4.156 - AQUELLA TARDE...
Aquella tarde
pasaron muchas cosas
y no te vi.
Sentí tristeza,
al ver que no llegabas
entre tus versos.
Esas caricias
en forma de palabras
y tus poemas.
Pero no importa,
debía superarlo
y te escribí
Te hablé a lo lejos,
sin voz y sin palabras,
solo mis dedos.
Ellos trazaron
los signos y las letras
que les dictaba.
Lo que pensaba,
aquello que soñaba,
lo que sentía.
De vez en cuando
miraba tu ventana
con ilusión.
Llegó la noche,
y tú, preciosa luna,
me diste un beso.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/02/20
4.155 - HAY LÁGRIMAS...
Hay lágrimas amargas
que escapan de los libros,
y lágrimas de gozo
que llegan de los niños,
las unas son recuerdos
con brumas y vinilos,
retazos de berbenas
y ratos compartidos,
las otras son escamas
que vienen con suspiros
y cientos de preguntas
de labios intranquilos,
es parte de un poema
del mundo en que vivimos
las lágrimas del cielo
carecen de sentido...
Hay lágrimas preciosas
que surgen de los ríos,
saltando en los meandros
en busca del vacío,
y pienso en esas gentes,
(quizás hasta en mí mismo),
llevando por la vida
el corazón herido.
Caminas y caminas
sin rumbo ni destino,
sangrando por el alma
temblando y encogido,
el pecho se consume
por culpa de aquel hilo,
quebrado, en el presente,
ausente y detenido.
Hay lágrimas sin nombre
que emplean los mendigos
pidiendo una limosna
y el pan para sus hijos.
Tus lágrimas, en cambio,
no miran el peligro,
ni ven en el pasado,
la sombra y el cuchillo,
son lágrimas sinceras
de amor y de cariño,
amaste y te entregaste
de un modo muy sencillo,
lo hiciste en unos versos
mirando al infinito,
mostrando y compartiendo
la paz y los sentidos...
Y amaste como nunca,
haciéndolo sin gritos,
sacando de la vida
sus versos y latidos,
logrando que otros ojos
buscaran los alisios,
el viento de los mares,
la brisa del olvido,
y allí quedó encerrado
el sentimiento y brillo
manando de unos ojos
al labio tan tranquilo.
Amaste, no lo dudes,
y aún amas los sonidos,
dejados por los pasos
del ángel que se ha ido...
"...Hay lágrimas amargas
unidas con suspiros,
las mías no las seques
ya sé que te he perdido..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/02/20
4.154 - BUSCA Y NO LLORES...
Busca y no llores.
Hay lágrimas amargas
en cualquier sitio.
Pero las rosas
que escapan de los libros,
son unas pocas.
Están mezcladas
con lágrimas de gozo
y con suspiros.
Hay fantasías
que llegan de los niños,
en su inocencia.
Las poesías
se nutren de recuerdos
nunca lo dudes.
También con olas,
con brumas y vinilos,
y algunas playas.
Recuerdos, bailes,
retazos de verbenas
y aquel abrazo.
Sonríe y goza.
Hay ratos compartidos,
que no se olvidan.
Seca tus lágrimas,
son gotas de rocío
que deja el cielo.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/02/20
4.153 - HE PREGUNTADO A LA LUNA...
He preguntado a la luna
si te ha visto en el paseo,
porque la noche ha llegado
y preciso de tus besos,
quiero sentir a tu mano
entre la mía, y mis dedos
rozar, muy suave a los tuyos
y acariciar tu cabello.
Quiero también tu sonrisa
y esa pupila, que el cielo,
besa también con la luna
para mandarme un reflejo,
porque en tus ojos alegres
miro y en ellos encuentro
esa ilusión desbordante
que va calmando mi pecho...
Por eso busco a la luna
y al preguntarle te veo,
que vas llegando despacio
a la orillita del puerto,
allí descansan traineras
y se recogen los remos,
en comunión con tu alma
donde convergen mis rezos,
y es que suspiran los labios
al contemplar todo aquello,
mientras te veo llegando
y caminando en silencio,
quiero fundir los latidos
y acompasar los deseos,
con estas hebras de plata
que nos regalan los sueños...
