ERA UNA CASA VACÍA...
Era una casa vacía
con ventanas entornadas,
chimenea en el tejado
y la puerta con su aldaba,
me venía a los recuerdos
la figura y la fachada,
de la casa que ahora cito
con saudades de una infancia,
porque en ella vine al mundo
una fecha ya lejana
a crecer entre mayores
y a comer lo que se daba,
fueron tiempos de galernas
y vivir con mucha falta,
aunque entonces los suspiros
daban paso a la esperanza...
Pasó el tiempo y media vida,
juvenil y enamorada,
y cambiamos a la aldea
por diversas circunstancias,
traspasamos los desvanes
con hollines y su magia
y con ellos la alegría
de los cuentos de las hadas,
los cambiamos por paredes
de edificios y sin gracia,
en las villas y ciudades
del trabajo y las migajas,
y perdimos el encanto
y el embrujo, por nostalgias,
que quedaron, cual retales,
en el fondo de las almas...
"...Y de la casa vacía
que reclama la mirada,
hoy recuerdo, como siempre,
los rescoldos de una llama,
una mano enfebrecida
con la rosa solitaria,
y un suspiro entre los labios
por la infancia ya lejana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/02/19
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