SILENCIO Y SOLEDAD, TODO SE JUNTA
Silencio y soledad, todo se junta,
es una sinfonía inacabada,
un cúmulo de cosas imprevistas
que llevan a tu alma hacia la nada.
Existen los silencios en silencio
y existe soledad junto a la calma,
existen las tormentas sin sonidos
que llegan con sus rayos y esperanzas.
Hay hombres que predican en silencio
y dan sus oraciones cara a cara,
y hay otros solitarios que transmiten
el fondo siempre fiel de su mirada.
No guardes tu silencio mucho tiempo,
es malo retenerlo cuando se ama,
ni busques soledad por los jardines
hay alguien que te espera y que te aguarda.
A veces nuestros sueños nos conducen
a reinos de ilusiones y de magia,
a eternas fantasías de colores
que vuelan a otras tierras ignoradas.
Entonces nos quedamos pensativos,
buscando más allá de la distancia,
la música sin voces y sonidos,
la tierra primorosa que nos habla.
Y puede que los campos y viñedos
nos dejen con el trigo y con las jaras,
la dulce melodía de la vida,
el canto silencioso de las hadas.
Ya suenan los timbales a lo lejos,
se estiran los corales y las algas,
las olas van llegando perezosas
dejando mil caricias por la playa.
Se palpa la alegría del silencio
buscando soledad para tomarla,
resuenan silenciosos los violines
y notas arrancadas de las arpas.
Por eso te sugiero que adelante,
ve en busca del amor y de tu amada,
silencio y soledad, allí te esperan
con besos y caricias, sin palabras.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/05/10
es una sinfonía inacabada,
un cúmulo de cosas imprevistas
que llevan a tu alma hacia la nada.
Existen los silencios en silencio
y existe soledad junto a la calma,
existen las tormentas sin sonidos
que llegan con sus rayos y esperanzas.
Hay hombres que predican en silencio
y dan sus oraciones cara a cara,
y hay otros solitarios que transmiten
el fondo siempre fiel de su mirada.
No guardes tu silencio mucho tiempo,
es malo retenerlo cuando se ama,
ni busques soledad por los jardines
hay alguien que te espera y que te aguarda.
A veces nuestros sueños nos conducen
a reinos de ilusiones y de magia,
a eternas fantasías de colores
que vuelan a otras tierras ignoradas.
Entonces nos quedamos pensativos,
buscando más allá de la distancia,
la música sin voces y sonidos,
la tierra primorosa que nos habla.
Y puede que los campos y viñedos
nos dejen con el trigo y con las jaras,
la dulce melodía de la vida,
el canto silencioso de las hadas.
Ya suenan los timbales a lo lejos,
se estiran los corales y las algas,
las olas van llegando perezosas
dejando mil caricias por la playa.
Se palpa la alegría del silencio
buscando soledad para tomarla,
resuenan silenciosos los violines
y notas arrancadas de las arpas.
Por eso te sugiero que adelante,
ve en busca del amor y de tu amada,
silencio y soledad, allí te esperan
con besos y caricias, sin palabras.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/05/10
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