"...Ahora la luna sonríe
al contemplar nuestro encuentro,
y sonreímos, con ella,
mientras soñamos despiertos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/02/20
4.152 - DEJÉ VOLAR LA IMAGINACIÓN...
"...Dejé volar la imaginación
y una sonrisa vino a mis labios.
Estabas cerca, ¡muy cerca!,
a pesar de la distancia.
Mis manos te buscaban,
querían rozar las tuyas,
sentir tus dedos, para acariciar
al mar y la brisa
que llegaba en el nordeste.
Y es que el mar hablaba
en la resaca de la playa.
Nos decía cosas
y nos contaba mil secretos
y leyendas.
Creo que cerramos los ojos
y nos quedamos oyendo al mar,
escuchamos sus rumores
que se mezclaban con el latido
de nuestros corazones
haciendo como una música de fondo,
que acompañaba los relatos de las aguas.
El mar nos contaba de viajes y de pescas,
de marinos y sirenas,
de playas y océanos sin nombre,
de brumas y galernas,
y todo, en una sucesión
encadenada y encantada
de imágenes, invisibles,
que llenaban las pupilas.
Apoyaste tu cabeza en mi hombro
y yo besé tus cabellos.
Te sentía tan cerca que podía aspirar,
y mezclar,
el olor del yodo y las algas de la playa
con el aroma de tu cuerpo.
Abrí los ojos y te vi a mi lado.
Caminábamos por ese mar,
viajábamos en algún barco, sin bandera,
y nuestras manos remaban
en alguna trainera primitiva
hasta llegar a una de esas playas desiertas
donde el mar nos seguía contando sus relatos.
Allí despertábamos de aquel hermoso sueño
y dábamos paso a la vida.
Una vida que, con todos sus latidos,
llegaba a nuestro lado
y nos hacía estremecer.
Recuerdo que, sin darnos cuenta,
comenzaron a surgir, como en un parpadeo,
los primeros versos de un poema.
Versos con tu nombre y con mi nombre,
en ese abecedario de ternura y poesía
que nacía en nuestras almas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/02/20
4.151 - CIELO CUBIERTO...
Cielo cubierto
de nubes muy plomizas
mientras te busco.
Estás callada,
mirando al horizonte
y pensativa.
Quisiera estar
en ese pensamiento
de tu cabeza.
Mi corazón
te llama por tu nombre,
en sus latidos.
Desde el silencio
me acerco hasta tu lado
te doy la mano.
Tú te sonríes,
me ofreces tu mejilla
y yo te beso.
Luego volamos,
igual que aquellos niños
de nuestra infancia.
Porque, en el fondo,
queremos esos sueños,
volar con ellos.
Sonríe el cielo.
La luna y las estrellas
están contentas.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/02/20
4.150 - ME GUSTARÍA ESCRIBIR...
Me gustaría escribir unos versos
contigo y a tu lado,
para que sean libres
y recojan nuestros pasos,
nuestras dudas,
y podamos seguir las huellas
que los mismos van dejando
desde ahora hasta el instante
en que nos conocimos.
Así, al mirarlos y leerlos,
cuando acaba el día,
en ese rincón de la noche,
en que aparecen los sueños
y se desborda la fantasía,
volvería a ti, a estar contigo,
y tú, también volverías a sonreír,
al notar el temblor incipiente
de mis labios.
No sé si te gustará la idea,
pero sería como abrir una puerta
para comunicarnos,
y a través de ella
podríamos ver las miradas,
sentir la emoción de las pupilas,
captar el temblor de los ojos
y el movimiento imperceptible de los labios
cuando bajemos la mirada
hacia estos versos.
De esa manera no tendríamos diques
que retuvieran el caudal impetuoso de las almas
cuando quieran descargar lo que sienten,
ni habría una excusa fiscalizadora
que fuera analizando cada acto y cada gesto,
que, muchas veces,
omitimos por prudencia.
Te propongo que usemos
la llave de la sinceridad,
pase lo que pase y cueste lo que cueste,
ya que de esa manera
la verdad estará siempre presente
y nunca engañaremos a nuestros corazones.
Pero me gustaría, que,
nuestros versos no fueran
un papel mojado por las lágrimas,
ni por la sangre en heridas de terceros,
ni tampoco el acta o documento,
de un laurel simbolizando la amistad.
