VAMOS A PASEAR POR LA CAMPIÑA...


Vamos a pasear por la campiña
para ver en la noche a las estrellas,
serán unos minutos deliciosos
plagados de silencios y sirenas.

Haremos de los astros unos faros
luciendo como lucen las luciérnagas,
con luz tan poderosa y llamativa
sirviéndonos de excusa su presencia.

Entonces juntaremos nuestros labios
y un beso surgirá con la marea,
resacas de momentos contenidos,
y dulce marejada sin tormenta.

Regresan los latidos a las almas
y vuelven las palabras con más fuerza,
las mismas tanto tiempo retenidas
y ahora en libertad muy duradera.

No quiero contener las emociones
surgidas por la piel y por las venas,
si acaso suspirar al verlas libres
corriendo tan deprisa cual centellas.

Es fácil contentar los corazones
con voces y palabras de promesas,
mentiras de miradas retorcidas
y frases con aromas de violetas.

Yo quiero caminar hasta la playa,
contigo y con tu mano por la arena,
y quiero recorrer junto a la orilla
los pasos invisibles de unas huellas.

Las huellas misteriosas de unos pasos
grabados con cincel en las leyendas,
las huellas de la luz tanto buscada
final de las preguntas sin respuesta.

¡Oh tierno corazón, dame tu mano!,
la quiero y la preciso con urgencia,
tus dedos compartiendo con los míos,
el dulce cosquilleo de la vuelta.

La vuelta por la noche a la campiña,
la búsqueda de estrellas sempiternas,
el suave ronroneo de los mares
llegando con sus versos y poemas.

"...Vamos a pasear por la campiña,
veremos a la luna y las estrellas,
-decían unos labios sin palabras-,
soñando, con el cielo y sin fronteras..."

Rafael Sánchez Ortega ©
22/07/12

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