HE VISTO...
He visto como los cardos
cortejaban amapolas,
y como sacan espinas
los claveles y las rosas.
Pero los cardos del campo
tienen pinchos que nos cortan,
mientras rosas y claveles
nos alegran con su aroma.
He visto en el mar eterno
embravecerse a las olas,
y como escapan los peces
con la tormenta que azota.
Pero los mares son bailes
con una música sorda,
entre marinos y barcos
rompiendo el mar con su proa.
He visto nubes del cielo
besar montañas que rozan,
y como dejan la lluvia
en las campiñas remotas.
Pero las nubes son mantos
y las montañas personas,
mientras la lluvia son lágrimas
que a las campiñas remojan.
He visto jugar los niños
con una cuerda y peonza,
y he visto como las niñas
juegan también a la comba.
Pero los niños son niños
y nada tengo en su contra,
solo alegrarme con ellos
y hasta jugar si me toca.
He visto amar a los hombres
y prometer tantas cosas,
que ya mis ojos cansados
siente su amor y su copla.
Pero los tiernos amantes
quieren amar sin demora,
quieren sentir las caricias
y el dulce beso en sus bocas.
He visto como la vida
pasa ante mi cada hora,
va con lo bueno y lo malo,
con un reloj que se agota.
Pero la vida es chasquido,
un simple flash en la historia,
es un latido emergente
de una leyenda remota.
...He visto tus ojos bellos
dejar su lágrima sorda,
brotar con tiernos suspiros
entre recuerdos y gotas.
Pero marchaste muy lejos
y me quedé con tu sombra,
quizás lloré, no recuerdo,
pero tampoco ya importa.
Rafael Sánchez Ortega ©
31/03/10
cortejaban amapolas,
y como sacan espinas
los claveles y las rosas.
Pero los cardos del campo
tienen pinchos que nos cortan,
mientras rosas y claveles
nos alegran con su aroma.
He visto en el mar eterno
embravecerse a las olas,
y como escapan los peces
con la tormenta que azota.
Pero los mares son bailes
con una música sorda,
entre marinos y barcos
rompiendo el mar con su proa.
He visto nubes del cielo
besar montañas que rozan,
y como dejan la lluvia
en las campiñas remotas.
Pero las nubes son mantos
y las montañas personas,
mientras la lluvia son lágrimas
que a las campiñas remojan.
He visto jugar los niños
con una cuerda y peonza,
y he visto como las niñas
juegan también a la comba.
Pero los niños son niños
y nada tengo en su contra,
solo alegrarme con ellos
y hasta jugar si me toca.
He visto amar a los hombres
y prometer tantas cosas,
que ya mis ojos cansados
siente su amor y su copla.
Pero los tiernos amantes
quieren amar sin demora,
quieren sentir las caricias
y el dulce beso en sus bocas.
He visto como la vida
pasa ante mi cada hora,
va con lo bueno y lo malo,
con un reloj que se agota.
Pero la vida es chasquido,
un simple flash en la historia,
es un latido emergente
de una leyenda remota.
...He visto tus ojos bellos
dejar su lágrima sorda,
brotar con tiernos suspiros
entre recuerdos y gotas.
Pero marchaste muy lejos
y me quedé con tu sombra,
quizás lloré, no recuerdo,
pero tampoco ya importa.
Rafael Sánchez Ortega ©
31/03/10
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