HACE TIEMPO...
Hace tiempo que rondas por mi lado
y camelas mi cuerpo con tus trenzas,
pretendiendo llevarme al paraíso,
un lugar donde el alma no sufriera.
Pero firme y sereno me resisto
aunque tiemblen mis manos y mis piernas,
porque quiero vivir intensamente
estas rimas y versos del poema.
El poema que cito, de la vida,
es la estrofa preclara de mis venas,
es el versos forjado a cada instante
con el llanto y la risa que se quiera.
Porque tú que me ofreces esa marcha,
ese viaje, desnudo y sin maleta,
solo quieres que olvide que estoy vivo,
y que tome ese tren a otra frontera.
Me resisto y rechazo tus proyectos,
aunque sé que estoy débil y mis fuerzas
ya vacilan y aceptan la derrota
y se ven prisioneras de tu oferta.
Pero algo en el alma se confunde
y prefiere el presente, y sus problemas,
con golosos mensajes de un futuro
de pasiones, deseos y promesas.
Y es así porque creo en la esperanza,
en la voz y llamada de la tierra,
en la vida fecunda que contiene
y en el verso que esconde bajo ella.
Yo prefiero cavar día tras día,
escribir con mis dedos estas letras,
y seguir abonando en el cuaderno
todo aquello que surja en la cosecha.
"...Aunque sé que algún día, con tu abrazo,
llevarás a mi cuerpo donde sea,
pero quiero y deseo que mi alma
esté libre para ir donde ella quiera..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/04/16
y camelas mi cuerpo con tus trenzas,
pretendiendo llevarme al paraíso,
un lugar donde el alma no sufriera.
Pero firme y sereno me resisto
aunque tiemblen mis manos y mis piernas,
porque quiero vivir intensamente
estas rimas y versos del poema.
El poema que cito, de la vida,
es la estrofa preclara de mis venas,
es el versos forjado a cada instante
con el llanto y la risa que se quiera.
Porque tú que me ofreces esa marcha,
ese viaje, desnudo y sin maleta,
solo quieres que olvide que estoy vivo,
y que tome ese tren a otra frontera.
Me resisto y rechazo tus proyectos,
aunque sé que estoy débil y mis fuerzas
ya vacilan y aceptan la derrota
y se ven prisioneras de tu oferta.
Pero algo en el alma se confunde
y prefiere el presente, y sus problemas,
con golosos mensajes de un futuro
de pasiones, deseos y promesas.
Y es así porque creo en la esperanza,
en la voz y llamada de la tierra,
en la vida fecunda que contiene
y en el verso que esconde bajo ella.
Yo prefiero cavar día tras día,
escribir con mis dedos estas letras,
y seguir abonando en el cuaderno
todo aquello que surja en la cosecha.
"...Aunque sé que algún día, con tu abrazo,
llevarás a mi cuerpo donde sea,
pero quiero y deseo que mi alma
esté libre para ir donde ella quiera..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/04/16
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