4.725 - INTENTABA NO PENSAR...



Intentaba no pensar,

aquel hombre, en su tristeza,

y miraba al horizonte

tras ventanas con sus rejas.


Y sus ojos se cerraban

por las lágrimas resecas,

que bajaban de sus ojos

y se helaban en las venas.


Triste tarde, se decía,

en la cárcel y en la celda,

cautivado por su alma

que sufría de mil penas.


Era un hombre como tantos,

pero un niño en su conciencia,

que soñaba y que buscaba

por las playas un cometa.


Él sabía que era inútil

y también una quimera,

lo que el hombre pretendía,

de resacas y de meigas.


Pero el niño continuaba

esa búsqueda sin tregua,

y seguía, tras los pasos,

que veía por la arena.


Eran pasos vacilantes,

de personas y poemas,

que dejaron sus recuerdos

para el viento con sus letras.


Y lloraban las resacas

y cantaban las sirenas,

y hasta el hombre percibía

del salitre los poemas.


Sonreían los delfines

escoltando a las traineras

con un niño que soñaba

con la luna y las estrellas.


Hasta el hombre, conmovido,

vio, en el niño, su inocencia

y también la tierna imagen

de un pasado ya sin vuelta.


Pero vuelve a su presente

nuestro hombre con su guerra,

y recobran los suspiros

esas llamas que le queman.


¿Dónde están las mariposas

con sus alas tan traviesas,

y los besos de unos labios

que perdieron ya su esencia...?


Rafael Sánchez Ortega ©

24/06/21


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