CUANDO LA LUZ SE APAGA...
Cuando la luz se apaga en los trigales
comienza, sin saber, un nuevo día.
Comienza con la noche y con las sombras
y el alba lo convierte en maravilla.
Es una realidad incuestionable
que surge de las letras y las rimas,
así como transforma las praderas
la luna sobre el trigo y las gavillas.
Se extiende su reflejo, dulcemente,
y duermen, con candor, las golondrinas,
es fácil que hasta sueñen los poetas
y escriban, sin dudar, mil poesías.
La calma que se inicia en las solanas,
transmite a las callejas y buhardillas,
un halo de quietud y de hermosura
que llega, con su paz, a las pupilas.
Cuando la luz se apaga, con misterio,
emergen los susurros de la vida,
pequeñas candilejas del pasado,
recuerdos y fantasmas que suspiran.
Porque esa luz, cargada de secretos,
precisa del descanso y la vigilia,
quizás como los niños y los hombres,
cansados de los juegos y las cuitas.
Por eso con la noche, que oscurece,
comienza el corazón la sacudida,
llegando, con fervor, a sus latidos,
la sangre, impetuosa, que germina.
Se extiende, sin querer, una esperanza,
un cuadro del amor en la cuartilla,
imagen que en el alba se estremece
y extiende por el día su alegría.
"...Cuando la luz se apaga, en tantos ojos,
se busca al sembrador de margaritas,
al tierno jardinero de las almas,
que cambia las ortigas por caricias..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/01/16
comienza, sin saber, un nuevo día.
Comienza con la noche y con las sombras
y el alba lo convierte en maravilla.
Es una realidad incuestionable
que surge de las letras y las rimas,
así como transforma las praderas
la luna sobre el trigo y las gavillas.
Se extiende su reflejo, dulcemente,
y duermen, con candor, las golondrinas,
es fácil que hasta sueñen los poetas
y escriban, sin dudar, mil poesías.
La calma que se inicia en las solanas,
transmite a las callejas y buhardillas,
un halo de quietud y de hermosura
que llega, con su paz, a las pupilas.
Cuando la luz se apaga, con misterio,
emergen los susurros de la vida,
pequeñas candilejas del pasado,
recuerdos y fantasmas que suspiran.
Porque esa luz, cargada de secretos,
precisa del descanso y la vigilia,
quizás como los niños y los hombres,
cansados de los juegos y las cuitas.
Por eso con la noche, que oscurece,
comienza el corazón la sacudida,
llegando, con fervor, a sus latidos,
la sangre, impetuosa, que germina.
Se extiende, sin querer, una esperanza,
un cuadro del amor en la cuartilla,
imagen que en el alba se estremece
y extiende por el día su alegría.
"...Cuando la luz se apaga, en tantos ojos,
se busca al sembrador de margaritas,
al tierno jardinero de las almas,
que cambia las ortigas por caricias..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/01/16
LA LLUVIA CAE.
La lluvia cae.
Resbala en los cristales y en las almas.
Se pierde por oscuros pasadizos de las calles.
Sortea alcantarillas y callejas
y llega hasta la mar con un remanso
de inocencia.
Las lágrimas, que brotan de los cielos,
son versos y retales de unos ojos invisibles,
fragmentos de un poema inacabado de los dioses
y notas de la pieza musical de un gran maestro.
Yo siento la caricia de la lluvia
y su mensaje.
La veo deslizarse por mi cuerpo.
Sus besos me estremecen los sentidos.
Hay algo de pasión indefinida en esas gotas,
que sin prisa, van pulsando los resortes de mi carne.
Hay salitre y humedad en el rocío que transmiten
esas lágrimas.
Un vendaval de sensaciones acompaña a la galerna
que se inicia, sin saberlo.
Y es entonces, cuando arrecia el temporal,
cuando clama la nostalgia y, la conciencia,
se abre paso entre las sombras y el recuerdo,
cuando sientes la dureza de esa lluvia,
convertida en chaparrón,
que bien te abraza y te golpea,
duramente, con sus gotas.
Pero buscas el paraguas que te ofrecen
unas manos inocentes y sensibles
y hasta puede, que al abrirlo, él te cubra
con su aroma diferente donde abunda la esperanza.
Das comienzo, sin saberlo, a un nuevo ciclo,
y la lluvia, pertinaz ya no te moja.
Cae al suelo y a tu lado
y tú la ves como se pierde por las calles.
Te estremeces un momento mientras piensas
en sus besos,
en los cientos de caricias recibidos,
en las gotas que cayeron por tu cuerpo,
en los versos y poemas desgranados e inconclusos
y en las notas de aquel dulce pentagrama
que trazaron unos labios.
Es enero, está lloviendo, y tú lo sabes.
Lo percibes y lo aceptas
y hasta buscas con tus dedos
las pestañas que ahora lloran,
y les robas ese beso que susurran,
esa rima sin palabras,
esa nota desprendida de los cielos
y el suspiro que se escapa de una boca
con tu nombre entre sus letras.
...Cae la lluvia, simplemente, en este día,
y la sientes resbalar, y discurrir,
por los cristales de tu alma.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/01/16
NO CIERRES HOY LAS PUERTAS...
No cierres hoy las puertas,
tampoco las ventanas,
soporta bien la brisa
que llega la surada.
Sus besos, lentamente,
son roces de las hadas,
pequeños pergaminos
que vienen con su magia.
En ellos hay mil sueños,
castillos en las playas,
cometas por el aire
haciendo filigranas.
No cierres hoy las puertas,
amigo, en tu cabaña,
hay besos y caricias
rondando la solana.
Quizás, si estás soñando
regreses a la infancia,
al mundo de los niños
que juegan sin palabras.
Sus manos inocentes
perciben esa gracia,
rompiendo el contenido
sus dedos en el agua.
No cierres hoy las puertas
estrella tan lejana,
y déjame mirarte,
de noche, en la distancia.
Ya tiemblan tus pupilas,
la luna luce blanca,
se apagan los silencios
y el cielo emite brasas.
Pequeñas fantasías,
retazos de legañas,
y eternos horizontes
prendidos de esperanzas.
"...No cierres hoy la puerta,
mantén tu fe bien alta,
el viento y sus caricias
son rosas para el alma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/01/16
tampoco las ventanas,
soporta bien la brisa
que llega la surada.
Sus besos, lentamente,
son roces de las hadas,
pequeños pergaminos
que vienen con su magia.
En ellos hay mil sueños,
castillos en las playas,
cometas por el aire
haciendo filigranas.
No cierres hoy las puertas,
amigo, en tu cabaña,
hay besos y caricias
rondando la solana.
Quizás, si estás soñando
regreses a la infancia,
al mundo de los niños
que juegan sin palabras.
Sus manos inocentes
perciben esa gracia,
rompiendo el contenido
sus dedos en el agua.
No cierres hoy las puertas
estrella tan lejana,
y déjame mirarte,
de noche, en la distancia.
Ya tiemblan tus pupilas,
la luna luce blanca,
se apagan los silencios
y el cielo emite brasas.
Pequeñas fantasías,
retazos de legañas,
y eternos horizontes
prendidos de esperanzas.
"...No cierres hoy la puerta,
mantén tu fe bien alta,
el viento y sus caricias
son rosas para el alma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/01/16
CUANDO AQUELLA NOCHE...
Cuando aquella noche
oí tus palabras,
noté que unas rosas
tocaba mis alas.
De pronto subía
y al cielo y volaba,
marchaba muy lejos,
por costas y playas.
Llevaba en mi oído
tu voz y llamada,
el lindo mensaje
de paz y de calma.
Venía, conmigo,
tu sal y tu gracia,
y aquella diadema
brillante de nácar.
No sé si el destino
rompió tanta magia,
o fueron los sueños
con gruesas legañas.
Llegaron las sombras,
las nieblas amargas,
y allí se fundieron
tu voz en la nada.
Lloraron mis ojos
quebrándose el alma,
tras varios intentos
de verte, sin falta.
Tu voz, ya perdida,
quedó en la distancia,
sonando y sonando
su música sacra.
