5.102 - AGUANTA UN POCO...
Aguanta un poco,
el puerto está muy cerca
y nos esperan.
Así decía
la voz y la conciencia
de aquel marino.
Y con paciencia,
las manos en los remos
iba bogando.
Se ven las luces
del muelle, y la nevera,
ya está a la vuelta.
Él se animaba
oyendo a la conciencia
en un susurro.
La proa firme
buscaba ese refugio
del vendabal.
Atrás quedaban
el mar con sus peligros
y la galerna.
Las cañas rotas,
palangres destrozados
y algunas lágrimas.
Ya falta poco,
decía su conciencia
¡y era verdad!
Rafael Sánchez Ortega ©
31/05/22
5.101 - EL VIAJE TUYO...
El viaje tuyo
fue largo e imprevisto,
sin avisar.
Amanecí
y ya te habías ido,
eso dijeron.
Y aunque corrí
no pude divisar
ni a ti ni al tren.
Y allí quedé
cuidando de tus sueños
que compartía.
Pasaba el tiempo,
los años se caían
del calendario.
Y la distancia
formaba una barrera
infranqueable.
De pronto, un día,
ya era yo un anciano,
tú regresaste.
Venías sola,
oculta en liso traje
de duro pino.
Y te entregué,
tus sueños y mis lágrimas
con mi cariño.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/05/22
5.100 - MIRÉ TUS MANOS...
Miré tus manos
un tanto envejecidas
y abandonadas.
Años y arrugas
dictaban ese estado
inexorable.
La vida pasa,
nos hiere sin descanso
y continúa.
Ese tatuaje
nos marca fuertemente
y para siempre.
Días y meses,
de esfuerzos y trabajos
allí se esconden.
También conservan
el tacto irreverente
del cuerpo amado.
Recuerdo un día
que, a ellas, otras manos,
se compararon.
Eran de un niño,
el nieto tan querido
cual querubín.
Y vi las lágrimas
surgir de las pupilas
de aquel abuelo.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/05/22
5.099 - BUSCA SIN MIEDO...
5.098 - ME ENMORÉ...
Me enamoré
un día, de tus ojos,
y tu sonrisa.
Y me aceptaron
tus besos, sin palabras,
como respuesta.
Fue muy bonito
el día y el instante
que eso ocurrió.
Sé que corrimos
al pórtico cerrado
de la capilla.
Y es que las nubes
lloraban, de alegría,
por celebrarlo.
Allí, mojados,
buscamos el abrazo
y las caricias.
Primeros pasos,
miradas y susurros
enternecidos.
Por que, en la vida,
pararon los relojes
su recorrido.
Y nuestras almas
se unieron en un lazo
con el amor.
Rafael Sánchez Ortega ©
27/05/22
5.097 - TE VI PARTIR...
Te vi partir
con rostro compungido
y con dolor.
Una maleta
llevabas en la mano.
Era pequeña.
Me preguntaba
si un día volverías
recuperada.
Me habías dicho
las causas de ese viaje:
Tu enfermedad.
Un cambio de aires,
dijiste, precisabas
en serranía.
Yo no sabía
decirte las palabras
que te animaran.
Y te besé,
sin miedo y con cariño,
con un abrazo.
Tú me miraste
con ojos lagrimosos
y enamorados.
Y en ese instante,
al Dios que está en el cielo,
recé por ti.
Te necesito,
"regresa mariposa",
nunca me olvides.
Rafael Sánchez Ortega ©
26/05/22
5.096 - HA ENTRADO EL FRÍO...
5.095 - AVANZA MAYO...
Avanza mayo
y veo mariposas
por todos lados.
En los caminos,
en parques y jardines,
en plazoletas.
Aunque también
se ven en descampados
y hasta en la playa.
Ellas destacan,
su blanco y amarillo,
inconfundible.
Se abren de día
y buscan a los rayos
del sol ardiente.
Y por las tardes
se cierran y recogen,
celosamente.
Mes de las flores,
a mayo le decimos,
y es la verdad.
Rosas, claveles,
hortensias y gladiolos,
entre otras muchas.
Pero cautivo,
me quedo con tus sueños,
"mi margarita"
Rafael Sánchez Ortega ©
24/05/22
5.094 - NO VES EL CIELO...
No ves el cielo
que asoma a tus pupilas
semicerradas.
Él se despierta
y viene con el alba
a tu ventana.
Pero tus ojos
un tanto soñolientos
solo sonríen.
Te pesa el cuerpo,
no quieres despertarte
y sí dormir.
Una campana
resuena en la distancia
y da las horas.
Ya son las siete.
El gallo se despierta
y está cantando.
Insatisfecha,
mascullas un "lo siento"
y te levantas.
Das unos pasos,
te acercas al espejo
y ves tu rostro.
En él divisas
la linda mariposa
que te sonríe.
Y tú suspiras,
comprendes que la vida
te da otro día.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/05/22
5.093 - TE ESPERARÉ...
Te esperaré
sentado en algún banco
del viejo parque.
