5.736 - ¡CUÁNTA SOLEDAD...!
¡Cuánta soledad he padecido
sin tu voz y tu risa admirable,
y ese labio sutil, tan amable,
que buscaba mi labio encendido!
Hoy te siento en el cuerpo prendido,
alfiler del amor, agradable,
traspasando mi pecho, culpable,
con la flecha sagaz de Cupido.
Y te digo que sí, que te amo
que preciso tu risa sincera
y la voz que me deje una nana.
Se estremece la rosa en su ramo
y la sangre en las venas se altera,
al saber tu presencia cercana.
Rafael Sánchez Ortega ©
31/01/24
5.735 - PASÉ A TU LADO...
Pasé a tu lado, y cerca, en la mañana,
y vi la rosa roja, estremecida,
había mucho frío en el ambiente
y tú le saludabas a la vida.
Eras el sol que madrugaba
la flor que se lamía sus heridas,
el agua que corría por el río,
la fuente tan ansiada y tan querida.
Y me quedé mirándote en silencio,
buscando tu presencia y tu caricia,
y allí me despertó de un dulce sueño,
el rayo de tu luz en lai mejilla.
Entonces regresé hasta tu lado,
besando con mis labios tus pupilas,
y luego en tus oídos, temblorosos,
te dije que te amaba y te quería.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/01/24
5.734 - RECOGE LAS CARICIAS...
Recoge las caricias y suspiros
del día que amanece muy temprano,
recibe las caricias de su mano
en forma de reflejos y papiros.
No busques las riquezas y zafiros
del astro que madruga tan temprano,
si acaso la palabra del hermano,
que cede su sonrisa por serviros.
Arranca de tus labios ese beso
que busca el beso amado, estremecido,
y siente su sabor con embeleso.
Acaba este poema, enloquecido,
y deja al corazón, que vuele ileso,
buscando al pecho amado y su latido.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/01/24
5.733 - BUSQUEMOS...
Busquemos los versos
como hacen los niños,
cantando y jugando,
lanzando suspiros.
Quizás, de esta forma,
seamos sencillos,
sintiendo en el alma
nacer el cariño.
Abrir las pupilas
al mundo tan vivo,
y viendo las sombras,
la luz y los guiños.
Veamos las letras
del verso infinito,
que surge del cielo
mostrando caminos.
Y luego marchemos
en busca del limbo,
verdad e inocencia
en versos unidos.
Seamos sinceros
en nuestros escritos,
con letras de sangre
si fuera preciso.
Busquemos los versos
del hombre y del niño,
que va en nuestras almas,
soñando y dormido.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/01/24
5.732 - DESCANSA EN LA MAÑANA...
Descansa en la mañana
y aplaca bien tus nervios
no busques utopías
debajo de los cielos.
Aquellas se marcharon,
llegaron y se fueron,
huyendo de veranos
y fríos del invierno.
El fruto de los años
mezclándose con sueños,
eternas primaveras
que ya quedaron lejos.
Hoy marchas con tu barca
por mares que están lejos
de aquella edad tan linda
con plata en sus linderos.
Tus manos, ya cansadas,
empuñan a los remos,
y cortan, lentamente,
las aguas con su velo.
Te sientes muy cansado,
no en vano pasa el tiempo,
las flores se marchitan
y lloran por el suelo.
Y tú te quedas solo,
anclado con tus miedos,
las brujas y las sombras
que rondan tu cerebro.
¡Despierta, buen amigo!
no insistas en tus sueños,
hoy lloran los poetas
por culpa de sus versos.
En ellos comulgaron
los ojos que eran bellos,
que absortos los miraban
y luego se perdieron.
Por eso ve la vida
y vívela de nuevo,
buscando la caricia
de labio de los vientos.
Rafael Sánchez Ortega ©
27/01/24
5.731 - SI TE MARCHAS...
Si te marchas por la noche,
alguien viene con el alba,
y es un hombre que despierta
y que busca tu mirada.
Al no verte, se pregunta,
(y responde, sin palabras),
"¿dónde está la mariposa
que en su vuelo me llevaba?"
Ya marchaste, tan inquieta,
en la nueva madrugada,
y marchaste de mi lado
con el brinco de tus alas.
