5.912 - HOY SE ME ESCAPA EL AMOR...
Hoy se me escapa el amor
y, cómo vuela yo veo,
pero sin gran interés
me fijo más en el cielo,
en el viento, y en el parque,
en la bruma y el silencio
aunque tenga el corazón
atenazado y con miedo.
Y es que el amor se me fue
y se alejó por el cielo,
impulsado por las dudas
de temporales y vientos,
aunque también influyó
esa distancia y silencio,
que acrecentó tanto miedo.
Me fijo más en el parque,
en el banco del abuelo,
en la tierna margarita
con sus pétalos abiertos,
y hasta del roble y del haya,
orgullosos sobre el suelo,
con la casta en sus raíces
y en sus troncos mil recuerdos.
Te veo, amor, como pasas
y no me alteras el sueño,
porque perdí la inocencia
y hasta el candor de tus besos,
y no me digas que no,
ya que el amor que ahora siento,
tiene el sabor del otoño
al que se acerca el invierno.
Por eso sé que te escapas
y que te marchas muy lejos,
que vas, por mares a tierras,
para encontrar otro pecho,
y no, no guarda reproches
el corazón que yo tengo,
aunque se quede sin sangre
por entender que te pierdo.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/07/24
5.911 - Y ME LLEGÓ TU PALABRA...
Y me llegó tu palabra
y te escuché en el silencio,
de aquella noche tranquila
y con tormenta muy lejos.
Eran fragmentos rasgados
y poesía del cielo,
que desgranaban tus labios
para dejarme tus versos.
Yo te escuchaba, en la orilla,
de aquel rincón, en el puerto,
donde juntamos las manos
con utopías y sueños.
Dos corazones de niños
que susurraban "te quiero",
mientras sus almas gemelas
iban, sin prisa, al encuentro.
Así pasaron los días
y allí soñamos sin tiempo,
con los relojes parados
en un febril minutero.
Porque la vida seguía
a nuestro lado, y de lejos,
ya se veían las nubes
con la tormenta y los vientos.
Era la voz de las gentes
la que llegaban con celo,
para romper tanta dicha
que nuestros sueños nos dieron.
Y así llegó la tragedia
de aquel verano tremendo,
con la galerna llevando
y separando los cuerpos.
Porque las almas seguían,
en su agonía latiendo,
y en un adiós, sin palabras,
hasta el final de los tiempos.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/07/24
5.910 - SI TÚ ME LO PERMITES...
Si tú me lo permites,
abrazaré tu cuerpo
y dejaré en tus labios
el néctar de mis besos.
Seremos, vida mía,
dos ángeles inquietos,
pasando por la vida
en busca de los cielos.
El lecho de las nubes
ocultará los miedos
y solos, frente a frente
escucharé tus versos.
Será la poesía
pasión de nuestro encuentro,
latido de campanas
que expresen sentimientos.
Allí las mariposas
acudirán con sueños
y, luego, regalarnos
los mismos en silencio.
Nosotros disfrutamos,
viviendo todo aquello,
la magia de un instante
que nuble el universo.
Amemos como niños,
volemos con el viento,
cuidando que, la infancia,
palpite en nuestros juegos.
"...Si tú me lo permites
seré tu compañero,
y el hombre que te diga:
"amor, cuánto te quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/07/24
5.909 - HOY ES UN DÍA ESPECIAL...
Hoy es un día especial,
es el día del abuelo,
de las personas mayores
y que son nuestros ancestros.
Ellos se ocupan y afanan
y nos dejan sus desvelos
para ofrecer el cariño
que se merecen los nietos.
Éstos les ven, ya mayores,
con un aspecto severo,
pero que ocultan sonrisas
y la atención del pequeño.
Dejan los padres los niños
a los abuelos coquetos,
que con protestas veladas
alzan sus ojos al cielo.
Y es que los niños precisan
ese candor, y los besos,
que los abuelos conservan
en lo profundo del pecho.
Nacen susurros del alma
entre suspiros sinceros
que se transmiten en actos
para entregar unos premios.
Porque la infancia es la vida,
piensa el abuelo en su fuero,
y es ese tierno camino
que recorrieron en tiempos.
Ahora los nietos comienzan
su caminar y sus juegos,
y los abuelos acuden
a esos pasitos primeros.
Con los consejos y ayudas,
con reprimendas y gestos,
pero con tiernas miradas
y con candor verdadero.
"...Día, sin duda, especial,
para brindar al abuelo,
ese recuerdo y sonrisas
acompañadas de besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/07/24
5.908 - PENSÉ EN PASADO...
Pensé en pasado,
llegando nubarrones
hasta mi alma.
Niebla y recuerdos,
de días y jornadas
que ya murieron.
Esto no es sano
centrarse en la nostalgia
de otros otoños.
