ES CIERTO...
Es cierto que hoy me siento mejor,
aunque con la sensación de cansancio en el cuerpo.
Pero la vida sigue
y también hay que seguir adelante,
vivir sin miedo o con él en el alma,
avanzar para buscar la sonrisa de la tierra
y de la persona amada,
sentir el roce inclemente de la brisa
y también de esa mano que busca la tuya.
Vivir, amar, seguir...
Pero la vida es un camino lleno de obstáculos
a los que hay que sortear en cada instante.
Evitarlos unas veces y otras apartarlos con suavidad.
Al final puede que esté esa luz, esa palabra,
ese faro y lo más importante, esa persona
que tiembla esperando tu llegada
y que se resiste a ser un espectador impasible.
Porque ella y, en ella está el amor,
la vida, la ilusión, la luz, la esperanza.
Y entonces sigues, avanzas, luchas
y peleas con todas tus fuerzas.
Incluso contra el destino que te marcan
porque deseas amar, sentir, soñar
y gozar de ese cuerpo que tiembla y se te ofrece,
de ese alma que siente como tú sientes
y de esos ojos que se iluminan con el brillo
de los tuyos y que son, a la vez,
como unas pequeñas linternas o faros
para que tu sigas adelante,
para que no te pierdas en el camino,
para que sigas ese sonido inaudible de un corazón,
que en su tic-tac, va diciendo y desgranando
una sola frase: "te amo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/05/16
TÚ CORRE, MUCHACHA, CORRE...
Tú corre, muchacha, corre,
no mires atrás por nada,
agudiza tus sentidos
aunque vayas hoy descalza.
No permitas que la muerte
tienda redes a tus alas,
ni te acorten los suspiros
las mil trampas que te lanza.
Esos sueños que tú tienes
los envidia ya la parca,
y te acosa y te atosiga
con promesas infundadas.
Pero tienes en tus ojos
la mirada limpia y clara,
ese néctar de la vida
que cultivas y proclamas.
Por eso no te detengas
ni hagas caso a las palabras
que te ofrezcan mariposas
y jardines con el alba.
Es perfecta tu carrera
por callejas y cañadas,
aunque sufran tus rodillas
y tus piernas sin sandalias.
Que no llegue a ti, la sombra,
que la muerte así te manda,
y que oculta entre la bruma
de una noche cruel y larga.
Ten presente que la vida
es un rayo de esperanza,
un susurro de los dioses
y un presente que se escapa.
"... Tu corre, muchacha, corre,
no te aferres a nostalgias
que la muerte no te atrape
ni me robe tu mirada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/05/16
no mires atrás por nada,
agudiza tus sentidos
aunque vayas hoy descalza.
No permitas que la muerte
tienda redes a tus alas,
ni te acorten los suspiros
las mil trampas que te lanza.
Esos sueños que tú tienes
los envidia ya la parca,
y te acosa y te atosiga
con promesas infundadas.
Pero tienes en tus ojos
la mirada limpia y clara,
ese néctar de la vida
que cultivas y proclamas.
Por eso no te detengas
ni hagas caso a las palabras
que te ofrezcan mariposas
y jardines con el alba.
Es perfecta tu carrera
por callejas y cañadas,
aunque sufran tus rodillas
y tus piernas sin sandalias.
Que no llegue a ti, la sombra,
que la muerte así te manda,
y que oculta entre la bruma
de una noche cruel y larga.
Ten presente que la vida
es un rayo de esperanza,
un susurro de los dioses
y un presente que se escapa.
"... Tu corre, muchacha, corre,
no te aferres a nostalgias
que la muerte no te atrape
ni me robe tu mirada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/05/16
VEO UNA IMAGEN...
Veo una imagen, un árbol,
detrás un cielo azul,
verde y borrascoso,
quizás amenazando tormenta.
El árbol se mantiene firme,
con sus ramas retorcidas,
pero buscando el cielo.
Quizás trata de penetrar entre las nubes,
acariciarlas con sus dedos,
rozarlas como si fueran un suave suspiro.
También yo,
(pequeño espectador), me quedo contemplando
esa figura.
Acaricio a una persona en la distancia.
Tomo su mano,
busco sus ojos,
me dejo penetrar por su mirada
y quiero que llegue al fondo de mi alma.
Luego suspiro, cierro los ojos
y susurro unas palabras en silencio.
La tarde avanza,
el cielo se vuelve más oscuro,
la oscuridad nos envuelve en un abrazo
interminable.
Abro los ojos y le digo lo que siento,
que no quiero perderla,
que me ha costado mucho tiempo encontrarla
y que ahora no es el momento de los reproches
y de las nostalgias,
porque la vida se vive y pasa,
pero el presente está latiendo aquí y ahora
y yo preciso de su voz,
de su silencio,
de sus latidos y de su mirada.
Siento sus besos como respuesta en mi cara
mientras sus labios me dicen algo
que me estremece:
"nunca te fuiste de mi corazón,
aunque tú no lo supieras".
Rafael Sánchez Ortega ©
14/05/16
POR AQUELLAS FECHAS...
Por aquellas fechas
llevaba corbata,
camisa de cuello
y barba en la cara.
Era un jovencito
de pocas palabras,
pupilas brillantes
y alegre mirada.
Vivía la vida
con fe y esperanza,
sin miedo a la guerra
al hambre y las llamas.
Sumía sus días
detrás de una "caja",
tomando dineros
que otros sacaban.
A ratos perdidos
también estudiaba,
pulsando sus dedos
botones del alma.
Teclados sin nombre
con letras extrañas,
y así día a día
el tiempo pasaba.
De pronto, una tarde,
sintió la llamada,
el grito profundo
del mar y del agua.
Salió del trabajo,
marchó hacia la barra,
olió aquel salitre
y en él se embriagara...
Cambió su destino,
su ropa y su facha,
cambió la chaqueta
por ropa de pana.
Cambiaron sus dedos
de ser la quincalla,
retales sin nombre
a dar letras claras.
Surgieron los versos,
estrofas livianas,
a bellas sirenas
princesas y hadas.
Y así fue creciendo,
el joven sin barba,
quizás más curtido
buscando una "nana".
Buscando su mundo,
su tierra y su patria,
tal vez sin laureles,
también sin medallas.
Los versos nacían,
la fiebre aumentaba,
la prosa sublime
brotaba del alma.
De pronto otra tarde
se vio con sus canas,
mirando al espejo
que en él reflejaban.
Y entonces, se dijo,
"¿qué verso me falta,
qué estrofa no he escrito
al ser que me ama...?"
"...Por aquellas fechas,
sin duda lejanas,
un hombre nacía,
también suspiraba..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/05/16
llevaba corbata,
camisa de cuello
y barba en la cara.
Era un jovencito
de pocas palabras,
pupilas brillantes
y alegre mirada.
Vivía la vida
con fe y esperanza,
sin miedo a la guerra
al hambre y las llamas.
Sumía sus días
detrás de una "caja",
tomando dineros
que otros sacaban.
A ratos perdidos
también estudiaba,
pulsando sus dedos
botones del alma.
Teclados sin nombre
con letras extrañas,
y así día a día
el tiempo pasaba.
De pronto, una tarde,
sintió la llamada,
el grito profundo
del mar y del agua.
Salió del trabajo,
marchó hacia la barra,
olió aquel salitre
y en él se embriagara...
