TODO LO DEJO...
Todo lo dejo para otro día porque ahora
sólo quiero mirarte, contemplarte en silencio
y contarte mil cosas a través de mis ojos,
acercarme a tu cuerpo y sentir el perfume
del mismo que llega y que embriaga a mi alma,
admirar a tus manos tan lindas subiendo a mi cara,
percibir el latir de tus senos
y el temblor de los mismos agitando tu blusa.
Todo es paz ahora mismo en la noche lluviosa
y se escucha, a lo lejos, el trueno de un rayo
que rompe las sombras.
Las lechuzas ya duermen y guardan tu nombre con ellas.
Las campanas del viejo reloj de la iglesia
ya han dado las doce.
Sólo falta la mano de nieve que rompa el hechizo,
sólo falta tu labio en mi labio,
tu mano en mi mano
y tu cuerpo en mi cuerpo.
...Pero sigo mirando tu cuerpo tendido en lecho
y lo hago admirando la dulce figura
que late y que vibra sintiéndome cerca.
Es posible que un día cercano rompamos los diques
que ahora nos atan
y entonces las aguas y besos se mezclen,
se junten con olas y espumas que vierta la sangre.
La pasión contenida no es buena,
es amor retenido a la fuerza,
es galerna sujeta con hilos,
es caballo alazán obligado a llevar una carga,
es la fruta madura que comen las bestias.
Es por eso que todo lo dejo,
porque quiero mirarte y tenerte,
porque quiero sentir a tu alma vivir en mi alma,
porque quiero saber que me fundo contigo,
en tus sueños eternos.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/03/12
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