5.504 - TIEMBLAN LOS LABIOS...
Tiemblan los labios
por culpa de su marcha
sin previo aviso.
Nada te dijo,
guardando en sus entrañas
que te quería.
Vio tu figura
perderse en la distancia
sin un adiós.
Y entristecido
volvió sobre sus pasos
a la cabaña.
Allí, el silencio,
su eterno compañero,
le consoló.
Cerró los ojos
en busca de un poema
imaginario.
Y recordó
aquellas mariposas
tan especiales.
Las que llegaban,
volando en la mañana
con tu sonrisa.
Las que alegraban
el tierno corazón
de aquel poeta.
Él fue feliz
teniéndote a su lado,
en la distancia.
Ahora te vas,
te marchas para siempre.
¡Queda el recuerdo!
Rafael Sánchez Ortega ©
13/06/23
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