YO SÉ QUE EL CORAZÓN...
Yo sé que el corazón está dormido
y lleno de una sangre acelerada,
que busca en la pupila enamorada
el bálsamo eficaz a su gemido.
Es cierto que el soldado malherido
soporta como puede la algarada,
el campo de batalla y la alambrada
tratando de impedir el ser vencido.
Por eso recupera nuevamente
el pulso y el color que mereciera
el alma castigada duramente.
Entonces logrará la primavera
que alumbre al corazón indiferente
y sepa caminar tras su bandera.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/10/17
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