"...Cuando aquella noche
sentí que llorabas,
temblé como un niño
perdido y sin habla..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/01/16
oí tus palabras,
noté que unas rosas
tocaba mis alas.
De pronto subía
y al cielo y volaba,
marchaba muy lejos,
por costas y playas.
Llevaba en mi oído
tu voz y llamada,
el lindo mensaje
de paz y de calma.
Venía, conmigo,
tu sal y tu gracia,
y aquella diadema
brillante de nácar.
No sé si el destino
rompió tanta magia,
o fueron los sueños
con gruesas legañas.
Llegaron las sombras,
las nieblas amargas,
y allí se fundieron
tu voz en la nada.
Lloraron mis ojos
quebrándose el alma,
tras varios intentos
de verte, sin falta.
Tu voz, ya perdida,
quedó en la distancia,
sonando y sonando
su música sacra.
"...Cuando aquella noche
sentí que llorabas,
temblé como un niño
perdido y sin habla..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/01/16
ANTE SUS PALABRAS...
Ante sus palabras
quedó sorprendido,
volvían con ellas
los ecos malditos.
Momentos pasados,
quizás decisivos,
que allá, en la distancia
se encuentran perdidos.
Volvieron los días,
de lluvia y de frío,
las risas y llantos
del hombre y del niño.
Y allí, en lontananza,
murmuran los ríos,
los bosques se alteran
con gestos furtivos.
Oyó las palabras
el hombre vencido,
cansado de un tiempo
caduco y marchito.
Hoy mira la vida
de nuevo, con brillo,
con luz diferente
y un cielo distinto.
En él, las palabras,
agotan sus trinos,
y vuelan, sin pausa,
gaviotas y mirlos.
Es fácil, que abajo,
renazcan suspiros,
y surja en los pechos
anhelos divinos.
Quizá esas palabras
recuerden vinilos,
instantes preciosos
de copas y vinos.
Aquellos minutos
son ya monosílabos,
susurros anclados
en cables con hilos.
Bombillas lejanas,
con luz y latidos,
pequeños cometas
buscando su limbo.
Y abajo, en la tierra,
dos cuerpos unidos,
dos labios buscando
el beso divino.
"...Ante sus palabras
quedó estremecido,
y vio aquella rosa
y el mar tan bravío..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/01/16
quedó sorprendido,
volvían con ellas
los ecos malditos.
Momentos pasados,
quizás decisivos,
que allá, en la distancia
se encuentran perdidos.
Volvieron los días,
de lluvia y de frío,
las risas y llantos
del hombre y del niño.
Y allí, en lontananza,
murmuran los ríos,
los bosques se alteran
con gestos furtivos.
Oyó las palabras
el hombre vencido,
cansado de un tiempo
caduco y marchito.
Hoy mira la vida
de nuevo, con brillo,
con luz diferente
y un cielo distinto.
En él, las palabras,
agotan sus trinos,
y vuelan, sin pausa,
gaviotas y mirlos.
Es fácil, que abajo,
renazcan suspiros,
y surja en los pechos
anhelos divinos.
Quizá esas palabras
recuerden vinilos,
instantes preciosos
de copas y vinos.
Aquellos minutos
son ya monosílabos,
susurros anclados
en cables con hilos.
Bombillas lejanas,
con luz y latidos,
pequeños cometas
buscando su limbo.
Y abajo, en la tierra,
dos cuerpos unidos,
dos labios buscando
el beso divino.
"...Ante sus palabras
quedó estremecido,
y vio aquella rosa
y el mar tan bravío..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/01/16
DESDE HOY...
Desde hoy me dedicaré a escribirte,
a trazar con mis dedos y mis letras,
ese rosario azul, inigualable,
de una nueva y bonita primavera.
Porque te quiero así, estremecida,
sumida entre mis versos y poemas,
bebiendo el manantial de la ternura,
saciando los ardores de tus venas.
Ya sé que suena presuntuoso y mal,
y puede que chirríen las estrellas,
ante este egocentrismo tan latente
que nace en esta noche como muestra.
Pero son mis retazos, simplemente,
retales y fragmentos de leyendas,
pequeñas incursiones en las rimas
que vienen y que van con las mareas.
Resacas infantiles, sin remedio,
cantiles de prejuicios y galernas,
escollos insalvables para algunos
y retos para niños y poetas.
De siempre me gustaron las locuras,
y quiero que, en silencio, así las veas,
las tomes del cuaderno irreverente
y luego, tras leerlas, tú las sientas.
Es fácil que te muestren maravillas,
escenas de dulzura y de tristeza,
celliscas y neblinas, sin sentido,
mezcladas con pasajes de mi tierra.
No tengo un parasol, para ofrecerte,
ni copa con que escancies ese néctar,
tan solo el claroscuro de mi pluma
trazando las locuras que me vengan.
"...Desde hoy me dedicaré a quererte,
así, como deseo, a mi manera,
buscando en tu mirada la palabra
y el beso tan sutil que, en ella, dejas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/01/16
a trazar con mis dedos y mis letras,
ese rosario azul, inigualable,
de una nueva y bonita primavera.
Porque te quiero así, estremecida,
sumida entre mis versos y poemas,
bebiendo el manantial de la ternura,
saciando los ardores de tus venas.
Ya sé que suena presuntuoso y mal,
y puede que chirríen las estrellas,
ante este egocentrismo tan latente
que nace en esta noche como muestra.
Pero son mis retazos, simplemente,
retales y fragmentos de leyendas,
pequeñas incursiones en las rimas
que vienen y que van con las mareas.
Resacas infantiles, sin remedio,
cantiles de prejuicios y galernas,
escollos insalvables para algunos
y retos para niños y poetas.
De siempre me gustaron las locuras,
y quiero que, en silencio, así las veas,
las tomes del cuaderno irreverente
y luego, tras leerlas, tú las sientas.
Es fácil que te muestren maravillas,
escenas de dulzura y de tristeza,
celliscas y neblinas, sin sentido,
mezcladas con pasajes de mi tierra.
No tengo un parasol, para ofrecerte,
ni copa con que escancies ese néctar,
tan solo el claroscuro de mi pluma
trazando las locuras que me vengan.
"...Desde hoy me dedicaré a quererte,
así, como deseo, a mi manera,
buscando en tu mirada la palabra
y el beso tan sutil que, en ella, dejas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/01/16
AL DESPERTAR...
Al despertar, una mañana, quise parar
el tiempo y el instante,
porque quería estar en el letargo
y proseguir durmiendo un rato más.
Quizás quería estar junto a tu lado
para escuchar ese susurro leve de tus labios,
esa respiración entrecortada
que clamaba por la vida
y ese latido imperceptible
que hacía, por tu pecho,
un oleaje de pliegues invisibles,
de dedos que susurran una música sin nombre,
de roces y caricias que llevan inherentes
la pasión desenfrenada y puede, que en el fondo,
esa oración al nuevo día que comienza.
Al despertar mis manos se estiraron, en la cama,
buscando tu presencia embriagadora,
para encontrarse allí, con el vacío
y la ausencia inesperada de ese cuerpo
que anhelaban mis sentidos.
Al despertar busqué la cajetilla de tabaco.
Saqué un pitillo y comencé a fumar
mientras pensaba en tus palabras.
Tus dedos delicados volvieron a mi mente
y recordé el uso y el abuso de los mismos
por mi cuerpo.
¡Eterna fantasía la del hombre
y mera expectación la de aquel niño,
volviendo hacia un pasado inalcanzable...!
Al despertar, de pronto, en aquel lecho
yo vi la soledad que me abrazaba,
igual que vi el pitillo que, en mis dedos,
temblaba y parecía una libélula encantada.
Miré su punta roja y encendida,
la nube de aquel humo basculante que oscilaba
y se perdía,
miré, sin ver, la soledad, mi compañera
y allí le hablé y la saludé,
en el nuevo día.
Al despertar abrí los ojos nuevamente
para tratar de ver si mi camisa y pantalón
estaban cerca y no tirados por el suelo,
en una calle de ciudad y sin esquinas.
