4.872 - Y SE LA BEBIÓ DE UN TRAGO...
"Y se la bebió de un trago",
decían los testigos,
con labios balbuceantes
y algún que otro suspiro.
Tres pobres parroquianos,
sin nada en los bolsillos,
ni pan para su boca
tomaban allí un vino.
Hablaban de una apuesta,
un día muy festivo,
un trago y otro trago
que dio comienzo al circo.
Taberna del oeste
de alegre colorido,
sin música, y guitarra,
ni discos de vinilo.
El vaso de las once,
el chato de las cinco,
qué importa, si la noche,
sacaba sus cuchillos.
Lo cierto es que la apuesta
surgió de un imprevisto,
un chiste zalamero
y un ojo con un guiño.
Algunos aceptaron
el reto y desafío,
beber de la garrafa
dejando el vaso limpio.
Tomás y Zapatero
lo hicieron al descuido,
Torcuato tuvo eructos
y solo quedó Lino.
El pobre tartamudo,
también barbilampiño,
llevaba sus legañas
cual lentes, al descuido.
Hacía pocos años
dejó de ser un crio,
y ahora, en la taberna,
entró en un compromiso.
Beber de la garrafa,
portarse como un "tío",
y ser como los otros
que ya estaban crecidos...
Por eso fue a la barra,
quitó el tapón del "grifo".
tomando por el cuello
la culpa del delito.
"...Y se la bebió de un trago",
decían los malditos,
testigos de ese crimen
de aquel valiente Lino.
El caso es que sus dedos
buscaron, con cariño,
la jarra de lejía
tomándola por vino.
Y entonces un volcán
surgió sin él pedirlo,
rasgando sus entrañas
así como intestinos.
¡Qué llantos derramaron,
aquellos mal amigos,
y todo por la apuesta
de un trago y de Avelino!
Rafael Sánchez Ortega ©
07/11/21
4.871 - VEN A BEBER...
Ven a beber
un poco de este vino
que dan mis labios.
Te embriagarás
y sentirás el néctar
en tu garganta.
Verás la magia
que dictan las estrellas
en pleno día.
Algo de humor,
también una sonrisa,
es lo que falta.
Y tomaré,
la misma de tus labios
con un suspiro.
Así sabré
el precio que se paga
por la alegría.
Falta pagar
el precio de los besos
casi invisibles.
Pero será
con versos, sin palabras,
de mis pupilas.
Ellos dirán,
también a tu mirada
¡cuánto te quiero!
Rafael Sánchez Ortega ©
07/11/21
4.870 - BUSCA LA FUENTE...
Busca la fuente
que tanto necesitas
y bebe el agua.
Sacia la sed
y calma tus sentidos
y el corazón.
Sé que es difícil,
la senda es tortuosa
y nada fácil.
Pero tú puedes
lograr lo que pretendas
con tu sonrisa.
Aunque las dudas
te abrumen y te acosen,
nunca te rindas.
Y es que el amor
es ciego y escabroso,
por eso duele.
Lo perseguimos
sufriendo, en el camino,
cuando no es justo.
Pero el dolor
de amar, es tan profundo,
que entran mil dudas.
Oye tu alma,
escucha sus latidos:
¡Es la respuesta!
Rafael Sánchez Ortega ©
06/11/21
4.869 - CIERRO LOS OJOS...
Cierro los ojos,
un día, nuevamente,
para soñar.
Quiero dormirme
que el cuerpo se abandone
en un descanso.
Ir a tus brazos
que esperan el momento
de acariciarme.
Y me adelanto.
Te hablo sin palabras
y te cautivo.
Quiero que tengas
mi abrazo en esta tarde
y mis sonrisas.
Quiero que bebas
el néctar de mis labios
y te emborraches.
En este sueño,
me embriagaré contigo
a todas horas.
Y buscaremos
la nube que nos lleve
a las estrellas.
Y ese poema,
que gritan nuestras almas,
escribiremos.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/11/21
4.868 - AQUEL PAÑUELO...
Aquel pañuelo,
que tú me regalaste,
yo lo conservo.
Y va conmigo,
lo miro, muchas veces,
y me sonrío.
En él yo siento
el roce de tus labios
y tus palabras.
También aspiro
el néctar de su aroma
con tu perfume.
...Cierro los ojos,
me centro en tu figura
que viene a mí.
Y fantaseo,
por medio del pañuelo,
con los recuerdos.
