EN MADRUGADA...
En madrugada
saludan los flamencos
en la laguna.
Pasan volando,
se posan en la orilla,
y allí descansan.
Aunque muy cerca
las truchas ya madrugan,
buscan comida.
Lejos, la iglesia,
despierta sus campanas
llamando a misa.
Van golondrinas
vestidas de beatas
y alguna monja.
Acude un niño,
perdido de algún cuento.
¡Es Peter Pan!
Pero no vemos
que acuda Campanilla,
¿Dónde estará?
Es como un sueño,
grandioso y recurrente,
como un suspiro.
Ya Suena el órgano
La misa da comienzo:
"Ave María..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/06/19
LUNA DE CIEGOS...
Luna de ciegos
que sueñan con un manto,
dales tu luz.
Un arcoíris
precisan sus pupilas
y algo de amor.
Y las tinieblas,
compactas de las almas,
podrán hablar.
Las margaritas
danzaban en los prados
junto a las vacas.
Unas estrellas
mandaban sus mensajes
a otras galaxias.
Fue en el pasado,
ardientes primaveras
de tantos sueños...
Y en el invierno,
la sombra de los robles
nos acompaña.
Con sus bigotes
de nieve y la sonrisa
de blanco armiño.
Se abren los ojos,
se vive en cada instante,
por ser feliz.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/06/19
DUERMEN LAS NUBES...
Duermen las nubes
con algo de tristeza
bajo los cielos.
Alguien las mira,
observa sus pestañas
ahora cerradas.
En la laguna
las aguas se estremecen.
Sopla la brisa.
Hoy tienen fiebre.
los ojos que vigilan
están ardiendo.
Fiebre en el alma
que grita en el silencio
y se estremece.
Fiebre en el cuerpo
que aumenta sus latidos
sin darse cuenta.
Hoy tiene sed,
el alma estremecida,
por tus palabras.
También el cuerpo
precisa del refresco
que dan tus labios.
Son unos versos
que duermen escondidos
entre tu fiebre.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/06/19
UN GRAN SILENCIO...
Un gran silencio
se adueña de la tarde.
Cierras los ojos.
Quieres soñar,
volar sobre las olas
y las resacas.
"Te necesito",
susurran tus pupilas
a las mareas.
Y te estremeces,
preciosa mariposa,
sobre las flores.
Miras el agua
que llega hasta la playa
y que te abraza.
Entonces llueve,
los cielos ya no pueden
con su dolor.
Lloran las nubes.
Sus lágrimas sagradas
mojan tus alas.
Y tú suspiras,
poeta, con tus versos,
y tu inocencia.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/06/19
NUBES DEL SUR...
Nubes del sur,
planean en la tarde,
con su amenaza.
Con ellas vientos,
y llantos contenidos,
están atentos.
Hay un ciclón,
latente y anunciado
en el ambiente.
Y mientras tanto
la tierra se resiente,
abre sus grietas.
Existe sed,
por falta de la lluvia,
en el desierto.
Buscan los ojos
el llanto de este cielo
que se resiste.
En el jardín
se escucha a los gorriones
muy revoltosos.
También los perros,
revueltos por los gatos,
juegan y corren.
Y tras los sueños,
un niño mira al cielo,
y le sonríe.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/06/19
SONABA EL AGUA...
Sonaba el agua
bajando por el río
y sus meandros.
Tú la escuchabas,
querida mariposa,
mientras volabas.
Y te posaste,
despacio sobre un lirio,
a descansar.
Pero una nube,
traviesa, por el cielo,
borró tu luz.
Y el bello sol,
quedó sin regalarnos
tanta alegría.
¡El agua gris,
el lirio solitario,
la mariposa...!
Y me quedé,
sumido en el silencio,
con mis recuerdos.
Hasta que el cielo,
de pronto, en un suspiro,
me acarició.
Sigue adelante,
me dijo en un susurro,
si acaso sueña...
Rafael Sánchez Ortega ©
04/06/19
CON TUS ALAS DE CRISTAL...
Con tus alas de cristal
vas creando fantasías,
en un vuelo muy hermoso
entre flores escondidas,
y te posas en las rosas
y en sus pétalos suspiras,
mientras dejas en mis ojos
el latido de la vida,
y es que miro tus colores
y hasta tomo tu sonrisa,
y me duerme entre tus alas
tan serenas y tranquilas,
¡mi pequeña mariposa,
no te vayas todavía,
necesito de tus sueños
y también de tus caricias...!
