ANTE SUS PALABRAS...
Ante sus palabras
quedó sorprendido,
volvían con ellas
los ecos malditos.
Momentos pasados,
quizás decisivos,
que allá, en la distancia
se encuentran perdidos.
Volvieron los días,
de lluvia y de frío,
las risas y llantos
del hombre y del niño.
Y allí, en lontananza,
murmuran los ríos,
los bosques se alteran
con gestos furtivos.
Oyó las palabras
el hombre vencido,
cansado de un tiempo
caduco y marchito.
Hoy mira la vida
de nuevo, con brillo,
con luz diferente
y un cielo distinto.
En él, las palabras,
agotan sus trinos,
y vuelan, sin pausa,
gaviotas y mirlos.
Es fácil, que abajo,
renazcan suspiros,
y surja en los pechos
anhelos divinos.
Quizá esas palabras
recuerden vinilos,
instantes preciosos
de copas y vinos.
Aquellos minutos
son ya monosílabos,
susurros anclados
en cables con hilos.
Bombillas lejanas,
con luz y latidos,
pequeños cometas
buscando su limbo.
Y abajo, en la tierra,
dos cuerpos unidos,
dos labios buscando
el beso divino.
"...Ante sus palabras
quedó estremecido,
y vio aquella rosa
y el mar tan bravío..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/01/16
quedó sorprendido,
volvían con ellas
los ecos malditos.
Momentos pasados,
quizás decisivos,
que allá, en la distancia
se encuentran perdidos.
Volvieron los días,
de lluvia y de frío,
las risas y llantos
del hombre y del niño.
Y allí, en lontananza,
murmuran los ríos,
los bosques se alteran
con gestos furtivos.
Oyó las palabras
el hombre vencido,
cansado de un tiempo
caduco y marchito.
Hoy mira la vida
de nuevo, con brillo,
con luz diferente
y un cielo distinto.
En él, las palabras,
agotan sus trinos,
y vuelan, sin pausa,
gaviotas y mirlos.
Es fácil, que abajo,
renazcan suspiros,
y surja en los pechos
anhelos divinos.
Quizá esas palabras
recuerden vinilos,
instantes preciosos
de copas y vinos.
Aquellos minutos
son ya monosílabos,
susurros anclados
en cables con hilos.
Bombillas lejanas,
con luz y latidos,
pequeños cometas
buscando su limbo.
Y abajo, en la tierra,
dos cuerpos unidos,
dos labios buscando
el beso divino.
"...Ante sus palabras
quedó estremecido,
y vio aquella rosa
y el mar tan bravío..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/01/16
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