Quisiera, si es posible y si tú quieres,
que estos versos tengan vida,
y que notemos sus latidos,
que sintamos su presencia y que la ansiemos,
que busquemos, en los mismos,
el rocío en la mañana
y la lluvia de la tarde,
y también, tantas sonrisas
que la vida nos ofrece.
No quisiera que, al final,
estos versos solo fueran
unas rosas con espinas
que conduzcan al exilio
y las penurias de dos almas,
con el llanto y el dolor
de haber perdido lo que ansiaban,
como aquel papel mojado de un poema.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/02/20
4.149 - EL MAR NO TIENE SUEÑO...
El mar no tiene sueño y, aunque duerma,
nos regala con sus olas letanías.
Son susurros de marinos y veleros,
son suspiros de sirenas y corales,
son un manto de belleza indescriptible
que nos dejan la belleza de sus aguas.
Quizás con su oleaje yo me duerma
y te lleve entre mis brazos por los mares,
es posible que miremos a los cielos,
que veamos como sueñan las estrellas
y la luz de algún cometa despistado.
Es posible que las olas se enfurezcan
y que nazcan, de las mismas, temporales,
y que tiemblen las pupilas que los miran,
ante el viento que revuelve los cabellos
y los mezcla con el yodo y con las algas...
Pero es aire, simplemente, el que nos llega.
Es la brisa soñolienta del cantábrico.
Son los besos y caricias de las aguas
y es el canto y letanías, ya perdidos,
de una infancia que ha quedado en el recuerdo.
En el cielo se perfilan unos nombres
que resbalan por las nubes con esmero,
entre medio de figuras muy diversas
que nos dejan chiribitas en los ojos.
Yo recojo los suspiros de tus labios
y te ofrezco los susurros de mi pecho
en un canto silencioso y sin palabras,
como humilde confesión de este momento.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/02/20
4.148 - DE TU CABELLO...
De tu cabello
recogeré las rosas
que me has dejado.
De tu sonrisa
trasplantaré a la mía
algo de vida.
Y de tu alma
le robaré la esencia
con su candor.
Déjame olerte
y cerraré los ojos
para sentirte.
Déjame oírte
y escucharé las nanas
de cada noche.
Deja que sienta
los pasos de tu alma
llegar a mí.
Pero si quieres
te entrego lo que tengo.
Nada preciso.
Te quiero a ti,
mi linda mariposa,
hoy escondida.
Te quiero libre,
volando por la vida
y con mis sueños.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/02/20
4.147 - UNA VEZ YO TUVE UN SUEÑO...
Una vez yo tuve un sueño
de ilusión y fantasías,
era un sueño y una edad
de juventud y de vida,
pero la vida pasó,
la juventud fue deprisa,
marchitando aquel sendero
con el sueño y la alegría.
Y pasaron muchos años,
como un velo por la herida,
cicatrizando recuerdos
y naciendo margaritas,
de aquel invierno traidor
solo quedan hoy cenizas
y en los versos del juglar
hay primaveras benditas.
Una vez yo tuve un sueño
y creí que en él yacían,
los deseos y pasiones
de las almas perseguidas,
sin embargo eran recuerdos,
eran penas y llantinas,
con la niebla de legañas
que rondaban las mejillas,
y en el alma de aquel niño
no cabían las mentiras,
ni palabras y promesas
de otras almas retorcidas,
y por eso escribió al cielo,
y le puso en la cuartilla,
unos versos y un poema
con los sueños de sus rimas...
"...No me niegues estos sueños
mariposa tan querida,
pues yo quiero compartirlos
en tu dulce compañía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/02/20
4.146 - POR ESO QUIERO...
Por eso quiero
saberte cerca,
tomar tu mano,
tu corazón...
Y si me dejas,
sentirte mía,
pequeña rosa
que tiembla en flor...
Seremos niños,
y jugaremos,
bajo la sombra
de algún balcón...
De nuestros sueños,
blancos y negros,
saldrán sonrisas
con buen humor...
Alguna tarde
veremos barcos
cruzando puentes
y el malecón...
Algunas noches
oirás mis nanas,
mientras te duermes
de sol a sol...
Y si prefieres
tenerme cerca,
tendrás mi cuerpo
cual buen ladrón...