Allí nos vimos
y allí te conocí
en una tarde.
Fue hace unos años.
Los dos nos contagiamos
de primavera.
Te vi bailar,
danzar entre los pétalos
de los rosales.
Te desnudaste
y pude contemplarte
con mis pupilas.
Pero también
quitaste telarañas
de entre mis ojos.
Y así, desnudos,
vivimos un preámbulo
inolvidable.
Te esperaré,
nordeste de mi alma
quiero tu baile.
Quiero la brisa
que bese mis mejillas
con tus caricias.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/05/22
5.092 - PEDÍA PAN...
Pedía pan
un pobre en una esquina
al que pasaba.
Nadie atendía
al hombre, mal vestido,
con suciedad.
Era la escoria,
el cardo entre las rosas
que molestaba.
Conciencia hipócrita
del hombre en un destino
sin fe y moral.
De pronto, un niño
pasó por esa esquina
y se detuvo.
Entre sus manos
llevaba un bocadillo
como merienda.
Oyó al mendigo,
pedir una limosna
para comer.
Y, sin pensarlo,
le dijo que aceptara
su bocadillo.
Dos lagrimones
brotaron de unos ojos
envejecidos.
Dos mariposas
volaron, desde el cielo,
para dos niños.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/05/22
5.091 - UN LIBRO VIEJO...
Un libro viejo,
cansado y soñoliento,
tengo en las manos.
No te sonrías,
el libro está cansado,
te lo aseguro.
Y es que los años
de ser mi compañero
son unos cuantos.
Por eso aguanta,
soporta tempestades
y malhumores.
Algunas veces
se queda adormilado
durante un tiempo.
Es cuando marcho,
camino sin destino
y tengo prisa.
Pero, paciente,
espera mi regreso
con sus poemas.
Versos y besos
trazados por autores
que yo hago míos.
Y envejecemos,
el libro y el que escribe,
pero no importa.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/05/22
5.090 - LA ESCUELA BLANCA...
La escuela blanca
estaba en la colina,
y la recuerdo.
Con sus ventanas
abiertas en otoño
y en primavera.
Las escaleras
llevaban a las aulas
y a los pupitres.
Veo los libros,
las mesas y pizarras
que nos unían.
Allí aprendimos
las reglas y nociones
elementales.
Hay una nota
nostálgica, en mi pecho,
cuando lo pienso.
Días de lluvia,
de viento y de granizo,
y otros de sol.
Días de llanto
deseos reprimidos,
bajo las nubes.
Tú lo sabías
y todo soportaste,
mi vieja escuela.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/05/22
5.089 - LA LLUVIA FINA...
La lluvia fina
preciso de tus labios,
lejano cielo.
Es como un beso
y un ósculo sagrado
con devoción.
Quiero esos besos
sin lágrimas amargas,
ni cortapisas.
Quiero sentir
la ducha de tus ojos
y tus sentidos.
Porque la lluvia
es algo que, las nubes,
dan poco a poco.
Parece magia,
sacada de unas libros
que van volando.
Libros de hadas,
de niños y de infancias
que permanecen.
Bajo la lluvia
nacieron muchos sueños
irrepetibles.
Amo la lluvia,
la quiero y la deseo,
como de niño.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/05/22
5.088 - VIEJO NAVÍO...
Viejo navío
que esperas en la rampa
al calafate.
¡Cuánto salitre
contienen tus amuras
de tanto viaje!
Surcaste mares,
océanos sin nombre
y otros sonados.
Tus marineros,
viajaron en el tiempo
y hasta soñaron.
Era su vida,
el fruto y el trabajo
desde cubierta.
Así, la pesca,
llenaba sus alforjas
para vivir.
Poco duraban
los cuartos que, decían,
con sus palabras.
La tibia pipa
saciaba su petaca
casi pelada.
¡Ay viejo barco,
que aguardas renqueante,
alza tus velas!
Rafael Sánchez Ortega ©
17/05/22
5.087 - VIENTO, DETENTE...
Viento, detente,
no fuerces a las ramas
de los castaños.
Deja que bailen
y lo hagan a su modo,
y cuando quieran.
Pasa, si acaso,
y roza, con caricias,
las viejas hojas.
Viento, cautivo,
de instantes y secretos,
sigue de largo.
No te detengas,
no quiero chismorreos
ni tus susurros.
Vete muy lejos,
allá donde los niños
nunca te alcancen.
Viento salvaje
que llegas del nordeste
a nuestras costas.
Te conocemos
por ser el compañero
en las jornadas.
Sin ti, los mares,
carecen de aliciente
para la pesca.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/05/22
5.086 - HOY TE VENGO A BUSCAR...
Hoy te vengo a buscar en esa hoguera
donde vi varias brasas con ternura
extender sus colores y hermosura
una noche de linda primavera.
Y te busco, temblando, en esta espera,
como busca el ladrón con gran premura,
esos restos lascivos y de usura,
de los besos nacidos a tu vera.