Y aquí queda, en el silencio,
de este cuarto y esta casa,
los suspiros contenidos
de un poeta que te amaba.
Era un hombre ya maduro,
que soñaba con la infancia,
de unos días increíbles
y jornadas ya lejanas.
Y plasmaba en un cuaderno
las caricias de tu alma,
y los quiebros y piruetas,
de tus vuelos y tu danza.
Si te marchas no regreses,
ni hagas sangre de quien te ama,
hay heridas muy profundas
y hay amores que no acaban.
Rafael Sánchez Ortega ©
26/01/24
5.730 - INTENTO ESCRIBIR...
Intento escribir
al día que nace
y así mis suspiros
encuentran su traje.
La luz de los cielos
ya vuelve de viaje
y deja a la noche
volar por los mares.
Las sombras se marchan
el día renace
y un mundo de risas
despierta en las calles.
El mundo se mueve
y cantan las aves,
los pechos se alteran
y vibra la sangre.
Yo busco la vida
en versos y frases,
también en poemas
de niños y madres.
No olvido la vida
que grita y que sale,
buscando los ojos
azules y grandes.
"Guarda tu sonrisa
y el labio adorable,
no dejes que un beso
te robe y te cambie."
"...Te mando estas letras
que son de mi parte,
te dicen "te quiero"
en un soplo de aire..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/01/24
5.729 - LA VIEJA ENCINA...
La vieja encina
buscaba, entre los robles,
el sol del día.
Algo de luz,
pedían hoy sus ramas,
y de calor.
"Los años pasan,
la juventud con ellos
y yo lo noto".
Eso decía
la encina de estos versos
a sus vecinos.
Los viejos robles,
y eternos compañeros
de tantos años.
¡Cuántas historias,
y largas confidencias,
ellos conocen!
Aquellos días
de amor y de pasiones
bajo sus ramas.
Aquellos otros
de besos y miradas
interminables.
Y los precisos
con votos y promesas
de juventud.
...Hoy, con el tiempo,
que pasa y que no vuelve,
solo hay tatuajes.
Nombres escritos
y heridas olvidadas
en nuestra encina.
Hay soledad
y el bosque está en silencio.
Los robles lloran.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/01/24
5.728- PERSIGO UNA ROSA BLANCA...
Persigo una rosa blanca
y en el jardín no la veo,
tampoco en balcón alguno
ni en el parque ni en los cielos.
Lo que ocurre es que la rosa,
que yo busco, en el paseo,
es una rosa distinta
que al mirarla me estremezco.
Rosa, tal vez, solitaria
del verano y del invierno
con primaveras floridas
y en otoños de recreo.
Pero insisto, en que esta rosa,
tiene un valor y su precio
no se tasa en los mercados
ni se paga con dinero.
"rosa la más perfumada",
como dirían los versos,
de aquel poeta de antaño,
que los dejó en su cuaderno.
Y es que sus pétalos lisos
son como suaves pañuelos
que te embriagan de frescura
y que estremece tus huesos.
Yo busco la rosa blanca
en este día de enero,
y en la semana que empieza
para robarle sus besos.
Los que a ella le dejaron
unos labios que eran frescos,
y dejaron la ternura
que me enamoré de ellos.
Rosa blanca, rosa mía,
te persigo y no te encuentro,
a pesar de que te busco
y voy temblando de miedo.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/01/24
5.727 - TE EXTRAÑO...
Te extraño, mariposa...
La gracia de tu vuelo,
no deja en el camino
semillas para un sueño.
Enero va pasando,
estamos en invierno,
y es lógica tu ausencia
y sombra en los senderos.
Vendrá la primavera
que anuncie tu regreso,
con tiempo más estable
y azules en el cielo.
Vendrá la poesía,
las rimas y los versos,
con ellas, los latidos
y sangre de los pechos.
Resurgirá la vida
y sentiremos, luego,
el fuego por las venas
y el ansia de los besos.
Y surgirán pasiones,
abrazos y deseos,
para exclamar los labios
susurros y "te quiero".
Te quiero mariposa
y ansío, ya, tu vuelo,
el verso y el poema,
que entregas sin saberlo.
