HOY TE HE VISTO EN EL PASEO...
Hoy te he visto en el paseo
primavera tan preciosa
con tu manto por los prados
y la pinta de señora,
eras una margarita
que crecía entre las rosas,
y también una palmera
ofreciéndonos tu sombra,
eres flor en los cerezos
alegrándonos sus hojas
y eres brisa en las cunetas
de ligeras amapolas,
sin embargo también eres
el geranio que se poda,
y ese lirio que en el río
mira al agua y a sus rocas...
Pero he visto en el paseo
cormoranes y gaviotas,
lagartijas y gorriones,
golondrinas y palomas,
aunque había madreselvas
con su forma tan graciosa
y marinos en el muelle
que buscaban a las olas,
una barca dormitaba
en la playa, silenciosa,
y unos remos, esperando,
a las manos y a la "boga",
sin embargo, primavera,
faltó el sol en estas horas,
con sus rayos de alegría
y caricias tan hermosas...
"...Hoy te he visto en el paseo,
primavera, que enamoras,
y he sentido tus suspiros
y los besos de tu boca..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/04/18
NO ES UNA CASUALIDAD...
No es una casualidad
escribir de la "cogorza",
ya que el profe nos ha puesto
por deberes, esta "cosa",
y empuñando nuestras armas,
con paciencia de gaviota,
demos vueltas y más vueltas,
a la jarra y la "litrona";
la una dicen que se usa
al beber con parsimonia
la segunda, simplemente,
de una forma más curiosa,
pero es fruto de las mentes,
la "cogorza" y las pelotas...
(¡qué palabra mal sonante
ha salido de mi boca!)...
pues perdonen los lectores
si he perdido hasta las formas,
es que hay nervios, al principio
y resacas por mi boca.
Prosigamos escribiendo
de "tajadas" y de "monas",
y sigamos estos pasos
de una forma tan borrosa,
y es que buscan los muchachos,
en las noches, y en las sombras,
ese rato de aquiescencia
y portarse como idiotas;
porque el vino y la bebida
fue el rosario de la aurora,
en las mesas de las casas
de familias con su honra,
pero ahora la embriaguez
ha tomado nuevas formas,
y es un "pedo" la manera
de sentirlo y ser patriota,
pero algunos han cambiado
la "cogorza" por la "trompa",
y es que, al fin, la borrachera
no es un juego ni una broma.
"...Terminemos el poema
y estos versos sin alforja,
ya que el vino y la bebida,
con prudencia, nunca sobran..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/04/18
TIEMBLA...
Tiembla la luna en la noche
y su reflejo en el agua,
mientras las olas tranquila,
dejan salitre en las playas,
tiemblan, también las farolas,
con el nordeste que pasa,
y parpadean las luces
con sensaciones extrañas;
tiemblan los gatos esquivos
junto a la fuente, en la plaza,
y hasta se escuchan los cantos
de las lejanas cigarras;
tiemblan las gotas del caño
que lentamente se bajan,
hasta regar por los suelos
las castigadas calzadas...
Tiemblan los ojos nerviosos
tras juveniles pestañas,
al empezar, en el día,
una incipiente jornada;
tiembla la voz en los labios
al pronunciar las palabras,
cuando saludan tu rostro
y tu figura encantada;
tiemblan los niños pequeños
con la llegada del alba,
y con la voz de la madre
cuando se acerca a su cama;
tiemblan, por fin los marinos,
al acercarse a su barca,
ya que la mar está gruesa
y hay que cruzar la bocana...
"...Tiembla en el alma un sollozo
de soledad y sin lágrimas,
mientras el día y la noche
siguen sus ciclos, sin pausa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/04/18
YA NO ME ESCUCHAS...
Ya no me escuchas, oh Dios inexistente,
ni separas este velo de la duda,
Tú me dejas con el alma tan desnuda
que hasta pienso que si estás, soy un demente.
Yo te busco porque quiero ser creyente
y te pido la verdad y hasta Tu ayuda,
para ver con claridad y forma cruda,
si Tú estás, en realidad, o estás ausente.
No me veas Mi Señor, en este anhelo,
buscándote con pasión y cosa cierta,
intentando de encontrar en Ti, consuelo.