¡Qué bonito es caminar
por la playa, de puntillas,
con las olas en los pies
inundándote de dicha!,
y seguir, al sol que marcha,
y se esconde en una esquina,
mientras ves como la tarde
dice adiós y se marchita,
es la vida, tú te dices,
la que pasa y va con prisa,
la que hace que sus versos,
y sus letras dejen tinta,
¡mi pequeña mariposa,
con tus alas tan bonitas,
voy contigo a todas partes,
pues preciso de tu lira...!
"...Tras tus alas de cristal
vas dejando muchas rimas,
en los sueños de colores
que me entregas día a día..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/06/19
CAMINO Y TE VEO...
Camino y te veo
mi sombra querida,
pues vas a mi lado
paciente y tranquila,
a veces te encoges
y en otras te estiras,
depende del paso
y el aire y la brisa,
hay ratos que miro
la forma que brindas,
inquieta y traviesa
cual tierna gavilla,
hay otros que veo
la bruma marina,
que avanza y que llega,
de prisa a la orilla...
Camino y prosigo
la marcha en la vida,
y tiemblo al mirarte
sin ver tu sonrisa,
la escondes, la ocultas,
también tus pupilas,
y ansioso me dejas
llorando las mías,
yo sé que el reflejo
que tanto me anima,
es copia y no sombra,
de un alma vencida,
la llevo en el pecho,
conmigo camina,
y nunca se cansa,
pregunta ni grita...
"...Camino y voy solo,
contigo, querida,
mi sombra del alma
de noche y de día..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/06/19
LAS GOLONDRINAS...
Las golondrinas
nos dejan, en la tarde,
su gran candor.
Es algo dulce
mirar su lindo vuelo
y ese zig-zag.
Detén el tiempo,
viajero de la vida,
puedes soñar.
Pero si quieres,
elévate en el aire,
juega con ellas
Sigue su vuelo,
sin rumbo ni destino
por campo y mar.
En un instante
tendrás toda esa magia
que tanto ansías.
Y cuando sientas
la brisa del nordeste
serás feliz.
Tendrás el alma
pendiente de un suspiro
al corazón.
Pero tus ojos
serán de golondrina
y tendrán paz.
Rafael Sánchez Ortega ©
31/05/19
EN UNA CHARCA...
En una charca
la luna se bañaba
semidesnuda.
Desde la orilla
un lirio la miraba
con una rana.
Mientras las ondas
llevaban sus vestidos
a la ribera.
Al darse cuenta
la luna se ocultaba
avergonzada.
Croa la rana,
el lirio se cimbrea
con su lenguaje.
"¡No, no te vayas,
nosotros disfrutamos,
de tu belleza!"
Al escucharlos
la luna reaparece
entre las nubes.
"¡Me llevo estrellas
que naden con mis sueños
sobre las aguas!"
Y así pudieron
gozar de ese momento
y hasta soñar.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/05/19
CASA PEQUEÑA...
Casa pequeña
de niños y de gatos
para soñar.
Entre las rosas
asoma su tejado
y sus ventanas.
Es como un cuento
que observan tus pupilas
en el jardín.
Las nubes blancas,
con pintas de algodón,
pasan y corren.
Es por el viento
que sopla del oeste
en esta tarde.
El sol se asoma
y llega, con sus rayos,
y sus caricias.
Así, la tarde,
se pasa lentamente
en un suspiro.
Cierras los ojos,
y sueñas con la rosa
y esa casita.
¡Benditos años,
aquellos que perviven
en los recuerdos!
Rafael Sánchez Ortega ©
28/05/19
MOJA LA LLUVIA...
Moja la lluvia
de besos, la campiña
y los rosales.
Son besos tibios,
caricias invisibles,
como un suspiro.
Y es que los cielos
despiertan con sus versos
en cada gota.
Mueven los árboles,
sus ramas muy mojadas,
debido al viento.
Resbala el agua,
por ramas y por hojas,,
y cae al suelo.
Mientras las rosas
soportan en sus pétalos
esas caricias.
Es un poema
que nace y que se teje
con esta lluvia.
El cielo gris,
rezuma primavera,
en mes de mayo.
Tú ves los versos,
te mojas con sus letras,
cierras los ojos.
