5.299 - EN LA ALACENA...



En la alacena

tenías un cuaderno

con mis poemas.


Era un regalo

con muchas mariposas

entre sus letras.


Tú sonreías,

la tarde del regalo,

y yo también.


Porque cambiaron

de dueño aquellos versos

y fueron tuyos.


Dijiste "gracias"

y luego me besaste

en la mejilla.


Éramos niños,

parábamos el tiempo

sin darnos cuenta.


Y en nuestros juegos

buscábamos la vida

y sus latidos.


Vida y poemas,

surgían de la nada

en las pupilas.


Porque soñamos

hacer que lo imposible

fuera posible.


¡Tierna niñez

que guardas con sus versos,

en la alacena!


Rafael Sánchez Ortega ©

02/12/22

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