Tú no existe, ya lo sé, y es que Tu oferta
solo incluye un Paraíso y hasta el Cielo,
con la Imagen que no veo, y que está muerta.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/04/18
DESCANSABA LA LUNA...
Descansaba la luna
que colgaba en el cielo,
una noche de tantas,
y que ahora recuerdo,
observaba su cara
y su cutis perfecto,
con los labios cerrados
y los ojos abiertos,
me miró en un instante
y volví de mis sueños,
con su rostro dejando
un sutil embeleso,
un espacio con magia
donde abundan los elfos,
las fontanas doradas
y el rincón de los versos...
Descansaba la luna
y sentí, muy contento,
a su rayo de plata
revolver mi cabello,
era un roce preciso,
un sutil embeleso,
la caricia preciada,
necesaria y sin precio,
y mis ojos buscaron
los espacios abiertos
donde late la vida
desvelando secretos,
donde el hombre trabaja,
con ardor y sin miedo,
por lograr su comida
y el abrazo y los besos...
"...Descansaba la luna,
reposando en un lecho,
donde duermen las hadas
y los niños traviesos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/04/18
SE FUE CONTIGO EL TIEMPO...
Se fue contigo el tiempo,
la juventud aquella,
momentos imborrables
de playas y meriendas,
también de risotadas,
de bailes y verbenas
con grandes sobresaltos
por culpa de las fiestas,
¡bendito anacronismo,
con juventud pareja,
marchando ilusionados
al premio de la aldea!,
un cuerpo muy precioso
y un alma de sirena,
estaban esperando
la rosa y el poema...
Se fue contigo el tiempo,
resacas y mareas,
la playa tan cercana,
la barca de la pesca,
bañándonos un rato,
comiendo en la cubierta,
y luego, tras el postre,
tumbados a la siesta,
sentir como el salitre
llegaba por sorpresa
cubriendo nuestros cuerpos
de yodo con su esencia,
por eso yo repito,
¡bendita la inocencia,
el baile ya se anima
y suenan las trompetas!
"...Se fue contigo el tiempo,
tu cara tan morena,
se queda con nosotros
en esta larga espera..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/04/18
SE VA LA TARDE...
Se va la tarde y te pido perdón.
Lo sé,
me da verguenza decirlo
pero quisiera poder para el tiempo
para poder rectificar y olvidar el pasado.
Sí, olvidar el pasado y dejar esa página
limpia en mi conciencia
que pueda recibir la brisa del nordeste
y cubrir la alfombra dorada
de tus pasos en una nueva primavera.
Te pido perdón con sinceridad
y con tristeza, por la alegría perdida,
y lo hago sabiendo lo mucho que recibí
de ti,
sin pedir nada.
Hoy veo aquello que me diste
y entiendo que no fue una limosna,
ni unas migajas para apagar
el hambre y la sed de un alma sedienta,
ya que la verdad venía con tu entrega,
con aquellos detalles que tenías
hacia mi persona,
con las palabras, las caricias,
los sueños y el amor.
Pero en aquel entonces,
yo quería la verdad,
necesitaba la verdad,
buscaba mi verdad,
y creí que, la verdad, no estaba ahí,
en ti y en tu persona;
confundí tu entrega con esa limosna
que se da al necesitado
y sentí lástima de mí mismo,
ya que tus palabras no me llegaban
de la manera que yo quería
y sí las imágenes distorsionadas
en un caleidoscopio irreal
que salía de mi fantasía.
¡Qué pequeño puede ser el hombre
cuando le ponemos al lado de una montaña,
y qué grande si le comparamos
con una hormiga!
y así mismo puede ser grande
el amor egoísta, cuando no cabe
en el alma,
cuando la desborda,
y es pequeño cuando está contenido
en un suspiro
y un poema.
Pero creo que me dejo atrás
algo importante,
algo de lo que te pido perdón
nuevamente,
y quisiera leer en tus ojos que sí,
que me perdonas,
ya que aquellos días,
en que creí estar enamorado,
pensé en mí, quizás en demasía,
y soñé como nunca he soñado
metiéndote a ti, en mi vida,
en las fantasías juveniles
de aquellos años,
y aunque luego te lo contaba,
te estaba forzando, sin darme cuenta,
a que fueras partícipe,
a que compartieras aquellos sueños,
a que los hicieras tuyos
y eso es algo que, hoy creo,
no fue justo.
