
que se acicalan de noche
y por el día se duermen,
buscan el manto de plata,
ese que llevan los reyes,
no los remiendos y andrajos
con que se cubre la plebe.
(Y aquí, de nuevo, me paro,
pido perdón nuevamente,
porque las brujas se escurren
como vagones de trenes).
No voy a dar a las brujas
ese papel que pretenden,
ni aunque me llamen de Brujas
ni de la europa del este,
y es que prefiero a los elfos,
a las anjanas y duendes,
a trastolillos y gnomos
y algún dragón, bajo el puente.
"...Viva la tierra sin brujas,
y la Barquera y sus muelles,
donde la brisa acaricia
con esos besos silentes;
besos que dejan hechizos,
besos con néctar y mieles,
besos que salen del alma,
sin brujerío ni viernes..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/12/20
4.546 - FILAS DE LIBROS...
Filas de libros
esperan, impacientes,
a que los lea.
Cientos de páginas,
decenas de relatos
y de aventuras.
Sueños dorados,
amores y pasiones
inalcanzables.
...El tiempo pasa,
el polvo se amontona
sobre sus lomos.
Duermen los sueños,
se otoñan los relatos,
llega el invierno.
La nieve cubre
con manto plateado
tantos suspiros.
Y mientras tanto,
los ojos parpadean
con cataratas.
Tras las cortinas
se esconde la inocencia
con miopía.
También los versos,
ocultos del poema,
duermen allí.
¡Bellas pupilas,
cansadas de la vida:
buscad los libros...!
Rafael Sánchez Ortega ©
20/12/20
Hoy me recordado de los libros que esperan a mis ojos cansados para ser leídos y acariciados. Y es así, desde que tengo memoria y recuerdos. Por eso volver atrás, a través de los libros es fácil para mí. Podría decir, al ver un libro leído, cómo y cuándo lo hice y cómo me encontraba. En una palabra forman parte de mi vida y así los considero. Compañeros y amigos que me han dado tanto y nunca me han pedido nada.
4.545 - SUENA GRAMOLA...
Suena gramola.
Desgrana tus suspiros
maravillosos.
Llena mis días.
Altera mis sentidos.
Hazme vibrar.
Porque la música
es sangre para el alma.
¡Vitalidad!
Yo te recuerdo,
gramola de mi infancia,
y no te olvido.
Con tus canciones
soñé con otros niños
y otras ciudades.
Viví los juegos.
Soñé mil fantasías
y hasta reí.
Pero es el tiempo,
(¡maldito y despiadado!),
quien te alejó.
Y atrás quedaste,
en sombras y tinieblas
de algún desván.
Hoy te recuerdo,
preciso tus canciones
sobre mi piel.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/12/20
4.544 - AQUEL OTOÑO...
Aquel otoño,
tan bello y recordado,
atrás quedó.
Y allí quedaron
las hojas de las ramas
como una alfombra.
Era en el bosque,
el centro y el sagrario,
de tanta vida.
Y es que el otoño,
aquel que tanto añoro
me cautivó.
Tras un verano
de abrazos y pasión
fui a tu lado.
Juntos vivimos
auroras y suspiros
en nuevos días.
Y aquellas tardes,
de ocasos, despidiendo
al sol y el mar.
Pero tus besos
de otoño y de inocencia,
no los olvido.
Besos dorados,
en labios, que ofrecían
néctar y flor.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/12/20
4.543 - DEJA EL JILGUERO...
Deja el jilguero
su llanto, prisionero,
desde la jaula.
Canto sonoro
que llega, delicioso,
a mis oídos.
Pero soy libre,
no estoy encarcelado
ni entre barrotes.
Aunque mi canto
se llene de tristeza
y de nostalgia.
¡Dichoso virus,
que así nos condicionas
con tu presencia!
Y es que tu sombra
encoge y estremece
sin darnos cuenta.
Y nos quedamos
en casa y encerrados
por unos días.
De esta manera
se ahogan nuestros labios
y nuestras voces.
Por eso envidio
el canto del jilguero
puro y tan limpio.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/12/20
El culpable de estos versos ha sido un pajarillo que tenía la vecina en su porche y que parece ser que se le ha muerto. Pensé en él y me vinieron estos versos acerca de su libertad y la nuestra, en estos momentos tan especiales.
4.542 - SIGO LAS HUELLAS...
Sigo las huellas
dejadas por tus pasos
en el camino.
Huellas borrosas,
apenas perceptibles.
y que me llaman.
Voy a tu encuentro.
Deseo ver tu cara,
tomar tus manos.
Sé que me duermo,
que pasan las jornadas
y no te alcanzo.
Estoy cansado,
me duele todo el cuerpo
y no te veo.
...Pero no importa,
me digo, y me sonrío,
ya queda menos.