Tú me entiendes, amor, en este escrito,
donde sale el dolor de muy adentro,
a encontrar el aliento que precisa.
Y eso es en los versos y en el grito,
que se ahoga y se calla con tu encuentro
y te inunda de amor y suave brisa.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/05/22
5.085 - EL JARDINERO...
El jardinero
cuidaba de las rosas,
atentamente.
Muy delicados
sus pétalos de seda
tan entrañables.
Eran un verso
temblando en cada rosa
que despuntaba.
Con gran esmero
limpiaba con sus dedos
aquellas flores.
Rojas y blancas,
azules y amarillas,
preciosos ramos.
¡Cuántas palabras
guardaban estas rosas
en sus entrañas!
Pasó a su lado
con vuelo muy alegre
la mariposa.
Y despertó
de un sueño el jardinero
con su poema.
Rosas y versos
volaron con un beso
hasta tus labios.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/05/22
5.084 - PORQUE ME INSPIRAN...
Porque me inspiran
tus ojos, soñolientos,
nacen mis versos.
Y te los brindo,
no quiero que se pierdan
como mis besos.
Pero no temas,
no lloren tus pupilas,
encantadoras.
Porque tu risa
aflora entre tus labios,
yo soy feliz.
Y es que tu risa
anima a mi alegría
que está escondida.
Y la comparto,
contigo, si me dejas,
pues será tuya.
Porque te veo
tan cerca, y a mi lado,
que así suspiro.
Y este suspiro
se encarna en un latido
incontrolado.
Quiero tus ojos,
tu risa y tu figura,
¡te quiero a ti!
Rafael Sánchez Ortega ©
14/05/22
5.083 - TE VAS A UN BAILE...
Te vas a un baile,
cargada de tus sueños,
mi mariposa.
Allí eres libre
y bailas sin descanso
arrebolada.
Te sientes otra
y vives ese instante,
profundamente.
Alguien te llama,
te toma de la mano,
para bailar.
Y tú te azoras,
resuenan mil suspiros,
cierras los ojos.
Sientes la mano
serena que, a la tuya,
la hace vibrar.
Y la otra mano
que sube por tu espalda
y te acaricia.
¡Cuántos susurros
se escuchan en la noche,
desde el silencio!
Pero de pronto,
hay doce campanadas.
Se va la magia.
Y tú te marchas
y pierdes un zapato
con algún sueño.
Pero no llores,
el cuento continúa,
y ganarás.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/05/22
5.082 - EL LAZO AZUL...
El lazo azul
que ataba tus cabellos
fue mi regalo.
En realidad
no ataba, recogía,
tu cabellera.
Tú la querías,
así me lo dijiste,
de ese color.
Cinta azulada
que ahora yo me encuentro,
entre recuerdos.
En un arcón
con trastos olvidados
de mi memoria.
Allí se oculta,
se esconde y nada dice,
en el silencio.
Pequeño lazo,
ya un tanto deslucido,
sal a la luz.
Ven a mi lado,
que quiero acariciarte
con mis pupilas.
Así mis ojos
verán esos cabellos
tan adorables.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/05/22
5.081 - ÉRASE UN POEMA...
Érase un poema en una
servilleta de papel;
unas letras temblorosas
sin casuística, a la vez,
unos versos malogrados
sin corona ni laurel
y unas sienes esperando
esas glosas de la nuez.
Es por eso que, las nueces,
se agitaban al cascar,
por la mano y el martillo
que azotaban su percal,
y es que al hombre, la saliva,
le costaba paladear,
y sus ojos parecían
dos bolitas de cristral.
Dos pequeñas mariposas
escapadas del azul,
de ese cielo primoroso
que vestía canesú,
y es por eso que, el poema,
se atrancaba, sin salud
y el poeta sorprenido
se rascaba la testuz.
Y es por eso, yo me acuso,
con profundo retintín
que el poema y servilleta
hoy me hicieron infeliz,
por su tono circunspecto,
que no tiene pedigrí,
y por ser unos deberes
no muy buenos de seguir.
Terminemos la parodia
y miremos hacia el sol,
esa luz que nos alumbra
y nos deja su color,
bellas letras cantarinas
en canciones y en los blogs,
que plasmaron los poetas
con esfuerzo y con tesón.
Y así fue que, aquel poema
se asomó en alguna sien,
servilletas y palabras
malsonantes del papel.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/05/22
5.080 - UN CASERÍO...
Un caserío
estaba abandonado
y solitario.
Cerca del bosque,
al lado de un gran río
que le besaba.
Allí nacieron
los niños del relato
que nos ocupan.
Y allí aprendieron
el habla de las aves
y el de los bosques.
El grave cuco,
los robles señoriales
y los castaños.
También las hayas
crecían en parcelas
junto a los pinos.
Cuervos y alcones,
águilas y palomas,
todos charlaban.
De aquel jolgorio,
crecieron y aprendieron,
día tras día.
Luego crecieron,
marcharon por la vida
a la ciudad.
Pero, sin duda,
guardaron el recuerdo
del caserío.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/05/22