HAY VERSOS...
Hay versos prisioneros, sin amarras,
que yacen en el fondo del olvido
y esperan ofrecer su contenido
cual uvas deliciosas de las parras.
Hay tiernas melodías de cigarras
que dejan poesía en el sonido,
el canto singular y apetecido
recuerda a los conciertos de guitarras.
Recuerdo una mañana, de verano,
dos ojos que miraban la llanura
tratando de ocultarlos con la mano.
Entonces comprendí que la ternura
brotaba de ese pozo, tan humano,
que surge de tu pecho con dulzura.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/06/17
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