PARA TI...


No sé si sigues mi cuaderno,
ni si vienes tras mis pasos.
En realidad no pienso en ello,
aunque sí en ti.


Te conocí hace tiempo,
en este mundo coincidente,
aquí donde se juntan los dioses y demonios,
los genios y los locos,
los seres variopintos de la vida
que buscan las migajas y el consuelo.


Yo buscaba, en aquel entonces, un lugar
para mis sueños,
una tierna compañía de princesa enamorada,
una dulce melodía de unos labios
y una voz y una mirada,
un latido presuroso de mi pecho...


Y buscaba todo eso y me lo diste poco a poco.
Me ofreciste tu cariño a tu manera,
tu palabra entrecortada,
tus secretos inconfesos
y también esos retazos,
las pequeñas marionetas de tu vida
con sus juergas y jaranas.


Me contaste tantas cosas,
compartiste en muchos ratos tanto y tanto
de tu alma,
que ahora mismo, al recordarlo,
me sonrío por idiota,
pues me estabas ofreciendo tu cariño
en un regalo,
tu amistad sin compromiso,
tu paciencia ilimitada con mis sueños de cristal,
y el amor que tú sentías
también vino hasta mi lado en aquel tiempo.


Pero yo no te entendía.
Te veía tan lejana, tan ausente,
tan centrada en otras cosas y personas
que los celos y la envidia se engarzaron
en mi alma,
la atrofiaron,
y llorando y con mil dudas me alejé de tu destino.


Ha pasado mucho tiempo y he cambiado.
Hoy te quiero como nunca te he querido,
te respeto,
y me alegra tu alegría y sonrío con tu risa
y una nube de tristeza forma arrugas
en mi frente con la tuya,
cuando siento que estás triste.


El amor estaba cerca y está cerca
y no lo vemos.
Caminamos como necios por la vida
tras de sueños y quimeras.
Olvidamos a los seres que nos quieren,
que nos dejan su palabras,
que nos miran,
que nos hablan,
que preguntan cómo estamos,
que sonríen y nos dan unas canciones de regalo.


¡Olvidamos tantas cosas...!


Pero yo no te he olvidado.
Eres nube tras la niebla,
eres nieve en el invierno,
eres alga y eres yodo con salitre
de mis mares,
eres voz y eres palabra,
con un rostro que no olvido
y que recuerdo cada noche.


Es por eso, que si vienes
y visitas mi cuaderno,
si paseas por la casa de mis sueños,
verás quizás, en estas letras,
el mensaje que te mando.
Un mensaje de cariño y de respeto, con amor,
en un abrazo, para ti, en este día.


Rafael Sánchez Ortega ©
28/04/11

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