4.518 - CANDOR HUMANO...



Candor humano,

se dice alegremente,

y es lo que falta.


No sé si es cierto,

si acaso es el cariño

lo que se extraña.


Candor de niños

que escapan, de la escuela

a nuestros ojos.


Candor de madres

que, tanto, precisamos

hoy los mayores.


Candor de manos

de ancianos, temblorosas,

que tanto dicen.


Candor de labios,

que tiemblan, con un nombre

y en un suspiro.


Candor y fiebre

de algunos corazones

que languidecen.


¡Calor, candor!...

En medio de la vida,

os busco yo.


¿Por qué me niegas,

oh, Dios estas caricias

y esta canción?


Me arrebataste,

y llevaste contigo,

su corazón.


Pero mi madre,

su rostro y su figura,

siguen conmigo.


Van a mi lado,

están en mis latidos,

Siento su aliento.


Vienen conmigo,

(por mucho que no existan),

en mi recuerdo.


Y este calor,

candor, que tanto ansío,

sigue latente.


No es un recuerdo

ni restos del pasado.

¡Es el amor...!


Rafael Sánchez Ortega ©

22/11/20


Se intenta acercar, por medio de los versos, a ese calor-candor, afecto, en una palabra que toda persona siente hacia otra y recibe, a la vez, conscientemente. Es un sentimiento instintivo que, a lo largo, de la vida se reclama y se añora muchas veces. Así es ese calor-candor materno, filial, de amigos y otros que están en el ánimo de todos. 

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