NO QUIERO LÁGRIMAS NEGRAS...
No quiero lágrimas negras
que lloren cuando me marche
y se lleven mis cenizas
las gaviotas en la tarde,
si acaso ese labio abierto
con sonrisas y saudades
de las horas compartidas
escuchando nuestra sangre,
y es que la vida es latidos
que se van en un instante,
y nos dejan mil recuerdos
que no quieren esfumarse,
por eso no quiero lluvia,
ni suspiros que me llamen,
y que me impidan dormir
mientras inicio este viaje...
No quiero miradas turbias
ni pupilas con disfraces
para cubrir la partida
de mi barca por los mares,
tendré el timón bien dispuesto
y las velas con su baile
aprovechando la brisa
del nordeste con su guante,
y así marcharé a la nada
a esa tierra y a sus valles
donde la infancia es eterna
y rodeada de ángeles,
podré dar rienda a los sueños
y desprenderme del lastre
de vivir y amar, cantando
como aprendí de mis padres...
"...No quiero pedir migajas
ni caricias a las aves,
y seguiré mi camino
y su vuelo, con mi lastre..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/05/19
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