ME DESLUMBRARON...
Me deslumbraron
el brillo de tus ojos
y tus pupilas.
Fue en una noche.
Veníamos del baile.
De una verbena.
Sin darnos cuenta
estábamos unidos
en un abrazo.
Pero tus ojos
siguieron en mi alma
eternamente.
Esas pupilas,
tan llenas de palabras
y de respuestas.
Ellas hablaban,
rompían el silencio,
con tanta vida.
¡Cómo no amarte
y estar siempre a tu lado,
y entre tus versos...!
¡Benditos ojos,
que luces en tu cara,
preciosa niña!
Quiero tus ojos,
tan lindos e inocentes,
en un poema.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/06/18
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