A VECES ESCRIBIMOS...
A veces escribimos
palabras incompletas,
de aquello que a los ojos
le brinda la belleza.
En otras, los escritos,
borrones son las letras,
de tintas invisibles
por brumas y galernas.
Me fijo en el asfalto,
también en la cuneta,
baldosas y adoquines
que bordan las aceras.
Prosigo en el cigarro
de bocas entreabiertas,
colillas y legañas
que van a las pecheras.
Después una farola
y el pomo de una puerta,
igual que las ventanas,
la jaula y la maceta.
Se escribe y se respira
en cárceles diversas,
debajo de balcones
y en parques, a la fresca.
La vida no renuncia,
la muerte no respeta
y así pasan los días
y duermen las estrellas.
La luna está en la playa
bailando con sirenas,
y abajo, en el paseo,
hay labios que se besan.
"...A veces escribimos
la vida y la inocencia,
dejando en el cuaderno
un ramo de violetas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/05/17
SI PUDIERA...
Si pudiera robarte una sonrisa
la pondría, corriendo, en mi costado,
y sería ese lazo venerado
que, orgulloso, despunte en la camisa.
Si tuviera las alas de la brisa
volaría, sin miedo, hasta tu lado,
para hacer, de tu nombre, mi cayado
y, a la vez, el blasón de mi divisa.
...Pero tengo el ardor y la inocencia,
el sentido sublime de la duda
y, también, mucho miedo en mi conciencia.
Necesito que el alma se sacuda
y que vuelvas a mí, con tu presencia,
escanciando el regalo de tu ayuda.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/05/17
la pondría, corriendo, en mi costado,
y sería ese lazo venerado
que, orgulloso, despunte en la camisa.
Si tuviera las alas de la brisa
volaría, sin miedo, hasta tu lado,
para hacer, de tu nombre, mi cayado
y, a la vez, el blasón de mi divisa.
...Pero tengo el ardor y la inocencia,
el sentido sublime de la duda
y, también, mucho miedo en mi conciencia.
Necesito que el alma se sacuda
y que vuelvas a mí, con tu presencia,
escanciando el regalo de tu ayuda.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/05/17
SEREMOS COMO NIÑOS...
Seremos como niños
si es eso lo que quieres,
seremos mariposas
volando entre la nieve.
Seremos todo aquello
que el sueño nos ofrece,
pintor de brocha gorda,
poeta, si se tercie,
quizás una gaviota,
un verso también breve,
la nota de un suspiro,
el mando de la tele,
un gato dormitando,
pecera con sus peces,
la voz de los amantes
y alondra en cualquier jueves.
Seremos, con el tiempo,
dos hombres que se mecen,
buscando en el pasado
la voz de los placeres.
La rosa inmaculada,
los besos en la frente,
la tierna carantoña
plasmada en los papeles.
Seremos dos ancianos
con canas en las sienes,
los pasos claudicantes,
huyendo de la fiebre.
Seremos marionetas
en manos de otros seres,
eternos perdedores
de coches y de trenes.
"...Seremos como niños
haciendo los deberes
y yo seré tu amante
viviendo así el presente..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/05/17
CARGADA LA MOCHILA...
Cargada la mochila,
repleta de esperanzas,
buscaba en los senderos
la paz de la montaña.
Caminos misteriosos
que acogen y te hablan,
con peñas y lapiaces
que entregan sus migajas.
Figuras muy difusas
de nieblas que se escapan
y brumas misteriosas
que envuelven y te abrazan.
Arriba los peñascos,
las cimas siempre altas,
buscando entre las nubes
quizás lo que nos falta.
Abajo los Concejos,
los pueblos con sus casas,
y algunos invernales
se ven en las majadas.
Hay fuentes y arroyuelos
que alivian a las vacas,
también a los pastores
tras largas caminatas.
La brisa llega suave
del fondo de las brañas,
y mueve los espinos
curtiendo bien las caras.
Las cimas nos contemplan
y esperan las llegadas,
del hombre, en su locura,
retándole a las cabras.
"...Cargada la mochila
se mueven las espaldas,
ya inicia el montañero
la cura de su alma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/05/17
SONARÁN LAS ESQUILAS...
Sonarán las esquilas
de los nuevos rebaños,
como eternos sonidos
de la tierra y el campo.
Y otra vez las alondras,
con su vuelo sesgado,
volverán a la aldea
y a las ramas del árbol.
Llamarán los nudillos
en el piso de abajo,
y abrirán esa puerta
los vecinos del cuarto.
Un olor agridulce
llega aquí, por el patio,
de un humilde potaje
con arroz y garbanzos.
Llegarán los recuerdos
en los días de mayo,
de rosarios sublimes
y de tardes rezando.
Hoy la puerta, cerrada,
corta el verso de un tajo,
y las puertas de roble
nos despiden llorando.
Volverán las estrellas
a temblar en el lago,
y también los amantes
con los labios temblando.
Ellas quieren el baile
del lugar embrujado,
y ellos buscan cariño
y el candor del abrazo.
"...Pero hoy, el presente,
nos devuelve al pasado,
donde fuimos felices
y sufrimos un tanto..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/05/17
HILVANEMOS UN VERSO...
Hilvanemos un verso
que tenga mantequilla,
y también un roscón
de miel y mazapán.
Pero pronto sabremos
qué es verdad y mentira,
dónde van los comentas
en el cielo fatal.
Unos días con otros
van sumando la fila
y la resta que tiene
la estación por llegar.
Se ensombrece el verano
y la luz de los días,
porque el sol está ausente
y buscando la paz.
Ya va medio poema,
en la humilde cuartilla,
removiendo sus hojas
en la luz del zaguán.
Porque escriben los dedos
al compás de la brisa
lo que nace en las sienes
y en su punto final.
Chirimías sin cuento,
son aquí maravillas,
y un conjunto de sedas
de un revuelto telar.
Pero luego se acaba
y también se termina,
el acoso infinito
de la sed y la sal.
"...Hilvanemos las almas
con paciencia y sonrisas,
y con mil sacrificios
de la vida y el mar..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/05/17
QUISIERA...
Quisiera caminar por los senderos
llevando de la mano a las estrellas,
y luego conseguir que las centellas,
vibraran por la calle en los letreros.
Quisiera los motivos verdaderos
que hicieron que marcharas con tus huellas
a un mundo, sin razón, y de querellas,
basado en la razón de bandoleros.
Quisiera ser un niño, en un instante,
el simple portador de la alegría
y el hombre capitán y navegante.
