MIRAR LO QUE OTRO ESCRIBE ES MUY SENCILLO
(Para todos los compañeros del Taller,
por todo lo que me han enseñado,
aunque ellos lo ignoren.)
***
Mirar lo que otro escribe es muy sencillo,
dejarle un comentario es lo correcto,
más unos nos quedamos contemplando
y hablamos simplemente en nuestros versos.
He visto redacciones muy bonitas,
relatos con amor y sentimiento,
y el chiste candoroso que ha dejado
la pluma de un sesudo compañero.
También he contemplado los poemas
surgidos en la Villa de mis sueños,
los versos dedicados a personas
y estrofas con romances muy sinceros.
Es lindo repasar estos escritos,
y ver lo que se esconde tras de ellos,
la eterna fantasía de la vida,
la línea insobornable de los hechos.
Sucede que los hombres nos hablamos,
dejando chismorreos en los cuentos,
hablamos de esa anécdota tan simple,
del chicle que nos tiran por los suelos.
Hablamos de la historia y de las gentes,
narramos lo que pasa por los pueblos,
dejamos el folclore en nuestras letras,
incluso las gaviotas de los cielos.
Contamos lo que dicen los mayores,
la pesca y los sudores por el puerto,
los días de trabajo por el campo,
la charla de la noche junto al fuego.
Yo sé que en nuestras almas transportamos
la nube del pasado y del recuerdo,
y sé que nos volvemos también niños,
volviendo a ese pasado tan sincero.
Por eso cuando veo vuestras letras
me siento transportado en lo que leo,
y vago por las calles y las plazas,
del mundo ilusionado de hace tiempo.
Escucho con vosotros la resaca
y leo suspirando, lo que tengo,
las olas que me mandan las mareas,
con algas y susurros barquereños.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/08/10
por todo lo que me han enseñado,
aunque ellos lo ignoren.)
***
Mirar lo que otro escribe es muy sencillo,
dejarle un comentario es lo correcto,
más unos nos quedamos contemplando
y hablamos simplemente en nuestros versos.
He visto redacciones muy bonitas,
relatos con amor y sentimiento,
y el chiste candoroso que ha dejado
la pluma de un sesudo compañero.
También he contemplado los poemas
surgidos en la Villa de mis sueños,
los versos dedicados a personas
y estrofas con romances muy sinceros.
Es lindo repasar estos escritos,
y ver lo que se esconde tras de ellos,
la eterna fantasía de la vida,
la línea insobornable de los hechos.
Sucede que los hombres nos hablamos,
dejando chismorreos en los cuentos,
hablamos de esa anécdota tan simple,
del chicle que nos tiran por los suelos.
Hablamos de la historia y de las gentes,
narramos lo que pasa por los pueblos,
dejamos el folclore en nuestras letras,
incluso las gaviotas de los cielos.
Contamos lo que dicen los mayores,
la pesca y los sudores por el puerto,
los días de trabajo por el campo,
la charla de la noche junto al fuego.
Yo sé que en nuestras almas transportamos
la nube del pasado y del recuerdo,
y sé que nos volvemos también niños,
volviendo a ese pasado tan sincero.
Por eso cuando veo vuestras letras
me siento transportado en lo que leo,
y vago por las calles y las plazas,
del mundo ilusionado de hace tiempo.
Escucho con vosotros la resaca
y leo suspirando, lo que tengo,
las olas que me mandan las mareas,
con algas y susurros barquereños.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/08/10
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario