4.464 - LA SUAVE VOZ...



La suave voz

del mar en la escollera

deja nostalgias.


Es la resaca

que ofrece en los susurros

mil narraciones.


Vienen las olas

con algas y salitres

hasta la orilla.


Siento el candor

entrando por mis venas

y me estremezco.


Yo vivo aquí,

mirando el horizonte,

desde la aldea.


Puerto pesquero,

de nombre conocido

en todo el norte.


En él, hay hombres,

de rostro muy curtido,

y boina puesta.


Hoy, las traineras,

con cañas y aparejos,

guardan silencio.


Manos y remos

bregando con toletes

también descansan.


Rafael Sánchez Ortega ©

30/09/20


El mar, la mar, la suave voz que llega a la escollera con las resacas en pleamar, y luego esa voz que se va difuminando a medida de que la marea baja hasta permanecer en silencio durante unas horas. Mas tarde, tras ese descanso vuelve a afinar su voz y suena y llega, entrando con el salitre y las algas hasta venir a dormir en las arenas de la playa...

...Y de fondo una aldea. Un puerto del norte. Cualquiera de los que conozco o me invento en mis sueños. Unos marineros, unas traineras, unos rostros curtidos, sus trajes de mahón, las boinas, los remos...

El mar, la mar...

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