Cambió su destino,
su ropa y su facha,
cambió la chaqueta
por ropa de pana.
Cambiaron sus dedos
de ser la quincalla,
retales sin nombre
a dar letras claras.
Surgieron los versos,
estrofas livianas,
a bellas sirenas
princesas y hadas.
Y así fue creciendo,
el joven sin barba,
quizás más curtido
buscando una "nana".
Buscando su mundo,
su tierra y su patria,
tal vez sin laureles,
también sin medallas.
Los versos nacían,
la fiebre aumentaba,
la prosa sublime
brotaba del alma.
De pronto otra tarde
se vio con sus canas,
mirando al espejo
que en él reflejaban.
Y entonces, se dijo,
"¿qué verso me falta,
qué estrofa no he escrito
al ser que me ama...?"
"...Por aquellas fechas,
sin duda lejanas,
un hombre nacía,
también suspiraba..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/05/16
RECUERDOS Y ENSOÑACIONES...
Recuerdos y ensoñaciones
de lejanas primaveras,
con guirnaldas agridulces
de caricias siempre eternas.
Esos son los elementos,
los causantes del poema,
los rescoldos de las tardes
en las playas y la arena.
Los recuerdos y el pasado
son igual que las mareas,
tienen algas y salitres,
y resacas plañideras.
Hay momentos, de ese tiempo,
que seducen y que alegran,
como hay otros, que entristecen,
las pupilas que recuerdan.
Sin embargo, tras las brumas,
hay miradas que navegan,
y navíos que seducen
con su mástil y silueta.
Ojos tiernos, de un pasado,
que sonríen con tristeza,
y que miran al futuro
y como puerto de su pesca.
Los recuerdos se adormecen
y, en la ría, las traineras,
también sueñan con mil rimas
y en volver a ser princesas.
Golondrinas de los mares,
en las olas cual sirenas,
caballitos desprendidos
de los hilos de un cometa.
"...Yo no quiero ensoñaciones
ni recuerdos de poetas,
ya que quiero aquí, tus besos,
en mis labios, como fresas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/05/16
de lejanas primaveras,
con guirnaldas agridulces
de caricias siempre eternas.
Esos son los elementos,
los causantes del poema,
los rescoldos de las tardes
en las playas y la arena.
Los recuerdos y el pasado
son igual que las mareas,
tienen algas y salitres,
y resacas plañideras.
Hay momentos, de ese tiempo,
que seducen y que alegran,
como hay otros, que entristecen,
las pupilas que recuerdan.
Sin embargo, tras las brumas,
hay miradas que navegan,
y navíos que seducen
con su mástil y silueta.
Ojos tiernos, de un pasado,
que sonríen con tristeza,
y que miran al futuro
y como puerto de su pesca.
Los recuerdos se adormecen
y, en la ría, las traineras,
también sueñan con mil rimas
y en volver a ser princesas.
Golondrinas de los mares,
en las olas cual sirenas,
caballitos desprendidos
de los hilos de un cometa.
"...Yo no quiero ensoñaciones
ni recuerdos de poetas,
ya que quiero aquí, tus besos,
en mis labios, como fresas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/05/16
MARIPOSA DE PLATA...
Mariposa de plata,
de figura coqueta,
con tus lindos colores
a los niños alegras.
A los hombres ancianos
que en los bancos se sientan
y al doncel que ya busca
en el cielo a la estrella.
Cenicienta con alas,
de figura traviesa,
que cautivas los ojos
y con sueño los cierras.
Hay pupilas volando
que en la noche se cierran,
profusión de palabras
que conforman poemas.
Mariposa sencilla
que te vas y me llevas,
a países sin nombre
y lejanas fronteras.
Yo confío en tu instinto,
no conozco esas tierras,
ni tampoco a los hombres
que, temblando, te esperan.
Pero sé que tus alas
volarán cual cometa,
en un baile sin nombre,
estirando tus trenzas.
Y aquí, abajo, en su cuarto,
algún niño te reza,
mariposa divina,
aunque tú no lo creas.
"...Mariposa de plata
has llegado a mi puerta,
con un beso en tus labios
que, en silencio, me entregas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/05/16
de figura coqueta,
con tus lindos colores
a los niños alegras.
A los hombres ancianos
que en los bancos se sientan
y al doncel que ya busca
en el cielo a la estrella.
Cenicienta con alas,
de figura traviesa,
que cautivas los ojos
y con sueño los cierras.
Hay pupilas volando
que en la noche se cierran,
profusión de palabras
que conforman poemas.
Mariposa sencilla
que te vas y me llevas,
a países sin nombre
y lejanas fronteras.
Yo confío en tu instinto,
no conozco esas tierras,
ni tampoco a los hombres
que, temblando, te esperan.
Pero sé que tus alas
volarán cual cometa,
en un baile sin nombre,
estirando tus trenzas.
Y aquí, abajo, en su cuarto,
algún niño te reza,
mariposa divina,
aunque tú no lo creas.
"...Mariposa de plata
has llegado a mi puerta,
con un beso en tus labios
que, en silencio, me entregas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/05/16
NO SÉ QUE ZARANDEA LA VENTANA...
No sé que zarandea la ventana,
la brisa azul hoy sopla del nordeste,
será la sensación, un tanto, agreste,
del día que amanece en la mañana.
Pero ese viento gris quizás profana
al cielo tan azul y tan celeste,
presagio de un candor, que contrarreste,
la voz y la ilusión de mi fontana.
Bendito corazón, quieres ser libre,
igual que el verso alado de ese viento,
que llega con la brisa a tus caderas.
Altera tu razón, haz que ella vibre,
que diga si es verdad, y no te miento,
y luego me darás lo que tú quieras.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/05/16
la brisa azul hoy sopla del nordeste,
será la sensación, un tanto, agreste,
del día que amanece en la mañana.
Pero ese viento gris quizás profana
al cielo tan azul y tan celeste,
presagio de un candor, que contrarreste,
la voz y la ilusión de mi fontana.
Bendito corazón, quieres ser libre,
igual que el verso alado de ese viento,
que llega con la brisa a tus caderas.
Altera tu razón, haz que ella vibre,
que diga si es verdad, y no te miento,
y luego me darás lo que tú quieras.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/05/16
PUEDO DECIR...
V
Puedo decir que nunca te hice daño,
a menos que sufriera un espejismo;
te quise corazón, que no es lo mismo
que amar una ilusión año tras año.
Puedo decir, sin trampa y sin engaño,
que quise que tu bien fuera un guarismo,
un nido de ilusión, sin un abismo,
ni un tramo de cristal como peldaño.
Puedo decir que, como no te olvido,
yo quiero la verdad, no la tijera,
y es todo lo que aspiro y lo que pido.
Me marcho hacia la nada, a mi manera,
cual árbol calcinado y malherido,
a punto de morir por tu quimera.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/05/16
a menos que sufriera un espejismo;
te quise corazón, que no es lo mismo
que amar una ilusión año tras año.
Puedo decir, sin trampa y sin engaño,
que quise que tu bien fuera un guarismo,
un nido de ilusión, sin un abismo,
ni un tramo de cristal como peldaño.
Puedo decir que, como no te olvido,
yo quiero la verdad, no la tijera,
y es todo lo que aspiro y lo que pido.
Me marcho hacia la nada, a mi manera,
cual árbol calcinado y malherido,
a punto de morir por tu quimera.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/05/16
HOY ES DIEZ DE MAYO...
IV
Hoy es diez de mayo y por querer quiero,
tenerte, para mí, hermoso día,
sentir tu calidez y tu alegría,
igual que tu cariño tan sincero.
Pero sé que el dolor convierte en cero,
el sueño del amor y la utopía,
el verso con la tierna poesía
y el canto en el rosal de aquel jilguero.
Considero que el mal es como un lazo,
que me atrapa y me lleva dondequiera
de una forma sutil, en un abrazo.
Sin embargo la queja es muy somera,
solo quiero sentir el maretazo
y dormir, corazón, en tu trainera.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/05/16
tenerte, para mí, hermoso día,
sentir tu calidez y tu alegría,
igual que tu cariño tan sincero.
Pero sé que el dolor convierte en cero,
el sueño del amor y la utopía,
el verso con la tierna poesía
y el canto en el rosal de aquel jilguero.
Considero que el mal es como un lazo,
que me atrapa y me lleva dondequiera
de una forma sutil, en un abrazo.
Sin embargo la queja es muy somera,
solo quiero sentir el maretazo
y dormir, corazón, en tu trainera.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/05/16
DEBO RECONOCER...
III
Debo reconocer, y sin protesta,
que anclado me quedé, con mi pecado,
pensando que era un ser abandonado,
en medio de una vida y de su fiesta.
Más tengo que seguir, fue mi respuesta,
no quiero la derrota del soldado,
si acaso la del niño que ha soñado
con arpas y violines de una orquesta.
Mi vida es hoy, la tentación humana,
aquella que se escuda con el viento
y esconde entre sus pliegues lo que siento.
La eterna realidad de una ventana,
el vaho, en el cristal, el dulce aliento,
y el alma, corazón, ya tan anciana.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/05/16
que anclado me quedé, con mi pecado,
pensando que era un ser abandonado,
en medio de una vida y de su fiesta.
Más tengo que seguir, fue mi respuesta,
no quiero la derrota del soldado,
si acaso la del niño que ha soñado
con arpas y violines de una orquesta.
Mi vida es hoy, la tentación humana,
aquella que se escuda con el viento
y esconde entre sus pliegues lo que siento.
La eterna realidad de una ventana,
el vaho, en el cristal, el dulce aliento,
y el alma, corazón, ya tan anciana.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/05/16
QUISIERA COMENZAR...
II
Quisiera comenzar un buen paseo;
soñar y caminar por la ribera,
brindar con la incipiente primavera
y luego disfrutar de lo que veo.
Quisiera no sentir el tintineo
del loco corazón que va a mi vera,
saciarle, ¡cómo no!, de otra manera
con frases y promesas de solfeo...
...Sin excusas ni pegas, cada día,
quisiera que mis labios te buscaran
quebrando tu razón en mil pedazos.
Así comprenderías, poesía,
el acto del Amor que te brindaran
mis versos y pasión con estos lazos.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/05/16
soñar y caminar por la ribera,
brindar con la incipiente primavera
y luego disfrutar de lo que veo.
Quisiera no sentir el tintineo
del loco corazón que va a mi vera,
saciarle, ¡cómo no!, de otra manera
con frases y promesas de solfeo...
...Sin excusas ni pegas, cada día,
quisiera que mis labios te buscaran
quebrando tu razón en mil pedazos.
Así comprenderías, poesía,
el acto del Amor que te brindaran
mis versos y pasión con estos lazos.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/05/16
CUANDO PIENSO...
Cuando pienso en saborear y bebo
el néctar que me lleva a las estrellas,
y luego continúo tras sus huellas,
y paro y sigo y a no beber me atrevo...
Cuando todo a las estrellas llevo:
mi amor, mi paz, mi vida, mi epopeya,
y lo dejo durmiendo, cual doncella...
hay una sensación de un mundo nuevo.
...Recupero mi voz, también mi paso;
debe ser diferente la partida
y también el candor, según el caso.
Hubo un tiempo muy cruel con una herida,
sangraba el corazón llenando el vaso;
un vaso sin licor, y en él mi vida.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/05/16
HOY QUIERE LLORAR EL DÍA...
Hoy quiere llorar el día
con sus lágrimas oscuras
y ese viento del oeste,
tan sutil y que me abruma.
Avanzan las nubes lentas
y de pronto cobran furia,
precursoras de sucesos
que reviertan la fortuna.
Yo no sé esta primavera
qué nos trae y qué oculta,
con calores desmedidos
y esta lluvia tan menuda.
Sirimiri, así la llaman,
calabobos ó garúa,
es la lluvia de mi tierra
que se muestra con la bruma.
Hoy quiere llorar el día
y las nubes pasan juntas,
entonando mil canciones
y susurros a la luna.
Esas nubes marineras,
del oeste y tan tozudas,
son fragmentos y retales
de galernas muy profundas.
Temporales, en la tierra,
en el mar olas con furia,
y en el muelle, el marinero,
pide al cielo su ternura.
Que ya pase la tormenta,
repartiendo bien la culpa,
y se limpien las pupilas
esas nubes melenudas.
"...Hoy quiere el día llorar
y no le hago preguntas,
yo le miro y él me besa
con sus gotas y dulzura..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/05/16
con sus lágrimas oscuras
y ese viento del oeste,
tan sutil y que me abruma.
Avanzan las nubes lentas
y de pronto cobran furia,
precursoras de sucesos
que reviertan la fortuna.
Yo no sé esta primavera
qué nos trae y qué oculta,
con calores desmedidos
y esta lluvia tan menuda.
Sirimiri, así la llaman,
calabobos ó garúa,
es la lluvia de mi tierra
que se muestra con la bruma.
Hoy quiere llorar el día
y las nubes pasan juntas,
entonando mil canciones
y susurros a la luna.
Esas nubes marineras,
del oeste y tan tozudas,
son fragmentos y retales
de galernas muy profundas.
Temporales, en la tierra,
en el mar olas con furia,
y en el muelle, el marinero,
pide al cielo su ternura.
Que ya pase la tormenta,
repartiendo bien la culpa,
y se limpien las pupilas
esas nubes melenudas.
"...Hoy quiere el día llorar
y no le hago preguntas,
yo le miro y él me besa
con sus gotas y dulzura..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/05/16
YO QUIERO SER LA ROSA...
Yo quiero ser la rosa que en tu pecho
descanse con sus pétalos de grana,
y quiero ser la seda de tus manos
buscando en los rincones de las almas.
Suspiros inocentes de ternura,
claveles de un perfecto pentagrama,
violines afinados que se elevan
con música sin tacha y encantada.
El bosque recompone su figura
y vemos entre robles y entre hayas,
a eternas mariposas de colores
libando con los gnomos y las hadas.
Se puede descansar en un regazo
y ser un soñador sin alquitara,
el néctar envolvente de la misma
se forma y se cultiva de esperanzas.
Por eso deposito entre tus senos
la rosa del amor que tú buscabas,
los pétalos tan llenos de mensajes
y el mío que te entrego sin palabras.
No quiero que te alteren estos versos
y menos esta rosa perfumada,
tan solo que te sirvan, si tú quieres,
en esta primavera que se pasa.