Por eso, necesito,
decirte lo que siento,
no importan mis palabras,
tú sabes lo que es cierto.
Te amo con locura,
princesa de los cuentos,
mi "bella mariposa",
posada en un almendro.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/01/24
5.726 - TE ABRAZARÉ...
Te abrazaré,
decías sin palabras,
y así la brisa
besará tus cabellos.
Será un abrazo
sencillo, con caricias,
que notará
tu cuerpo estremeciéndose.
Yo soy el viento
que llega hasta tu lado
con la galerna
que sopla del oeste.
Y te amaré,
despacio y en silencio
con este amor
que viene con las nubes.
Se llenarán
tus ojos de alegría
y el corazón
galopará sin freno.
Y te amaré,
de nuevo te repito,
para que duermas,
por siempre entre mis brazos.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/01/24
5.725 - QUISIERA...
Quisiera ser el sol
que dulce te despierta,
y el beso que en la frente
te calma y te serena.
Quisiera ser la brisa
que llega en la marea,
que roza tus cabellos
y luego te los besa.
Quisiera ser el labio
que roba de tu lengua,
un beso deseoso
de amor y de leyendas.
Quisiera ser la mano
que lleve una violeta,
con besos y un suspiro
al pelo y a tu trenza.
Quisiera ser tu nombre
y estar en tu chaqueta,
notando los latidos
y el beso que surgiera.
Quisiera ser el niño
que amaba a las estrellas,
besando, en plena noche
tus ojos de princesa.
Quisiera, y tú lo sabes,
vivir estas escenas,
besándote y amándote
toda mi vida entera.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/01/24
5.724 - LAS ALAS BLANCAS...
Las alas blancas de enero
ya rozaban las montañas
y dejaban en sus riscos
una lona inmaculada.
A la orilla de la fuente
me paraba y escuchaba,
el murmullo de las aves
con el dúo de las aguas.
Y miraba hacia lo alto,
a las sienes plateadas
de las cimas y colinas
con la nieve dulce y clara.
Era invierno, todavía,
no cantaban la calandrias,
ni los mirlos y jilgueros
se veían por la campa.
Y así enero iba pasando
con la aldea resguardada
de ventiscas y aguaceros
y de lluvias y nevadas.
Yo volvía del paseo,
la pequeña caminata,
que mis pasos emprendían.
cada día en la mañana.
Y venía a la casona,
la casita de mi alma,
donde estaba la familia
aguardando mi llegada.
Y en la puerta de la misma,
de mis labios escapaban
unos besos a la cara
de otras sienes más cercanas.
Tierna madre, te recuerdo,
temblorosa y delicada,
esperándome nerviosa
a comerme tu fabada.
El cocido del invierno
en la fuente bien colmada,
y las risas y las bromas
que dejaban las palabras.
Hoy recuerdo aquellas días,
del invierno con sus alas,
y los ojos se me nublan
y se mojan las pestañas.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/01/24,
5.723 - YO CONOCÍ, UNA VEZ...
Yo conocí una vez
un niño carpintero,
sin padres, sin estudios
y lejos de colegios.
Así empezaba un día,
contándonos un cuento,
un hombre que, en la plaza,
pasaba por ser ciego.
Y mudos escuchábamos
aquel relato intenso,
de labios temblorosos,
del ciego y pordiosero.
Un niño sin estudios
llegaba desde el cielo
centrando en el relato
la vida con sus versos.
Y entonces, un poema,
me vino al pensamiento,
un Niño, allá, en Oriente
crecía entre camellos.
Pastores le adoraron
Y Reyes con incienso,
también con oro y mirra,
regalos le ofrecieron.
Yo conocí, una vez,
a un hombre, tal vez ciego,
narrándonos la historia
de un Niño Carpintero.
Y el hombre aquel, temblando,
a Dios pidió un deseo,
la Paz para los hombres
y Amor al mundo entero.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/01/24
5.722 - FUERON TIEMPOS...
Fueron tiempos felices
los de entonces
y quedaron anclados
cual recuerdos.
Hoy los veo
lejanos y cercanos,
y hasta siento
vivirlos nuevamente.