Al despertar me vi desnudo ante el espejo de la vida
y comprendí que tú no estabas a mi lado,
que te habías alejado para siempre
sin decirme una palabra,
sin dejarme una cuartilla con tu letra
que dijera simplemente que lo sientes.
Al despertar cerré los ojos simplemente
para intentar dormir
y así escapar de la verdad
y realidad que me rodean.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/01/16
PARECE QUE LAS ROSAS...
Parece que las rosas, tan bonitas,
no tienen los mensajes que tú quieres,
si acaso te sorprenden esas flores
al verlas junto al mar, azul celeste.
¡El mar, la mar...! qué hermosa maravilla
de conjuntos salinos y de preces,
parecen rescatados de un poema,
las olas con las rimas sugerentes.
Entiendo que una rosa, tan hermosa,
al Mar que le saluda lo envenene,
incordien sus salitres los espinos
que vayan con su tallo y hasta tiemblen.
No sé si las palabras más exactas
tendrá tantas espinas en su frente,
y puede que las flores de sus letras
ansíen rosas rojas en la nieve.
Parece que las rosas, tan bonitas,
suspiren con los cuerpos, y su fiebre
se extienda por las almas inmortales,
saciando los susurros de las gentes.
No olvido la marea de la costa,
el mar con sus crisoles y sus pliegues,
(legañas de momentos ya pasados,
retazos de traineras y de muelles).
Pero es ese mensaje indescriptible
el necio portador que así los mueve,
y vuelven los tambores y saudades
tratando de apenar a los cipreses.
Es una rebelión y un sinsentido.
locura y frenesí que se mantienen,
unidos a cantiles, en las rosas,
espinas con el mar que allí se ofrece.
"...Parece que la paz del cementerio
se rompa con las rosas, y la altere,
la sangre inmaculada que un espino,
trazó, sobre ese mar, tan diferente..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/01/16
no tienen los mensajes que tú quieres,
si acaso te sorprenden esas flores
al verlas junto al mar, azul celeste.
¡El mar, la mar...! qué hermosa maravilla
de conjuntos salinos y de preces,
parecen rescatados de un poema,
las olas con las rimas sugerentes.
Entiendo que una rosa, tan hermosa,
al Mar que le saluda lo envenene,
incordien sus salitres los espinos
que vayan con su tallo y hasta tiemblen.
No sé si las palabras más exactas
tendrá tantas espinas en su frente,
y puede que las flores de sus letras
ansíen rosas rojas en la nieve.
Parece que las rosas, tan bonitas,
suspiren con los cuerpos, y su fiebre
se extienda por las almas inmortales,
saciando los susurros de las gentes.
No olvido la marea de la costa,
el mar con sus crisoles y sus pliegues,
(legañas de momentos ya pasados,
retazos de traineras y de muelles).
Pero es ese mensaje indescriptible
el necio portador que así los mueve,
y vuelven los tambores y saudades
tratando de apenar a los cipreses.
Es una rebelión y un sinsentido.
locura y frenesí que se mantienen,
unidos a cantiles, en las rosas,
espinas con el mar que allí se ofrece.
"...Parece que la paz del cementerio
se rompa con las rosas, y la altere,
la sangre inmaculada que un espino,
trazó, sobre ese mar, tan diferente..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/01/16
NECESITO UN PASTEL...
Necesito un pastel y un plato largo,
unos dedos que estiren esa nata,
que rebusquen hojaldre en las esquinas
y la fresa que atrapa las miradas.
Porque tengo sabores agridulces,
sensaciones de sed en la garganta,
y un runrún recorriendo paladares
que me llenan, asolan y maltratan.
Soy goloso, lo sé, por experiencia,
desayuno con leche desnatada,
seis bizcochos bañados en azúcar
y el ligón, cola cao, les acompaña.
Luego estiro los brazos en silencio,
hasta sueño caricias con el alba,
y me asciendo los quince cascabeles,
(escalones que van hasta mi cama).
Necesito un pastel con unos labios,
unos besos sinceros y de plata,
una dulce sonrisa soñadora
y al final un paseo en una barca.
Porque quiero, de veras, seducirte,
entregarte la cruz de la medalla,
porque llevas la cara, tan hermosa,
ya prendida en el fondo de tu alma.
Soy goloso, lo sé, lo reconozco,
y mi lengua resbala por tu espalda,
rescatando la miel de las colmenas
y ese néctar que corre en tu garganta.
Y por eso rebaño y paladeo
ese plato citado y su cuchara,
(cucharilla la llaman en mi tierra,
como lengua traviesa y solitaria).
"...Necesito que sigas a mi lado
y me ofrezcas pasteles y corbatas,
para así desarmar a mis sentidos
con un beso goloso y sin palabras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/01/16
unos dedos que estiren esa nata,
que rebusquen hojaldre en las esquinas
y la fresa que atrapa las miradas.
Porque tengo sabores agridulces,
sensaciones de sed en la garganta,
y un runrún recorriendo paladares
que me llenan, asolan y maltratan.
Soy goloso, lo sé, por experiencia,
desayuno con leche desnatada,
seis bizcochos bañados en azúcar
y el ligón, cola cao, les acompaña.
Luego estiro los brazos en silencio,
hasta sueño caricias con el alba,
y me asciendo los quince cascabeles,
(escalones que van hasta mi cama).
Necesito un pastel con unos labios,
unos besos sinceros y de plata,
una dulce sonrisa soñadora
y al final un paseo en una barca.
Porque quiero, de veras, seducirte,
entregarte la cruz de la medalla,
porque llevas la cara, tan hermosa,
ya prendida en el fondo de tu alma.
Soy goloso, lo sé, lo reconozco,
y mi lengua resbala por tu espalda,
rescatando la miel de las colmenas
y ese néctar que corre en tu garganta.
Y por eso rebaño y paladeo
ese plato citado y su cuchara,
(cucharilla la llaman en mi tierra,
como lengua traviesa y solitaria).
"...Necesito que sigas a mi lado
y me ofrezcas pasteles y corbatas,
para así desarmar a mis sentidos
con un beso goloso y sin palabras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/01/16
POR LO QUE SÉ...
Por lo que sé no estabas ni vestida
y dormitabas sola en la pradera,
allí te acompañaba el fiel rocío
con esa escarcha blanca de sus cejas.
Habías vomitado en esa noche,
palabras con rescoldos de blasfemias,
en un intento gris, por serenarte,
y hasta de ver el fondo del problema.
Pero la extraña bilis de tu alma
tenía componentes y conciencia,
luchando cada uno, por su lado,
por controlar la sangre de tus venas.
Y así te emborrachaste, dulce niña,
sacando el corazón de su despensa,
dejando que el deshielo propiciara,
brotar el manantial que tanto anhelas.
De pronto recordaste las caricias,
la brisa juguetona de la iglesia,
el viento sonrosado de colores,
jazmines, por el cielo, con sus fresas.
Quisiste conseguir un imposible,
volar tras los rosales y violetas,
sentir la picardía de las hadas,
hermosas, soñolientas y coquetas.
Pero era tu verdad, precisamente,
el caldo de cultivo de ese néctar,
la rosa inmaculada que, en tu pecho,
prendió, con entusiasmo, su belleza.
No sé si las palabras son palabras
y meros espejismos son sus letras,
si acaso te recuerdo en esa imagen,
desnuda y dormitando en un poema.
"...Por lo que sé tu amor era posible,
no fruto del capricho y la quimera,
temblaban los resquicios de tu alma
al roce de aquel labio que la besa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/01/16
y dormitabas sola en la pradera,
allí te acompañaba el fiel rocío
con esa escarcha blanca de sus cejas.
Habías vomitado en esa noche,
palabras con rescoldos de blasfemias,
en un intento gris, por serenarte,
y hasta de ver el fondo del problema.
Pero la extraña bilis de tu alma
tenía componentes y conciencia,
luchando cada uno, por su lado,
por controlar la sangre de tus venas.