Avanzan los corceles del destino
y rompen los esquemas y la calma,
de pronto se acumulan los recuerdos
y somos prisioneros de sus garras.
Por eso yo me vuelvo hacia la rosa,
aquella que en tu pecho se destaca,
la misma que ya vibra, sin saberlo,
calmando las galernas que me abrazan.
"...Yo quiero ser la rosa, en primavera,
el beso que se escancie por tu falda,
el pétalo sutil, con tantas hojas
que robe y que secuestre tu mirada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/05/16
descanse con sus pétalos de grana,
y quiero ser la seda de tus manos
buscando en los rincones de las almas.
Suspiros inocentes de ternura,
claveles de un perfecto pentagrama,
violines afinados que se elevan
con música sin tacha y encantada.
El bosque recompone su figura
y vemos entre robles y entre hayas,
a eternas mariposas de colores
libando con los gnomos y las hadas.
Se puede descansar en un regazo
y ser un soñador sin alquitara,
el néctar envolvente de la misma
se forma y se cultiva de esperanzas.
Por eso deposito entre tus senos
la rosa del amor que tú buscabas,
los pétalos tan llenos de mensajes
y el mío que te entrego sin palabras.
No quiero que te alteren estos versos
y menos esta rosa perfumada,
tan solo que te sirvan, si tú quieres,
en esta primavera que se pasa.
Avanzan los corceles del destino
y rompen los esquemas y la calma,
de pronto se acumulan los recuerdos
y somos prisioneros de sus garras.
Por eso yo me vuelvo hacia la rosa,
aquella que en tu pecho se destaca,
la misma que ya vibra, sin saberlo,
calmando las galernas que me abrazan.
"...Yo quiero ser la rosa, en primavera,
el beso que se escancie por tu falda,
el pétalo sutil, con tantas hojas
que robe y que secuestre tu mirada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/05/16
ME SENTÉ SOBRE UNAS ROCAS...
Me senté sobre una roca
para ver correr al río,
¡qué dulzura, catarata,
con el agua y remolino...!
Era un canto generoso,
un rumor y un gran delirio,
de las aguas juguetonas
que buscaban su destino.
Yo veía todo aquello
extasiado como un niño,
¡bello cuadro, ante mis ojos
despertando del rocío!
A lo lejos se estiraban
los meandros infinitos,
descendiendo hacia los mares
y llevando mis suspiros.
Era un cuadro tan precioso
que yo quise repetirlo,
regresando en otras tardes
a ese sitio tan bonito.
¡Qué delicia la del agua,
cuánto llanto reprimido,
el que lleva entre sus gotas
ese río tan crecido!
En él van los sentimientos
y los sueños más sencillos,
de los hombres que bien quieren
otro mundo más distinto.
Pero el río no se pierde
y prosigue su camino,
entre versos y canciones
que estremecen a los lirios.
"...Me senté sobre una roca
para ser allí testigo,
de ese río que desciende
hacia el mar con su cariño..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/05/16
para ver correr al río,
¡qué dulzura, catarata,
con el agua y remolino...!
Era un canto generoso,
un rumor y un gran delirio,
de las aguas juguetonas
que buscaban su destino.
Yo veía todo aquello
extasiado como un niño,
¡bello cuadro, ante mis ojos
despertando del rocío!
A lo lejos se estiraban
los meandros infinitos,
descendiendo hacia los mares
y llevando mis suspiros.
Era un cuadro tan precioso
que yo quise repetirlo,
regresando en otras tardes
a ese sitio tan bonito.
¡Qué delicia la del agua,
cuánto llanto reprimido,
el que lleva entre sus gotas
ese río tan crecido!
En él van los sentimientos
y los sueños más sencillos,
de los hombres que bien quieren
otro mundo más distinto.
Pero el río no se pierde
y prosigue su camino,
entre versos y canciones
que estremecen a los lirios.
"...Me senté sobre una roca
para ser allí testigo,
de ese río que desciende
hacia el mar con su cariño..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/05/16
ES EL FUEGO...
Es el fuego enemigo candente
y el que quema si tocas sus brasas,
es también productor de cenizas
con la escoria que el viento levanta.
Pero el fuego mortal que hemos visto
es figura también que se escancia
a través de pavesas hermosas
y de ríos candentes de lava.
Aunque hay fuegos sagrados en versos
y poemas que así lo proclaman,
recordando la historia y la vida
de momentos y gestas pasadas.
Otro fuego se aviva en los ojos
y en pupilas que dejan palabras,
es el fuego sutil de los hombres
y el que abarca, también, a sus almas.
Pero el fuego, primero, que digo,
el que arrasa con ansia las casas,
es el fuego, voraz, que unas manos
provocaron, carentes de causa.
Unas rajas nacientes en prados,
escobales, espinos y matas,
marabunta de plantas nocivas
asfixiando a la vida temprana.
Porque el hombre que crea el problema,
el pastor del terruño y las vacas,
es aquel que se enfrenta primero
al problema del fuego que avanza.
Sin embargo se escudan cobardes
tras la dulce figura narrada,
son personas quizás enfermizas
y que buscan su orgasmo en las llamas.
"...Es el fuego enemigo candente
y también un amigo sin tacha,
precursor de purezas y siembras,
con mil rosas en él desatadas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/05/16
y el que quema si tocas sus brasas,
es también productor de cenizas
con la escoria que el viento levanta.
Pero el fuego mortal que hemos visto
es figura también que se escancia
a través de pavesas hermosas
y de ríos candentes de lava.
Aunque hay fuegos sagrados en versos
y poemas que así lo proclaman,
recordando la historia y la vida
de momentos y gestas pasadas.
Otro fuego se aviva en los ojos
y en pupilas que dejan palabras,
es el fuego sutil de los hombres
y el que abarca, también, a sus almas.
Pero el fuego, primero, que digo,
el que arrasa con ansia las casas,
es el fuego, voraz, que unas manos
provocaron, carentes de causa.
Unas rajas nacientes en prados,
escobales, espinos y matas,
marabunta de plantas nocivas
asfixiando a la vida temprana.
Porque el hombre que crea el problema,
el pastor del terruño y las vacas,
es aquel que se enfrenta primero
al problema del fuego que avanza.
Sin embargo se escudan cobardes
tras la dulce figura narrada,
son personas quizás enfermizas
y que buscan su orgasmo en las llamas.
"...Es el fuego enemigo candente
y también un amigo sin tacha,
precursor de purezas y siembras,
con mil rosas en él desatadas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/05/16
NO CEDAS, SOÑADOR...
No cedas soñador en tu batalla
y sigue enarbolando tu bandera,
procura que la sangre no mintiera
y sea privativa del canalla.
Escala, sin dudar, esa muralla
y rompe con tu espada la escollera,
así conseguirás que amaneciera
un rayo de esperanza sin metralla.
Consigue un corazón que en sus latidos
renueve la ilusión cumplidamente.
Traspásale el valor a los vencidos
y llévales cordura y aguardiente.
No seas como tantos, mal nacidos,
que halagan con mentiras a la gente.
"...Recuerda soñador que tu esperanza
es síntoma de amor, no de venganza..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/05/16
y sigue enarbolando tu bandera,
procura que la sangre no mintiera
y sea privativa del canalla.
Escala, sin dudar, esa muralla
y rompe con tu espada la escollera,
así conseguirás que amaneciera
un rayo de esperanza sin metralla.
