ME ENCONTRÉ CON TUS OJOS...
Me encontré con tus ojos
que buscaban el cielo,
una tarde de junio
y nordeste violento.
Y tus ojos buscaron
a los míos con miedo,
con temblor impaciente
y con cierto respeto.
Era culpa del aire,
de la brisa sin freno,
que dejaba en tu cara
aquel roce del viento.
Y sentí, de tus ojos,
esos guiños traviesos,
esas luces sin nombre
con suspiros eternos.
Me encontré con tus ojos
de perfil marinero,
y unos copos gitanos
de sutil embeleso.
Y quedaron prendidas
mis pupilas en ellos,
y leí sus poemas
de leyendas y sueños.
Y en tus ojos tan lindos
ascendí hasta los cielos,
en un barco de plata
sin timón y sin remos.
Y soñé, como un niño,
y gocé, sin saberlo,
al sentir a la sangre
galopar en mi pecho.
Me encontré con tus ojos
que miraban risueños,
y su dulce sonrisa
prolongó mi tormento.
Me dejaron sin vida,
en un mundo de cuerdos,
donde solo hacen guardia
los poetas aquellos.
Los que buscan amores
y princesas en cuentos,
sin saber que muy cerca
hay un alma latiendo.
Hay un ser que te mira
y te habla en silencio,
susurrando palabras
y un final de embeleso
"...Me encontré con tus ojos
¡amor mío!, y no quiero
resistir tu mirada
ni negarte mis besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/06/14
que buscaban el cielo,
una tarde de junio
y nordeste violento.
Y tus ojos buscaron
a los míos con miedo,
con temblor impaciente
y con cierto respeto.
Era culpa del aire,
de la brisa sin freno,
que dejaba en tu cara
aquel roce del viento.
Y sentí, de tus ojos,
esos guiños traviesos,
esas luces sin nombre
con suspiros eternos.
Me encontré con tus ojos
de perfil marinero,
y unos copos gitanos
de sutil embeleso.
Y quedaron prendidas
mis pupilas en ellos,
y leí sus poemas
de leyendas y sueños.
Y en tus ojos tan lindos
ascendí hasta los cielos,
en un barco de plata
sin timón y sin remos.
Y soñé, como un niño,
y gocé, sin saberlo,
al sentir a la sangre
galopar en mi pecho.
Me encontré con tus ojos
que miraban risueños,
y su dulce sonrisa
prolongó mi tormento.
Me dejaron sin vida,
en un mundo de cuerdos,
donde solo hacen guardia
los poetas aquellos.
Los que buscan amores
y princesas en cuentos,
sin saber que muy cerca
hay un alma latiendo.
Hay un ser que te mira
y te habla en silencio,
susurrando palabras
y un final de embeleso
"...Me encontré con tus ojos
¡amor mío!, y no quiero
resistir tu mirada
ni negarte mis besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/06/14
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