Y así te emborrachaste, dulce niña,
sacando el corazón de su despensa,
dejando que el deshielo propiciara,
brotar el manantial que tanto anhelas.
De pronto recordaste las caricias,
la brisa juguetona de la iglesia,
el viento sonrosado de colores,
jazmines, por el cielo, con sus fresas.
Quisiste conseguir un imposible,
volar tras los rosales y violetas,
sentir la picardía de las hadas,
hermosas, soñolientas y coquetas.
Pero era tu verdad, precisamente,
el caldo de cultivo de ese néctar,
la rosa inmaculada que, en tu pecho,
prendió, con entusiasmo, su belleza.
No sé si las palabras son palabras
y meros espejismos son sus letras,
si acaso te recuerdo en esa imagen,
desnuda y dormitando en un poema.
"...Por lo que sé tu amor era posible,
no fruto del capricho y la quimera,
temblaban los resquicios de tu alma
al roce de aquel labio que la besa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/01/16
PORQUE LA NOCHE...
Porque la noche arranca los vestidos
y deja a las praderas en tinieblas,
dejando corazones indefensos
temblando con las sombras tan espesas.
Y esta realidad, tan absorbente,
nos llena cada noche de tristeza,
sintiendo que en las almas no responden
los ecos de ilusión y las promesas.
Entonces se congelan las palabras,
las gotas del rocío son estrellas,
los llantos de los cielos filigranas
y es fácil los silencios por respuesta.
Palabras y palabras que a la noche,
le escriben y dedican los poetas,
algunos con sus sueños infantiles
y en otros con sus rimas y leyendas.
Pero la noche y sombras se confunden
creando soledades en la niebla,
los tiernos corazones se marchitan,
cansados de buscar a las sirenas.
Eterna soledad la de las almas
que quieren caminar sin su linterna,
ajenas a cantiles y arrecifes
siguiendo los senderos de otras huellas.
Algunas se confunden y diluyen,
por culpa de caminos que se encuentran,
es fácil que los sueños sean sueños,
legañas de unas rimas incompletas.
Te veo corazón, que estás temblando,
y siento que aceleras tu carrera,
apuestas por ganar esta partida
trazada por la noche a tus expensas.
"...Porque la noche arranca los suspiros
igual que las resacas en la arena,
así la soledad, tiembla y susurra,
al hombre soñador que escribe de ella..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/01/16
y deja a las praderas en tinieblas,
dejando corazones indefensos
temblando con las sombras tan espesas.
Y esta realidad, tan absorbente,
nos llena cada noche de tristeza,
sintiendo que en las almas no responden
los ecos de ilusión y las promesas.
Entonces se congelan las palabras,
las gotas del rocío son estrellas,
los llantos de los cielos filigranas
y es fácil los silencios por respuesta.
Palabras y palabras que a la noche,
le escriben y dedican los poetas,
algunos con sus sueños infantiles
y en otros con sus rimas y leyendas.
Pero la noche y sombras se confunden
creando soledades en la niebla,
los tiernos corazones se marchitan,
cansados de buscar a las sirenas.
Eterna soledad la de las almas
que quieren caminar sin su linterna,
ajenas a cantiles y arrecifes
siguiendo los senderos de otras huellas.
Algunas se confunden y diluyen,
por culpa de caminos que se encuentran,
es fácil que los sueños sean sueños,
legañas de unas rimas incompletas.
Te veo corazón, que estás temblando,
y siento que aceleras tu carrera,
apuestas por ganar esta partida
trazada por la noche a tus expensas.
"...Porque la noche arranca los suspiros
igual que las resacas en la arena,
así la soledad, tiembla y susurra,
al hombre soñador que escribe de ella..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/01/16
PORQUE REBOSAN TUS LABIOS...
Porque rebosan tus labios
nácar de miel con estrellas,
voy persiguiendo esas gotas
que dulcemente me llegan.
Vas regalando sonrisas
con tu carita preciosa,
y así, me dejas suspiros,
en la canción de tu boca.
No sé si son alegrías,
quizás serán malvarrosas,
o entre el tomillo y la jara
surjan del pecho sus notas.
Algo me incitan tus labios,
para escribir un poema,
y compartir este instante
siempre a tu lado, mi reina.
Es infantil lo que hago
y hasta soñar no me toca,
pero aún así, hoy lo intento
con tu manita preciosa.
Dedos que van y que vienen,
como alisando la ropa,
para dejar su cariño
y ese temblor, donde rozan.
Porque tus labios de plata
quieren besar las mareas,
y esos ojitos hermosos
buscan gaviotas eternas...
Sé que los sueños son sueños
y es la verdad otra cosa,
pero no puedo evitarlo
para fijarme en tu ropa.
Ropa de niña gitana
con tus claveles de mora,
déjame ya, en el camino,
tu chaquetita tan mona.
"...Y es, en verdad, que esos labios,
quiero besar con presteza,
quiero robar su cariño
para entregarles mi esencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/01/16
nácar de miel con estrellas,
voy persiguiendo esas gotas
que dulcemente me llegan.
Vas regalando sonrisas
con tu carita preciosa,
y así, me dejas suspiros,
en la canción de tu boca.
No sé si son alegrías,
quizás serán malvarrosas,
o entre el tomillo y la jara
surjan del pecho sus notas.
Algo me incitan tus labios,
para escribir un poema,
y compartir este instante
siempre a tu lado, mi reina.
Es infantil lo que hago
y hasta soñar no me toca,
pero aún así, hoy lo intento
con tu manita preciosa.
Dedos que van y que vienen,
como alisando la ropa,
para dejar su cariño
y ese temblor, donde rozan.
Porque tus labios de plata
quieren besar las mareas,
y esos ojitos hermosos
buscan gaviotas eternas...
Sé que los sueños son sueños
y es la verdad otra cosa,
pero no puedo evitarlo
para fijarme en tu ropa.
Ropa de niña gitana
con tus claveles de mora,
déjame ya, en el camino,
tu chaquetita tan mona.
"...Y es, en verdad, que esos labios,
quiero besar con presteza,
quiero robar su cariño
para entregarles mi esencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/01/16
UNA VEZ MÁS...
Una vez más me quedo sin palabras
al contemplar la noche y las estrellas,
en una conjunción, tan sorprendente,
que baña con sus sones la marea.
La música sin par, es ya caricia,
la brisa es un suspiro que se expresa,
las sombras son brochazos virginales
de un mundo que me ofrece su belleza.
Sin duda, si cerramos bien los ojos,
tendremos ese cuadro a nuestra vera,
quizás como el adagio prometido
de un fondo musical de nuestra tierra.
Los sueños se convierten en saudades,
las rimas en jardines y violetas,
los prados, con las lindas mariposas,
susurran carantoñas y promesas.
Una vez más, me quedo retenido,
y prisionero soy, de las galernas;
concibo galeones en mis versos
y remos con cadencia de sirenas.
Un viaje por los mares es un lujo,
tratando de encontrar esa sal muera,
la misma que ya llevan en las almas,
marinos, navegantes y doncellas.
Los besos tienen mezcla de salitre
y ofrecen el salobre de la entrega,
la eterna melodía de la noche,
y un lecho singular en las arenas.
Hay playas solitarias en silencio,
hay huellas sin pisar que nos esperan,
las sombras dificultan nuestra marcha
hacia ese corazón que está tan cerca.
"...Una vez más, camino para nada,
tratando de encontrar una respuesta,
la tengo corazón, y tú lo sabes,
en forma de una rima y un poema..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/01/16
al contemplar la noche y las estrellas,
en una conjunción, tan sorprendente,
que baña con sus sones la marea.
La música sin par, es ya caricia,
la brisa es un suspiro que se expresa,
las sombras son brochazos virginales
de un mundo que me ofrece su belleza.
Sin duda, si cerramos bien los ojos,
tendremos ese cuadro a nuestra vera,
quizás como el adagio prometido
de un fondo musical de nuestra tierra.
Los sueños se convierten en saudades,
las rimas en jardines y violetas,
los prados, con las lindas mariposas,
susurran carantoñas y promesas.
Una vez más, me quedo retenido,
y prisionero soy, de las galernas;
concibo galeones en mis versos
y remos con cadencia de sirenas.
Un viaje por los mares es un lujo,
tratando de encontrar esa sal muera,
la misma que ya llevan en las almas,
marinos, navegantes y doncellas.
Los besos tienen mezcla de salitre
y ofrecen el salobre de la entrega,
la eterna melodía de la noche,
y un lecho singular en las arenas.
Hay playas solitarias en silencio,
hay huellas sin pisar que nos esperan,
las sombras dificultan nuestra marcha
hacia ese corazón que está tan cerca.
"...Una vez más, camino para nada,
tratando de encontrar una respuesta,
la tengo corazón, y tú lo sabes,
en forma de una rima y un poema..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/01/16
LA NOCHE SE ACERCA Y CERCA...
La noche se acerca y cerca,
estás lucero esperando,
y allí, en el cielo, tu luz,
nos da, sin prisa la mano.
Luz de lucero que brillas
y que te ofreces temblando,
llega hasta aquí, a nuestro pecho,
para infundirnos descanso.
Que no se apague tu luz,
que no se pierda ese rayo,
aunque la tarde termine
tras una salve y rosario.
Porque el lucero que brilla
es el que todos buscamos,
ese que abraza y que besa
y el que nos roza los labios.
La noche se acerca y cerca
hay unos niños jugando,
que ya no miran las sombras
ni que esté atrás el verano.
Juegan y juegan, sin prisas,
entre la lluvia y el barro,
para animar las canicas
y culminar con los aros.
Ellos no ven los luceros,
que están arriba, en lo alto,
porque su luz es la fuerza
de ese vigor sin descanso.
Brillan, arriba, luceros,
juegan, abajo, muchachos,
mientras escribo un poema
y voy tras ellos, soñando.
"...La noche se acerca y cerca,
hay tiovivos descalzos,
para llevar a los hombres
a los luceros lejanos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/01/16
estás lucero esperando,
y allí, en el cielo, tu luz,
nos da, sin prisa la mano.
Luz de lucero que brillas
y que te ofreces temblando,
llega hasta aquí, a nuestro pecho,
para infundirnos descanso.
Que no se apague tu luz,
que no se pierda ese rayo,
aunque la tarde termine
tras una salve y rosario.
Porque el lucero que brilla
es el que todos buscamos,
ese que abraza y que besa
y el que nos roza los labios.
La noche se acerca y cerca
hay unos niños jugando,
que ya no miran las sombras
ni que esté atrás el verano.
Juegan y juegan, sin prisas,
entre la lluvia y el barro,
para animar las canicas
y culminar con los aros.
Ellos no ven los luceros,
que están arriba, en lo alto,
porque su luz es la fuerza
de ese vigor sin descanso.
Brillan, arriba, luceros,
juegan, abajo, muchachos,
mientras escribo un poema
y voy tras ellos, soñando.
"...La noche se acerca y cerca,
hay tiovivos descalzos,
para llevar a los hombres
a los luceros lejanos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/01/16
POR AQUELLA PUERTA...
Por aquella puerta,
de humilde ventana,
salieron tus pasos
buscando la fama.
Marchabas a un mundo,
de cimas preciadas,
tesoros, sin nombre,
que allí se encontraban.
Y el sueño dorado
duró una mañana,
tal vez el momento
que tú no esperabas.
Callaron las calles,
las fuentes paganas,
se hicieron silencios
los parques y plazas.
Y tú, entretenida,
buscabas el alma,
la tierna corriente
de luz y de magia.
¡Qué pena me diste
al verte descalza,
desnuda y sin ropa,
carente de nada...!
Sentí que tu mano
la mía buscaba,
tus ojos mis ojos
ansiaban mis lágrimas.
Y yo, enmudecido,
quedé sin palabras,
temblando, a tu lado,
carente de gracia.
Dos almas perdidas
así se miraban,
ansiando cariño
y un beso de plata.
Dos niños inquietos,
traviesos, sin patria,
con sangre en las venas
pidiendo batalla.
Quisieran ser libres,
bogar sobre el agua,
surcando las olas
que suben y bajan.
También, por el cielo,
quisieran sus alas,
para ir a otros mundos
sin guerras extrañas.
"...Por aquella puerta
voló tu esperanza,
y yo, tras tus pasos,
corrí a rescatarla..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/01/16
de humilde ventana,
salieron tus pasos
buscando la fama.
Marchabas a un mundo,
de cimas preciadas,
tesoros, sin nombre,
que allí se encontraban.
Y el sueño dorado
duró una mañana,
tal vez el momento
que tú no esperabas.
Callaron las calles,
las fuentes paganas,
se hicieron silencios
los parques y plazas.
Y tú, entretenida,
buscabas el alma,
la tierna corriente
de luz y de magia.
¡Qué pena me diste
al verte descalza,
desnuda y sin ropa,
carente de nada...!
Sentí que tu mano
la mía buscaba,
tus ojos mis ojos
ansiaban mis lágrimas.
Y yo, enmudecido,
quedé sin palabras,
temblando, a tu lado,
carente de gracia.
Dos almas perdidas
así se miraban,
ansiando cariño
y un beso de plata.
Dos niños inquietos,
traviesos, sin patria,
con sangre en las venas
pidiendo batalla.
Quisieran ser libres,
bogar sobre el agua,
surcando las olas
que suben y bajan.
También, por el cielo,
quisieran sus alas,
para ir a otros mundos
sin guerras extrañas.
"...Por aquella puerta
voló tu esperanza,
y yo, tras tus pasos,
corrí a rescatarla..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/01/16
HACE UNOS MESES...
Hace unos meses yo también volví
a ese país del "Nunca Jamás",
en unos versos, hoy ya olvidados.
Me atreví a volar y a suspirar con Peter Pan
y hasta recordar a una Pimpinela que no existe.
Quizás fue un suspiro,
quizás un tic-tac del corazón más alto que los demás,
quizás un sueño, simplemente, irrealizable.
Todos hemos navegado en esos barquitos de papel
y nos hemos bajado de ellos
cuando se acercaban al remolino o catarata del río.
Otras veces hemos bebido de la botella
hasta apurar la última gota de whisky
para luego introducir, en ella, las hormiguitas
que pululaban en nuestras almas y enviarlas lejos,
para que no volvieran, en un viaje de ida
y sin retorno, a través del ancho mar
que se veía desde la playa.
...Suspiro con el pasado y vuelvo al presente.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/01/16
LA TRISTEZA DE ESTOS DÍAS...
La tristeza de estos días
es resaca de unos mares,
con migrañas y legañas
que remueven mil saudades.
Es por eso que de pronto
las noticias se dan arte
de cubrir con sus crespones
a los hombres en su viaje.
Yo no sé, porqué motivo,
estos meses son un cáncer,
la carcoma de conciencias
y el delirio del orate.
Es de pronto, una mañana,
un corrillo por la calle,
un susurro y unas voces
de un suicidio inexplicable.
Si es que anoche allí le vimos,
en el bar y por el baile,
y marchaba para casa
tras un rato muy agradable.
Y más tarde, el sinsentido,
es el llanto de sus padres,
los vecinos consternados
sin saber qué contestarse.
Que ha dejado en un escrito
los motivos de este lance,
y que ha sido por amores
o por celos incurables.
Lo más triste es la partida
de una vida para el Hades,
sin librar la fiel batalla
y marchar sin equipaje.
"...La tristeza de estos días
es la niebla y el socaire,
ambos juntos, sin motivo,
que no saben qué explicarte..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/01/16
SI ALGÚN DÍA NO ME ENCUENTRAS...
Si algún día no me encuentras
búscame en los arenales,
más abajo de la playa
donde ya no llegue el aire.
Porque el nordeste que sopla
viene a mí, como puñales,
corta el labio y hace heridas
de la mañana a la tarde.
Búscame entre los recuerdos
de momentos tan cruciales,
donde hablamos y bebimos
sin temor a paseantes.
