5.171 - TEMBLABA EL CIRIO...
Temblaba el cirio
que lleva, entre las manos,
el penitente.
Tú le mirabas,
atenta, en tu ventana,
y hasta nerviosa.
Le conocías
sabías quien se hallaba
tras ese embozo.
Pero callabas
el grito que asomaba
a tu garganta.
No puede ser,
decías, susurrando,
para ti misma.
Pero allí estaba,
su sombra, deslizándose
por la calzada.
Días de otoño,
de agrestes primaveras,
te rodearon.
Y te abrazaron
recuerdos imposibles
ya caducados.
Cierras los ojos
y el alma con candados.
¡Todo es un sueño!
Rafael Sánchez Ortega ©
01/08/22
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario