NO VACILE TU MANO...
No vacile tu mano
de tomar a la mía,
de juntarse y unirse
en lazada infinita.
Porque así escribiremos
lo que dicte la vida,
lo que surja y suceda
y nos traigan los días.
Y yo quiero sentirte
y tener tu sonrisa,
compartir el silencio
y leer tus pupilas.
Aunque el río revuelto
se desborde en la orilla,
tú tendrás a mi mano
y estarás más tranquila.
Buscaremos un techo,
una linda casita,
una senda sin norte
sin farol ni bombilla.
Y a pesar de los miedos
por cruzar las neblinas,
pasaremos las sombras
de esa noche tan fría.
Notaremos la sangre
en los dedos con ira,
bombeando y latiendo
por las venas heridas.
Y al final llegaremos
donde todo termina,
cuando llega el otoño
y el invierno se inicia.
"...No vacile tu mano
de sentir mis caricias,
porque en ellas te entrego
lo que tú me pedías..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/09/17
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