YA NO ME ESCUCHAS...
Ya no me escuchas, oh Dios inexistente,
ni separas este velo de la duda,
Tú me dejas con el alma tan desnuda
que hasta pienso que si estás, soy un demente.
Yo te busco porque quiero ser creyente
y te pido la verdad y hasta Tu ayuda,
para ver con claridad y forma cruda,
si Tú estás, en realidad, o estás ausente.
No me veas Mi Señor, en este anhelo,
buscándote con pasión y cosa cierta,
intentando de encontrar en Ti, consuelo.
Tú no existe, ya lo sé, y es que Tu oferta
solo incluye un Paraíso y hasta el Cielo,
con la Imagen que no veo, y que está muerta.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/04/18
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