...Solo son sueños,
me digo y me repito,
vive el presente.
Con un suspiro
recojo y dejo un beso
en el pañuelo.
La vida sigue
y yo debo vivirla,
en cada instante.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/11/21
4.867 - ME DEJA EL VIENTO...
Me deja el viento
los besos recogidos
entre tus labios.
Tú se los diste
en medio del silencio
y de la brisa.
Besos sinceros
cargados de inocencia
y de ternura.
Y así los guardo,
cerrando bien los ojos
en mi costado.
Vibra mi alma
sintiendo tus latidos
junto a los míos.
Quiero ese roce
que llega, cual caricia,
desde tu cuerpo.
Le pido al viento
que lleve, en su partida,
unos regalos.
Y van mis besos
y abrazos, con la brisa,
hasta tu lado.
Quiero que sean
el néctar que tú esperas
y que deseas.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/11/21
4.866 - LA VIDA ES DURA...
La vida es dura,
te dicen de pequeño
y hay que vivirla.
Así sucede.
Y creces y trabajas
y te enamoras.
La vida sigue
y nacen nuevos días
para vivirlos.
Pero el presente
se vive y se supera
de todas formas.
Y es entre risas,
con lágrimas veladas
y con sudores.
Es en familia,
también en el trabajo
y sociedad.
Y cada noche
termina una jornada
y empieza otra.
Descansa el alma
que busca en el silencio
la paz ansiada.
"La vida es dura..."
(Recuerdas y sonríes),
y hay que seguir.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/11/21
4.865 - QUISIERA SER...
Quisiera ser
la luz de tus pupilas
en un poema.
Quisiera ser
la voz que, en la distancia,
me reclamara.
Quisiera ser
el labio que temblara
buscando un beso.
Quisiera ser
el río que cantara
por los meandros.
Quisiera ser
el verbo de tu vientre
bien arropado.
Quisiera ser
la mano que tus dedos
acariciaran.
Quisiera ser
la estrella que te guíe
bajo la noche.
Quisiera ser
contigo, una palabra
que sepa a poco.
Quisiera ser
el verso de un poema
que tú compongas.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/11/21
4.864 - ¿QUIERES SOÑAR...?
¿Quieres soñar,
volar a las estrellas,
y allí dormir?
Entonces vamos,
subamos a una nube
y que nos lleve.
Que surque el cielo
y cesen las tormentas
mientras llegamos.
Seremos niños
que juegan y que sueñan
a ser mayores.
Almas que aman,
latidos que suspiran,
labios que besan.
Ojos que miran
los ojos que les hablan
desde el silencio.
Y a nuestro lado
se acercarán los ángeles
para mirarnos.
Verán dos versos
que escapan de la tierra
buscando amor.
Y en las estrellas
encontrarán estrofas
y poesías.
Rafael Sánchez Ortega ©
31/10/21
4.863 - UNA DISTANCIA...
Una distancia
muy débil, te separa,
del mar azul.
Ahí le tienes,
tan cerca que, tus manos,
pueden tocarle.
Mojar tus dedos
con olas de sus labios
siempre vibrantes.
Desde la playa
le ves y le contemplas
con devoción.
Es ese mar,
azul y verde oscuro
de los relatos.
Él, en tus sueños,
te inspira y te subyuga
profundamente.
Y al mar te entregas,
te abrazas a sus algas
y te estremeces.
Quieres su fuerza,
vibrar en su oleaje
y en su pasión.
Dormir en él,
por siempre, entre sus brazos,
y eternamente.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/10/21
4.862 - OTRA MAÑANA...
Otra mañana
se anuncia en el presente
con nueva aurora.
Luz tras la noche,
las sombras se retiran
y sale el sol.
Un lindo día
comienza, en este instante,
entre suspiros.
Tú te despiertas
y notas las caricias
del astro rey.
Rayos de plata
te rozan, dulcemente,
con frenesí.
Y mientras tanto
las aves se despiertan
en la alameda.
Sientes la vida
y notas sus latidos
en todas partes.
Es el otoño,
te dices a ti misma,
en un susurro.
Cierras los ojos.
Te miras al espejo
y en él te ves.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/10/21
4.861 - LIBROS USADOS...
Libros usados
están en un estante,
ya descansando.
Duermen sus letras
guardando los secretos
de tantos ojos.
Allí miraron
pupilas muy curiosas
y otras altivas.
