NO SÉ POR QUÉ RAZÓN...
No sé por qué razón
estabas tan buenísima,
gustosa apetecible,
sensible a las caricias.
Es fácil que nacieras
como una margarita,
quizás entre claveles
rozando tus mejillas,
y fueron seductores
los ojos y pupilas,
logrando cautivarme
tus labios y sonrisa,
haciendo que soñara
con manos y rodillas,
y así quedé prendado
y quise hacerte mía...
Buenísima manzana,
buenísima chiquilla,
precioso el Paraíso
exento hasta del IVA,
en él nos conocimos,
en él cambió mi vida,
buscando, en tu presencia,
la sombra tan distinta
con ella yo he bailado.
surcado mil colinas,
de noche, con la luna,
y al alba, el nuevo día,
y así nos revolcamos
amando sin medida
viviendo intensamente
sin trampas ni mentiras...
"...Allí nos conocimos,
preciosa margarita,
desnudos en un acto
cubiertos por la brisa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/12/18
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