POR AQUELLA PUERTA...
Por aquella puerta,
de humilde ventana,
salieron tus pasos
buscando la fama.
Marchabas a un mundo,
de cimas preciadas,
tesoros, sin nombre,
que allí se encontraban.
Y el sueño dorado
duró una mañana,
tal vez el momento
que tú no esperabas.
Callaron las calles,
las fuentes paganas,
se hicieron silencios
los parques y plazas.
Y tú, entretenida,
buscabas el alma,
la tierna corriente
de luz y de magia.
¡Qué pena me diste
al verte descalza,
desnuda y sin ropa,
carente de nada...!
Sentí que tu mano
la mía buscaba,
tus ojos mis ojos
ansiaban mis lágrimas.
Y yo, enmudecido,
quedé sin palabras,
temblando, a tu lado,
carente de gracia.
Dos almas perdidas
así se miraban,
ansiando cariño
y un beso de plata.
Dos niños inquietos,
traviesos, sin patria,
con sangre en las venas
pidiendo batalla.
Quisieran ser libres,
bogar sobre el agua,
surcando las olas
que suben y bajan.
También, por el cielo,
quisieran sus alas,
para ir a otros mundos
sin guerras extrañas.
"...Por aquella puerta
voló tu esperanza,
y yo, tras tus pasos,
corrí a rescatarla..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/01/16
de humilde ventana,
salieron tus pasos
buscando la fama.
Marchabas a un mundo,
de cimas preciadas,
tesoros, sin nombre,
que allí se encontraban.
Y el sueño dorado
duró una mañana,
tal vez el momento
que tú no esperabas.
Callaron las calles,
las fuentes paganas,
se hicieron silencios
los parques y plazas.
Y tú, entretenida,
buscabas el alma,
la tierna corriente
de luz y de magia.
¡Qué pena me diste
al verte descalza,
desnuda y sin ropa,
carente de nada...!
Sentí que tu mano
la mía buscaba,
tus ojos mis ojos
ansiaban mis lágrimas.
Y yo, enmudecido,
quedé sin palabras,
temblando, a tu lado,
carente de gracia.
Dos almas perdidas
así se miraban,
ansiando cariño
y un beso de plata.
Dos niños inquietos,
traviesos, sin patria,
con sangre en las venas
pidiendo batalla.
Quisieran ser libres,
bogar sobre el agua,
surcando las olas
que suben y bajan.
También, por el cielo,
quisieran sus alas,
para ir a otros mundos
sin guerras extrañas.
"...Por aquella puerta
voló tu esperanza,
y yo, tras tus pasos,
corrí a rescatarla..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/01/16
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