Consigue un corazón que en sus latidos
renueve la ilusión cumplidamente.
Traspásale el valor a los vencidos
y llévales cordura y aguardiente.
No seas como tantos, mal nacidos,
que halagan con mentiras a la gente.
"...Recuerda soñador que tu esperanza
es síntoma de amor, no de venganza..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/05/16
TENGO QUE HILAR UNAS LETRAS...
Tengo que hilar unas letras
en unos versos sagrados,
para decir lo que quiero
sin que se muevan mis labios.
Serán las letras tranquilas
en unas rimas que plasmo,
con esta pluma insegura
que está traviesa en mi mano.
Dicen sesudos autores
que en el poema está el garbo,
la sensación agridulce
de un ambicioso regalo.
Porque son letras nacidas
de la sonrisa y el llanto,
de los suspiros sin nombre
de un corazón muy cansado.
Tengo que hilar unas letras
para entregarte mi lazo,
hilo cosido, sin duda,
al corazón del que hablo.
Dirás que soy ventajista
porque no espero al verano,
ni me resisto unos días
para escribírtelo en mayo.
Pero profundos latidos
salen del pecho clamando,
para decir que prosigas
ese poema tan blanco.
Lleva color blanquecino
como la nieve en el árbol,
en esas ramas floridas
con su algodón despuntando.
"...Tengo que hilar unas letras
en un cuaderno olvidado,
y así acabar el poema
para decir que te amo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/05/16
en unos versos sagrados,
para decir lo que quiero
sin que se muevan mis labios.
Serán las letras tranquilas
en unas rimas que plasmo,
con esta pluma insegura
que está traviesa en mi mano.
Dicen sesudos autores
que en el poema está el garbo,
la sensación agridulce
de un ambicioso regalo.
Porque son letras nacidas
de la sonrisa y el llanto,
de los suspiros sin nombre
de un corazón muy cansado.
Tengo que hilar unas letras
para entregarte mi lazo,
hilo cosido, sin duda,
al corazón del que hablo.
Dirás que soy ventajista
porque no espero al verano,
ni me resisto unos días
para escribírtelo en mayo.
Pero profundos latidos
salen del pecho clamando,
para decir que prosigas
ese poema tan blanco.
Lleva color blanquecino
como la nieve en el árbol,
en esas ramas floridas
con su algodón despuntando.
"...Tengo que hilar unas letras
en un cuaderno olvidado,
y así acabar el poema
para decir que te amo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/05/16
HE VISTO LLORAR LAS ALMAS...
He visto llorar las almas
de los hombres y los niños,
y sus llantos han dejado
a mi pecho estremecido.
Lloraban por tantas cosas
que es difícil resumirlo,
por ejemplo, por las guerras,
por el hambre y los mendigos.
Por las leyes tan injustas,
por las cárceles y asilos,
por los guetos y fronteras
en los pueblos escondidos.
Por las rosas marchitadas,
por la sangre en los espinos,
por las cruces en las frentes
de mil dedos extendidos.
He visto llorar las almas
y lloré como un bendito,
al leer en tantos ojos
esos sueños fenecidos.
Lloraban por los ausentes,
por naufragios y marinos,
por esposas afligidas
con mantón y crucifijo.
Lloraban por los hogares
y los seres divididos,
por ancianos apartados
y por niños sin cariño.
También lloraban las almas
y lo hacían sin un grito,
al notar tanto maltrato
entre seres bien distintos.
"...He visto llorar las almas
y al final lloré contigo,
corazón que estás latiendo,
en mi pecho confundido..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/05/16
de los hombres y los niños,
y sus llantos han dejado
a mi pecho estremecido.
Lloraban por tantas cosas
que es difícil resumirlo,
por ejemplo, por las guerras,
por el hambre y los mendigos.
Por las leyes tan injustas,
por las cárceles y asilos,
por los guetos y fronteras
en los pueblos escondidos.
Por las rosas marchitadas,
por la sangre en los espinos,
por las cruces en las frentes
de mil dedos extendidos.
He visto llorar las almas
y lloré como un bendito,
al leer en tantos ojos
esos sueños fenecidos.
Lloraban por los ausentes,
por naufragios y marinos,
por esposas afligidas
con mantón y crucifijo.
Lloraban por los hogares
y los seres divididos,
por ancianos apartados
y por niños sin cariño.
También lloraban las almas
y lo hacían sin un grito,
al notar tanto maltrato
entre seres bien distintos.
"...He visto llorar las almas
y al final lloré contigo,
corazón que estás latiendo,
en mi pecho confundido..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/05/16
LA PIZARRA...
La pizarra, tan oscura,
se mostraba complaciente,
a las manos del maestro
y a la tiza blanca y nieve.
Una tiza que, en sus manos,
cobra vida, es evidente,
deja letras y oraciones
con quebrados a las sienes.
Mucho esfuerzan las meninges
por anversos y reveses,
para dar con las respuestas
a esa tiza tan silente.
Mientras tanto, de los labios,
surge el canto de los viernes,
"cinco por tres son quince,
cinco por cuatro son veinte".
Y así entraba la lección,
matemáticas en ciernes,
sin conjuntos ni otras cosas
que alteraran la corriente.
Por la calle, en un patín,
una niña se entretiene,
está mala, ha dicho en clase,
y hasta incluso tiene fiebre.
Federico se sonríe
con su boca sin un diente,
que ha dejado a la almohada
para ver si premio tiene.
Mientras tanto, la ventana,
sufre el beso del nordeste,
la caricia de esa brisa
de una forma irreverente.
Ricardito está soñando
con los bosques y los duendes,
Mari Pili le susurra
que está bien y que despierte.
Y en el fondo, la pizarra,
ya cansada se nos duerme,
y la tiza del maestro
rompe el aire dulcemente.
El reloj avanza lento
y la hora se nos viene,
carpetazo a las lecciones
y hasta el lunes no se mueven.
Es la arruga que nos queda,
la avaricia de las frentes,
de querer dejar en blanco
las libretas y deberes.
"...La pizarra, tan oscura,
cobra forma, de repente,
y recuerda a cada alumno,
los esfuerzos que no quieren.
Es la mano del maestro,
esos dedos sugerentes,
los que trazan los trabajos
para el lunes, como siempre..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/05/16
se mostraba complaciente,
a las manos del maestro
y a la tiza blanca y nieve.
Una tiza que, en sus manos,
cobra vida, es evidente,
deja letras y oraciones
con quebrados a las sienes.
Mucho esfuerzan las meninges
por anversos y reveses,
para dar con las respuestas
a esa tiza tan silente.
Mientras tanto, de los labios,
surge el canto de los viernes,
"cinco por tres son quince,
cinco por cuatro son veinte".
Y así entraba la lección,
matemáticas en ciernes,
sin conjuntos ni otras cosas
que alteraran la corriente.
Por la calle, en un patín,
una niña se entretiene,
está mala, ha dicho en clase,
y hasta incluso tiene fiebre.
Federico se sonríe
con su boca sin un diente,
que ha dejado a la almohada
para ver si premio tiene.
Mientras tanto, la ventana,
sufre el beso del nordeste,
la caricia de esa brisa
de una forma irreverente.
Ricardito está soñando
con los bosques y los duendes,
Mari Pili le susurra
que está bien y que despierte.