Hoy son gotas de un rocío
y mañanas agradables,
con rosadas en el campo
goteando en los alares.
Si algún día no me encuentras
reza entonces una salve,
y también una plegaria
a esa Virgen que tú sabes.
Porque fuimos muchos días
con fervor a musitarle,
y a robar allí dos besos
temblorosos, al socaire.
Búscame entre los poemas
de curiosos navegantes,
que remaron mar adentro
sin temor a las saudades.
Hoy son tiempos diferentes
en un mundo cruel que arde,
con personas insensibles
a las rimas y a los bailes.
"...Si algún día no me encuentras
busca Amor, aquel detalle,
el del labio tembloroso
tan perdido por amarte..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/01/16
búscame en los arenales,
más abajo de la playa
donde ya no llegue el aire.
Porque el nordeste que sopla
viene a mí, como puñales,
corta el labio y hace heridas
de la mañana a la tarde.
Búscame entre los recuerdos
de momentos tan cruciales,
donde hablamos y bebimos
sin temor a paseantes.
Hoy son gotas de un rocío
y mañanas agradables,
con rosadas en el campo
goteando en los alares.
Si algún día no me encuentras
reza entonces una salve,
y también una plegaria
a esa Virgen que tú sabes.
Porque fuimos muchos días
con fervor a musitarle,
y a robar allí dos besos
temblorosos, al socaire.
Búscame entre los poemas
de curiosos navegantes,
que remaron mar adentro
sin temor a las saudades.
Hoy son tiempos diferentes
en un mundo cruel que arde,
con personas insensibles
a las rimas y a los bailes.
"...Si algún día no me encuentras
busca Amor, aquel detalle,
el del labio tembloroso
tan perdido por amarte..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/01/16
LIBRO USADO...
Libro usado que te muestras indolente
con tus hojas desgastadas y amarillas,
¿dónde tienes la sonrisa seductora
y el candor con que hace años seducías...?
¿Dónde están esas historias subyugantes,
aquel viaje hacia la tierra prometida,
la aventura de un quijote y sus molinos
el paseo de un poeta por Castilla...?
Yo saqué de entre tus hojas la aventura,
el temblor de las galernas y la brisa,
la perfecta sincronía de la aurora
y hasta un viaje principesco por la India.
Porque fuiste referencia de unos años,
colofón y rosa clara de esos días,
aire fresco que llenaba las entrañas
e ilusión que renacía en cada línea...
Hoy te veo entre otros libros apagado
aunque vuelen, a tu lado, las sonrisas;
tienes pinta de pasar inadvertido
y de ser un soñador de margaritas.
Fuimos muchos a beber entre tus hojas
a saciar nuestros instintos y premisas,
a besar aquellos labios tan soñados
y a dormir entre tus nubes que eran limpias.
Pero fuiste mucho más que todo aquello,
el amigo inseparable que latía,
el candor irreverente de unos sueños
y la rima de un poema en la buhardilla.
Fuiste fuego y aventura en unas letras,
la pasión de corazones que dormían,
la ilusión de tantos niños inocentes
y el refugio de un autor que dio su vida.
Es por eso que te veo y te saludo,
libro usado, con cariño y simpatía,
y te digo que estás cerca, y a mi lado,
y que busco entre tus hojas mis caricias.
"...Son aquellas que arrancaste de unos ojos
en las tardes soñolientas y tranquilas;
fueron días de dormir entre las nubes
y rozar y hasta alcanzar la poesía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/01/16
con tus hojas desgastadas y amarillas,
¿dónde tienes la sonrisa seductora
y el candor con que hace años seducías...?
¿Dónde están esas historias subyugantes,
aquel viaje hacia la tierra prometida,
la aventura de un quijote y sus molinos
el paseo de un poeta por Castilla...?
Yo saqué de entre tus hojas la aventura,
el temblor de las galernas y la brisa,
la perfecta sincronía de la aurora
y hasta un viaje principesco por la India.
Porque fuiste referencia de unos años,
colofón y rosa clara de esos días,
aire fresco que llenaba las entrañas
e ilusión que renacía en cada línea...
Hoy te veo entre otros libros apagado
aunque vuelen, a tu lado, las sonrisas;
tienes pinta de pasar inadvertido
y de ser un soñador de margaritas.
Fuimos muchos a beber entre tus hojas
a saciar nuestros instintos y premisas,
a besar aquellos labios tan soñados
y a dormir entre tus nubes que eran limpias.
Pero fuiste mucho más que todo aquello,
el amigo inseparable que latía,
el candor irreverente de unos sueños
y la rima de un poema en la buhardilla.
Fuiste fuego y aventura en unas letras,
la pasión de corazones que dormían,
la ilusión de tantos niños inocentes
y el refugio de un autor que dio su vida.
Es por eso que te veo y te saludo,
libro usado, con cariño y simpatía,
y te digo que estás cerca, y a mi lado,
y que busco entre tus hojas mis caricias.
"...Son aquellas que arrancaste de unos ojos
en las tardes soñolientas y tranquilas;
fueron días de dormir entre las nubes
y rozar y hasta alcanzar la poesía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/01/16
NO IMPORTA EL MOMENTO...
No importa el momento,
si importa la paz,
las olas se mueven
rizando a la mar.
Es algo que pasa
un día y se va,
momentos felices
con algo fugaz.
Vivencias de niños
en su libertad,
con sueños de cielos
y anhelos de amar.
Así son los bosques
del nunca jamás,
jardines preciosos
de un bello lugar.
No importa el momento,
yo marcho detrás,
pisando tus huellas
que van a bailar.
Y sueñas conmigo
en un arenal,
cubiertos de algas
salitres y vals.
No sé si la escena
te invita a temblar,
a mí, tus latidos,
son algo letal.
Te miro, te beso,
te aspiro, sin más,
y así, entre tus labios
me quiero quedar.
"...No importa el momento
de ser Peter Pan,
los niños, los hombres,
hoy quieren soñar..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/01/16
si importa la paz,
las olas se mueven
rizando a la mar.
Es algo que pasa
un día y se va,
momentos felices
con algo fugaz.
Vivencias de niños
en su libertad,
con sueños de cielos
y anhelos de amar.
Así son los bosques
del nunca jamás,
jardines preciosos
de un bello lugar.
No importa el momento,
yo marcho detrás,
pisando tus huellas
que van a bailar.
Y sueñas conmigo
en un arenal,
cubiertos de algas
salitres y vals.
No sé si la escena
te invita a temblar,
a mí, tus latidos,
son algo letal.
Te miro, te beso,
te aspiro, sin más,
y así, entre tus labios
me quiero quedar.
"...No importa el momento
de ser Peter Pan,
los niños, los hombres,
hoy quieren soñar..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/01/16
ESTA CIUDAD...
Esta ciudad que limpia sus legañas
en la mañana de un enero y día
gris, lluvioso, sin luz y amanerado,
parece un fantasmal esta vigilia.
Porque seguir sus calles hoy mojadas
es una sinrazón para la vista;
figuras alargadas y cubiertas
tratando de doblar en las esquinas.
Yo soy de esta ciudad, y no lo niego,
y busco en sus aceras poesía,
las notas que han dejado tantos dioses
en forma de latidos de la vida.
Por eso a la ciudad que está lluviosa
y apenas amanece, aunque respira,
la digo que despierte nuevamente
y ofrezca ese tic-tac de su alegría.
Ya sé que la conserva bien guardada
a salvo de galernas y rencillas,
tapada con un manto inaccesible
que solo el corazón puede suplirla.
Sacude las legañas de tus ojos,
no temas a la lluvia que te limpia
y ofrece la alegría en los balcones
igual que en las aceras hoy tranquilas.
La lluvia es sustancial e irreverente,
el agua que destilan las pupilas,
de un cielo encapotado y sin remedio,
recuerdos de autobuses y tranvías.
Sus huellas han quedado con nosotros,
jardines con rosales, buganvillas,
eternas mariposas de una magia,
formando ese clavel de poesías.
