CONTESTO A LOS MURMULLOS CON SILENCIOS...
Contesto a los murmullos con silencios,
no quiero más tormentas ni batallas,
podría rebatir lo que me dicen
más dejo en el silencio mis palabras.
Hay seres que alimentan sus instintos
creyendo ver conjuros y fantasmas,
allí donde tan solo está la fuente,
que alivia a los sedientos con su agua.
Es fácil devolver acusaciones,
ser víctima inocente de una causa,
andar con la conciencia muy bruñida
y limpia de la niebla y telarañas.
Pero eso es algo innoble en los poetas
que buscan la pureza de las ánimas,
no importan que unos dedos les señalen
o digan villanías en su cara.
No siempre la razón la tienen otros,
ni a caso la cordura mas templada,
existe una razón que va en el pecho
y mueve al corazón en esta marcha.
La marcha por la vida, entre las gentes,
llevando la verdad sin pedir nada,
dejando mil sonrisas y suspiros
y el tiempo de reloj, que lento avanza.
Por eso mis silencios son frecuentes,
no quiero esas peleas tan amargas,
ni quiero que mis lágrimas se escapen
y bajen por los surcos de mi cara.
Espero que algún día, entre mis versos,
se encuentre la respuesta deseada,
la única que existe y es posible,
y llegue con mis letras a tu casa.
...Suspiran mis silencios, en silencio,
y buscan soledad, como las hadas,
el bosque de mi vida está florido
y quiero dormitar entre su calma.
Hay ecos de recuerdos y pasados
que gritan, que se agitan y amenazan,
y a ellos les contesta mi silencio
y el verso de mi pluma y de mi alma.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/01/11
no quiero más tormentas ni batallas,
podría rebatir lo que me dicen
más dejo en el silencio mis palabras.
Hay seres que alimentan sus instintos
creyendo ver conjuros y fantasmas,
allí donde tan solo está la fuente,
que alivia a los sedientos con su agua.
Es fácil devolver acusaciones,
ser víctima inocente de una causa,
andar con la conciencia muy bruñida
y limpia de la niebla y telarañas.
Pero eso es algo innoble en los poetas
que buscan la pureza de las ánimas,
no importan que unos dedos les señalen
o digan villanías en su cara.
No siempre la razón la tienen otros,
ni a caso la cordura mas templada,
existe una razón que va en el pecho
y mueve al corazón en esta marcha.
La marcha por la vida, entre las gentes,
llevando la verdad sin pedir nada,
dejando mil sonrisas y suspiros
y el tiempo de reloj, que lento avanza.
Por eso mis silencios son frecuentes,
no quiero esas peleas tan amargas,
ni quiero que mis lágrimas se escapen
y bajen por los surcos de mi cara.
Espero que algún día, entre mis versos,
se encuentre la respuesta deseada,
la única que existe y es posible,
y llegue con mis letras a tu casa.
...Suspiran mis silencios, en silencio,
y buscan soledad, como las hadas,
el bosque de mi vida está florido
y quiero dormitar entre su calma.
Hay ecos de recuerdos y pasados
que gritan, que se agitan y amenazan,
y a ellos les contesta mi silencio
y el verso de mi pluma y de mi alma.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/01/11
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