Y en el fondo, la pizarra,
ya cansada se nos duerme,
y la tiza del maestro
rompe el aire dulcemente.
El reloj avanza lento
y la hora se nos viene,
carpetazo a las lecciones
y hasta el lunes no se mueven.
Es la arruga que nos queda,
la avaricia de las frentes,
de querer dejar en blanco
las libretas y deberes.
"...La pizarra, tan oscura,
cobra forma, de repente,
y recuerda a cada alumno,
los esfuerzos que no quieren.
Es la mano del maestro,
esos dedos sugerentes,
los que trazan los trabajos
para el lunes, como siempre..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/05/16
ERA UN NIÑO PEQUEÑO...
Era un niño pequeño,
con apenas diez años,
sus ojitos azules
por el cielo buscando.
Quizás ángeles bellos
o pegasos muy blancos,
escapados de libros
y también de relatos.
Aunque alguna gaviota
retozaba volando,
y cruzaba las nubes
donde el sol es el amo.
Era un niño pequeño,
con su pelo rizado,
la mirada serena
y sonrisa en los labios.
Él buscaba preguntas
y quería el regalo,
de saber las respuestas
a este mundo encantado.
Este mundo latente
con los buenos y malos,
peregrinos sin tierra
y viajeros llorando.
Era un niño pequeño,
querubín y descalzo,
que jugaba en la arena
y miraba los barcos.
Esas naves oscuras
que cruzaban en tanto,
más allá de las olas
y los mares extraños.
Él quería un navío,
un timón en sus manos,
el salitre en su boca,
la cubierta pisando.
Era un niño pequeño,
soñador del que hablo,
Peter Pan en la calle
y en la escuela callado.
Un Quijote en potencia
y un Cervantes y un bardo,
sin saberlo crecía
con la pluma temblando.
Una pluma bendita,
señorial y con garbo,
precursora de lances
y de versos rimados.
"...Era un niño pequeño
en su cama soñando,
con lograr de sus padres
unos besos y abrazos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/05/16
con apenas diez años,
sus ojitos azules
por el cielo buscando.
Quizás ángeles bellos
o pegasos muy blancos,
escapados de libros
y también de relatos.
Aunque alguna gaviota
retozaba volando,
y cruzaba las nubes
donde el sol es el amo.
Era un niño pequeño,
con su pelo rizado,
la mirada serena
y sonrisa en los labios.
Él buscaba preguntas
y quería el regalo,
de saber las respuestas
a este mundo encantado.
Este mundo latente
con los buenos y malos,
peregrinos sin tierra
y viajeros llorando.
Era un niño pequeño,
querubín y descalzo,
que jugaba en la arena
y miraba los barcos.
Esas naves oscuras
que cruzaban en tanto,
más allá de las olas
y los mares extraños.
Él quería un navío,
un timón en sus manos,
el salitre en su boca,
la cubierta pisando.
Era un niño pequeño,
soñador del que hablo,
Peter Pan en la calle
y en la escuela callado.
Un Quijote en potencia
y un Cervantes y un bardo,
sin saberlo crecía
con la pluma temblando.
Una pluma bendita,
señorial y con garbo,
precursora de lances
y de versos rimados.
"...Era un niño pequeño
en su cama soñando,
con lograr de sus padres
unos besos y abrazos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/05/16
LEVANTA TU MIRADA...
Levanta tu mirada compañero
no asumas el dolor de la derrota,
aprende que la vida son instantes,
segundos y minutos con sus horas.
En ellos se suceden fotogramas,
visiones de figuras muy borrosas,
perfiles de ciudades y de casas
y algunas con las almas en las sombras.
Por eso no te culpes de esos actos
que hicieron que perdieras la victoria,
a veces la verdad está más cerca
que el ramo de laurel que da la gloria.
Contempla los errores del pasado
y busca entre los mismos esas rosas,
aquellas que guiaron tus pisadas
a un campo de utopías algo locas.
Pensaste que al izar una bandera
el mar se aquietaría con sus olas,
dejando que avanzaras con tus pasos
al reino singular de las gaviotas.
Pensaste en los castillos tan altivos,
escalas, que apoyabas, trepadoras,
y tú te deslizabas y subías
de forma sorprendente y sigilosa.
Pensabas en tus sueños todo aquello,
eterno soñador que ahora lloras,
llevabas mil proyectos en tu espalda
y todos se perdieron por la borda.
No pienses que te veo derrotado,
ni veo al caracol que así se asoma,
la lluvia y la galerna están lejanas
y el sol, primaveral, da nuevas notas.
"...Levanta tu mirada compañero
y enjuágate la lágrima traidora,
recibe de la vida sus latidos
y el beso en el poema que te toca..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/04/16
no asumas el dolor de la derrota,
aprende que la vida son instantes,
segundos y minutos con sus horas.
En ellos se suceden fotogramas,
visiones de figuras muy borrosas,
perfiles de ciudades y de casas
y algunas con las almas en las sombras.
Por eso no te culpes de esos actos
que hicieron que perdieras la victoria,
a veces la verdad está más cerca
que el ramo de laurel que da la gloria.
Contempla los errores del pasado
y busca entre los mismos esas rosas,
aquellas que guiaron tus pisadas
a un campo de utopías algo locas.
Pensaste que al izar una bandera
el mar se aquietaría con sus olas,
dejando que avanzaras con tus pasos
al reino singular de las gaviotas.
Pensaste en los castillos tan altivos,
escalas, que apoyabas, trepadoras,
y tú te deslizabas y subías
de forma sorprendente y sigilosa.
Pensabas en tus sueños todo aquello,
eterno soñador que ahora lloras,
llevabas mil proyectos en tu espalda
y todos se perdieron por la borda.
No pienses que te veo derrotado,
ni veo al caracol que así se asoma,
la lluvia y la galerna están lejanas
y el sol, primaveral, da nuevas notas.
"...Levanta tu mirada compañero
y enjuágate la lágrima traidora,
recibe de la vida sus latidos
y el beso en el poema que te toca..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/04/16
UN PAPEL...
Un papel, paciente y blanco,
le esperaba que llegara,
que escribiera con su pluma
todo aquello que pensaba.
Y los dedos, temblorosos,
desgranaron mil palabras,
en sus letras vacilantes
que nacían y secaban.
Eran hijas de la tinta
y los dedos que las trazan,
pensamientos y de sueños
que surgían de aquel alma.
Era el hombre un fiel poeta,
un juglar de rima baja,
un artista de la pluma
y escribano en horas malas.
Es por eso que sus dedos,
impacientes, le temblaran,
y mirara, distraído,
más allá de la ventana.
Él quería su refugio
y el papel ya se lo daba,
para hacer con sus poemas
todo aquello que soñara.
Libertad sin condiciones,
sin cadenas y sin nada,
y que cobre la cuartilla
nueva vida con sus rayas.
Nuevos trazos sinuosos
abren puertas bien selladas,
y poemas y relatos
que ambicionan ver el alba.
"...Un papel paciente y blanco
era el centro de la diana,
mariposa de mil rosas
con sus pétalos por alas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/04/16
le esperaba que llegara,
que escribiera con su pluma
todo aquello que pensaba.
Y los dedos, temblorosos,
desgranaron mil palabras,
en sus letras vacilantes
que nacían y secaban.