Porque quisieron
llevarse el fiel mensaje
que ellas reflejan.
Pero los libros
sellaron, muy celosos,
lo que contienen.
Llantos y risas,
suspiros con abrazos
en un susurro.
Y ahora los veo,
envidio sus relatos
y los añoro.
Tardes de infancia
con nubes de algodón
que me alcanzaban.
Fueron y son
los libros encantados
de mi niñez.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/10/21
4.860 - Y TE ME CUIDAS...
"Y te me cuidas",
dijiste en un susurro,
para marcharte.
Y me quedé
mascando ese silencio
que me dejabas.
Tarde amarilla,
de octubre ya acabando,
en pleno otoño.
Hacía frío
por culpa de la brisa
y del nordeste.
El sol lucía
con luz, encantadora,
y algo de magia.
Colores vivos
surgían y creaban
naturaleza.
Un mundo nuevo
venía a nuestros ojos
y tú marchabas.
Me quedé triste
y a solas con recuerdos
y mil saudades.
Te fuiste, "tarde"
de un día, en este otoño,
y quedé a solas.
Rafael Sánchez Ortega ©
27/10/21
4.859 - MECE LA CUNA...
Mece la cuna
la mano de la abuela,
con gran cariño.
Y es que ese niño,
es sangre de su sangre
y él se lo dice.
En su mirada,
con ojos infantiles
azul intenso.
En sus manitas
que buscan en el aire
mil garabatos.
En esos labios
sedientos de ternura
queriendo hablar.
Por eso vela
la abuela, en esta tarde,
al dulce nieto.
Quizás, un día,
devuelva esas caricias
el tierno infante.
Y entonces ella,
la abuela, ya ancianita,
se sonreirá.
Ahora sueña,
suspira en ese instante
con alegría.
Rafael Sánchez Ortega ©
26/10/21
4.858 - LAS GARZAS BLANCAS...
Las garzas blancas
vinieron hace años
y se quedaron.
Antes no había
y entonces, las gaviotas,
eran las reinas.
Ahora comparten
la playa con las garzas
y tan amigas.
No somos nada,
decían los ancianos,
desde los muelles.
Viejos marinos
que buscan las siluetas
de las resacas.
Éramos niños,
decían sonriendo,
como las garzas.
También llegamos,
algunos de la aldea
cual peregrinos.
Y nos quedamos,
el mar nos daba el pan
y la esperanza.
Tiempos de ayer,
las garzas nos recuerdan,
con su ternura.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/10/21
4.857 - ES UN MENSAJE...
Es un mensaje,
me dije al ver el cielo
con negras nubes.
Habrá tormenta
y lluvia en abundancia,
también pensaba.
Pero no importa,
hay alguien que me espera
junto a las olas.
En nuestra playa,
mirando al horizonte,
estabas tú.
En una mano
tenías la linterna
para alumbrarte.
Largo camino
de arenas y senderos,
intransitables.
Pero la lluvia,
mojaba tus cabellos
con cierta gracia.
Yo era la brisa,
el beso que esperabas,
con devoción.
Te estremeciste
sintiendo que mis labios
te acariciaban.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/10/21
4.856 - CRUZA LA PUERTA...
Cruza la puerta
y ven a contemplar
la marejada.
Son altas olas
que llegan a la playa
de un largo viaje.
En esa alfombra
descansan mil leyendas
con el salitre.
Algas y sagas
envueltas en misterios
y con saudades.
Éramos niños,
quizás cuando unos labios
las inventaron.
Miradas tristes,
con otras muy febriles,
¡pero con vida!
Y ahora, nosotros,
venimos a su encuentro
en esta playa.
La marejada
acerca sus caricias
a nuestro lado.
Las aceptamos
por medio de unos besos
que intercambiamos.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/10/21
4.855 - NO TENGAS MIEDO...
No tengas miedo
el mar está tranquilo
y voy contigo.
Es en la playa,
la arena nos espera
para jugar.
Haremos casas,
con palas y calderos,
también castillos.
Y seguiremos
el vuelo de los sueños
sobre las olas.
Habrá gaviotas
que miren de reojo
como jugamos.
Recogeremos
las algas de la orilla
que estén mojadas.
Si queda tiempo,
oiremos las canciones
de las resacas.
Bello tributo
de torres y de almenas
para el castillo.
Y soñaremos,
viviendo ese presente,
en otra infancia.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/10/21
4.854 - ENSAYO DE OTOÑO...