Todos amamos
y amar es algo hermoso
cuando te aman.
Amar el alma
y el cuerpo, tan querido,
de otra persona.
Amar sus ojos,
su voz y sus palabras,
y hasta el silencio.
Y amar el tiempo
vivido y compartido
entre unos brazos.
...Y las caricias
reales o soñadas
también se añoran.
Pensé en pasado,
amor, que tú me amaste
y yo te amaba.
Pero los sueños,
son brisa en las mejillas
de tantas almas.
Almas de niños
quizás enamorados,
por su inocencia.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/07/24
5.907 - PENSÉ QUE TÚ ME AMABAS...
Pensé que tú me amabas
llorando en el silencio,
y así se sostenía
mi alma de recuerdos.
Pero eran fantasías,
nostalgias de otros tiempos,
instantes muy preciosos
de amor y de deseos.
Recuerdos que vivimos
soñando muy despiertos,
mandando a las palomas
volar a nuestro encuentro.
Llevarnos los mensajes,
los malos y los buenos,
y siempre las sonrisas
de labios con sus besos.
Bendigo las mañanas
sintiendo todo aquello,
tu voz y tu sonrisa,
y el néctar de tus versos.
Porque eras poesía
y amor, siempre latiendo,
vibrando en mi costado,
llegando de muy lejos.
Suplimos la distancia
con versos de los ciegos,
saciando con suspiros
la Rosa de los Vientos.
"Amor, si yo te amaba
y tú también, sin miedo,
¿qué hilo misterioso
rompió con nuestro acuerdo?"
Perdóname, te pido,
si yo te amé en mis sueños,
y puede que, en los mismos,
dañara tus anhelos,
de ser la mariposa,
volando sin "te quieros",
por sendas y campiñas
debajo de los cielos.
Rechazas ser princesa
y musa de mis versos,
y aunque ello me entristece
lo acepto y te comprendo.
Prosigue, pues, tu marcha
y surca el universo,
te amé con todo el alma
y hoy sigo ya, sin sueños.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/07/24
5.906 - QUE VUELVA LA RISA...
Que vuelva la risa
feliz, de la infancia,
y vengan con ella
la luz de tu alma.
Yo espero y deseo
sentir esa magia
y oír, en tus labios
las dulces palabras.
Aquellas que, antaño,
dejaban las nanas,
también en mi oído
al ir a la cama.
Canciones de niños,
relatos de hadas,
con sueños en ellas
y un halo de calma.
Que vuelva la brisa
de olas tan blancas
con bellas canciones
del mar a la playa.
Que sigan los ojos
el baile sin pausa,
de grises gaviotas
en medio de algas.
Y nazcan sonrisas
en labios y caras,
de hombres y niños
jugando a las palas.
"...Que vuelva la risa,
que el miedo se vaya,
que vuelen los besos
de labios al agua..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/07/24
5.905 - UN DÍA RESCATASTE...
5.904 - PENSÉ QUE VOLVERÍAS...
Pensé que volverías
después de aquel verano,
vivido intensamente
y puede que soñando.
Nacieron mariposas
y unimos nuestras manos,
igual que nuestros ojos,
vivaces, se buscaron.
Y fuimos a la playa,
a fiestas en los campos,
en pueblos y en aldeas
y en ellas disfrutamos.
Volamos en un tiempo
de sueños y regalos,
con bellas utopías
rozando nuestros labios.
Pues ellos, una tarde,
temblando se buscaron
y unieron sentimientos
en acto tan sagrado.
Bebimos en la fuente
el cáliz deseado
saciando las pasiones
y el fuego de los años.
Dejamos a la brisa
llegar a nuestro lado,
con roces sinuosos
que allí nos despertaron.
"...Y fuimos como niños
viviendo aquel verano,
regalo de los dioses
y un verso de sus labios..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/07/24
5.903 - BUSCO EN LA NOCHE...
Busco, en la noche, a la luna
y también a las estrellas,
para dormir en sus brazos
y saber lo que se cuentan.
Y es que, en la noche, la luna,
con las estrellas traviesas,
hablan y charlan sin miedo
y pasan horas enteras.
No les alteran los llantos
ni tampoco las tormentas,
de los hombres y los niños
que suplican y que rezan.
Porque los hombres maduros
buscan rostros y poemas,
donde juntar a sus labios
con mil besos y promesas.
Pero los niños que piden
y proclaman la inocencia,
esos, si acaso conmueven,
a la luna y las estrellas.
Surgen así discusiones
que no llegan a peleas,
sobre si dar a los niños
esas risas que desean.
Y es que la luna se mira
en los ojos que la observan
y, sin querer, una nana
va naciendo por su lengua.
