4.600 - ¡CUÁNTA TERNURA...!



Cuánta ternura

nos dejan los recuerdos

de aquellas tardes.


Días y horas

pendiente de tus ojos

y de tus labios.


Yo te sentía

tan cerca que temblaba

sin darme cuenta.


Así, tu voz,

venía a mis oídos

cual melodía.


En tus pupilas

podía ver los versos

que allí surgían.


Tus suaves dedos

tenía entre mis manos

con sus caricias....


¡Qué de recuerdos

quedaron, con tu imagen,

entre mi alma!


Hoy los añoro,

los busco en la distancia

y están muy lejos.


Pero la vida

se pasa en un suspiro

y es un poema.


Rafael Sánchez Ortega ©

06/02/21


Siguen saliendo instantes y momentos, como retales, que se buscan en los más insospechados rincones de nuestra vida. Y es que esa infancia, la juventud, para ser precisos, hizo soñar y vibrar a muchos corazones, por no decir a todos, en una edad y un tiempo muy especial y romántico.

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