4.262 - FRAGMENTO DE UN DIARIO - DÍA 31 - MAÑANA


Día 31 - (Mañana)

Hoy me he escapado del encierro. 
En realidad fue quería hacerlo,
quería caminar y estirar las piernas 
sin darme cuenta. 
Estaba calzado con las playeras 
y sentía ganas de andar. 
Las piernas, impacientes, precisaban estirarse 
pero en "serio". 

Entonces abrí la puerta. 
Bajé las escaleras del jardín. 
Me encontré en el camino 
que conduce a la aldea 
y empecé a caminar. 
Me sentía como un niño pequeño 
que da sus primeros pasos. 
Mis manos abrazaron a mi cuerpo,
como si quisieran transmitirle el calor de la vida. 

Cerré los ojos y comencé a dar unos pasos vacilantes. 
Uno, 
dos, 
tres... 

En un instante llegué a la orilla de la carretera. 
No había circulación. 
Nadie venía por ella. 
Todo era silencio y soledad. 
Solamente estaba yo, 
como un espectador que rompía 
aquel marco de cristal. 

Me detuve y llené los pulmones con el aire 
que me llegaba.
Era algo fresco, 
algo que me llenaba el alma, 
algo que calmaba mi sed 
y deseos de libertad.

Con pena volví sobre mis pasos. 
Los perros vecinos ladraban sin parar. 
Siempre lo hicieron y más ahora, 
que no pasa casi nadie. 

Pensé en la vida y sonreí. 
Seguro que un día, cuando sea, 
la sonrisa volverá a nuestros labios 
y hablaremos de este encierro, 
de estas largas cadenas que nos aprietan y ahogan, 
de este tiempo con el reloj del alma parado, 
con esta sensación de amor congelado 
en el corazón, 
y con la voz y el grito 
estrangulado en la garganta.

Rafael Sánchez Ortega ©
20/04/14

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