Surgen los nuevos compases,
y una nana cobra fuerza,
y va llenando el oído
de esos niños y sus venas.
"...Busco en la noche a la luna
y le dedico unas letras,
con las rimas y los versos
que las estrellas me dejan..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/07/24
5.902 - FUERON AÑOS...
Fueron años muy felices
los vividos en la infancia
que ahora llegan a la mente
y reviven la nostalgia.
Pero el tiempo no perdona
ni repara en tus legañas,
ni en los llantos ni en las risas
y tampoco en las etapas.
Esos años se quedaron,,
como aquellas telarañas,
suspendidas, y en recuerdos,
de las brumas y ventanas,
Y en el pecho se alojaron
con suspiros que dejaban,
al marchar por las estepas
de la vida y la distancia.
Los revives si detienes,
a tus pasos, y te paras
mientras vuelves la cabeza
y te encuentras a la nada.
Y es que el tiempo continúa
y los años nos rebasan,
aceleran los latidos
en los pechos y las almas.
Pasan risas y susurros
con las olas y resacas,
y el nordeste de la vida
con su brisa nos abraza.
"...Fueron años muy felices,
que hoy los veo y que me agradan,
se miraban nuestros ojos
y sabían que se amaban..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/07/24
5.901 - ABRÁZAME FUERTE...
Abrázame fuerte
y busca mi mano
que lleva caricias
y magia a tu lado.
Hay versos nacidos
que van en mis labios
y quieren decirte
sus letras temblando.
Son rimas pequeñas,
suspiros ahogados,
gotitas de lluvia
de un cielo en lo alto.
Quizás las gaviotas
se queden mirando,
y no me comprendan
ni sientan el acto.
Es fácil que aceptes,
quisiera soñarlo,
sentirte muy cerca,
tenerte en mis brazos.
Un beso de seda
oculta mi llanto,
tus dedos de plata
mil gotas bordaron.
Abrázame fuerte,
amor, sin descanso,
yo ansío tus ojos
y el labio que amo.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/07/24
5.900 - CÓMO CUESTA...
Cómo cuesta aceptar la realidad
y admitir que el presente es evidente
y que el agua que corre por la fuente
es un néctar que ofrece la verdad.
Añorar, de la nieve, en Navidad,
ese manto que deja, dulcemente
y que agrada las almas de la gente,
recordando que existe la bondad.
Surgen rosas en medio de bardales,
y las olas se estiran en la arena
intentando ofrecernos su hermosura.
Y es, entonces, que suenan los timbales,
separando la copa que envenena
de los labios sedientos de ternura.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/07/24
5.899 - HAY DE AQUELLOS...
Hay de aquellos que buscan la sonrisa
entre cardos y espinos de la tierra
sin saber que la misma no se encierra
y que aflora en los labios muy precisa.
Así nacen suspiros de la brisa
y hasta el alma, amanece y desentierra,
ese cáliz que, oculto por la guerra,
se olvidó del amor, por tanta prisa.
Yo te busco, mi amor, por los caminos,
y te busco de forma entusiasmada
porque quiero y preciso tus caricias.
No me niegues los besos repentinos
que ahora afloran y buscan tu mirada
para luego robarla sus delicias.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/07/24
5.898 - QUISIERA PARAR EL TIEMPO...
Quisiera parar el tiempo
y volver a otros veranos,
y a las playas y a las olas
con los juegos y los baños.
Compartir con la familia,
con amigos y hasta extraños,
esos ratos tan bonitos
que en el alma se han guardado.
Y sacar las caracolas
que, con algas, han llegado,
a la orilla de la playa
a dejarnos su regalo.
Disfrutar de las gaviotas
y sus vuelos tras los barcos,
persiguiendo la carnada
que les dejan unas manos.
Contemplar el horizonte
con veleros muy extraños,
que la vista nos ofrece
como puntos muy lejanos.
Escuchar a las resacas
como embriagan con su manto,
y el color de sus melenas
y una música de adagio.
Elevar a los cometas
en un vuelo de regalo
por encima de sombrillas
y de gente paseando.
Rescatar a los suspiros
de ese tiempo, ya pasado,
regresando hasta el presente
con el beso entre los labios...
"...Quisiera parar el tiempo
y volver a esos veranos,
con los sueños infantiles,
que un buen día se esfumaron..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/07/24
5.897 - ERA UN CIELO...
Era un cielo azul celeste
con sus nubes de papel,
y era un niño que miraba
a ese cielo del revés.
Y juntaron su inocencia
en el tiempo y en su piel,
ese niño que recuerda
a otros cielos del ayer.
Y los sueños se fundieron
con caricias y con miel,
y mezclaron en las rimas
un poema por hacer.
Carantoñas y susurros,
garabatos a su vez,
de sus labios se escaparon
y subieron a ese tren.