Pero en vano
persigo esos instantes
que se van
cuando intento recordarlos.
Y aquí quedo
con gesto suplicante,
de esa brisa silente
y su caricia.
Hay un nombre
que brota de mis labios
y que busca, a lo lejos
su figura.
Pero el eco, sin nombre,
del invierno
me devuelve el vacío
con la bruma.
Mis pupilas
se mojan con la lluvia,
que destilan los ojos
hoy ancianos.
Hay un grito
que surge en la garganta
con tu nombre
que escapa por mis labios.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/01/24
5.721 - A PESAR DEL SILENCIO...
A pesar del silencio
voy buscando palabras,
que me dejen los versos
de tus labios de plata.
Es así, desde siempre,
cuando vi tu mirada,
que buscaba, sin verle
al autor de tu drama.
Unas letras sencillas
de tus dedos manaban,
como tiernas caricias,
que alegraban el alma.
Yo observé tu saludo
a la rosa temprana,
y aquel beso y embrujo
que rozó mis legañas.
Es por eso que, ahora,
busco en paz esa calma,
y en silencio, la rosa,
deja en mi tu palabra.
A pesar del silencio
busco el verso que falta,
y con él ese aliento,
que de vida a mi alma.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/01/24
5.720 - A PESAR DE LAS DUDAS...
A pesar de las dudas
busca siempre tu sueño,
las pequeñas quimeras
que vendrán de los cielos.
Y si son fantasías
estarán, no muy lejos,
llegarán a tu lado
a cumplir el deseo.
Serán versos sin nombre
que escribieron tus dedos,
con pasión encendida
y anhelando unos besos.
Sera brisa salada
ondeando sin freno,
y dejando caricias,
revolviendo cabellos.
Pero surgen las brumas
y las nieblas de enero,
se acrecientan y nacen
y así surgen los miedos.
Porque hay miedo en el alma.
y también en el pecho,
donde un grito y un nombre
van ahogando un "te quiero"...
"...A pesar de las dudas,
oye el grito del viento
susurrando tu nombre
aunque sea en silencio..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/01/24
5.719 - SE OYEN YA...
Se oyen ya las resacas
de las olas que llegan
en confuso desorden
a danzar en la arena.
Son canciones veladas
de suspiros y penas,
con sonrisas y llantos
de salitres y breas.
El invierno que pasa
en el mar se refleja,
y sus olas, cansinas,
hoy se muestran inquietas.
Unos ojos rebuscan
a través de la niebla
y la bruma constante
a la nave que esperan.
Pero todo está en calma
y no hay brisa, siquiera,
que alimente y suspire
esa barca y sus velas.
Hay marinos bogando
y buscando la pesca,
en las playas y bajos
para hacer su faena.
Tienen frente arrugada
y la cara morena,
y en el cuerpo ese traje
tan azul, de franela.
Se oyen ya, las resacas,
y murmuran contentas,
al llegar con sus rizos
a bailar en la arena.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/01/24
5.718 - JUNTÉ TUS MANOS...
"...Junté tus manos con las mías,
para rezar una oración,
para mirar al cielo en la mañana
con alegría y con valor..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/01/24
5.717 - SE HAN CALLADO LAS AVES...
Se han callado las aves
y el invierno se acerca,
con sus pasos silentes
y ese frío que aterra.
Se encogieron los cuerpos
y temblaron las piernas,
deseando la lumbre
y el fogón de la abuela.
¡Qué momentos tan bellos
y recuerdos de aldea,
los que brotan, de pronto,
en la anciana cabeza!
Inocencia florida
y sonrisa sincera,
la que aflora en los labios
de este hombre y poeta.
Se ha marchado el otoño
y el invierno, con fuerza,
va llegando con vientos
y con fuertes galernas.
Ya se cubren los cielos
con las nubes muy negras,
y se agitan ventanas
por el viento y tormentas.
Soledad en el alma
que te pide paciencia,
y que mires al cielo
a buscar un poema.
Y es que todo, en la vida,
nos ofrece su esencia,
primavera y verano,
y hasta luz en la niebla.
Se han callado las aves
pero tú las contemplas,
porque van a tu lado
con sus alas despiertas.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/01/24
5.716 - ESCRIBIR UN POEMA...
