NO ESTÁ MUDA MI PLUMA...
No está muda mi pluma
ni tampoco hay silencio,
ella escribe nerviosa
y lo lleva al cuaderno.
A un cuaderno de plata
que yo guardo en el pecho,
a un cuaderno sin nombre
donde están mis secretos.
Ya mis dedos cansados
han perdido reflejos,
y la pluma vacila
pues precisa tus besos.
Tus caricias sencillas
que no midan el tiempo,
que recorran mi cara
mi cabello y mi cuerpo.
No está muda mi pluma,
de verdad, soy sincero,
ella ha escrito de luchas
y de sangre y de muertos.
Es por eso que oculto
el tenor de esos versos
pues no quiero que a nadie
les trasmitan mi miedo.
Letra a letra narraron
la verdad de los hechos,
esa historia profunda
que no sabe de cuentos.
Pero yo las resguardo
a las letras con celo,
y quizás algún día
ellas griten al viento.
No está muda mi pluma
no vacío el tintero,
mientras corra mi sangre
y suspire mi aliento.
Porque así se lo indico
de que siga escribiendo,
de que cuente y detalle
lo que está bajo el cielo.
Lo que vean mis ojos
lo que tejan mis sueños,
lo que anuncien las sombras
aunque pierda yo en ello.
Pero escribe valiente,
que rechinen mis dedos,
y que salgan tus letras
a posarse en buen puerto.
"...No está muda mi pluma,
ni mi grito está muerto,
mientras sepa mi alma
que es a ti, a quien quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/10/11
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