Quisiera ser en ti la poesía,
el verso que palpite cual diamante,
y un beso que te llene de alegría.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/05/17
COMO SÉ...
Como sé que tú sabes
lo que pienso, en silencio,
es por eso que callo
y me voy con el viento.
Yo te invito a seguirme,
a volar sin complejos,
a remar en las ondas
que nos lleven al cielo.
Surcaremos praderas,
continentes enteros,
para estar con la luna
y dormir en su pecho.
Porque sé que me quieres
yo te quiero y venero,
y te abrazo con fuerza
con profundo respeto.
Es por eso que miro
tus pupilas, despierto,
y recogo el susurro
de esos labios hambrientos.
Unos labios de plata
con profundos deseos,
y que quieren y ansían
de los míos un beso.
Y es por eso que sabes
lo que quiero y anhelo,
que nos damos la mano
y juntamos los dedos.
Así surgen caricias
y mil roces diversos,
recorriendo mejillas
y diversos senderos.
Se estremecen las almas,
mientras tiemblan los cuerpos,
y nosotros buscamos
el Amor en los sueños.
"...Como sé que tú sabes
que mi amor es sincero,
es por eso que el tuyo
en mi pecho lo tengo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/05/17
ESCUCHABA A LA LLUVIA...
Escuchaba a la lluvia
y, a la vez, recordaba,
esos días lejanos
y también de la infancia.
Aunque a otros, el tiempo,
con candor acercaba,
entre el fuego y lujuria
de dos cuerpos en llamas.
¡Qué mensaje decía
esta lluvia que baja,
desnudando los pechos
y también a las almas!
Porque habla muy quedo
en susurros de plata,
y otras veces su idioma
es así, sin palabras.
Cada frase inherente
es la gota que cala,
que reslaba y suaviza
por la piel añorada.
Es la voz misteriosa
que te moja la cara,
que revuelve tu pelo
y recorre la espalda.
Un temblor infinito
se desliza en las nalgas,
y desbordan los coros
de la orquesta del agua.
¿Quién pudiera ser lluvia
y cambiar la distancia,
transformando recuerdos
con un halo de magia...?
"...Escuchaba a la lluvia
y, sin duda, pensaba,
en las tardes de estío
y en tu boca cercana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/05/17
y, a la vez, recordaba,
esos días lejanos
y también de la infancia.
Aunque a otros, el tiempo,
con candor acercaba,
entre el fuego y lujuria
de dos cuerpos en llamas.
¡Qué mensaje decía
esta lluvia que baja,
desnudando los pechos
y también a las almas!
Porque habla muy quedo
en susurros de plata,
y otras veces su idioma
es así, sin palabras.
Cada frase inherente
es la gota que cala,
que reslaba y suaviza
por la piel añorada.
Es la voz misteriosa
que te moja la cara,
que revuelve tu pelo
y recorre la espalda.
Un temblor infinito
se desliza en las nalgas,
y desbordan los coros
de la orquesta del agua.
¿Quién pudiera ser lluvia
y cambiar la distancia,
transformando recuerdos
con un halo de magia...?
"...Escuchaba a la lluvia
y, sin duda, pensaba,
en las tardes de estío
y en tu boca cercana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/05/17
ME ASOMO A LA VENTANA...
Me asomo a la ventana
y busco entre la lluvia,
la gota que, nerviosa,
equivocó su ruta.
Las miro y las remiro
sin encontrar alguna,
que sepa disiparme
la niebla con las dudas.
Quizás porque estas gotas
son restos de la bruma,
de nubes que rozaron
esas pupilas tuyas.
Hay gotas de rocío
mandadas por la luna,
hay gotas legañosas
perdidas por las brujas.
Se buscan mil leyendas
de amor y de fortuna,
soñar es siempre hermoso
en tardes sin cordura.
Las gotas transparentes
gotean y se escuchan,
rompiendo con anillos
las charcas diminutas.
Hay gotas, simplemente,
que van a la laguna,
y hay otras que se escurren
y mojan la basura.
Quizás por eso mismo
la lluvia es oportuna,
y sales sin paraguas
buscando su frescura.
Las gotas no reparan
en sueños ni en preguntas,
y mojan a los cuerpos
saciando su lujuria.
"...Me alomo a la ventana
y veo vagabundas,
las gotas de los cielos
que aumentan tu hermosura..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/05/17
MIRABAS EL CUADERNO...
Mirabas el cuaderno
con ojos sorprendidos,
decían tantas cosas
las letras y los signos.
Hablaban de personas
de calles y de sitios,
de tiempos ya pasados
y otoños amarillos.
Al fondo se escuchaba
la radio y el vinilo,
cual breve contrapunto
de adagio vespertino.
Las frases del diario
temblaban como cirios,
quizás porque en tus ojos
había ya rocío.
Cuartillas incompletas
poemas detenidos,
robados al silencio
con cientos de suspiros.
Estabas tan hermosa,
allí, junto a tu libro,
que guardo aquella imagen
aquí, con gran cariño.
Las llaves del diario,
tu mano y el bolígrafo,
los ojos soñadores
huyendo de testigos.
No sé como lograste
hacer eso conmigo,
mis labios te mandaron
un beso con sigilo.
"...Mirabas el cuaderno
y yo miré contigo,
buscando en el diario
aquellos versos míos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/05/17
con ojos sorprendidos,
decían tantas cosas
las letras y los signos.
Hablaban de personas
de calles y de sitios,
de tiempos ya pasados
y otoños amarillos.
Al fondo se escuchaba
la radio y el vinilo,
cual breve contrapunto
de adagio vespertino.
Las frases del diario
temblaban como cirios,
quizás porque en tus ojos
había ya rocío.
Cuartillas incompletas
poemas detenidos,
robados al silencio
con cientos de suspiros.
Estabas tan hermosa,
allí, junto a tu libro,
que guardo aquella imagen
aquí, con gran cariño.
Las llaves del diario,
tu mano y el bolígrafo,
los ojos soñadores
huyendo de testigos.
No sé como lograste
hacer eso conmigo,
mis labios te mandaron
un beso con sigilo.
"...Mirabas el cuaderno
y yo miré contigo,
buscando en el diario
aquellos versos míos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/05/17
ME GUSTAN TUS CARICIAS...
Me gustan tus caricias,
el roce de tus manos,
la luz de tu mirada
y el beso de tus labios.
Por eso tú me gustas
y estoy enamorado,
quizás sin tú saberlo
por culpa de tu gato.
Le tengo gran cariño
y no puedo negarlo,
quizás me corresponde
por medio de su rabo.
Me gusta estar contigo,
sin prisas, paseando,
buscar en los jardines
la sombra de algún banco.
Y luego allí, tranquilos,
juntar nuestros abrazos,
los dedos impaciente
y el soplo equivocado.
Se trata del nordeste,
la brisa del verano,
que en ella he confundido
al beso tan ansiado.
Me gusta regalarte
aquello que has soñado,
un viaje a las estrellas
teniendo el mundo abajo.
Sujeto de alfileres,
dormidos los humanos,
ancladas las pasiones
posando en el regazo.
Quizás así resurjan
violetas y geranios,
llevadas a la hoguera
por ser malos regalos.
"...Me gustan tantas cosas,
que veo y que me callo,
so pena de decirte
lo mucho que te amo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/05/17
el roce de tus manos,
la luz de tu mirada
y el beso de tus labios.
Por eso tú me gustas
y estoy enamorado,
quizás sin tú saberlo
por culpa de tu gato.
Le tengo gran cariño
y no puedo negarlo,
quizás me corresponde
por medio de su rabo.
Me gusta estar contigo,
sin prisas, paseando,
buscar en los jardines
la sombra de algún banco.
Y luego allí, tranquilos,
juntar nuestros abrazos,
los dedos impaciente
y el soplo equivocado.
Se trata del nordeste,
la brisa del verano,
que en ella he confundido
al beso tan ansiado.
Me gusta regalarte
aquello que has soñado,
un viaje a las estrellas
teniendo el mundo abajo.
Sujeto de alfileres,
dormidos los humanos,
ancladas las pasiones
posando en el regazo.
Quizás así resurjan
violetas y geranios,
llevadas a la hoguera
por ser malos regalos.
"...Me gustan tantas cosas,
que veo y que me callo,
so pena de decirte
lo mucho que te amo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/05/17
NO CREAS QUE ESCRIBIR...
No creas que escribir es tan penoso
y menos si se trata de sonetos,
es cierto que se quedan incompletos
los versos de un poema primoroso.
Empiezas letra a letra, muy nervioso,
rompiendo la quietud de los secretos,
quizás para romper los parapetos
que lleguen al lector en su reposo.
Mas debes de escribir, aunque no quieras,
se escribe con candor en la locura,
se doma la pasión con la alegría.
Es fácil recitar la poesía,
el arte de narrar es la sutura
que dicta el corazón en sus carreras.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/05/17
y menos si se trata de sonetos,
es cierto que se quedan incompletos
los versos de un poema primoroso.
Empiezas letra a letra, muy nervioso,
rompiendo la quietud de los secretos,
quizás para romper los parapetos
que lleguen al lector en su reposo.
Mas debes de escribir, aunque no quieras,
se escribe con candor en la locura,
se doma la pasión con la alegría.
Es fácil recitar la poesía,
el arte de narrar es la sutura
que dicta el corazón en sus carreras.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/05/17
EL ÚLTIMO VERANO...
El último verano
fue el punto de partida,
quizás porque la infancia
quedaba en otra vía.
Las dulces damiselas
cortando margaritas,
con dedos primorosos
que iban y venían.
Los rudos pescadores
pasando por la orilla,
llevando su trainera
bogando en la bahía.
Los sueños estivales
rozando las mejillas,
igual que las promesas
contando el día a día.
El último verano
sopló fuerte la brisa,
quizás para dejarle
suspiros sin heridas.
También las madreselvas
lucieron las campiñas,
igual que por los cielos
volaron golondrinas.
Tenía mucho encanto
la imagen retenida,
guardada en los altares
que había en la capilla.
Retazos en las sombras
con breves letanías,
volvían al recuerdo
con besos y caricias.
"...El último verano
sintió que sus pupilas
brillaban cuando el viento
rozaba sus mejillas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/05/17
fue el punto de partida,
quizás porque la infancia
quedaba en otra vía.
Las dulces damiselas
cortando margaritas,
con dedos primorosos
que iban y venían.
Los rudos pescadores
pasando por la orilla,
llevando su trainera
bogando en la bahía.
Los sueños estivales
rozando las mejillas,
igual que las promesas
contando el día a día.
El último verano
sopló fuerte la brisa,
quizás para dejarle
suspiros sin heridas.
También las madreselvas
lucieron las campiñas,
igual que por los cielos
volaron golondrinas.
Tenía mucho encanto
la imagen retenida,
guardada en los altares
que había en la capilla.
Retazos en las sombras
con breves letanías,
volvían al recuerdo
con besos y caricias.
"...El último verano
sintió que sus pupilas
brillaban cuando el viento
rozaba sus mejillas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/05/17
ES POSIBLE...
Es posible que esperes al verano
para ver en la noche a las estrellas,
y también encontrar unas botellas
con mensajes escritos por mi mano.
Es posible que busques de antemano
la ilusión y el arcón con prosopeyas,
aunque puede te alcancen epopeyas
al sentir a las teclas de un piano.
Es posible, mi amor, y no lo niegues,
que murmures y jures en la espera,
y que luego, nervioso, te sosiegues.
Es posible, que al fin, en tu ceguera,
con pasión y lujuria te me entregues
y tu cuerpo, en el mío, se durmiera.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/05/17
para ver en la noche a las estrellas,
y también encontrar unas botellas
con mensajes escritos por mi mano.
Es posible que busques de antemano
la ilusión y el arcón con prosopeyas,
aunque puede te alcancen epopeyas
al sentir a las teclas de un piano.
Es posible, mi amor, y no lo niegues,
que murmures y jures en la espera,
y que luego, nervioso, te sosiegues.
Es posible, que al fin, en tu ceguera,
con pasión y lujuria te me entregues
y tu cuerpo, en el mío, se durmiera.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/05/17
POR LA EXPLANADA...
Por la explanada del camposanto
pasó corriendo tu corazón,
iba deprisa, quizás latiendo
y galopando de viento a sol.
¿Dónde vas niña, no corras tanto,
no ves que asustas a tanta flor?
párate un poco, detén la brida,
la manecilla de tu reloj.
Para que pienses, para que sientas,
el contenido de una canción,
esa que suena y a ti te llama
desde otros labios con gran candor.
Pero si quieres, y tienes fuerzas,
lleva tus pasos al malecón,
para que vean tus lindos ojos
el mar celeste con su rubor.
Por los senderos de lodo y tierra
bajan las aguas hasta Merón,
allí se estiran en filigranas,
bellos dibujos del Creador.
Porque la lluvia nutre a la tierra
con su bebida del sofocón,
dejando el agua para los hombres
que sustituyen por el alcohol.
Por eso digo no corras tanto,
mi Cenicienta de linda voz,
porque eres linda, porque eres tierna,
y así querría tenerte yo.
Para enseñarte sin prisa alguna
la bella imagen del malecón,
y al fondo inmenso verás el puerto
la barra y olas con su rumor.
"...Por los renglones de esta cuartilla
salen mis versos de dos en dos,
para que lleguen y a ti te alcancen
con mis caricias y con mi amor..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/05/17
pasó corriendo tu corazón,
iba deprisa, quizás latiendo
y galopando de viento a sol.
¿Dónde vas niña, no corras tanto,
no ves que asustas a tanta flor?
párate un poco, detén la brida,
la manecilla de tu reloj.
Para que pienses, para que sientas,
el contenido de una canción,
esa que suena y a ti te llama
desde otros labios con gran candor.
Pero si quieres, y tienes fuerzas,
lleva tus pasos al malecón,
para que vean tus lindos ojos
el mar celeste con su rubor.
Por los senderos de lodo y tierra
bajan las aguas hasta Merón,
allí se estiran en filigranas,
bellos dibujos del Creador.
Porque la lluvia nutre a la tierra
con su bebida del sofocón,
dejando el agua para los hombres
que sustituyen por el alcohol.
Por eso digo no corras tanto,
mi Cenicienta de linda voz,
porque eres linda, porque eres tierna,
y así querría tenerte yo.
Para enseñarte sin prisa alguna
la bella imagen del malecón,
y al fondo inmenso verás el puerto
la barra y olas con su rumor.
"...Por los renglones de esta cuartilla
salen mis versos de dos en dos,
para que lleguen y a ti te alcancen
con mis caricias y con mi amor..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/05/17
ME DISTE UNA ESPERANZA...
Me diste una esperanza
en forma de promesa,
quizás fue solo un sueño
o el brillo de un cometa.
Prefiero retenerlo
como una lentejuela,
un broche de diamantes
con lirios y violetas.
Ya sé que es poca cosa
mirar sobre las cerca,
las tapias son muy altas
y tienen mucha hiedra.
Impiden ver las rosas
que mandan los poetas
con besos y caricias
a tiernas damiselas.
Me diste una esperanza
y quise que así fuera,
los dos, al fin, unidos
labrando nuestra tierra.
Repican cascabeles
y suena la tormenta
la lluvia está lejana
y tiemblo por la siembra.
Trazamos un destino
de amor y de presencia,
queremos ir más lejos
cruzando las fronteras.
Pero antes es preciso
sentir tanta belleza
del árbol de la vida
cargado de inocencia.
"...Me diste una esperanza
y amarte así, quisiera,
cual pétalo temblando
y rosa de un poema..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/05/17
en forma de promesa,
quizás fue solo un sueño
o el brillo de un cometa.
Prefiero retenerlo
como una lentejuela,
un broche de diamantes
con lirios y violetas.
Ya sé que es poca cosa
mirar sobre las cerca,
las tapias son muy altas
y tienen mucha hiedra.
Impiden ver las rosas
que mandan los poetas
con besos y caricias
a tiernas damiselas.
Me diste una esperanza
y quise que así fuera,
los dos, al fin, unidos
labrando nuestra tierra.
Repican cascabeles
y suena la tormenta
la lluvia está lejana
y tiemblo por la siembra.
Trazamos un destino
de amor y de presencia,
queremos ir más lejos
cruzando las fronteras.
Pero antes es preciso
sentir tanta belleza
del árbol de la vida
cargado de inocencia.
"...Me diste una esperanza
y amarte así, quisiera,
cual pétalo temblando
y rosa de un poema..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/05/17
HOY HE VISTO A LA LUNA...
Hoy he visto a la luna
asomada en el cielo,
era linda y preciosa
y enviaba destellos.
Eran tiernos saludos
y también muchos besos,
que llegaban al niño
que miraba en silencio.
Ese niño y el hombre,
(dualidad del momento),
contemplaba extasiado
el retrato tan bello.
Y también admiraba
en el agua el reflejo,
de la luna divina
que estiraba sus flecos.
Una rosa amarilla
contemplaba de lejos,
a la luna de plata
sin temor y sin miedo.
¿Quién pudiera acercarse
y posarse en su pecho?,
se decía la rosa
en la noche de invierno.
Y la brisa marina,
al amparo del viento,
escuchando a la rosa
ofrecióse a su ruego.
Yo te llevo a la luna
y a su lado te dejo,
así puedes posarte
con candor en sus senos.
"...Hoy he visto a la luna
con la rosa en los dedos,
y soñé con el niño
y aquel hombre en sus versos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/05/17
asomada en el cielo,
era linda y preciosa
y enviaba destellos.
Eran tiernos saludos
y también muchos besos,
que llegaban al niño
que miraba en silencio.
Ese niño y el hombre,
(dualidad del momento),
contemplaba extasiado
el retrato tan bello.
Y también admiraba
en el agua el reflejo,
de la luna divina
que estiraba sus flecos.
Una rosa amarilla
contemplaba de lejos,
a la luna de plata
sin temor y sin miedo.
¿Quién pudiera acercarse
y posarse en su pecho?,
se decía la rosa
en la noche de invierno.
Y la brisa marina,
al amparo del viento,
escuchando a la rosa
ofrecióse a su ruego.
Yo te llevo a la luna
y a su lado te dejo,
así puedes posarte
con candor en sus senos.
"...Hoy he visto a la luna
con la rosa en los dedos,
y soñé con el niño
y aquel hombre en sus versos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/05/17
VIEJO BANCO...
Viejo banco de aquel parque
que te mojas con la lluvia,
¿dónde guardas los secretos
murmurados por la luna?
¿Dónde están esos amantes,
que ocultados por la bruma,
se juntaban a tu lado
con palabras y lujuria?
Es muy fácil que el invierno
nos los tape con su túnica
y que estén como retales
en un mundo de ultratumba.
Pero queda su recuerdo
con un tinte de ternura,
paseando por las calles
y también junto a las dunas.
En la playa y en la plaza,
en la iglesia taciturna,
y hasta arriba, en el castillo,
con su almena tan moruna.
Porque al banco silencioso
hoy le mando las preguntas,
y no tiene las respuetas
que en el alma me torturan.
Muchos años han pasado
y las dudas se acumulan,
como costras en el banco
que desgastan su pintura.
Sin embargo, entre las nubes
hay algunas muy profundas
que derraman sobre el parque
esa lluvia tan menuda.
"...Viejo banco, encanecido,
con tus tablas sordomudas,
no respondas, si no quieres,
pero dame tu ternura..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/05/17
que te mojas con la lluvia,
¿dónde guardas los secretos
murmurados por la luna?
¿Dónde están esos amantes,
que ocultados por la bruma,
se juntaban a tu lado
con palabras y lujuria?
Es muy fácil que el invierno
nos los tape con su túnica
y que estén como retales
en un mundo de ultratumba.
Pero queda su recuerdo
con un tinte de ternura,
paseando por las calles
y también junto a las dunas.
En la playa y en la plaza,
en la iglesia taciturna,
y hasta arriba, en el castillo,
con su almena tan moruna.
Porque al banco silencioso
hoy le mando las preguntas,
y no tiene las respuetas
que en el alma me torturan.
Muchos años han pasado
y las dudas se acumulan,
como costras en el banco
que desgastan su pintura.
Sin embargo, entre las nubes
hay algunas muy profundas
que derraman sobre el parque
esa lluvia tan menuda.
"...Viejo banco, encanecido,
con tus tablas sordomudas,
no respondas, si no quieres,
pero dame tu ternura..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/05/17
PARA QUE TENGAS MIL ILUSIONES...
Para que tengas mil ilusiones,
para que asumas tus compromisos,
voy a buscarte pasito a paso,
en esta tarde libre de frío.
Porque el nordeste ya está calmado
y hasta la brisa manda un respiro,
y es que de pronto la primavera
llega con fuerza y con cielos limpios.
Hoy las muñecas, que son de trapo,
tiernas se mueven, como los cirios,
y hasta las nubes forman figuras
que incitan sueños con muchos guiños.
Hay margaritas por las campiñas
y hay girasoles con sus vestidos,
unas de blanco, bien reluciente,
y ellos luciendo traje amarillo.
Pero no importa si el día es bueno,
si el sol reluce y si canta el río,
es primavera, tú bien lo sabes,
por eso cantan los pajarillos.
Unas violetas muestran su encanto
junto a las rosas y algunos lirios,
y en unas charcas, que están cercanas,
cantan las ranas con mucho brío.
Por eso quiero que te ilusiones
y que en tus ojos luzca otro brillo,
el que nos deja esta primavera
de un día nuevo del mayo amigo.
Serás, si quieres, el hada blanca,
o la sirena del cuentecito,
todo en los libros tiene cabida
y en este sueño somos amigos.
"...Para que vivas siempre contenta,
en realidades y no en delirios,
tendrás el viaje que tanto sueñas,
y si tú quieres iré contigo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/05/17
para que asumas tus compromisos,
voy a buscarte pasito a paso,
en esta tarde libre de frío.
Porque el nordeste ya está calmado
y hasta la brisa manda un respiro,
y es que de pronto la primavera
llega con fuerza y con cielos limpios.
Hoy las muñecas, que son de trapo,
tiernas se mueven, como los cirios,
y hasta las nubes forman figuras
que incitan sueños con muchos guiños.
Hay margaritas por las campiñas
y hay girasoles con sus vestidos,
unas de blanco, bien reluciente,
y ellos luciendo traje amarillo.
Pero no importa si el día es bueno,
si el sol reluce y si canta el río,
es primavera, tú bien lo sabes,
por eso cantan los pajarillos.
Unas violetas muestran su encanto
junto a las rosas y algunos lirios,
y en unas charcas, que están cercanas,
cantan las ranas con mucho brío.
Por eso quiero que te ilusiones
y que en tus ojos luzca otro brillo,
el que nos deja esta primavera
de un día nuevo del mayo amigo.
Serás, si quieres, el hada blanca,
o la sirena del cuentecito,
todo en los libros tiene cabida
y en este sueño somos amigos.
"...Para que vivas siempre contenta,
en realidades y no en delirios,
tendrás el viaje que tanto sueñas,
y si tú quieres iré contigo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/05/17
BUSCARÉ EN MIS PAPELES...
Buscaré en mis papeles
esa vieja cuartilla,
donde fueron mis versos
a plasmar tu sonrisa.
Es posible que encuentre
una rosa marchita
que me diste una tarde
de nordeste y de brisa.
Y también es factible
que mis ojos sonrían
al volcarse en tu foto
con mirada ladina.
Pero quiero encontrar
todo aquello que un día,
fue motivos de besos
y de tiernas caricias.
Me estremezco, al pensarlo,
y quizás tus pupilas,
se estremezcan de nuevo
en cruel agonía.
Un momento sublime,
unas horas tranquilas,
y de aquello el recuerdo
en dos almas cautivas.
Es por eso que busco
esa letra precisa,
donde fueron mis versos
con mi sangre en su tinta.
Porque quiero que sepas
que mi pecho latía,
comenzando un poema
que era toda mi vida.
"...Buscaré en mis papeles,
con paciencia infinita,
los recuerdos que busco
aunque sean ceniza..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/05/17
esa vieja cuartilla,
donde fueron mis versos
a plasmar tu sonrisa.
Es posible que encuentre
una rosa marchita
que me diste una tarde
de nordeste y de brisa.
Y también es factible
que mis ojos sonrían
al volcarse en tu foto
con mirada ladina.
Pero quiero encontrar
todo aquello que un día,
fue motivos de besos
y de tiernas caricias.
Me estremezco, al pensarlo,
y quizás tus pupilas,
se estremezcan de nuevo
en cruel agonía.
Un momento sublime,
unas horas tranquilas,
y de aquello el recuerdo
en dos almas cautivas.
Es por eso que busco
esa letra precisa,
donde fueron mis versos
con mi sangre en su tinta.
Porque quiero que sepas
que mi pecho latía,
comenzando un poema
que era toda mi vida.
"...Buscaré en mis papeles,
con paciencia infinita,
los recuerdos que busco
aunque sean ceniza..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/05/17
SI SUPIERAS...
Si supieras que sigo tras tus pasos,
que camino despacio y en silencio,
que eres tú quien propicia mis retrasos
y la rosa que tanto reverencio...
Si supieras que hay albas con ocasos
en que intento narrar lo que presencio
y llevarte mis triunfos y fracasos
para ver si con ellos te influencio...
...Pero sé que en el alma está la herida
y también la mentira tan sangrante
con que tú despachaste aquel instante.
No te culpo, son reglas de la vida,
yo sé bien que he perdido la partida,
pero siempre serás mi amor errante.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/05/17
que camino despacio y en silencio,
que eres tú quien propicia mis retrasos
y la rosa que tanto reverencio...
Si supieras que hay albas con ocasos
en que intento narrar lo que presencio
y llevarte mis triunfos y fracasos
para ver si con ellos te influencio...
...Pero sé que en el alma está la herida
y también la mentira tan sangrante
con que tú despachaste aquel instante.
No te culpo, son reglas de la vida,
yo sé bien que he perdido la partida,
pero siempre serás mi amor errante.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/05/17
SOSPECHO QUE TE VAS...
Sospecho que te vas y que no vuelves,
que marchas de mis brazos y me dejas,
siguiendo la corriente del deseo
y vuelas a otras tierras sin fronteras.
Es fácil que unos celos infundados
transmitan al papel mi pataleta,
y digan lo que surge en las entrañas
y aquello que me ronda en la cabeza.
Los celos son la fruta envenenada,
la argolla bien atada a la cadena,
la envidia que carcome corazones,
la nube que acompaña a la galerna.
Recelos de unas tardes de verano,
y noches de lujuria y borrachera,
llevados a su punto culminante
con besos, con abrazos y promesas.
Ahora, cuando vuelvo a esos momentos
el alma, nuevamente, se envenena,
admite que te quiere y no comparte
que marches a buscar lo que deseas.
Existe un componente de egoísmo,
que encarna sumisión y pertenencia,
y todo recubierto de crisoles
llevando esclavitud a muchas cejas.
Los celos son la fuente de conflictos
y en ellos se derrumban muchas fuerzas,
sucede que las almas se transforman
quitando de volar a quien quisiera.
No somos el juguete de otros labios,
tampoco corazones de novela,
ni el alma que recibe avergonzada
acosos que le nublen la cabeza...
"...Sospecho que te marchas para siempre
dejándome mil dudas sin respuesta,
los celos son la rosa envenenada
que cambian el amor por la tristeza..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/05/17
que marchas de mis brazos y me dejas,
siguiendo la corriente del deseo
y vuelas a otras tierras sin fronteras.
Es fácil que unos celos infundados
transmitan al papel mi pataleta,
y digan lo que surge en las entrañas
y aquello que me ronda en la cabeza.
Los celos son la fruta envenenada,
la argolla bien atada a la cadena,
la envidia que carcome corazones,
la nube que acompaña a la galerna.
Recelos de unas tardes de verano,
y noches de lujuria y borrachera,
llevados a su punto culminante
con besos, con abrazos y promesas.
Ahora, cuando vuelvo a esos momentos
el alma, nuevamente, se envenena,
admite que te quiere y no comparte
que marches a buscar lo que deseas.
Existe un componente de egoísmo,
que encarna sumisión y pertenencia,
y todo recubierto de crisoles
llevando esclavitud a muchas cejas.
Los celos son la fuente de conflictos
y en ellos se derrumban muchas fuerzas,
sucede que las almas se transforman
quitando de volar a quien quisiera.
No somos el juguete de otros labios,
tampoco corazones de novela,
ni el alma que recibe avergonzada
acosos que le nublen la cabeza...
"...Sospecho que te marchas para siempre
dejándome mil dudas sin respuesta,
los celos son la rosa envenenada
que cambian el amor por la tristeza..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/05/17
TE VI EN UNA TARDE...
Te vi en una tarde,
cansada y tranquila,
tumbada en la arena
trenzando una risa.
Se nota el cansancio,
los años encima,
también las faenas
de días y días.
Ya cantan las olas,
renace la brisa,
los remos redundan
la boga sencilla.
Hay manos morenas,
un tanto curtidas,
que empuñan los remos
y bogan y cían.
Recuerdo, de entonces,
tu amura y tu quilla,
también la figura
airosa y muy fina.
Tenías un algo,
-no sé qué decían-,
que si eras coqueta
y un tanto bonita.
Yo ahora te veo
maltrecha y vencida,
posando en el fango
las viejas astillas.
Maderas de roble
las tablas altivas,
hoy guardan tus sueños
las hadas dormidas.
"...Te vi en una tarde
mi vieja barquilla,
sin remos, sin velas,
del hombre escondida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/05/17
cansada y tranquila,
tumbada en la arena
trenzando una risa.
Se nota el cansancio,
los años encima,
también las faenas
de días y días.
Ya cantan las olas,
renace la brisa,
los remos redundan
la boga sencilla.
Hay manos morenas,
un tanto curtidas,
que empuñan los remos
y bogan y cían.
Recuerdo, de entonces,
tu amura y tu quilla,
también la figura
airosa y muy fina.
Tenías un algo,
-no sé qué decían-,
que si eras coqueta
y un tanto bonita.
Yo ahora te veo
maltrecha y vencida,
posando en el fango
las viejas astillas.
Maderas de roble
las tablas altivas,
hoy guardan tus sueños
las hadas dormidas.
"...Te vi en una tarde
mi vieja barquilla,
sin remos, sin velas,
del hombre escondida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/05/17
A VECES MANDAMOS BESOS...
A veces mandamos besos
y cariño a las estrellas,
y hasta pedimos la luna
cuando pasa algún cometa.
Es algo que tiene un nombre
y se llama la inocencia,
porque los niños sonríen
y se divierten y juegan.
Ellos están en su mundo,
juvenil y sin novelas,
para tomar la alegría
de cada día en la tierra.
También los hombres mayores
buscan aromas y esencias,
para embriagar los sentidos
y así romper mil cadenas.
Unas que son irreales
con altibajos y huellas
que van dejando recuerdos
y telarañas eternas.
Otras que surgen del pecho,
de situaciones extremas,
donde las fuerzas se agotan
y hasta las almas flaquean.
Surgen preguntas malditas
con los silencios a cuestas,
y así se pasan los días
y así las dudas penetran.
Son como agudos puñales,
que a nuestras almas inquietas,
rozan, traspasan y alcanzan
con su aguijón y su flecha.
"...A veces versos guardamos
y en otras guardamos penas,
aunque preguntas y sueños
no tengan fieles respuestas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/05/17
y cariño a las estrellas,
y hasta pedimos la luna
cuando pasa algún cometa.
Es algo que tiene un nombre
y se llama la inocencia,
porque los niños sonríen
y se divierten y juegan.
Ellos están en su mundo,
juvenil y sin novelas,
para tomar la alegría
de cada día en la tierra.
También los hombres mayores
buscan aromas y esencias,
para embriagar los sentidos
y así romper mil cadenas.
Unas que son irreales
con altibajos y huellas
que van dejando recuerdos
y telarañas eternas.
Otras que surgen del pecho,
de situaciones extremas,
donde las fuerzas se agotan
y hasta las almas flaquean.
Surgen preguntas malditas
con los silencios a cuestas,
y así se pasan los días
y así las dudas penetran.
Son como agudos puñales,
que a nuestras almas inquietas,
rozan, traspasan y alcanzan
con su aguijón y su flecha.
"...A veces versos guardamos
y en otras guardamos penas,
aunque preguntas y sueños
no tengan fieles respuestas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/05/17
TODÒ EMPIEZA CUANDO NACES...
Todo empieza cuando naces
y apareces en la vida,
es entonces que comienzas
a restar en la cuartilla.
Porque el tiempo paso a paso
nos acerca día a día
a esa meta que es lejana
en que el viaje se termina.
Mientras tanto retozamos
e ignoramos la valía,
del momento transcurrido
y el presente con su cita.
Van pasando los andenes
con los trenes y las vías,
y nosotros nos quedamos
confortando las heridas.
Las curamos con esmero
con alcohol y con tiritas,
sin saber si en otras rosas
no tendremos más espinas.
Canta el pájaro en el árbol
la canción tan preferida
y la escucha el caminante
y hasta el lirio que se inclina.
Por la senda que hay debajo
marcha el hombre y su mochila,
cabizbajo y pensativo
y en los labios la sonrisa.
Reconoce que el presente
es la marcha prometida,
aunque él no la eligiera
por pregunta imperativa.
"...Todo empieza cuando naces
y también cuando terminas,
una etapa, nueva, entonces
y otra acaba y finaliza..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/05/17
y apareces en la vida,
es entonces que comienzas
a restar en la cuartilla.
Porque el tiempo paso a paso
nos acerca día a día
a esa meta que es lejana
en que el viaje se termina.
Mientras tanto retozamos
e ignoramos la valía,
del momento transcurrido
y el presente con su cita.
Van pasando los andenes
con los trenes y las vías,
y nosotros nos quedamos
confortando las heridas.
Las curamos con esmero
con alcohol y con tiritas,
sin saber si en otras rosas
no tendremos más espinas.
Canta el pájaro en el árbol
la canción tan preferida
y la escucha el caminante
y hasta el lirio que se inclina.
Por la senda que hay debajo
marcha el hombre y su mochila,
cabizbajo y pensativo
y en los labios la sonrisa.
Reconoce que el presente
es la marcha prometida,
aunque él no la eligiera
por pregunta imperativa.
"...Todo empieza cuando naces
y también cuando terminas,
una etapa, nueva, entonces
y otra acaba y finaliza..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/05/17
PORQUE LA LLUVIA...
Porque la lluvia llega de repente
y viene sin claveles y con frío,
tendría que buscar esa cabaña
con el refugio y fuego tan amigo.
Pasemos de este símil a la vida,
veamos girasoles encendidos
en medio de tormentas y galernas
mordiendo los trigales amarillos.
Huyemos del avance pavoroso
al último rincón del paraíso,
y luego contengamos el aliento
tratando de pasar inadvertidos.
No sé si nuestros cuerpos juveniles
verán, en la quietud, a los mendigos,
y puede que en su avance, tembloroso,
no dejen la limosna en el platillo.
Es fácil que confundan a las olas
con notas escapadas de un vinilo,
igual que a las gaviotas de la playa
el cambio se produzca por pingüinos.
En este manantial, inagotable,
que baja desde el cielo como un río,
se funden y desbocan las pasiones
dejadas por los dioses del Olimpo.
Perpétuas francachelas siderales,
lecciones de juglares escondidos,
con miles de entelequias de los sabios
y versos de poetas no nacidos.
Se atascan, sin parar, alcantarillas,
los ramos con las rosas y los lirios
nos muestran la tristeza con su llanto
y luego se desnudan los vestidos.
"...Porque la lluvia llega, de repente,
escribo, sin saber, bien lo que escribo,
y entonces esos pétalos sagrados
me besan y señalan el camino..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/05/17
y viene sin claveles y con frío,
tendría que buscar esa cabaña
con el refugio y fuego tan amigo.
Pasemos de este símil a la vida,
veamos girasoles encendidos
en medio de tormentas y galernas
mordiendo los trigales amarillos.
Huyemos del avance pavoroso
al último rincón del paraíso,
y luego contengamos el aliento
tratando de pasar inadvertidos.
No sé si nuestros cuerpos juveniles
verán, en la quietud, a los mendigos,
y puede que en su avance, tembloroso,
no dejen la limosna en el platillo.
Es fácil que confundan a las olas
con notas escapadas de un vinilo,
igual que a las gaviotas de la playa
el cambio se produzca por pingüinos.
En este manantial, inagotable,
que baja desde el cielo como un río,
se funden y desbocan las pasiones
dejadas por los dioses del Olimpo.
Perpétuas francachelas siderales,
lecciones de juglares escondidos,
con miles de entelequias de los sabios
y versos de poetas no nacidos.
Se atascan, sin parar, alcantarillas,
los ramos con las rosas y los lirios
nos muestran la tristeza con su llanto
y luego se desnudan los vestidos.
"...Porque la lluvia llega, de repente,
escribo, sin saber, bien lo que escribo,
y entonces esos pétalos sagrados
me besan y señalan el camino..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/05/17
CON EL ALMA DORMIDA...
I
Con el alma dormida
y los ojos temblando,
va pasando la vida
y los días rezando.
Puede ser que esté herida
y la tierra llamando,
al que vive y olvida
que va el tiempo pasando.
Que la vida se acorta,
se reduce el espacio
que se resta y recorta
en un breve prefacio.
Porque siempre en la vida
hay guadañas segando,
y una mano que aborta
tantos sueños, despacio.
II
Pero un día cualquiera,
se entreabren pestillos
y otra vez la carrera
muestra todos sus brillos.
En alguna escalera
ya se escuchan martillos,
y en celosas ventanas
se descorren visillos.
Es la vida que abriera
otra vez sus nudillos
y de nuevo ofreciera
sus mejores pasillos.
Para estar a su vera
con los dulces chiquillos,
evitando se apaguen
sus hermosos castillos.
III
"...Con el alma latiendo
voy a ti, con mi mano,
y en mis dedos sintiendo
a tu pecho cercano..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/04/17
Con el alma dormida
y los ojos temblando,
va pasando la vida
y los días rezando.
Puede ser que esté herida
y la tierra llamando,
al que vive y olvida
que va el tiempo pasando.
Que la vida se acorta,
se reduce el espacio
que se resta y recorta
en un breve prefacio.
Porque siempre en la vida
hay guadañas segando,
y una mano que aborta
tantos sueños, despacio.
II
Pero un día cualquiera,
se entreabren pestillos
y otra vez la carrera
muestra todos sus brillos.
En alguna escalera
ya se escuchan martillos,
y en celosas ventanas
se descorren visillos.
Es la vida que abriera
otra vez sus nudillos
y de nuevo ofreciera
sus mejores pasillos.
Para estar a su vera
con los dulces chiquillos,
evitando se apaguen
sus hermosos castillos.
III
"...Con el alma latiendo
voy a ti, con mi mano,
y en mis dedos sintiendo
a tu pecho cercano..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/04/17
VOY A VER SI TUS OJOS...
Voy a ver si tus ojos
tienen tinte gitano,
y también, si tus pies,
calzan hoy los zapatos.
Porque vas a la fuente
con la jarra en el brazo,
pretendiendo que el agua
bien alivie unos labios.
Aunque puede que tengas
un jazmín esperando,
con la rosa furtiva
y a la luna de blanco.
Lo citado se esconde
en tus ojos tan claros,
transparentes pupilas
de ese libro encantado.
Nuevo libro, sin duda,
pentagrama del árbol,
carrusel de emociones
donde anidan los bardos.
Porque siguen tu estela
los grumetes sin cargo,
y también timoneles
escapados de un canto.
Corre el agua en la fuente,
se desliza en el caño,
y después con una lengua
toma bien un buen trago.
Sesaciones diversas
de los ojos citados,
y también de la fuente
con su magia y encanto.
"...Voy a ver a tus ojos
y también si te alcanzo,
porque quiero decirte
todo aquello que guardo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/04/17
tienen tinte gitano,
y también, si tus pies,
calzan hoy los zapatos.
Porque vas a la fuente
con la jarra en el brazo,
pretendiendo que el agua
bien alivie unos labios.
Aunque puede que tengas
un jazmín esperando,
con la rosa furtiva
y a la luna de blanco.
Lo citado se esconde
en tus ojos tan claros,
transparentes pupilas
de ese libro encantado.
Nuevo libro, sin duda,
pentagrama del árbol,
carrusel de emociones
donde anidan los bardos.
Porque siguen tu estela
los grumetes sin cargo,
y también timoneles
escapados de un canto.
Corre el agua en la fuente,
se desliza en el caño,
y después con una lengua
toma bien un buen trago.
Sesaciones diversas
de los ojos citados,
y también de la fuente
con su magia y encanto.
"...Voy a ver a tus ojos
y también si te alcanzo,
porque quiero decirte
todo aquello que guardo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/04/17
EN ESTE VIAJE CORTO...
En este viaje corto, que es la vida,
nacemos, dulcemente y nos dormimos,
por eso, tras la siesta interrumpida,
de un manto de laurel nos revestimos.
Sabemos que está cerca la partida,
vivimos sin saber por qué vivimos,
la duda se acrecienta, mal nacida,
y lleva al corazón lo que sentimos.
Maldito este vivir tan angustiado,
que ve la libertad tan cercenada
por culpa de un temor desesperado.
Bendita la palabra tan sagrada
que lleva al corazón, muy marchitado,
en busca del Amor, la paz ansiada.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/04/17
nacemos, dulcemente y nos dormimos,
por eso, tras la siesta interrumpida,
de un manto de laurel nos revestimos.
Sabemos que está cerca la partida,
vivimos sin saber por qué vivimos,
la duda se acrecienta, mal nacida,
y lleva al corazón lo que sentimos.
Maldito este vivir tan angustiado,
que ve la libertad tan cercenada
por culpa de un temor desesperado.
Bendita la palabra tan sagrada
que lleva al corazón, muy marchitado,
en busca del Amor, la paz ansiada.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/04/17
QUIERO...
Quiero escuchar el eco de las almas,
el susurrar sencillo de los pájaros,
y adivinar la prosa inacabada
de la oración que sube por el árbol.
Quiero secar el frío en las pupilas,
autorizar el roce de las manos,
y permitir que nazcan las sonrisas
en corazones pobres, desolados.
Quiero llevar la rosa a los fusiles,
considerar la sombra y el descanso,
y hasta alcanzar la brisa de los chistes,
del corazón que sufre el enamorado.
Quiero mirar, de día, a las estrellas,
y hasta buscar la luna por el lago,
quiero tomar el hilo del cometa
y pronunciar tu nombre con mis labios.
Quiero gritar cordura a los cipreses,
también robar la paz del camposanto,
y conseguir dormir entre tus redes
tras atrapar los besos del regalo.
Quiero probar las mieles del deseo,
justificar incendios del pasado,
y recorrer, temblando, los senderos,
sin desazón, que lleve al desengaño.
Quiero embriagar al mundo de locura,
reconocer mentiras y pecados,
y procurar ceder a las lujurias
en el rincón, oculto, de tu cuarto.
Quiero medir el tiempo en las ciudades,
atolondrar nogales y naranjos,
y hasta barrer el humo de las calles
con las escobas, grises, del asfalto.
"...Quiero saber si escribes algún libro,
analizar capítulos extraños,
para encontrar la estela del suspiro
y el corazón tan tierno y añorado..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/04/17
el susurrar sencillo de los pájaros,
y adivinar la prosa inacabada
de la oración que sube por el árbol.
Quiero secar el frío en las pupilas,
autorizar el roce de las manos,
y permitir que nazcan las sonrisas
en corazones pobres, desolados.
Quiero llevar la rosa a los fusiles,
considerar la sombra y el descanso,
y hasta alcanzar la brisa de los chistes,
del corazón que sufre el enamorado.
Quiero mirar, de día, a las estrellas,
y hasta buscar la luna por el lago,
quiero tomar el hilo del cometa
y pronunciar tu nombre con mis labios.
Quiero gritar cordura a los cipreses,
también robar la paz del camposanto,
y conseguir dormir entre tus redes
tras atrapar los besos del regalo.
Quiero probar las mieles del deseo,
justificar incendios del pasado,
y recorrer, temblando, los senderos,
sin desazón, que lleve al desengaño.
Quiero embriagar al mundo de locura,
reconocer mentiras y pecados,
y procurar ceder a las lujurias
en el rincón, oculto, de tu cuarto.
Quiero medir el tiempo en las ciudades,
atolondrar nogales y naranjos,
y hasta barrer el humo de las calles
con las escobas, grises, del asfalto.
"...Quiero saber si escribes algún libro,
analizar capítulos extraños,
para encontrar la estela del suspiro
y el corazón tan tierno y añorado..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/04/17
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