"...Esta ciudad que limpia sus legañas
despierta de un letargo, arrepentida,
recobran los impulsos sus arterias,
con versos, y poemas de otros días..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/01/16
en la mañana de un enero y día
gris, lluvioso, sin luz y amanerado,
parece un fantasmal esta vigilia.
Porque seguir sus calles hoy mojadas
es una sinrazón para la vista;
figuras alargadas y cubiertas
tratando de doblar en las esquinas.
Yo soy de esta ciudad, y no lo niego,
y busco en sus aceras poesía,
las notas que han dejado tantos dioses
en forma de latidos de la vida.
Por eso a la ciudad que está lluviosa
y apenas amanece, aunque respira,
la digo que despierte nuevamente
y ofrezca ese tic-tac de su alegría.
Ya sé que la conserva bien guardada
a salvo de galernas y rencillas,
tapada con un manto inaccesible
que solo el corazón puede suplirla.
Sacude las legañas de tus ojos,
no temas a la lluvia que te limpia
y ofrece la alegría en los balcones
igual que en las aceras hoy tranquilas.
La lluvia es sustancial e irreverente,
el agua que destilan las pupilas,
de un cielo encapotado y sin remedio,
recuerdos de autobuses y tranvías.
Sus huellas han quedado con nosotros,
jardines con rosales, buganvillas,
eternas mariposas de una magia,
formando ese clavel de poesías.
"...Esta ciudad que limpia sus legañas
despierta de un letargo, arrepentida,
recobran los impulsos sus arterias,
con versos, y poemas de otros días..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/01/16
NO SÉ QUE DÍA ES HOY...
No sé que día es hoy, tampoco importa,
se mueve el calendario lentamente,
la lluvia nos saluda con sus gotas,
las nubes se disfrazan de corceles.
Por eso un laberinto trastornado
sacude los rincones de la mente,
se apoya en el olvido de los hombres,
también en la quietud de los claveles.
Eterna poesía el "sinsentido"
que abarca desde el mar a los cipreses,
las olas blanquecinas en silencio,
las hojas de los otros enmudecen.
Las horas van pasando sin descanso
y un halo de esperanza nace y muere,
el sol, tras los cristales, está huido
y el día no se altera, ni amanece.
No sé que día es hoy, tampoco importa,
quizás continuación de aquel de Reyes,
un día de ilusiones y esperanzas
un tanto marchitadas tras la fiebre.
Se bebe el consumismo gota a gota,
se vive sin saber lo que se quiere,
por eso decepciones y sorpresas
sacuden a las almas y a las mentes.
Los sueños han quedado abandonados,
la magia en un rincón con mil papeles,
y aquellas confituras infantiles
ancladas en rincones inocentes.
Un día volverán otras palomas
surgiendo de cabezas y de sienes,
y puede que con ellas, tantos niños,
recojan esos premios que merecen.
"...No sé que día es hoy, tampoco importa,
no busco la quietud de los laureles,
tampoco las migajas de una fiestas,
si acaso el beso fiel que tú me debes..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/01/16
se mueve el calendario lentamente,
la lluvia nos saluda con sus gotas,
las nubes se disfrazan de corceles.
Por eso un laberinto trastornado
sacude los rincones de la mente,
se apoya en el olvido de los hombres,
también en la quietud de los claveles.
Eterna poesía el "sinsentido"
que abarca desde el mar a los cipreses,
las olas blanquecinas en silencio,
las hojas de los otros enmudecen.
Las horas van pasando sin descanso
y un halo de esperanza nace y muere,
el sol, tras los cristales, está huido
y el día no se altera, ni amanece.
No sé que día es hoy, tampoco importa,
quizás continuación de aquel de Reyes,
un día de ilusiones y esperanzas
un tanto marchitadas tras la fiebre.
Se bebe el consumismo gota a gota,
se vive sin saber lo que se quiere,
por eso decepciones y sorpresas
sacuden a las almas y a las mentes.
Los sueños han quedado abandonados,
la magia en un rincón con mil papeles,
y aquellas confituras infantiles
ancladas en rincones inocentes.
Un día volverán otras palomas
surgiendo de cabezas y de sienes,
y puede que con ellas, tantos niños,
recojan esos premios que merecen.
"...No sé que día es hoy, tampoco importa,
no busco la quietud de los laureles,
tampoco las migajas de una fiestas,
si acaso el beso fiel que tú me debes..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/01/16
UN LIBRO...
Un libro precisaba urgentemente
para dejar volar la fantasía,
para vivir la vida lentamente
y para sentir así el día a día.
Un libro deslenguado, irreverente,
que lleve entre sus letras la alegría,
un libro solapado, solamente,
con algo de emoción y picardía.
Pero encontrar las letras precisadas,
la frase y la oración, en este enero,
es algo que recuerda marejadas.
Galernas de unas obras que venero,
eternas mariposas tan amadas
y letras rescatadas de un tintero.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/01/16
para dejar volar la fantasía,
para vivir la vida lentamente
y para sentir así el día a día.
Un libro deslenguado, irreverente,
que lleve entre sus letras la alegría,
un libro solapado, solamente,
con algo de emoción y picardía.
Pero encontrar las letras precisadas,
la frase y la oración, en este enero,
es algo que recuerda marejadas.
Galernas de unas obras que venero,
eternas mariposas tan amadas
y letras rescatadas de un tintero.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/01/16
YA SÉ QUE ES UN POCO TARDE...
Ya sé que es un poco tarde
para escribir una carta,
para pedir lo que quiero
en unas pocas palabras.
Pero soñar con los Magos
y evitar sus calabazas,
el carbón como castigo
y esa caricia que falta...
...Es algo que me estremece
y que me deja sin habla;
por eso busco el cuaderno
y una cuartilla muy blanca.
Escribo lo que me viene
a mi cabeza ya cana
para pedir imposibles
y ese juguete con magia.
Esa palabra y silencio
que llegue pronto hasta el alma,
con la sonrisa sincera
de la sutil esperanza.
Porque pedir por pedir,
pido la voz y mirada
de tantos ojos azules
que limpiarán sus legañas.
Ellos irán a sus ropas,
a sus zapatos y camas,
para mirar si entre ellos
hay ilusiones colmadas.
Unos juguetes tan solo,
unas ropitas, sin alas,
pero también unos libros
con sus hojitas doradas.
Quiero canciones que rimen
en sentimientos y entrañas,
y hasta esa voz y caricia
en las paredes y casas.
Quiero que rían los niños
y que sus padres aplaudan,
para vivir en un mundo
donde las guerras acaban.
Quiero pedir a los Magos
una poquita de gracia,
para sentir esos dedos
con su batuta encantada.
Quiero tan solo respeto
para el que sueña y trabaja,
para el que estudia y se esfuerza
por alcanzar su mañana.
"...Ya sé que es un poco tarde
y que el portal está en calma,
pero así y todo yo escribo
para los Magos mi carta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/01/16
para escribir una carta,
para pedir lo que quiero
en unas pocas palabras.
Pero soñar con los Magos
y evitar sus calabazas,
el carbón como castigo
y esa caricia que falta...
...Es algo que me estremece
y que me deja sin habla;
por eso busco el cuaderno
y una cuartilla muy blanca.
Escribo lo que me viene
a mi cabeza ya cana
para pedir imposibles
y ese juguete con magia.
Esa palabra y silencio
que llegue pronto hasta el alma,
con la sonrisa sincera
de la sutil esperanza.
Porque pedir por pedir,
pido la voz y mirada
de tantos ojos azules
que limpiarán sus legañas.
Ellos irán a sus ropas,
a sus zapatos y camas,
para mirar si entre ellos
hay ilusiones colmadas.
Unos juguetes tan solo,
unas ropitas, sin alas,
pero también unos libros
con sus hojitas doradas.
Quiero canciones que rimen
en sentimientos y entrañas,
y hasta esa voz y caricia
en las paredes y casas.
Quiero que rían los niños
y que sus padres aplaudan,
para vivir en un mundo
donde las guerras acaban.
Quiero pedir a los Magos
una poquita de gracia,
para sentir esos dedos
con su batuta encantada.
