YO QUISIERA QUE LA LUNA...
Yo quisiera que la luna
me contara sus secretos,
repitiendo las palabras
escuchadas desde lejos.
Es posible que en la noche
se confíen los silencios,
los suspiros contenidos
y los llantos tan sinceros.
Es posible que a la luna
se le cuenten los misterios,
esas brumas de las almas
que atenazan con sus miedos.
Y por eso yo quisiera
de la luna su reflejo,
el susurro compartido
de unos labios semiabiertos.
Yo quisiera ese susurro,
el latido de su pecho,
esa voz y las palabras
pronunciadas con esmero.
Yo no sé si las estrellas
se asomaron en el cielo,
con sus ojos legañósos
despertadas por el eco.
O quizás lo que escucharon,
sus oídos soñolientos,
fue el sonido de las ramas
de los olmos y los fresnos.
Pero puede que sintieran
ese aire siempre fresco,
de la brisa de unos labios
arropada por los vientos.
Sin embargo es a la luna
a quien busco y a quien quiero,
y también a las palabras
enviadas con tal celo.
Ya resuenan las campanas
cae la lluvia y yo la siento,
hoy no tengo las palabras
y sin ellas me estremezco.
"...Yo quisiera que la luna
me dijera lo que anhelo,
pero busco unas palabras
que quizás nunca existieron..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/03/11
me contara sus secretos,
repitiendo las palabras
escuchadas desde lejos.
Es posible que en la noche
se confíen los silencios,
los suspiros contenidos
y los llantos tan sinceros.
Es posible que a la luna
se le cuenten los misterios,
esas brumas de las almas
que atenazan con sus miedos.
Y por eso yo quisiera
de la luna su reflejo,
el susurro compartido
de unos labios semiabiertos.
Yo quisiera ese susurro,
el latido de su pecho,
esa voz y las palabras
pronunciadas con esmero.
Yo no sé si las estrellas
se asomaron en el cielo,
con sus ojos legañósos
despertadas por el eco.
O quizás lo que escucharon,
sus oídos soñolientos,
fue el sonido de las ramas
de los olmos y los fresnos.
Pero puede que sintieran
ese aire siempre fresco,
de la brisa de unos labios
arropada por los vientos.
Sin embargo es a la luna
a quien busco y a quien quiero,
y también a las palabras
enviadas con tal celo.
Ya resuenan las campanas
cae la lluvia y yo la siento,
hoy no tengo las palabras
y sin ellas me estremezco.
"...Yo quisiera que la luna
me dijera lo que anhelo,
pero busco unas palabras
que quizás nunca existieron..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/03/11
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