Pero te juro
que no te miento
cuando te entrego
tanto candor...
Y es que yo quiero
lo que tú quieras,
lo que tú ansíes
sin condición...
Sentir tus labios
besar los míos,
saciando el alma
de miel y voz...
Rafael Sánchez Ortega ©
14/02/20
4.145 - DE VEZ EN CUANDO... II
De vez en cuando
me quedo pensativo
miro a lo lejos.
Escucho al aire.
No quiere responderme,
te busco a ti.
Porque el silencio
no tiene las palabras
y es la respuesta.
De la distancia
contesta ese silencio
y llega a mi.
Tomo una foto
que guardo dulcemente
y me sonrío.
Es la que estamos,
forjando nuestros sueños,
en un jardín...
Aquella tarde
dejó un bello recuerdo.
Fuimos felices.
Con nuestros sueños,
de azul y fantasía,
sin un desliz.
Y los seguimos,
mi bella mariposa,
con frenesí.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/02/20
4.144 - DE VEZ EN CUANDO... I
De vez en cuando
miro a lo lejos,
escucho al aire,
te busco a ti...
Pero el silencio
es la respuesta
que la distancia
me manda a mi...
Tomo una foto
y me sonrío,
es la que estamos
en un jardín...
Aquella tarde
fuimos felices,
y sonreímos
sin un desliz...
Pero el destino,
no tiene rumbo,
va por los mares,
como un delfín...
Y le seguimos,
mi mariposa,
con nuestros sueños
de azul y añil...
Y conseguimos
trazar dos versos
en un poema
de rosa y gris...
Y le escribimos
y le adornamos,
en el cuaderno,
con frenesí...
Y ahora que estamos
ya más tranquilos,
ambos buscamos
la flor de lis...
Ese suspiro
que sabe a poco,
y dan los niños
al sonreír...
Por eso miras,
(y yo te miro),
como buscando
cierto violín...
Aquel que entone
valses y bailes
que nos transporten
en bergantín...
Para ser libres,
volar muy alto
y, desde el cielo,
pronto escribir...
Y hacerlo, siempre,
con la sonrisa,
y, en un susurro,
de ti a mi...
Rafael Sánchez Ortega ©
13/02/20
4.143 - EL TIEMPO...
"El tiempo pasa
y yo le siento y no le veo,
pero me envuelve,
me atrapa,
igual que tus versos
(pequeñas pinceladas
de una mirada peregrina)
Por eso busco ese tiempo,
mi tiempo,
tu tiempo,
(nuestro tiempo),
le necesito,
le preciso,
quizás porque te busco,
porque te ansío:
¡poesía!"
Rafael Sánchez Ortega ©
12/02/20
4.142 - TE BUSCARÉ...
Te buscaré...
Por parques y jardines
y encontraré la ardilla
que captaron nuestros ojos.
Preguntaré por ti
a los robles y las hayas
y miraré el tatuaje, con dos nombres,
grabado en su corteza.
Te buscaré...
En la arena de la playa
y entre las olas, juguetonas,
que bañaron nuestros cuerpos.
Aspiraré el perfume de las aguas
en el yodo de las algas
con susurros de sirenas.
Te buscaré...
En los libros infantiles
y en los cuentos de princesas y de hadas,
aunque ya sé que estás muy lejos de esas letras,
pero en sus páginas puede que aún pervivas
y encuentre las caricias de tus manos y tus dedos,
y el candor de tus labios
al rozarlas con tu aliento.
Te buscaré...
En la tierra y en las gentes,
en los paseos y en las calles,
en los bailes y en las fiestas,
y también en los corrillos de las plazas
Te buscaré...
En la soledad de los jardines,
en las huellas que dejaron nuestros pasos,
pero también en el presente, en esta hora,
cuando despierta el día
y pasa en un momento.
Te buscaré...
En la puerta de la iglesia
y en el mendigo que pide su limosna,
mientras tú, con tu mirada,
observas todo aquello y te estremeces
mientras piensas en correr
para contármelo.
Te buscaré...
En la sangre de mis venas
y encontraré el latido que me falta,
para sentirte cerca, en la locura,
en esta comunión de verso y poesía
donde la mano de Dios nos ha llevado.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/02/20
4.141 - YO SECARÉ...