Y es la verdad,
se acorta la distancia
para abrazarte.
Pero, ¿sabrás
quién es el que te llama
y lo que quiere...?
"...No te preocupes,
amor, yo solo quiero
tu libertad..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/12/20
Es el eterno mensaje en poesía de seguir las huellas de la persona amada y de buscar esa figura a través de unos pasos invisibles dejados en el camino, en la playa y en la vida. con el objetivo de volver a ver su cara, sentir el roce de su cuerpo, escuchar el latido de su corazón y poder mirar al fondo de sus pupilas y ver ese mensaje de amor que un día compartisteis.
4.541 - VEO TU CARA...
Veo tu cara
que guardo tiernamente
en mi cartera.
Intercambiamos
las fotos, una tarde.
¿No lo recuerdas?
...De todas formas
el tiempo y ese instante,
atrás quedó.
Recuerdo vago
de mares y resacas,
hoy ya lejanos.
En una playa
mirando las mareas
y algunos barcos.
No era verano,
quizás la primavera
nos sonreía.
Los años locos,
tan dulces de la infancia,
para nosotros.
Y nos amamos,
sin prisas y sin pausas,
solos los dos.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/12/20
Nacen letras y surgen versos que se juntan y se unen en una rima desordenada. Si en algún momento hacemos un filtro o un cribado de los mismos y buscamos la esencia del poema quizás encontremos algo raro, algo humano y de contenido diferente al esperado con alguna sorpresa incluída. Una vez dije que los versos y la poesía eran, en mi caso, como una especie de confesión y me veía reflejado, muchas veces, en mis escritos, sin querer. Pero esto, supongo, que le ocurre a todo el que escribe, y que sin ser consciente de ello, lleva al papel y cuaderno una parte de sí mismo, con todo lo que representa.
4.540 - CORREN LOS NIÑOS...
Corren los niños
felices y contentos.
Pasan los años.
Hoy somos niños,
y luego pasajeros
de un largo viaje.
Así es la vida,
un viaje y un suspiro,
que pasa rápido.
Pero vivamos
el viaje intensamente,
no lo dudemos.
Hay muchas cosas,
personas y detalles
que compartir.
La vida sigue
brotando cada día
y se renueva.
Es poesía
con versos de un poema
irrepetible.
Y como niños,
bebamos el poema
hasta embriagarnos.
Que atrás se queden
los miedos y temores
mientras vivimos.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/12/20
Pasa el tiempo y surgen los miedos, vuelven los recuerdos y en ellos te encuentras con ese mundo de ilusión y de utopía de la infancia. Es como una galerna de sentimientos que descarga en el presente y no quiere ser pasado simplemente. Quizás es la misma resaca de la vida, el canto sublime del poeta y el grito del hombre que busca desesperadamente al niño que no quiere perder.
4.539 - EL VIEJO ROBLE...
El viejo roble
mostraba sus heridas,
gallardamente.
Culpa del tiempo,
recuerdos acuñados
en su corteza.
Pero seguía
teniendo la figura
de los valientes.
Árboles fieros
en bosques milenarios
que bien conoces.
En sus maderas
el paso de los tiempos
dejando huellas.
Hasta unas setas
crecían a su lado
como en los cuentos.
Un musgo verde
cubría, parcialmente,
el recio tronco.
Y de las hojas
doradas de sus ramas,
surgían versos.
Risas y llantos,
promesas y susurros
en oración.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/12/20
Nuevamente sale el roble a estos versos y las "mariposas" atentas vuelan a su alrededor para saciar su curiosidad y libar de su sabiduría ancestral. Me vino al recuerdo ese árbol simbólico de mi tierra con las setas junto al tronco y el musgo subiendo por el mismo, apoyado en algún lugar cerrado con fincas cercanas y otros árboles, encinas, hayedos y castaños en una amalgama de romería de los bosques.
4.538 - ESCRIBE UN VERSO...
Escribe un verso
que deje en el cuaderno
tus fantasías.
Serán las letras
que salgan de tus dedos:
¡Mis mariposas!
Si lo prefieres
las dejaré que vuelen
buscando el cielo.
Habrá otros ojos
que admiren su belleza,
tranquilamente.
Y sus colores
levantarán susurros
de admiración.
¡Benditos versos,
nacidos en tus dedos
y corazón!
Escribe pronto
que ansío tus latidos
en mis oídos.
Y si me dejas
pronunciaré tu nombre
cuando te lea.
Así el poema
tendrá nuestros secretos
de tantos sueños.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/12/20
Letras y versos que nacen y van al cuaderno con un mensaje, con un nombre y con un alma que vibra entre ellos. Versos que forma palabras, pensamientos y sentimientos entremezclados y que formarán parte de un mensaje, en el recuerdo, con el tiempo.