UN DÍA PERSEGUÍ...
Un día perseguí la poesía
tratando de entender de qué trataban
los versos y las letras que rimaban,
mezclando la ilusión y la utopía.
No supe comprender esa alegría,
que oculta, entre la tinta, murmuraban
los ojos que, nerviosos, te buscaban
y un tierno corazón en su porfía.
Hoy sigo persiguiendo lo imposible;
el verso sigue siendo codiciado,
y aprecio hasta el poema impredecible.
Es cierto que el buen vino es añorado,
incluso al paladar más insensible,
por eso corazón serás amado.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/10/17
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