Eran hijas de la tinta
y los dedos que las trazan,
pensamientos y de sueños
que surgían de aquel alma.
Era el hombre un fiel poeta,
un juglar de rima baja,
un artista de la pluma
y escribano en horas malas.
Es por eso que sus dedos,
impacientes, le temblaran,
y mirara, distraído,
más allá de la ventana.
Él quería su refugio
y el papel ya se lo daba,
para hacer con sus poemas
todo aquello que soñara.
Libertad sin condiciones,
sin cadenas y sin nada,
y que cobre la cuartilla
nueva vida con sus rayas.
Nuevos trazos sinuosos
abren puertas bien selladas,
y poemas y relatos
que ambicionan ver el alba.
"...Un papel paciente y blanco
era el centro de la diana,
mariposa de mil rosas
con sus pétalos por alas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/04/16
YA LANZAN LAS BANDERAS...
Ya lanzan las banderas sus lamentos
y entonan melodías y canciones,
quizás porque la brisa zarandea
las telas que ahora suplen los barrotes.
Se puede convenir que, en las batallas,
las almas no persiguen los pendones,
si acaso de utopías peregrinas
con ecos de profetas y sus voces.
No somos las personas marionetas,
tampoco parecemos caracoles,
pensamos y avanzamos por la vida
en busca de proyectos e ilusiones.
Lo malo es la tremenda borrachera
que inunda y que confunde los colores,
haciendo que germinen los espinos
en vez de los sensatos corazones.
Por eso perseguimos utopías
y vemos tantos cielos multiformes,
reflejos de deseos y de sueños
con néctar, agridulce, de pasiones.
Bebemos esta copa de la vida,
saciamos, a la vez, tantos sabores,
y somos avanzada de un progreso
y un mundo enfebrecido que se esconde.
Un día contemplamos la bandera,
él mástil con la tela ya se rompe,
igual que en nuestras almas tantos sueños
que yacen silenciosos, y en jirones.
Lloramos sin saber por qué lloramos
sufriendo en nuestros pechos mil dolores,
la guerra y la batalla están ya lejos
y el suelo, calcinado, aquí la esconde.
"...Ya lanzan las banderas sus lamentos
y el ser, ya derrotado, así las oye,
escucha sus palabras silenciosas
buscando la respuesta de ser hombre..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/04/16
y entonan melodías y canciones,
quizás porque la brisa zarandea
las telas que ahora suplen los barrotes.
Se puede convenir que, en las batallas,
las almas no persiguen los pendones,
si acaso de utopías peregrinas
con ecos de profetas y sus voces.
No somos las personas marionetas,
tampoco parecemos caracoles,
pensamos y avanzamos por la vida
en busca de proyectos e ilusiones.
Lo malo es la tremenda borrachera
que inunda y que confunde los colores,
haciendo que germinen los espinos
en vez de los sensatos corazones.
Por eso perseguimos utopías
y vemos tantos cielos multiformes,
reflejos de deseos y de sueños
con néctar, agridulce, de pasiones.
Bebemos esta copa de la vida,
saciamos, a la vez, tantos sabores,
y somos avanzada de un progreso
y un mundo enfebrecido que se esconde.
Un día contemplamos la bandera,
él mástil con la tela ya se rompe,
igual que en nuestras almas tantos sueños
que yacen silenciosos, y en jirones.
Lloramos sin saber por qué lloramos
sufriendo en nuestros pechos mil dolores,
la guerra y la batalla están ya lejos
y el suelo, calcinado, aquí la esconde.
"...Ya lanzan las banderas sus lamentos
y el ser, ya derrotado, así las oye,
escucha sus palabras silenciosas
buscando la respuesta de ser hombre..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/04/16
HE PERDIDO MIS GAFAS...
He perdido mis gafas un día
por fisgar y espiar tu ventana,
aunque luego, con suma paciencia,
pude, al fin, con mi mano atraparlas.
¡Ay mis gafas, gafitas, gafotas,
que quisisteis volar hacia el alba,
sin saber que el otoño amanece
y la luna se va en retirada!
Unas lentes vacías y austeras,
dos cristales que mudos me hablan,
chirimías que van a los ojos
recitales de luz encantada.
Porque un mundo se acerca a nosotros,
misterioso y cubierto de magia,
para así corregir la ceguera
que, en los hombres, ocultan sus almas.
Estos son los mensajes sublimes
que las gafas al niño le mandan,
y también las caricias eternas
que al anciano le mesan sus canas.
Unos ojos, cansados y tristes,
tras las gafas, ocultos repasan,
los papeles vibrantes de vida,
y las letras que de ellos se escapan.
Pero son esas gafas, sin duda,
las que aumenta la vida y la sacan
de esa niebla sutil y envolvente
que a los hombres les ciega con ganas.
Es por eso que aplaudo y me alegro
y hasta rozo, sutil, a mi napia,
cuando siento a las gafas encima
y a mis ojos, tras ellas, en calma.
"...He perdido mis gafas austeras
que encontraron los gnomos y hadas,
me las dieron cubiertas de rosas
para ir, junto a ti, a disfrutarlas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/04/16
por fisgar y espiar tu ventana,
aunque luego, con suma paciencia,
pude, al fin, con mi mano atraparlas.
¡Ay mis gafas, gafitas, gafotas,
que quisisteis volar hacia el alba,
sin saber que el otoño amanece
y la luna se va en retirada!
Unas lentes vacías y austeras,
dos cristales que mudos me hablan,
chirimías que van a los ojos
recitales de luz encantada.
Porque un mundo se acerca a nosotros,
misterioso y cubierto de magia,
para así corregir la ceguera
que, en los hombres, ocultan sus almas.
Estos son los mensajes sublimes
que las gafas al niño le mandan,
y también las caricias eternas
que al anciano le mesan sus canas.
Unos ojos, cansados y tristes,
tras las gafas, ocultos repasan,
los papeles vibrantes de vida,
y las letras que de ellos se escapan.
Pero son esas gafas, sin duda,
las que aumenta la vida y la sacan
de esa niebla sutil y envolvente
que a los hombres les ciega con ganas.
Es por eso que aplaudo y me alegro
y hasta rozo, sutil, a mi napia,
cuando siento a las gafas encima
y a mis ojos, tras ellas, en calma.
"...He perdido mis gafas austeras
que encontraron los gnomos y hadas,
me las dieron cubiertas de rosas
para ir, junto a ti, a disfrutarlas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/04/16
HACE TIEMPO...
Hace tiempo que rondas por mi lado
y camelas mi cuerpo con tus trenzas,
pretendiendo llevarme al paraíso,
un lugar donde el alma no sufriera.
Pero firme y sereno me resisto
aunque tiemblen mis manos y mis piernas,
porque quiero vivir intensamente
estas rimas y versos del poema.
El poema que cito, de la vida,
es la estrofa preclara de mis venas,
es el versos forjado a cada instante
con el llanto y la risa que se quiera.
Porque tú que me ofreces esa marcha,
ese viaje, desnudo y sin maleta,
solo quieres que olvide que estoy vivo,
y que tome ese tren a otra frontera.
Me resisto y rechazo tus proyectos,
aunque sé que estoy débil y mis fuerzas
ya vacilan y aceptan la derrota
y se ven prisioneras de tu oferta.
Pero algo en el alma se confunde
y prefiere el presente, y sus problemas,
con golosos mensajes de un futuro
de pasiones, deseos y promesas.