Entonces vivía al día,
casi diría que lo hacía segundo
a segundo,
y en mi egoísmo, quería que tú
estuvieras conmigo,
en mis latidos,
en mis suspiros,
en mis sueños...
¿Y tú?,
me digo hoy,
¿acaso pensabas igual?
...No te lo pregunté
y nunca te di la oportunidad
de que me dieras tu respuesta,
dando por sentado que era así,
que aceptabas mis sueños
y compartías mis ilusiones
y fantasías.
Por eso ahora te pido perdón,
cuando se va la tarde,
cuando el día se acaba,
cuando el tren ha pasado
y el último vagón se pierde
en la distancia
y entre las sombras;
y me digo,
que no fue justo querer imponerte
un sentimiento que nunca debió llegarte
de esa manera
y que si existía,
como yo pensaba y creía,
tú debías analizar y valorar
en sus justos términos
y nunca bajo la presión emocional
de un soñador.
Espero que me entiendas y perdones,
en esta tarde que acaba,
cuando las estrellas tiritan en el cielo,
como mi alma lo hace ahora,
y unas lágrimas afloran,
sin querer, en las pupilas.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/04/18
ALGUNA VEZ...
Alguna vez salimos de paseo,
alguna vez te dije que te amaba
pero pasó ese tiempo tan lejano
y se perdió mi voz en la distancia;
hoy quiero comprender aquellas tardes
y quiero recordarte en la palabra,
aunque han quedado atrás las primaveras
y los veranos secos y las playas,
allí dejamos parte de la vida,
en la costa mirando las resacas,
al fondo se veían los veleros
rompiendo el horizonte con su raya;
pero era incontenible aquel impulso,
suspiros escanciados de dos almas,
susurros de los pechos encendidos
y sueños que nacían de la nada...
Recuerdo muchas tardes a tu lado,
y siempre con alegres caminatas,
subíamos al parque de aquel faro
y en él nuestras figuras paseaban;
hablábamos de cosas sinsentido,
de amigos, familiares y otras causas,
y luego, entre miradas y silencios
se unían nuestros manos tan heladas;
las noches nos tomaban por sorpresa,
el tiempo, lentamente, se pasaba,
y entonces los relojes eran dueños
del filo que cortaba la navaja;
eterna soledad la que venía,
la cruda realidad era ya amarga,
y entonces arreciaban las caricias,
los besos y las lágrimas ahogadas...
"...Alguna vez he vuelto a recordarte,
destino que dejaste tu nostalgia,
aquí, con una herida tan profunda
que sigue desgarrando mis entrañas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/04/18
CUANDO NOTO COMO PASAN...
Cuando noto como pasan
en mi vida los inviernos,
hay un algo que me ocurre
y de pronto, me estremezco,
puede ser que la nostalgia
deje un poso de recuerdos,
y también que la alegría
tenga culpa en todo esto,
pero es fácil comprender
que la edad no admite tiempos,
ni tampoco resonancias
que den vida a los alberos,
y es que el tren que va pasando
deja andenes en silencio,
y las manos conocidas
que flamean los pañuelos...
Cuando pienso en primaveras,
y en veranos no tan lejos,
hay un algo que me grita
y desgarra por el pecho,
y es que creo que la vida
es ingrata, sin remedio,
tiene envidia de los hombres
que caminan con sus sueños,
y se ceba en las pasiones,
se recrea con sus miedos,
alterando los sentidos
como rosa de los vientos;
es injusto lo que pasa,
lo proclamo y no lo niego,
porque el niño se hace hombre
y la infancia es un momento.
"...Cuando siento las caricias
de unos labios con un beso,
se aceleran, desde entonces,
las estrofas de mis versos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/04/18
NO QUIERO DORMIR EN BLANCO...
No quiero dormir en blanco
ni tener más pesadillas,
como en las noches pasada
con las luces encendidas,
porque debo descansar,
recuperar la sonrisa,
para volver a vivir
y escribir en las cuartillas,
en las mismas dejaré,
con los rasgos de la tinta,
los relatos y leyendas
y también mi poesía,
esos versos que en el alma
tienen forma y cobran vida
de una forma diferente
para animar las pupilas.