Escribir un poema
con los ojos cerrados,
y sentir en mi cuerpo
el candor de tus manos.
Aspirar la ternura
de tu rostro encantado
y sentir el suspiro
que me ofrecen tus labios.
Desear ese instante
como un acto sagrado,
donde duermen los dioses
en su eterno descanso.
Y aprender a ser niños
con los ojos muy claros,
para ver, de la vida,
a su cielo azulado.
Sonreír al amigo
y también al extraño,
para dar tu latido
en susurro velado.
Pasear por los bosques
bajo el roble y castaño,
contemplando a las hayas
con su aspecto embrujado.
Y soñar, como hombres
con los niños y ancianos,
que preceden y siguen
nuestra vida y sus pasos.
Escribir, todo esto,
y también admirarlo,
pues la vida es un verso
del poema en que estamos.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/01/24
5.715 - AMÉ, Y AMO...
Amé, y amo, el silencio
que dejó tu nombre en mis oídos,
y hoy, en la soledad,
te busco en el silencio que no existe.
Amé, y amo, las pupilas adoradas
en que mis ojos te buscaban
y encontraban la figura de mi cara
entre las nubes de los tuyos.
Amé, y amo, la sonrisa,
sonrosada, en tus mejillas,
que temblando me ofrecías, en la tarde,
mientras mis labios musitaban tu nombre
y un "te quiero".
Amé, y amo, a los besos que la brisa
nos brindaba y ofrecía,
como un néctar de ternura,
en la pasión que comenzaba
en nuestros cuerpos.
Amé, y amo, a tus manos
y tus dedos,
que enlazados con los míos
dibujaban arabescos
por tu pecho.
Amé, y amo, al "amor", que tú me dabas
y arrancabas de mi alma
con suspiros que alejaban
a los sueños del presente.
Te amé, y te amo, "Amor",
y tú lo sabes.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/01/24
5.714 - ACABO DE LLEGAR...
acabo de llegar de dar un paseo.
El día está gris y luce el sol
de vez en cuando.
La temperatura es agradable y no hace frío.
Puedo pasear y lo hago
por los viejos caminos
de la aldea en que vivo.
El ganado se muestra pastando
y está ajeno a mis pasos.
Yo le miro y le hablo
y hasta pienso que entienden mi voz
y palabras.
Hoy no hay mariposas que vuelen
ni pasen muy cerca.
Es posible que estén invernando
y que luego, en un tiempo,
cuando venga el calor y febrero,
se despierten del sueño dorado.
Mientras tanto yo soñaré junto a ellas
y hasta crearé un mundo paralelo
en mis versos, con letras
que digan aquello que pienso
y que siento,
que le hablen a Dios y a los hombres,
que le dejen al roble un saludo en la tarde
y que bajen al río a escuchar sus canciones
y que entonen un dúo en el salto del agua.
Beberé de la lluvia del cielo
intentando embriagarme
y, otra vez, el pijama del niño,
buscará, inútilmente, en el armario del alma
la caricia añorada...
Rafael Sánchez Ortega ©
09/01/24
5.713 - EL DÍA GRIS...
El día gris invita a pocas cosas,
quizás a ver pasar el tiempo sin moverse
mientras miras a las nubes
que anidan en el cielo
y piensas cosas raras,
como, por ejemplo,
en su soltería.
Y es que las nubes son cortinas
y gasas de algodón sueltas y solteras,
que se agrupan y disgregan,
que bailan y desaparecen en el infinito
y hasta rasgan la túnica sagrada del horizonte
sin decir una palabra
y se escapan, a otras tierras
y a otros mundos diferentes.
Día gris en el que alma se estremece
y piensa en ti.
En tu sonrisa temblorosa y de cristal,
en tus ojos susurrantes y febriles
cuando invocan un "te quiero",
en tus brazos delicados,
y muñecas que hoy reposan en mi pecho,
en tus manos, con los dedos
que escribieron unos versos,
en mi alma...
Día gris en que se agrupan los recuerdos
y los sueños y tú estás,
aunque estés lejos,
enviando tu sonrisa a mis pupilas
desde el cielo.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/01/24