Y es así porque creo en la esperanza,
en la voz y llamada de la tierra,
en la vida fecunda que contiene
y en el verso que esconde bajo ella.
Yo prefiero cavar día tras día,
escribir con mis dedos estas letras,
y seguir abonando en el cuaderno
todo aquello que surja en la cosecha.
"...Aunque sé que algún día, con tu abrazo,
llevarás a mi cuerpo donde sea,
pero quiero y deseo que mi alma
esté libre para ir donde ella quiera..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/04/16
y camelas mi cuerpo con tus trenzas,
pretendiendo llevarme al paraíso,
un lugar donde el alma no sufriera.
Pero firme y sereno me resisto
aunque tiemblen mis manos y mis piernas,
porque quiero vivir intensamente
estas rimas y versos del poema.
El poema que cito, de la vida,
es la estrofa preclara de mis venas,
es el versos forjado a cada instante
con el llanto y la risa que se quiera.
Porque tú que me ofreces esa marcha,
ese viaje, desnudo y sin maleta,
solo quieres que olvide que estoy vivo,
y que tome ese tren a otra frontera.
Me resisto y rechazo tus proyectos,
aunque sé que estoy débil y mis fuerzas
ya vacilan y aceptan la derrota
y se ven prisioneras de tu oferta.
Pero algo en el alma se confunde
y prefiere el presente, y sus problemas,
con golosos mensajes de un futuro
de pasiones, deseos y promesas.
Y es así porque creo en la esperanza,
en la voz y llamada de la tierra,
en la vida fecunda que contiene
y en el verso que esconde bajo ella.
Yo prefiero cavar día tras día,
escribir con mis dedos estas letras,
y seguir abonando en el cuaderno
todo aquello que surja en la cosecha.
"...Aunque sé que algún día, con tu abrazo,
llevarás a mi cuerpo donde sea,
pero quiero y deseo que mi alma
esté libre para ir donde ella quiera..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/04/16
NO PIENSES, CORAZÓN...
No pienses corazón que están dormidas
las bellas mariposas de la infancia,
es fácil que embriagadas de fragancia
se encuentren al socaire y ateridas.
No sientas corazón que tus heridas
carecen de candor y de importancia,
las causas, a pesar de la distancia,
merecen ser por todos conocidas.
Recuerda que la vida es un instante,
que el tiempo del presente va al olvido,
y entonces se estremece el caminante.
Recuerda, simplemente, que has nacido,
que vives y que marchas adelante,
a fuerza de un tesón incomprendido.
"...Recuerda corazón que te han amado
y tú, con tus latidos, respondido,
sintiendo un gran ardor en tu costado..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/04/16
las bellas mariposas de la infancia,
es fácil que embriagadas de fragancia
se encuentren al socaire y ateridas.
No sientas corazón que tus heridas
carecen de candor y de importancia,
las causas, a pesar de la distancia,
merecen ser por todos conocidas.
Recuerda que la vida es un instante,
que el tiempo del presente va al olvido,
y entonces se estremece el caminante.
Recuerda, simplemente, que has nacido,
que vives y que marchas adelante,
a fuerza de un tesón incomprendido.
"...Recuerda corazón que te han amado
y tú, con tus latidos, respondido,
sintiendo un gran ardor en tu costado..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/04/16
ERA UN ÁRBOL DIFERENTE...
Era un árbol diferente
que tenía que podar,
con sus ramas señoriales
y una ardilla muy locuaz.
El hayedo de aquel monte,
(colindante de un peral)
era hermoso y reluciente
con su verde secular.
Y sus ramas se mezclaban
y formaban un zig-zag,
con las otras, juveniles,
del peral que voy a hablar.
Porque es caso, que la ardilla,
se ponía a pasear,
de una rama hasta otra rama
sin distingos ni verdad.
Era un árbol diferente,
eso nadie negará,
porque a hermoso y taciturno
competía por ganar.
A su lado aquel enano,
el peral casaba mal,
pequeñito ante el hayedo
con su ardilla singular.
Porque el fondo del relato
era el dueño del nidal,
el refugio de la ardilla
de su cueva y de su paz.
Y aquí surge la disputa
sin respuesta para dar,
¿dónde habita nuestra ardilla
juguetona y tan audaz?
"...Era un árbol diferente,
un castillo que escalar,
y los sueños de los niños
con la ardilla tan real..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/04/16
que tenía que podar,
con sus ramas señoriales
y una ardilla muy locuaz.
El hayedo de aquel monte,
(colindante de un peral)
era hermoso y reluciente
con su verde secular.
Y sus ramas se mezclaban
y formaban un zig-zag,
con las otras, juveniles,
del peral que voy a hablar.
Porque es caso, que la ardilla,
se ponía a pasear,
de una rama hasta otra rama
sin distingos ni verdad.
Era un árbol diferente,
eso nadie negará,
porque a hermoso y taciturno
competía por ganar.
A su lado aquel enano,
el peral casaba mal,
pequeñito ante el hayedo
con su ardilla singular.
Porque el fondo del relato
era el dueño del nidal,
el refugio de la ardilla
de su cueva y de su paz.
Y aquí surge la disputa
sin respuesta para dar,
¿dónde habita nuestra ardilla
juguetona y tan audaz?
"...Era un árbol diferente,
un castillo que escalar,
y los sueños de los niños
con la ardilla tan real..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/04/16
SI PERDEMOS LOS SUEÑOS...
Si perdemos los sueños
se nos va la esperanza,
dormitamos viviendo
por rincones y plazas.
Nuestros pechos suspiran
y las almas se paran,
en silencios absurdos
y carentes de nada.
Ya no hay ilusiones,
ni latidos que escapan
de los pechos alegres
en los niños y casas.
No hay balcones abiertos,
(sí ventanas cerradas),
y dinteles oscuros
en las puertas del alma.
Si perdemos los sueños
algo nuestro se marcha,
a regiones sin nombre
y ya nunca exploradas.
Se nos van las canciones
y el croar de las ranas,
el olor del salitre
y en la playa las algas.
En el campo se quedan
los trigales y jaras,
con molinos de viento,
silenciosas sus aspas.
Yo no sé dónde han ido
tantos sueños que faltan,
tantas risas y voces
de personas muy sanas.
"...No perdamos los sueños
que desgranan guitarras,
(corazones y cuerdas),
que nos dais esta nana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/04/16
se nos va la esperanza,
dormitamos viviendo
por rincones y plazas.
Nuestros pechos suspiran
y las almas se paran,
en silencios absurdos
y carentes de nada.
Ya no hay ilusiones,
ni latidos que escapan
de los pechos alegres
en los niños y casas.
No hay balcones abiertos,
(sí ventanas cerradas),
y dinteles oscuros
en las puertas del alma.
Si perdemos los sueños
algo nuestro se marcha,
a regiones sin nombre
y ya nunca exploradas.
Se nos van las canciones
y el croar de las ranas,
el olor del salitre
y en la playa las algas.
En el campo se quedan
los trigales y jaras,
con molinos de viento,
silenciosas sus aspas.
Yo no sé dónde han ido
tantos sueños que faltan,
tantas risas y voces
de personas muy sanas.
"...No perdamos los sueños
que desgranan guitarras,
(corazones y cuerdas),
que nos dais esta nana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/04/16
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