Rafael Sánchez Ortega ©
27/05/19
EL VIENTO ACARICIA...
El viento acaricia
y deja una nana,
susurro al oído
de bella tonada,
canción invisible
sin voz ni guitarra,
que pulsan las cuerdas
del aire que pasa,
la brisa y las olas
se juntan y claman
y forman un dúo
con mar y resacas,
así se despiertan
las notas del alba
y algunas sirenas
que van a la playa...
El viento te sigue,
te cubre, te abraza
y luego se pierde
ligero y se marcha,
y atrás el salitre
se queda en tu cara,
pequeña gaviota
que vuelas sin alas,
estás en mi mente
y vas en mi barca,
detrás del destino
que sigo sin pausa,
vivir en la vida,
soñar con el alma
que viene y que llega
y roza mi espalda...
"...El viento, de nuevo
me trae esperanzas,
y deja y me otorga
tus besos de plata..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/05/19
EL AGUA CLARA...
El agua clara
dejaba en el estanque
su transparencia.
En sol naciente,
en él se reflejaba
muy perezoso.
Y tú mirabas,
veías ese cuadro
con tus pupilas.
Quizás pensabas
en ratos y momentos
de alguna tarde.
Quizás veías
el eco y los recuerdos
de otros instantes.
Pero tus pasos
allí se detenían,
en la ribera.
Desde lo lejos
los montes silenciosos
te contemplaban.
Desde sus cimas
alguna vez lograste
soñar en paz.
¡Cuánta ternura
te dieron esos sitios
tan especiales!
Rafael Sánchez Ortega ©
26/05/19
YA LAS CAMPANAS...
Ya las campanas
repican en la tarde
llamando a misa.
Viejos recuerdos
acuden a la mente:
¡Días de infancia!
Pero dejemos
que sigan los recuerdos
dormir su sueño.
Éramos niños,
jugando y estudiando
en el colegio.
Aquellos días
de magia y colorido
nunca se olvidan.
Están ahí,
y marchan con nosotros
a todas partes.
Quizás se cubran
de polvo y telarañas
cuando marchemos.
En ese viaje,
sin trenes ni estaciones,
iremos lejos.
Cierta nostalgia
vendrá hasta las pupilas
con un latido.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/05/19
VOLVERÉ TRAS MIS PASOS...
Volveré tras mis pasos
a intentar encontrarte,
aunque tenga perdido
el placer de ese viaje,
porque tú eres primero
esa rosa salvaje,
y la fruta añorada
de mis labios y carne,
y aunque no te lo diga
eres alma con sangre,
el latido incipiente
de mi pecho vibrante,
y por mucho que insistan
siempre iría a buscarte,
a tomarte en mis brazos
y a saciarte del hambre...
Volveré por el día
a llevarte en mi nave
a ese puerto distinto
más allá de los mares,
y quizás soñaremos
con aldeas y calles
y con bailes y fiestas
sin vestidos ni guantes,
porque en playas doradas
bailaremos sin margen
al compás de las olas
y resacas en lance,
cuando llegue la noche
buscaremos las artes
que en la punta del faro
con su manto nos tapen...
"...Volveré, no lo dudes,
para darte la clave,
la que tú me pediste
una tarde imborrable..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/05/19
NO QUIERO LÁGRIMAS NEGRAS...
No quiero lágrimas negras
que lloren cuando me marche
y se lleven mis cenizas
las gaviotas en la tarde,
si acaso ese labio abierto
con sonrisas y saudades
de las horas compartidas
escuchando nuestra sangre,
y es que la vida es latidos
que se van en un instante,
y nos dejan mil recuerdos
que no quieren esfumarse,
por eso no quiero lluvia,
ni suspiros que me llamen,
y que me impidan dormir
mientras inicio este viaje...
No quiero miradas turbias
ni pupilas con disfraces
para cubrir la partida
de mi barca por los mares,
tendré el timón bien dispuesto
y las velas con su baile
aprovechando la brisa
del nordeste con su guante,
y así marcharé a la nada
a esa tierra y a sus valles
donde la infancia es eterna
y rodeada de ángeles,
podré dar rienda a los sueños
y desprenderme del lastre
de vivir y amar, cantando
como aprendí de mis padres...
"...No quiero pedir migajas
ni caricias a las aves,
y seguiré mi camino
y su vuelo, con mi lastre..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/05/19
ME SIGUES PAJARILLO...