No quiero quedarme quieto
mientras me abraza la brisa,
ni consentir que el nordeste
haga en mi cuerpo cosquillas,
y es que yo quiero sentirlos,
y compartir sus caricias,
buscar la luna en la noche
y las estrellas ladinas,
de nuevo quiero volver,
con renovada energía,
para pisar por las calles
y recoger sus noticias,
unas oscuras y negras,
otras serán más tranquilas,
pero con caras y nombres
que robaré de la vida.
"...No quiero cerrar los ojos
sin sentir esa delicia,
la de sentirte en mi pecho,
luna blanca, dormidita..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/04/18
ERA UNA BARCA SIN REMOS...
Era una barca sin remos
y un marinero sin mar,
eran dos hombres distintos
con una meta final,
el de buscar una estrella
de día y con claridad,
para encontrar el mensajo
de un poema singular,
en él se dicen mil cosas,
para bien y para mal,
y hasta se dan los consejos
que no se debieran dar,
porque la vida es un tango,
un baile en la soledad,
un caminar solitario
por la senda de cristal,
y aunque la vida vivimos
nos tenemos que marchar,
algún día, cuando sea,
desde un andén especial.
Era un niño al que, la luna
contemplaba sin cesar,
bien de día, bien de noche,
con su rostro angelical,
y los ojos temblorosos
de este arcángel singular,
se movían y buscaban
las estrellas del desván,
unas piezas de mecano,
una caña sin sedal,
una bici, sin las ruedas,
ni tampoco manillar,
pero el niño proseguía
la vigilia por la paz,
rebuscando en los baúles
las princesas de Astracán,
pero el libro de los cuentos
se ha perdido y ya no están,
sentimientos en el alma
y recuerdos que alcanzar.
"...Era un anciano y un niño
que contemplaban el mar,
el uno piensa en los remos,
el otro en la eternidad..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/04/18
SI TÚ QUIERES...
Si tú quieres te amaré
de una forma diferente,
sin perder la compostura,
conservando lo que tienes,
de este modo volarás
por encima de los puentes
por marjales y arenales
y en espacios muy rebeldes,
y también podrás seguir
con tu vida tan ardiente
y llevando las banderas
por cantinas y burdeles,
proclamando que eres libre
y que amas a quien quieres
que no aceptas ligaduras
ni algún lazo que sujete...
Si tú quieres miraré
lo que lleva la corriente,
lo que baja con las aguas
de una forma tan endeble,
y es que lloran hoy los cielos,
de una forma diferente,
y tus ojos también lloran
unas lágrimas de nieve,
y no quiero que suceda
lo que tanto te entristece,
ya que ansío tu mirada,
tus pupilas y la fiebre,
la que embriague tus sentidos
la que diga que me quiere,
aunque aumente mi tortura
para amarte más, si puede...
"...Si tú quieres robaré
de los años, muchos meses,
para hacer con esos días
un rosario de placeres;
un conjunto de guirnaldas
y de rosas y claveles,
con abrazos y caricias
y con besos en tus sienes..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/04/18
EN UN RINCÓN APARTADO...
En un rincón apartado
se concentraba el silencio,
la soledad y las penas
escapadas de sus lechos,
de las almas soñadoras
que miraban a los cielos,
de los ojos de los hombres
que temblaban por el miedo,
y en ese rincón, que digo,
se veían por el suelo,
la comida y las migajas
que dejaron los miruellos,
aunque también si fijamos
la mirada en ese templo
encontraremos caricias
y las sobras de unos besos...
En un rincón apartado
tú me enseñaste el secreto
de sortear tempestades
y caminar en desiertos,
porque las almas altivas
buscan timones ligeros,
proas de bella factura
y mascarones de invierno,
ya que la clave en la vida
es entender, lo primero,
que para amar, es preciso,
el compartir el momento,
y este tic-tac de la vida,
es ese espacio pequeño,
donde se tejen palabras
para entregar un proyecto...
"...En un rincón apartado
la luna dijo al gaviero:
no sufras que las estrellas
concederán tus deseos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/04/18
LA PINTA INCONFUNDIBLE...
