4.897 - HOY QUIERO QUE DESCANSES...



Hoy quiero que descanses, mariposa,

prefiero que te guardes mi pecado,

aquel que confesé, de haber amado,

por culpa del aroma de una rosa.


Recuerdo la sonrisa tan preciosa

y el labio tembloroso y delicado

pidiendo que otro labio, deseado,

robara su caricia silenciosa.


Y así me convertí en impenitente,

siguiendo a la pasión de mis sentidos,

dejando a la razón alborotada.


Un beso cambió el rumbo, de repente,

y así se aceleraron los latidos

del mar y el corazón en marejada.


Rafael Sánchez Ortega ©

01/12/21

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