Me sigues pajarillo,
me sigues con tu vuelo,
vigilas si mis pasos
me llevan a buen puerto,
de forma interesada
persigues a mi aliento,
que marca los latidos
que surgen en el pecho,
suspiros encantados
sin voces ni lamentos
quizás con melodías
mezcladas con el viento,
pequeñas mariposas
de labios entreabiertos
que vuelan y se elevan
robando mi silencio...
Te sigo pajarillo,
y quiero ser sincero,
envidio bien tus alas
y vuelo con mis sueños,
dormido en tu costado,
ajeno a los recuerdos,
buscando en la distancia
aquello que yo anhelo,
la tierna melodía
del campo en su lamento,
la voz de la cigarra,
la estampa del ternero,
también las margaritas
que crecen en el suelo
y luego, si me apuras,
las casas de los pueblos...
"...Me sigues pajarillo
y andando así te veo,
yo acepto la alianza
del verso en este encuentro..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/05/19
LAS ROSAS ROJAS...
resaltan en la tarde
y en mi jardín.
Están tranquilas
y muestran su belleza
ante los ojos.
Quizás sus pétalos
albergan muchos versos
de un gran poema.
Pero le ocultan,
le guardan en sus pliegues,
como un secreto.
¿Cuándo veremos
las letras tan ansiadas
y esos suspiros?
Quizás un día,
las tomen unas manos
angelicales.
Ese momento
será gratificante
en sus pupilas.
Verán que tienen
suspiros contenidos
y gran candor.
Verán caricias,
de dedos y de almas
enamoradas.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/05/19
ESTÁN AHÍ...
Están ahí
las risas de la vida,
nunca lo olvides.
Toma lo bello,
del labio que sonríe
desde los cielos.
Y la tristeza,
si ves que se te acerca,
mándala lejos.
Bellos rescoldos
de un fuego subyacente
y del amor.
Que no se apaguen
las llamas de la vida
y que te alumbren.
Que su calor
te anime y te dé fuerzas
para seguir.
Cuando los años
te obliguen a pararte,
siente la risa.
Entre tus labios
seguro que te ofrece
una caricia.
Ella en el alma
será como la sangre,
"tu salvación".
Rafael Sánchez Ortega ©
19/05/19
ESTÁ ALEGRE LA TARDE...
Está alegre la tarde
y sonríen los elfos,
en el bosque encantado
donde viven los renos,
un lugar misterioso
con la magia en su centro
y también con esencias
de leyendas y cuentos,
el rincón de los niños
donde aunan sus juegos,
sin temores ni llantos,
bien ajenos al miedo,
y es que el bosque, que digo,
es un trozo del cielo
y la casa invisible
donde nacen los sueños...
Está alegre la tarde,
me repito en un gesto
y encamino mis pasos
a ese bosque sin dueño,
y es verdad lo que digo,
ya que el bosque, tan bello,
está cerca y al lado
del jardín de mi pecho,
pues si cierro los ojos
seguiré los senderos,
y veré las cabañas
y los gnomos y ciervos,
y es que tanta hermosura
la consiguen los ciegos,
al trazar un poema
con pasión de sus dedos...
"...Está alegre la tarde
y la envidio y me alegro,
porque así, su sonrisa
es un verso sincero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/05/19
QUE MIRE AL CIELO EL POETA...
Que mire al cielo el poeta
y que busque en ese marco
la tristeza de este día
por la lluvia de su pago,
y es que la luz es muy pobre
y la bruma con su rastro,
nos va dejando en el alma
los rescoldos de algún llanto;
¿por qué se mojan los ojos
en este cielo sagrado,
para mandarnos la lluvia
cuando ya estamos en mayo?,
quizás por regar las flores
de jardines y de campos,
y refrescar, en las calles
sus aceras de los barros...
Que mire al cielo el poeta,
se decía entusiasmado,
un amigo muy optimista
mientras fruncía los labios,
quizás miraba el presente
y se volvía al pasado
a temporadas y meses
de otros tiempos ya lejanos,
cuando los cielos abrían,
y regaban los tejados,
con mil lluvias imprevistas
entre tormentas y rayos,
pero también se acordaba
de refranes y rosarios
que por mayo, repetían,
no descuidar nunca el sayo...
"...Que mire al cielo el poeta
y que encuentre sus regalos,
a pesar de estar lloviendo
en este día nublado..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/05/19
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