Son noches preciosas,
que se visten de colores,
con un rojo intenso
debido al viento sur.
Y es precisamente aquí,
en otoño y en el norte,
donde ocurre este acto,
donde la brisa se confunde
con la pasión de los enamorados,
donde los susurros y los suspiros
forman una comunión de labios
que emiten sonidos y jadeos
en una súplica constante de caricias
y de besos.
Entonces los cuerpos tiemblan,
las almas se estremecen,
los ojos se cierran
y las manos buscan, entre esas tinieblas,
la mano amada que espera tu roce,
tu caricia,
y ese mensaje invisible
que inunda de ternura los corazones.
Son noches preciosas
de otoño,
donde todo es posible
y hasta la nostalgia se agudiza
y sonríe,
abrazando a las sombras,
en un ensayo primordial
del invierno cercano.
Por eso los cuerpos se estremecen,
susurran los árboles
mientras rompen su silencio,
y el mar se estira, perezoso,
en la resaca
como queriendo particimar
en la pasión fervorosa del momento.
Son noches preciosas
para amar y ser amado.
Rafel Sánchez Ortega ©
21/10/21
4.853 - NOCHES PRECIOSAS...
Noches preciosas
de sur, en este otoño,
inolvidables.
Cielos de fuego
con brisa sofocante
y gran pasión.
Estamos cerca,
me dice, en un susurro,
tu corazón.
Y sopla el viento.
Es brisa con cadencia
como caricias.
Roza la cara,
son besos y suspiros
con gran ternura.
Cierro los ojos.
Caminas a mi lado
y vamos juntos.
Noches de otoño
que ofrecen este octubre
un buen presente.
Y me emborracho,
con ellas y contigo,
parando el tiempo.
Dime que sí,
que quieres estas noches,
igual que yo.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/10/21
4.852 - EL CAPITÁN...
El capitán
de un buque sin destino
fumaba en pipa.
Así empezaba
un cuento que, de niño,
él te contaba.
Era tu abuelo,
marino retirado
de mil batallas.
Quizás su imagen
estaba en ese cuento
que te narraba.
Quizás la pipa
estuvo entre sus labios
mirando al mar.
Eso pensabas
ahora, suspirando,
al recordarlo.
En aquel barco,
carente de grumete,
tú te embarcaste.
Viste las olas,
por medio de tu abuelo
y las oíste.
Ellas te hablaron,
regaron a tu alma
con el salitre.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/10/21
4.851 - DESCANSA Y DUERME...
Descansa y duerme
yo velaré tu sueño,
no te impacientes.
Y mientras tanto
te cantaré una nana,
la noche es larga.
Porque tu sueño
se mezclará de luces
y de guirnaldas.
Sueños de infancia
brillantes torbellinos
de libertad.
Es la inocencia,
dirán los despistados,
¡cosa de niños!
Pero los niños
están cerca del cielo,
quizás en él.
Cierra los ojos,
escucho tus suspiros,
voy a tu lado.
Así te canto,
percibo tus latidos
y tu sonrisa.
Y con premura
te robaré unos besos,
si no te importa.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/10/21
4.850 - UN POCO TARDE...
Un poco tarde
repican las campanas
anuncian fuego.
Corren los hombres,
el tiempo se detiene,
arden los bosques.
El enemigo
ataca con sus llamas
que van a más.
Dura tarea,
del hombre contra el fuego
que implora lluvia.
Pero las nubes
son blancas y rosadas,
de viento sur.
No colabora
el cielo, en este caso,
y el hombre llora.
Pero la lucha
es dura, fatigosa
y sin cuartel.
Caras crispadas,
las manos con mangueras
y con rastrillos.
Pero, al final,
el triunfo, doloroso,
será del hombre.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/10/21
4.849 - SALIÓ LA LUNA...
Salió la luna
en medio de las nubes
y vino a verte.
Era de noche.
Los búhos la miraron
muy sorprendidos.
En tu casita
hacías los deberes
para el colegio.
También pensabas
con elfos y enanitos
de viejos cuentos.
Grandes historias
oídas al abuelo
años atrás.
Te emocionaste,
llorando y recordando
aquellos ratos.
Noches y nanas
surgidos de unos labios
ya marchitados.
Ellos sembraron
el néctar de la vida
y de los sueños.
Y es que esa infancia
pervive en tu recuerdo
y no la olvidas.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/10/21