Yo secaré, si quieres,
esa lluvia, en el pelo,
que ha dejado la luna
con su llanto indiscreto;
fue una noche de niebla,
caminabas con miedo
y notaste una mano
que buscaba tu cuello,
yo sentí que gritabas
y acudí como un ciervo
a espantar a las sombras
que envolvían tu cuerpo,
y sonrieron, entonces,
esos ojos traviesos
que buscaron los míos
y sacié con un beso...
Yo secaré tus lágrimas
como si fuera el viento,
y llevaré la brisa
para cubrir tu cuerpo,
y si me apuras mucho
te seguiré, en el tiempo,
a través de la vida
para llegar a un puerto,
y quitaré legañas
y borraré recuerdos,
para que tú te sientas
muy cerquita, en el cielo,
y sonreiré contigo
y buscaré en tus dedos,
a la tinta invisible
que me dicten los versos...
"...Yo borraré tus lágrimas
y te daré un espejo,
para que en él escribas
lo que te dicte el sueño..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/02/20
4.140 - PERO QUIZÁS...
"...Pero quizás lo intenten
de nuevo, y otra vez,
y aunque se ve imposible,
debieran tener fe,
y llegará el silencio
y charlarán con él,
y se dirán mil cosas
el hombre y la mujer,
un "niño" con la "niña"
que quieren su papel:
"buscar en las estrellas
la infancia que se fue",
igual que mariposas
que vuelan tras un tren,
pequeñas fantasías
que alivien tanta sed..."
Es fácil que lo intenten
y encuentre el cartel,
aquel que les indica
que están en la niñez,
y tiemblen los dos niños
y vivan el vaivén
de estar en otra infancia
saciándose de miel,
la eterna poesía
nacida en el ayer
que vive en el presente
y ofrece su merced,
por medio de los sueños
que llevan al papel,
los labios y susurros
que escriben a la vez...
"..Es fácil que el futuro
les muestre, en un rabel,
la rosa y las estrellas
que ansían obtener..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/02/20
4.139 - NO LLORES NUNCA...
No llores nunca
y menos por mi culpa.
No te merezco.
Estoy cansado,
vencido y sin pelea.
No te sonrías.
Debo volver
al campo de batalla:
¡Mi propia vida!
En ella aguardan
las rosas y laureles
con las espinas.
¡Ardua tarea,
buscar entre la gleba
algo de luz!
Pero deseo
ahogarme en las entrañas
y entre la tierra.
Quizás encuentre
que asoma una amapola
con un mensaje.
Y en él un nombre,
portando tus latidos
y tus susurros.
Brisa naciente
que alivie al corazón
de tanta sed.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/02/20
4.138 - TE BUSCO...
Te busco en la tarde
que pasa despacio,
y llama a tu puerta,
con miedo, mi mano,
te buscan mis ojos
un tanto cansados
con luz y pupilas
del niño ya anciano,
te busco en los versos
que surgen airados,
y van a los dedos
las letras de antaño,
te busco con pena
y cierto arrebato,
pues busca mi boca
saciarse en tus labios...
Te busco princesa
de tiempos lejanos
y siento el nordeste
que vuelve a mi lado,
te busco lunita
con ojos muy claros,
y escucho tus versos
que están en el lago
te busco en la sombra
del bosque y el árbol,
y sigo a la ardilla
que brinca en un salto,
te busco en la aldea
y luego en el campo,
no né si las flores
tendrán mi recado.
"...¡te busco, te busco,
y no sé lo que hago,
malditas las prisas
y el hombre del saco..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/02/20
4.137 - PALABRA MUDA...
Palabra muda
que espera otra palabra
y que no llega.
Habla el silencio,
musita unos sonidos
incomprensibles.
Pero es posible
que puedas entenderlos
con atención.
Un día tuve
la voz, en los oídos,
de las sirenas.
Era muy niño,
soñaba todavía
con los cometas.
Recuerdo tanto
el llanto de las olas
y las resacas.
Hoy solo busco
la lluvia de los cielos
y su mensaje.
Porque los años
se pasan y no vuelven
y yo te busco.
Busco tus ojos,
el beso de tus labios,
y algo de ti.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/02/20
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