A VECES ME PREGUNTO, SI LOS TONTOS...
A veces me pregunto si los tontos
aumentan el caudal de la locura,
o puede que persigan los borregos
que buscan, embobados, a la luna.
Me acuso de sentir desesperanza,
de ser un candidato a la tontura,
de estar entre la lluvia y las tinieblas
buscando margaritas en la bruma.
El mundo es un navío a la deriva
que vaga por las olas y sin ruta,
los hombres, tripulantes de tercera
contemplan su agonía con dulzura.
Aplauden, como aplauden los cobardes,
los actos de la masa más inculta,
creyendo la verdad que allí se esconde
en una democracia sin fisuras.
Olvidan que la vida es un regalo,
y en ella la verdad es la mesura,
el precio de tenerla es el esfuerzo
y exige libertad ante las dudas.
Se nace en libertad ante los miedos,
se pide libertad desde la cuna,
se añora libertad en las palabras
que broten de los labios, sin fisuras.
Por eso cada hombre es un misterio,
un digno candidato en esta lucha,
la fuerza de la masa y el borrego,
que envuelve, sin cesar, a quien la escucha.
Enfrente, "cuatro locos, con sus letras,
poetas que proclaman la dulzura,
ardientes corazones que proclaman
un mundo en libertad y sin arrugas.
"...Marchemos contra el mar y la corriente,
seamos denunciantes de esta burla,
y amemos, como aman, los poetas,
a un mundo en libertad y sin penumbras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/03/16
aumentan el caudal de la locura,
o puede que persigan los borregos
que buscan, embobados, a la luna.
Me acuso de sentir desesperanza,
de ser un candidato a la tontura,
de estar entre la lluvia y las tinieblas
buscando margaritas en la bruma.
El mundo es un navío a la deriva
que vaga por las olas y sin ruta,
los hombres, tripulantes de tercera
contemplan su agonía con dulzura.
Aplauden, como aplauden los cobardes,
los actos de la masa más inculta,
creyendo la verdad que allí se esconde
en una democracia sin fisuras.
Olvidan que la vida es un regalo,
y en ella la verdad es la mesura,
el precio de tenerla es el esfuerzo
y exige libertad ante las dudas.
Se nace en libertad ante los miedos,
se pide libertad desde la cuna,
se añora libertad en las palabras
que broten de los labios, sin fisuras.
Por eso cada hombre es un misterio,
un digno candidato en esta lucha,
la fuerza de la masa y el borrego,
que envuelve, sin cesar, a quien la escucha.
Enfrente, "cuatro locos, con sus letras,
poetas que proclaman la dulzura,
ardientes corazones que proclaman
un mundo en libertad y sin arrugas.
"...Marchemos contra el mar y la corriente,
seamos denunciantes de esta burla,
y amemos, como aman, los poetas,
a un mundo en libertad y sin penumbras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/03/16
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