La pinta inconfundible
que tiene el marinero
es algo que destaca
y siembra desconcierto,
el paso tan cansino,
la voz de pregonero
camisa azul celeste
y el brazo con su cesto,
la boina en la cabeza
cubriendo los cabellos,
el rostro muy curtido,
rasgado y tan moreno,
las manos con tatuajes
dejados por los remos,
y algunas cicatrices
por culpa del anzuelo
y así pasan los días,
los meses y el invierno,
costeras inclementes
que invitan al lamento,
pero esto es imposible,
el mar es como un eco,
que llama con sus voces
de sal y de recuerdos...
Por eso La Folía
descubre lo que cuento,
el yodo de la sangre,
salitre en los cabellos,
perfecta sintonía
del hombre, sin quererlo,
tan solo que las aguas
y el mar, hacen el resto;
resuenan las cornetas
tambores y festejos,
la Virgen ya se embarca
y sale mar adentro,
resuenan panderetas
en medio del paseo,
y luego, tras un rato
se vuelve para el puerto,
allí se desembarca
y sigue a paso lento,
llegando a la Capilla
en brazos de romeros,
se canta, al fin, la Salve,
se dice adiós sin miedo,
volviendo los marinos
al mar de los silencios...
"...¡Qué pinta inconfundible
del mar y el marinero!,
se vive en este día
en medio de los rezos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/04/18
ES HORA DE ORDENAR...
Es hora de ordenar los sentimientos
y de limpiar el alma de nostalgias,
para intentar seguir siempre adelante
a pesar de galernas y resacas,
porque la vida tiene estos vaivenes
y en un momento todo te reclama,
la familia, la sociedad, la calle
y, por supuesto, lo que llamas alma;
pero es así y así hay que vivirlo,
sentir su intensidad y pasar página,
limpiar la suciedad en los desvanes
quitar, también, las viejas telarañas,
quizás nos cueste mucho esta tarea
en una solución de rompe y rasga,
pero merece, y mucho, tanto esfuerzo
a fin de conseguir la paz ansiada.
Es hora de ordenar las emociones,
saber si mantenemos esperanzas
de sentir los latidos de la vida
y de volver a ver salir el alba;
es tiempo de decirle a los relojes
que avancen y prosigan la jornada
que todo continúa, nuevamente,
y que en el campo cantan las cigarras,
que existen primaveras que renacen
y el invierno las teje con palabras,
las adorna, las viste y las recrea
para dar más realce a sus pestañas,
y es allí, con la nieve prematura,
con la luz que se apaga en la mirada,
donde vive y renace todavía,
esa fibra del alma y las entrañas...
"...Es hora de ordenar lo que tenemos,
el préstamo del niño, por la playa,
al hombre que, de noche y con linterna,
avanza por la arena tras su infancia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/04/18
EL TIEMPO PASA...
El tiempo pasa no se detiene,
corren los días, llega la nieve,
luego, en invierno, la brisa es fuerte,
contiene abrazos del fiel nordeste,
pero es que el tiempo, con paso breve,
sigue su rumbo, vive el presente,
es campanilla con rostro alegre
y es, en la hoguera, llama candente,
días y horas que forman meses,
y en uno de ellos, quizás septiembre,
nació un poeta, ya mozalbete,
que escribe fino, con rasgo leve,
y entre sus letras se lee y se sienten,
ciertos suspiros por mil reveses,
breves susurros de otros torrentes
que cual nacieron así se mueren...
El tiempo pasa, somos juguetes,
quizás cometas, tal vez rebeldes,
o soñadores que van y vienen
por los senderos que nadie quiere,
en una tarde pasan los trenes
por estaciones y por andenes,
vibran las vías en los salientes,
cantan los búhos en los cipreses,
todo es silencio por los hoteles,
que están vacíos y un tanto ausentes,
porque, de pronto, se ven solemnes
los atractivos de los burdeles,
luces que encantan, también que beben,
en los sentidos de tantas gentes,
que las confunden con sus placeres,
con las mentiras que ellas ofrecen...
"...El tiempo pasa, no se detiene,
lo sé y le grito, no me obedece,
porque es que, el tiempo, da mil reveses
y cuando miras ya está en poniente..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/04/18
YO QUIERO CERRAR LOS OJOS...
