ME SIENTO COMO UN NIÑO FRENTE AL MUNDO...


Me siento como un niño frente al mundo
tratando de soñar con mariposas,
las luces de color y bambalinas,
que dejan mil suspiros en la alfombra.

Y luego yo me cuelo tras sus pasos,
persigo por la playa caracolas,
la música celeste que desgranan
los ángeles del cielo con sus notas.

Quizás en ese mundo de los niños
esté la más preciada de las rosas,
la flor que nos embriaga y nos subyuga,
el canto inenarrable de las olas.

Por eso yo me siento como un niño
y sueño con la infancia ya remota,
el mundo de leyendas y de cuentos
anclado en los anales de mi historia.

Fue un tiempo que recuerdo con nostalgia,
vivido día a día y hora a hora,
sintiendo los momentos de la vida
llegando con victorias y derrotas.

Tenía menos años, y era un niño,
volaba como vuelan las alondras,
jugaba con espadas de madera
soñando con batallas y victorias.

Entonces no sabía que existías,
¡oculto amor perdido entre las sombras!,
tampoco que serías mi verdugo
cual dura enredadera que me ahoga.

...No quiero retornar a mi presente
ni quiero más escenas nubilosas,
yo quiero regresar a los jardines
de lirios, de jazmines y amapolas.

Yo quiero que la risa cantarina
devuelva las sonrisas a las bocas
y saque en las personas y las gentes
el alma y la esperanza que atesoran.

"...Me siento como un niño frente al mundo
y sueño con claveles y carrozas,
un día y una noche de verano,
al filo de las doce, entre las sombras..."

Rafael Sánchez Ortega ©
13/10/11

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