Era el tren de la inocencia,
de la búsqueda a la vez,
de otro mundo y de la vida
que se ansía por tener.
Busca el niño la frescura
de ese cielo que ahora ve,
con añil en los vestidos
y que luce sobre él.
Pasa el cielo en la mañana
con el sol para ofrecer,
y con nubes agridulces
que encanecen su jersey.
"...Era un cielo azul celeste
y era un niño que, a sus pies,
aguardaba las respuestas
que quería conocer..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/07/24
5.896 - TÚ VOLABAS...
Tú volabas por los campos
con tus alas tan bonitas,
y animabas corazones
de una forma muy sencilla.
Eras libre, mariposa,
y tu vuelo daba vida
y mezclabas sentimientos
de latidos y sonrisas.
Era un sueño, ver el vuelo,
y trazar mil fantasías,
al amparo de tus alas
y del viento con la brisa.
Garabatos, en el aire,
nos dejabas con tu firma,
de esa tinta, que invisible,
nos cubría de caricias.
Regresabas del invierno
con tus versos y tus rimas,
y atrapabas a mis sueños
con sus odas que dormían.
Y, de nuevo, me invitabas.
a volar por las marismas
y por bosques y montañas
para ver la poesía.
Y la vida nos mostraba
lo que guarda en su buhardilla,
los latidos de la tierra
y el amor que allí surgía.
"...Tú, volabas, mariposa,
por los campos y sin prisa,
y llegaste hasta mi lado
para darme tu sonrisa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/07/24
5.895 - INSTANTES DEL PASADO...
Instantes del pasado
hoy veo entre tus letras,
aquellas que me diste
llamándome poeta.
Relatos de la infancia
con nuevas primaveras,
veranos divertidos
y escenas de la aldea.
Momentos revividos
que vuelven a las fiestas
y aquellas romerías
del campo en las boleras.
La gracia de esa infancia
comparte la inocencia,
vivida en la familia
y unidos en sus trenzas.
Tus letras nos devuelven
a un mundo y a otras tierras,
en años ya pasados
muy duros con la gleba.
Faltaban alimentos
y había gran pobreza,
más nunca nos faltaron
jarrepas en la mesa.
La leche y los boronos,
alubias y lentejas,
algunos huevos fritos
y poco más de cena.
¡Qué tiempos nos devuelven
tus letras sin receta,
y son como susurros
de instantes y de anécdotas.
Suspiros de un pasado
que bullen en cadena,
y surgen poco a poco
del pecho y la cabeza.
Por eso te agradezco
las letras que me entregas.
regalo de un amigo
que aprecio sin reservas.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/07/24
5.894 - EN LA CASA DEL PUEBLO...
En la casa del pueblo
los recuerdos quedaron
entre nubes de polvo
y en un cuarto olvidados.
Con juguetes y libros
en silencio aguardaron,
a que el tiempo y la brisa
los llevara a tu lado.
Y ocurrió que una tarde,
de calor y verano,
tú volviste a la aldea
y subiste a ese cuarto.
Allí estaban los sueños,
los juguetes usados,
con los libros leídos
y cuadernos en blanco.
Porque algunas libretas
no tenían tus rasgos,
de escritura tan linda
que dejaba tu mano.
Y es que algunos suspiros,
con razón se callaron,
por temor a la vida
y a otros ojos temblando.
Y durmieron el sueño
de la culpa de antaño,
con perjuicios y miedo
por amar demasiado.
Fueron días oscuros,
de tormentas y barro,
avanzando en las horas
y viviendo y luchando.
Y aquel niño de entonces
hoy recuerda el abrazo,
y aquel beso tan tierno
que posó entre tus labios.
Te quería y te quiere
como el sueño añorado,
y susurra tu nombre
con pasión y temblando.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/07/24.
5.893 - LOS NIÑOS SONRÍEN...
Los niños sonríen
y van a la playa,
sus ojos azules
ansían el agua.
El sol en el cielo
derrama su gracia
y seca en la arena
las conchas doradas.
Aquellas que el niño
persigue y atrapa,
llenando calderos
sus manos de plata.
Pequeños tesoros
que muestra con ganas
a amigos y padres
que allí le acompañan.
Hay niños y niñas
jugando con algas,
y olitas pequeñas
de algunas resacas.
Hay otros que buscan
gaviotas, que espantan,
y siguen su vuelo
y oscura mirada.
Los niños sonríen,
no temen a nada,
y el mar les responde
y bendice su infancia.
¡Qué escena tan linda
de playa y de calma,
con niños jugando
y ajenos al drama!
La vida prosigue,
la gracia se acaba,
y el sueño del niño
regresa a su casa.
Malditas las guerras
que rompen y rasgan,
los sueños del joven
que crece y que ama.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/07/24