Yo quiero cerrar los ojos
para soñar lo que sea,
haciendo que el alma vibre
y se ilumine sin velas,
que saque ratos y risas,
que se eleve a las estrellas
y que busque por las aulas
las pizarras tan severas,
plastilina en los pupitres,
golondrinas y violetas
escapadas de los libros
y que empiecen un poema
con los versos infantiles
donde no haya ni una zeta
y es que, entonces, los suspiros
tendrán vida y será tierna...
Yo quiero cerrar los ojos
y dar vueltas y más vueltas,
por cañadas imperiales
y por calles y callejas;
no importa si estoy dormido
y si sueño que me apresan
los piratas y vikingos
con sus patas de madera,
habrá siempre un presidiario
en el sueño y en la ausencia,
que de vida a los silencios
y los saque de su cueva,
del lugar hondo y profundo,
por angosta chimenea,
suspirando las saudades
que rechinan por mis venas...
"...Yo quiero cerrar los ojos
y saberte siempre cerca,
para dormir en tus sueños
y sentir lo que tú sientas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/04/18
PEQUEÑA MARIPOSA...
Pequeña mariposa
que vuelas y que pasas,
dejando en el ambiente
la esencia de tus alas,
pareces una musa
que vienes con la magia,
el verso y el latido,
nos dejas y te marchas,
y vuelas por las calles
buscando las ventanas,
te subes a balcones
y bajas a las plazas,
encuentras los jardines,
las rosas perfumadas,
y allí, junto a las flores
un rato te descansas...
Alegre mariposa
ya veo que te marchas,
emprendes el camino
del bosque de las hadas,
seguro que en la orilla
el río gime y baja,
por simas y barrancos
que surgen de la nada,
un ciervo se aproxima
y bebe de las aguas,
y tú, mi mariposa
te posas en su espalda,
tus alas le acarician,
le hablan sin palabras,
le dices que en el bosque
se encuentra su camada...
"...Mi linda mariposas,
¡qué bella es esta estampa,
posada sobre un ciervo
tu sombra en él se alarga!...
Rafael Sánchez Ortega ©
10/04/18
YO TAMBIÉN...
Yo también pienso en los sueños
y en dónde quedaron los mismos
ya que ahora no los veo,
no los siento,
y se me escapan, tantas veces,
que hasta dudo que existieran.
Aunque sé que soñar es de niños
y de locos,
que los hombres no sueñan
porque no tienen tiempo para ello.
Se dice que la vida es actividad y movimiento
y en ella no hay tiempo para los sueños
y sí para vivir, solamente, el presente.
Pero es entonces,
cuando pienso en ese momento mágico,
cuando me elevé con las golondrinas
en la primavera,
cuando me posé con la cigüeña
en el campanario de la iglesia,
cuando volé, como las gaviotas,
sorteando las olas
y me quedé balanceando en el aire
mirando a las resacas llegar,
para dormir en las playas
y estirarse por la arena.
Es entonces cuando bajo hasta el río,
cuando cruzo los montes,
cuando subo a las cumbres vacías,
cuando atravieso los valles,
cuando paseo por los pueblos olvidados,
cuando encuentro la libertad de la naturaleza
en los marjales
y hasta veo a los rebecos nadando entre los juncos.
Porque es ahí donde los sueños se desnudan,
donde se bañan a la luz del día que comienza,
donde se purifican de todos sus pecados,
donde muestran su inocencia,
porque solo tienen una cara,
donde sacan las palabras que no pueden decir,
y que se ahogan en su alma,
donde le preguntan a la luna
lo que otras personas no han podido decirles,
donde hablan con dios y hasta juegan con Él,
en ese duermevela de locura e inocencia...
...Me paro aquí y noto el sudor del "sueño".
El sudor que destila el alma,
el que se desprende de unas pupilas
que gotean un agua cristalina,
es el sudor de unos labios temblorosos
que musitan un nombre en el silencio,
y es la agitación de un pecho que quisiera gritar
lo que se guarda,
lo que oculta y no se atreve,
porque todo está en el sueño,
en esos sueños que se buscan,
que se escapan,
que he vivido y que he tenido
al alcance de la mano
y que, ahora, ya no sé dónde se han ido.
Al final, cuando despierto,
me digo que quizás el sueño ha terminado
hace tiempo, y que yo mismo,
sea solo ese rescoldo
de un sueño inacabado,
sin principio ni final.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/04/18
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