5.963 - QUÉ PENA...



Qué pena y qué tristeza

guardar cuánto te quiero,

dejando en la garganta

el grito de mi pecho.


Son gotas de la vida

con flores y con sueños,

surgiendo de la bruma

que llega con los vientos.


Hay brisas siderales

que surgen de instrumentos,

y arpegios y quejidos

que asombran desde el cielo.


Hay voces retenidas

de ángeles muy bellos,

y hermosos querubines

rasgando el violonchelo.


Suspiros contenidos

de letras y de versos,

nacidos en el alma

del joven y sus nervios.


El joven que es amante

de algún amor eterno,

y enfermo de unos labios

ansiosos por un beso.


El beso de la amada,

que ofrece como un premio,

y el beso que él anhela

por un amor eterno.


Rafael Sánchez Ortega ©

17/09/24

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