Quiero tan solo respeto
para el que sueña y trabaja,
para el que estudia y se esfuerza
por alcanzar su mañana.
"...Ya sé que es un poco tarde
y que el portal está en calma,
pero así y todo yo escribo
para los Magos mi carta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/01/16
ESTA NOCHE SE ESCRIBE...
Esta noche se escribe
y se piden deseos,
cantidad de bombillas
hoy se encienden con ellos.
Porque son fantasías,
tradiciones y anhelos,
que sumados se juntan
en los seres pequeños.
Esos niños que ríen,
esos ojos despiertos,
van detrás de los Magos
persiguiendo al camello.
Porque sienten de veras
que el regalo va dentro,
en alforjas doradas
y a través de los tiempos.
Esta noche se escribe
en cuadernos abiertos,
y se dejan las letras
que se mandan al cielo.
Porque así es la costumbre
desde todos los tiempos,
a pesar de las guerras
y también de los miedos.
Unos niños sonríen
en quietud y en silencio,
mientras piden regalos
con sus lápices negros.
Porque el tiempo ya apremia
y se acerca muy lento,
es el día del Niño
y el regalo de enero.
"...Esta noche se escribe
a los Magos, de nuevo,
que traerán mil regalos
con caricias y besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/01/16
y se piden deseos,
cantidad de bombillas
hoy se encienden con ellos.
Porque son fantasías,
tradiciones y anhelos,
que sumados se juntan
en los seres pequeños.
Esos niños que ríen,
esos ojos despiertos,
van detrás de los Magos
persiguiendo al camello.
Porque sienten de veras
que el regalo va dentro,
en alforjas doradas
y a través de los tiempos.
Esta noche se escribe
en cuadernos abiertos,
y se dejan las letras
que se mandan al cielo.
Porque así es la costumbre
desde todos los tiempos,
a pesar de las guerras
y también de los miedos.
Unos niños sonríen
en quietud y en silencio,
mientras piden regalos
con sus lápices negros.
Porque el tiempo ya apremia
y se acerca muy lento,
es el día del Niño
y el regalo de enero.
"...Esta noche se escribe
a los Magos, de nuevo,
que traerán mil regalos
con caricias y besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/01/16
AL FINAL DEL CAMINO...
Al final del camino
se comparten las huellas,
unas vienen pesadas
otras son más ligeras.
Pero todas convergen
donde el hombre se encuentra,
porque allí, en sus entrañas,
hay un niño que sueña.
Huellas vienen del norte
y del sur que está cerca,
de las tierras de lluvia
y de estepas sedientas.
Como antes decía,
en un punto cualquiera,
se entrecruzan y unen
esas huellas diversas.
Al final del camino
hay praderas extensas,
donde el cielo se junta
al final con la tierra.
Poesía sin nombre,
que carece de letras,
y tampoco de versos
ni palabras señeras.
Es allí, en ese punto,
donde el alma flaquea,
cuando el cuerpo descansa
de fatigas extremas.
Porque dar otros pasos
y volver a la senda,
es quizás algo fácil
si se buscan respuestas.
"...Al final del camino,
te amaré, si me dejas,
caminando a tu lado
corazón y poema..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/01/16
se comparten las huellas,
unas vienen pesadas
otras son más ligeras.
Pero todas convergen
donde el hombre se encuentra,
porque allí, en sus entrañas,
hay un niño que sueña.
Huellas vienen del norte
y del sur que está cerca,
de las tierras de lluvia
y de estepas sedientas.
Como antes decía,
en un punto cualquiera,
se entrecruzan y unen
esas huellas diversas.
Al final del camino
hay praderas extensas,
donde el cielo se junta
al final con la tierra.
Poesía sin nombre,
que carece de letras,
y tampoco de versos
ni palabras señeras.
Es allí, en ese punto,
donde el alma flaquea,
cuando el cuerpo descansa
de fatigas extremas.
Porque dar otros pasos
y volver a la senda,
es quizás algo fácil
si se buscan respuestas.
"...Al final del camino,
te amaré, si me dejas,
caminando a tu lado
corazón y poema..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/01/16
EN LAS NOCHES DE LUNA...
En las noches de luna
se acumulan los versos,
los inmensos latidos
de ese pecho violento.
Corazón que así hablas
no me dejes muriendo,
ni permitas que parta
esa voz de mi aliento.
Ese breve susurro
que musita "te quiero",
y la dulce agonía
de unas alas al viento.
Porque sé que la luna
me dará mis deseos,
su carita de plata
con la magia que anhelo.
En las noches de luna
ven conmigo a mis sueños,
a dormir en las nubes,
bajo el manto del cielo.
Buscaremos las rimas
y los versos dispersos,
tras las puertas cerradas
de las hadas y elfos.
Es posible que entonces
recibamos un beso,
una tierna caricia
de una mano y sus dedos.
Un Pastor nos contempla
y nos cuida con celo,
con ternura infinita,
divagando risueño.
"...En las noches de luna
yo me siento pequeño,
al mirar en las olas
su profundo reflejo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/01/16
se acumulan los versos,
los inmensos latidos
de ese pecho violento.
Corazón que así hablas
no me dejes muriendo,
ni permitas que parta
esa voz de mi aliento.
Ese breve susurro
que musita "te quiero",
y la dulce agonía
de unas alas al viento.
Porque sé que la luna
me dará mis deseos,
su carita de plata
con la magia que anhelo.
En las noches de luna
ven conmigo a mis sueños,
a dormir en las nubes,
bajo el manto del cielo.
Buscaremos las rimas
y los versos dispersos,
tras las puertas cerradas
de las hadas y elfos.
Es posible que entonces
recibamos un beso,
una tierna caricia
de una mano y sus dedos.
Un Pastor nos contempla
y nos cuida con celo,
con ternura infinita,
divagando risueño.
"...En las noches de luna
yo me siento pequeño,
al mirar en las olas
su profundo reflejo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/01/16
ES UNA PÁGINA EN BLANCO...
Es una página en blanco
a la que temo romperla,
quizás quisiera mirarla
para extasiarme ante ella.
Puertas que cierran y abren
y que conducen a sendas,
signos y pasos, sin pausa,
para escribir un poema.
Es esta página en blanco
algo sutil, que renueva,
mientras admiro el invierno
en estos días de fiesta.
Antes pensaba, en un rato,
que me faltaba la fuerza,
para seguir escribiendo
como hasta ahora lo hiciera.
Pero al venir a su lado
pude sentir en las venas,
esa pasión infinita
para escribir lo que fuera.
Pienso en poemas sin forma
donde su rima es esencia,
aunque quizás unas nubes
tapen y oculten las letras.
Aunque quizás, las palabras,
sean así, como suenan,
sin rebuscar las metáforas
y los más simples fonemas.
Porque romper el silencio
es acercarse a la estrella,
y al corazón del amante
para saber lo que lleva.
"...Es una página en blanco
la que me invita a leerla,
para dejar mis latidos
y mi sencilla inocencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/01/16
a la que temo romperla,
quizás quisiera mirarla
para extasiarme ante ella.
Puertas que cierran y abren
y que conducen a sendas,
signos y pasos, sin pausa,
para escribir un poema.
Es esta página en blanco
algo sutil, que renueva,
mientras admiro el invierno
en estos días de fiesta.
Antes pensaba, en un rato,
que me faltaba la fuerza,
para seguir escribiendo
como hasta ahora lo hiciera.
Pero al venir a su lado
pude sentir en las venas,
esa pasión infinita
para escribir lo que fuera.
Pienso en poemas sin forma
donde su rima es esencia,
aunque quizás unas nubes
tapen y oculten las letras.
Aunque quizás, las palabras,
sean así, como suenan,
sin rebuscar las metáforas
y los más simples fonemas.
Porque romper el silencio
es acercarse a la estrella,
y al corazón del amante
para saber lo que lleva.
"...Es una página en blanco
la que me invita a leerla,
para dejar mis latidos
y mi sencilla inocencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/01/16
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